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El Carácter (página 2)

Enviado por tatitobonito


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Las orientaciones por las cuales el individuo se relaciona con el mundo constituyen la medula de su carácter. La forma en que se relaciona implica una energía psíquica que es canalizada en los procesos de asimilación y socialización. Una vez que la energía ha sido encausada de cierta manera, la acción se produce como fiel expresión del carácter, de esta manera la persona puede acomodar su vida de tal modo que se ajuste o regule su situación consigo mismo y con los demás. Tiene una función selectiva con respecto a las ideas y valores de los demás.El carácter del niño es modelado por el carácter de todos sus familiares en un primer momento, ya que posteriormente son determinados por la estructura social y cultural. La familia es la agencia psíquica de la sociedad. Al adaptarse el niño a su familia adquiere el carácter que después lo adoptará en las tareas que debe ejecutar en la vida social, es el que le hace desear hacer lo que debe hacer, y cuyo núcleo comparte con la mayoría de los miembros de la misma cultura.

El carácter se debe en parte a las diferencias psíquicas y materiales del ambiente social específico, pero también influyen las diferencias constitucionales de cada individuo. Así tenemos que el carácter domina y regula al temperamento. En los rasgos fundamentales del carácter aflora revelándose como un recuerdo íntimo el rasgo temperamental

La formación del carácter se determina por el efecto de las experiencias vitales, el ambiente jamas es el mismo para dos individuos, la diferencia en su constitución física y temperamental los hace experimentar el mismo ambiente de manera diferente.

El hombre puede adaptarse a su cultura, pero cuando hay obstáculos que se contraponen a su naturaleza, desarrolla perturbaciones que lo hacen modificar o regular tales condiciones, es en este momento cuando tienen que ver los juicios de valor, es aquí donde dependiendo de la cultura, se pueden enjuiciar las acciones como –buenas- o – malas – , por ejemplo, se califica a un niño como bueno si es dócil y malo, si trata de ser independiente.

El término carácter en psicología ha adquirido un significado especial añadido a la aceptación primitiva de marca o sello, como el modo específico de comportamiento del individuo determinado por sus cualidades morales.

Es este sentido supone una valoración, esto es, una disposición a clasificar positiva o negativamente determinadas situaciones o entidades. El valor reside en la capacidad del sujeto sobre las propiedades placenteras o displacenteras de un objeto determinado.

Los términos carácter y personalidad a veces se utilizan indistintamente, aunque también suelen distinguirse. El término carácter tiene origen en el griego y significa marca grabada, señal que se esculpe o dibuja en algún objeto. En su aceptación psicológica pasó a denominar el estilo de vida o el sello personal que se pone de manifiesto en el comportamiento del individuo.

La preocupación por el carácter, en su aceptación psicológica, se remota a la antigua Grecia. El autor mas conocido fue Teofrasto, discípulo de Aristóteles, a quien se debe la obra que lleva por título "Caracteres" en la que se presentan 30 descripciones de otros tantos tipos psicológicos. Su influencia fue verdaderamente notable en los siglos posteriores.

La técnica empleada por Teofrasto es muy sencilla. Comienza por la definición del rasgo dominante, por ejemplo, la avaricia y después se aportan una serie de ejemplos donde la influencia de dicho rasgo se pone de manifiesto.

Los 30 tipos diferentes de caracteres descritos por Teofrasto que han llegado a nosotros, son todos de tipos viciosos quizá porque los virtuosos ofrecían menos interés para los lectores.

En enfoque de Teofrasto hizo fortuna, llegando incluso hasta nuestros días. La descripción o retrato literario de un tipo se fija en un rasgo central o dominante en la conducta del sujeto que agrupa en torno a sí y dirige gran parte del comportamiento del sujeto. Son descripciones de tipos ideales, pues se trata de tipos puros que nunca se encuentran en la vida real, pero que pueden ser reconocidos en sus líneas generales en algunos individuos humanos.

Las descripciones literarias han proliferado dentro de la tradición iniciada por Teofrasto, para acercarse al estudio del carácter. Sin embargo la psicología científica prefiere el método experimental en la investigación de la personalidad y el carácter, por entender que las descripciones literarias no rebasan el nivel intuitivo y popular.

El término carácter en psicología ha adquirido un significado especial añadido a la aceptación primitiva de marca o sello, como el modo específico de comportamiento del individuo determinado por sus cualidades morales.

Es este sentido supone una valoración, esto es, una disposición a clasificar positiva o negativamente determinadas situaciones o entidades. El valor reside en la capacidad del sujeto sobre las propiedades placenteras o displacenteras de un objeto determinado.

Se incluye un criterio valorativo que conlleva un juicio de valor sobre la personalidad. Cuando decimos de alguien que es una persona "noble", "creativa" o "desleal", nos estamos refiriendo a su carácter. En cambio, si se prescinde de valoraciones hablamos para y simplemente de personalidad (Allport, 1937).

Toda valoración implica un criterio sociocultural. Pero lo que para una cultura puede ser valioso puede no serlo para otra. Allport define el carácter como personalidad valorada y la personalidad como carácter no valorado. Sin embargo, y aún admitiendo este marco, las definiciones del carácter pueden ser bastante diferentes, de acuerdo con el criterio de valoración elegido.

El carácter no se toma aquí como una parcela de la personalidad, sino como la personalidad misma que es valorada positivamente o negativamente. Tal vez el uso del criterio valorativo caiga fuera de la ciencia, sin embargo los valores de un individuo configuran, al menos en parte, su personalidad; se trata de hechos que influyen sobre la personalidad, al margen de que sean o no compartidos por otros sujetos humanos.

El carácter ha tratado de ser definido a lo largo de todos estos años pero una de los conceptos mas acertados es el definido por Santos (2004), "el carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje social.", Esto nos hace pensar que somos personas únicas que poseemos un conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento único que a lo largo de nuestras vidas hemos adquirido.

El carácter probablemente no se manifieste de una forma total y definitiva, si no que pase por un proceso evolutivo que se desarrolla hasta llegar a su completa expresión en el final de la adolescencia.

Componentes de la estructura del carácter y tipos de carácter

Según Santos (2004) los tres componentes de la estructura del carácter son la emotividad, la actividad, y la resonancia o respuestas ante las impresiones que nos manifiesta como primarios o secundarios. Al combinar los componentes aparecen ocho tipos caracterológicos:

La emotividad

consistente en la mayor (primaria) o menor (secundaria) repercusión emocional del sujeto ante un acontecimiento.

La actividad

consistente en la mayor (primaria) o menor (secundaria) inclinación del sujeto a responder a un estímulo mediante la acción.

En donde tenemos que las personas que poseen los rasgos indicados como primarios son personas variables y volubles, así como los que presentan la forma secundaria son constantes y organizados.

Emotivo, Activo y Primario: Colérico.

Emotivo, Activo y Secundario: Apasionado.

No Emotivo, Activo y Primario: Sanguíneo.

No Emotivo, Activo y Secundario: Flemático.

Emotivo, No Activo y Primario: Nervioso.

No Emotivo, No Activo y Secundario: Sentimental.

No Emotivo, No Activo y Primario: Amorfo.

No Emotivo, No Activo y Secundario: Apático.

Los diferentes tipos de carácter manifestados en las personas dependen entonces, de la presencia o ausencia en el carácter de los tres componentes principales dados por el autor.

Surgen en este escenario tres grupos: Las personas bloqueadas por sus imposibilidades, los que son manipulados por sus circunstancias; los que articulan y contra juegan en la búsqueda de oportunidades.

CLASIFICACIÓN DEL CARÁCTER

El carácter de una persona influye mucho en el estudio, en el trabajo y en la vida diaria, o lo facilita o lo dificulta. Es importante que las personas conozcan su carácter. Que conozcan sus puntos fuertes y débiles, para que puedan saber qué pueden esperar de ellos. Y también, cómo deben ayudarse y estimularse en la vida.

Los Tipos de Carácter

El nervioso:

El tipo de carácter nervioso cambia continuamente de intereses y de ocupación. Este tipo de carácter se entusiasma con lo nuevo, pero este sólo busca de ello lo que es práctico, le falta orden, disciplina y perseverancia en las cosas. Tiene una voluntad débil, es inestable, sociable, cariñoso y extrovertido.

En cuanto a su inteligencia, le cuesta la comprensión, la memorización y el razonamiento lógico de las cosas. Es perezoso, distraído. Trabaja solamente cuando la tarea coincide con sus intereses momentáneos.

El sentimental:

Es muy sensible, tímido, pesimista. El busca el aislamiento y la soledad. Es rencoroso, difícil de reconciliar. Se desmoraliza rápidamente. Es inseguro. En el trabajo es lento e indeciso.

En cuanto a su inteligencia: es reflexivo, se centra en los objetos es muy abstraído. Le gusta hacer las cosas bien, pero se desalienta pronto ante las dificultades. Tiene problemas para adaptarse a cosas nuevas.

El Colérico:

Siempre vive ocupado en cosas. Es un atrevido para hacer cosas nuevas. Debido a sus arrebatos, improvisa, se precipita, despilfarra energía y cae en la dispersión. Abandona las cosas cuando aparece algún  peligro. Es un extrovertido.

En cuanto a su inteligencia: le gustan las cosas concretas, inmediatas, y técnicas. Comprende con rapidez y es bueno para improvisar. Se tensiona fácilmente.

No le gusta sintetizar las cosas. Posee una escasa capacidad para adquirir nuevos conocimientos. Es poco disciplinado en su trabajo. Le gusta el trabajo en equipo individual. Cambia frecuentemente de actividad y no termina lo que empezó.

El Apasionado:

Posee una gran memoria e imaginación. Tiene una gran capacidad de trabajo. Vive siempre ocupado. Tiene afición al estudio y le gusta todo tipo de tareas. Prefiere trabajar sólo. Estudia de forma ordenada y metódica. Se destaca en lectura, historia, redacción y matemáticas. Le interesa lo social, lo religioso y político.

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El sanguíneo:

Es muy poco sensible. Sólo le mueven los resultados a corto plazo. Tiene tendencia a mentir para conseguir lo que quiere. Es cerebral. Piensa todo fríamente. Es optimista, social y extrovertido. Es curioso. Le gusta tocar todo. Se adapta bien a cualquier ambiente. Aunque es trabajador, se deja llevar por la superficialidad y la chapucería.

El Flemático:

Es reposado y tranquilo. Es reflexivo y callado Es muy ordenado. Le gusta trabajar solo. Es puntual y se preocupa por la exactitud de todas las cosas. La inteligencia del flemático es lenta, pero profunda. Tiene una buena aptitud para comprender lo esencial de las cosas. Es dócil y metódico.

El amorfo:

Es perezoso. Su vida es dormir y comer. Es poco original, se deja llevar por el ambiente. Es despilfarrador, impuntual y carece de entusiasmo. Es social y extrovertido. Razona con mucha lentitud y analiza las cosas de forma superficial. Huye de cualquier esfuerzo. Suele aplazar las tareas. Es torpe y desordenado.

El Apático:

Es cerrado en sí mismo. Es melancólico. Es irreconocible y testarudo. Es perezoso. Rutinario. Pasivo e indiferente. Carece de estimulo y actividad. Es un pobre de ideas. Es apático y poco interesado en actividades.

Todos estos rasgos caracterológicos son puntos de referencia. No podemos etiquetar la personalidad de las personas, como si cada uno de ellos no evolucionara con el tiempo o no tuviera nada propio.

No se puede confundir lo psicológico con lo moral clasificando a las personas en "buenos" y "malos". Con sabiduría podemos ayudarlos a crecer positivamente en sus características personales.

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El carácter en el trabajo

La forma en que cada individuo se desarrolla en su trabajo depende mucho de su tipo de carácter. Los mejores tipos de carácter para trabajar son los coléricos, apasionados y el sanguíneo. El colérico posee iniciativa, es disciplinado, pero prefiere el trabajo individual a grupal, evita socializar con las personas. El tipo apasionado le encanta su trabajo, le gusta la mejora continua a base del estudio, forma buenas relaciones sociales. Los sanguíneos son buenos trabajadores les encanta trabajar en base a metas, trabajan mejor bajo presión, creen que fin justifica los medios. Son fácilmente adaptables, aunque son insensibles ante lo que los rodea.

Los más difíciles para trabajar son: el flemático, nervioso, sentimental, amorfo y apático, este tipo de personas se muestran con un perfil muy bajo en las áreas en la que se desempeñan, no son recomendados para formar equipos. El flemático no le gusta trabajar en equipo, es puntual pero es demasiado tranquilo y callado. Fácilmente influenciable.

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El nervioso no sabe lo que quiere lo que representa un problema en el trabajo, continuamente sé esta cambiando de trabajo, no es disciplinado lo que le crea problemas en trabajo. Fácilmente influenciable. El sentimental no cree en que se puedan dar las cosas es muy pesimista por lo que es difícil asignarle proyectos, no se adapta a las cosas nuevas, ni le gusta innovar. El amorfo es perezoso. Su vida es dormir y comer, no le gusta innovar es fácilmente maneable, no le importa nada no tiene disciplina. , No le gusta realizar ningún tipo de esfuerzo. El tipo apático es cerrado, no le gusta los cambios, y no le interesan las actividades que se puedan estar desarrollando en la oficina.

Carácter y liderazgo

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Según Santos (2004) el liderazgo se define como el proceso de influir sobre un grupo para obtener un resultado. Esto dependerá también del tipo de carácter que posea cada persona. En los diferentes tipos de carácter se tienen a aquellos que pueden ser lideres todo depende de cómo los tres componentes de la estructura del carácter que plantea Santos (2004): la emotividad, la actividad, y la resonancia.

Las personas emotivas y activas son influenciadas e influyen en los mandos medios, son buenos líderes por ejemplo los tipos coléricos y apasionados. Las emotivas no activas, son aquellas que se impresionan fácilmente, pero estas impresiones no son canalizadas, no forman un buen líder como por ejemplo los nerviosos. Los no emotivos activos, son fríos sentimentalmente, pero por otro lado son de acción, inteligencia y vivacia, consiguen lo que quieren aun a costa de otras cosas, influyen en el medio, por ejemplo los sanguíneos. Los no emotivos no activos son personas no motivadas y que tampoco motivan a los demás, son fácilmente influenciables por lo que no constituyen a un líder.

Para ser un líder no solamente es necesario convencer y conmover a la gente si no que debe de conocer la forma correcta de proceder y debe de tener la capacidad de poder actuar ante las circunstancias que se presenten.

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Desordenes del carácter

Actualmente no se conocen trastornos del carácter lo que se tiene es una gama de diferentes tipos de carácter en donde se describen las características de cada individuo y todos los seres humanos caemos en uno de esos tipos.

RECOMENDACIONES PARA FORMAR EL CARÁCTER

La pregunta es ¿se puede formar el carácter? Como señala Gaitán (2006, 3), para formar el carácter es necesario tener dominio sobre nuestra persona, mediante pequeñas, pero continuas acciones que hagan más fuerte nuestra voluntad. Esto nos dice que es posible cambiar nuestro carácter, esto a través de la disciplina y la férrea voluntad de querer hacerlo, se puede tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

– Proponerse varios retos personales: como trabajar mejor, aprender algo nuevo, mejorar nuestro trato hacia los demás, etc.

Para esto también puede plantearse un ciclo de acción para reestructurar a aquellos caracteres que son disfuncionales en las distintas áreas laborales en que se desarrollan, esto a través de la alineación de la emoción y la acción, teniendo como resultado el carácter que nos lleve a la poder tener un carácter funcional lo que nos hará dignos de confianza para poder desarrollar cualquier tipo de proyectos dentro de nuestro trabajo.

Como señala Santos (2004) el planteamiento de ciclo del carácter para la acción se presenta a continuación:

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[Referencia: Santos(2004, Pág.30)]

¿Cómo utilizar este ciclo? ; tenemos por ejemplo la fábula de la tortuga y la liebre; un día la liebre reta a la tortuga a una competencia de atletismo confiada en su capacidad para correr mucho más rápido que esta, el día de la carrera la liebre adelanta a la tortuga, pero confiada sé hecha a dormir, cuando despierta se da cuenta que ya es demasiado tarde y sé hecha a correr, cual fue su sorpresa que la tortuga lenta pero segura ya había llegado a la meta.

¿Cómo se aplica este ciclo de acción a este ejemplo? Lo desarrollaremos en diferentes pasos: la Obvia Realidad: Carácter Disfuncional debido al exceso de confianza de las cuales la liebre era dueña. Luego la liebre debe de Identificar las limitaciones de su carácter; dejar de ser tan engreída y aceptar su derrota ante un rival que aun no teniendo las mismas capacidades que ella se había aprovechado del exceso de confianza que la liebre poseía y le había logrado ganar. Reeducar su carácter: No creerse ganadora sin haber llegado a la meta, tener mayor disciplina en el desarrollo de sus proyectos.

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Adoptando nuevas disciplinas y mejorando su trabajo podría ser digno de confianza. Luego de haber adoptados cambios en su forma de actuar la liebre podría nuevamente competir con la tortuga pero ahora debido a los cambios realizados seria la ganadora de la carrera.

Si en nuestra vida queremos realizar pequeños cambios, puede que nos baste con esforzarnos un poco más en mejorar nuestra conducta y luchar contra nuestros defectos, pero si aspiramos a un cambio importante, es preciso cambiar nuestro modo de ver las cosas.

Diferencia entre carácter y temperamento

Según La Escuela de la Fe (2006), Con frecuencia se confunden los términos temperamento y carácter. La diferencia es que El temperamento es el conjunto de las inclinaciones íntimas que brotan de la constitución fisiológica de los individuos, El carácter, en cambio, es el conjunto de las disposiciones psicológicas que nacen del temperamento, modificado por la educación y el trabajo de la voluntad y consolidado por el hábito.

Conclusión

El carácter como sello que nos identifica juega un papel muy importante en cualquier área que nos desenvolvamos, es reto de cada persona abrir la puerta del cambio para transformar un carácter disfuncional a uno funcional, para poder ser mejores personas en nuestras vidas, y obtener mejores resultados en cualquier proyecto que desarrollemos.

Bibliografía

Santos, J. (2004) La Ruta: un mapa para construir futuros. El Salvador: Editorial de la Universidad de El Salvador, 26,30,134.

El Carácter. Extraído el 20 de Marzo, 2006 del sitio Web: http://html.rincondelvago.com/el-caracter.html

Gaitán, J. R. (2006). Concepto de Temperamento y Carácter. Extraído el 20 de Marzo, 2006 del sitio Web: http://www.monografias.com/trabajos10/teca/teca.sthml#top

Escuela de la fe (2006). Temperamento y Carácter. Extraído el 20 de marzo, 2006 del sitio Web: http://www.es.catholic.net/jovenes/template_articulo.phtml

Paivan P J.(2006). Personalidad. Extraído el 20 de marzo, 2006 del sitio Web: http://www.liceodigitaL/filosofia/filosofia.html

Cabrera, P. D.(2000, Marzo 3). Personalidad y estrés en el personal sometido a un trabajo de tensión y riesgo. Extraído el 20 de Marzo, 2006 de http: //www.lbvs.sld.cu/revistas/mil/vol29_2_00/mil02200.htm

Glenda Jamileth Avalos Jiménez- Estudios: 5° año de Ingeniería de Alimentos en la Universidad de El Salvador.

Bibliografía recomendada: Manual de Psicología Diferencial, de Antonio Andrés Pueyo, McGraw-Hill, Madrid, 1996, capítulo 9.

 

 

 

 

Autor:

R. Christian Roncal P

Partes: 1, 2
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