El conflicto árabe e israelí ha perdurado por muchos años y son miles las victimas de este conflicto, la mayor cantidad de estas, son mujeres y niños. Desde el principio del conflicto se ha acusado a los palestinos y a la mayoría del mundo árabe que defiende su territorio, de terroristas, mostrando a través de la prensa sus atentados y tapando con esto el verdadero terrorismo que se vive en medio oriente. Pero la realidad es muy distinta ya que el verdadero terrorismo es provocado por Israel y Estados Unidos.
Para comenzar con la siguiente investigación, analizare el concepto de terrorismo de Estado. En su sentido más amplio, el terrorismo de Estado consiste en la utilización por parte de un gobierno de métodos ilegítimos, orientados a producir el miedo en la población civil determinada para alcanzar sus objetivos sociales, políticos o militares. Ósea la táctica de utilizar un acto o una amenaza de violencia contra individuos o grupos para cambiar el resultado de algún proceso político. Ahora bien, el terrorismo puede ser definido de manera más específica tomando en cuenta diferentes aspectos.
Siguiendo el diccionario de la lengua española, editado por la Real Academia Española, lo define así: "(del Latín terror). Dominación por el terror.// Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror".
Las acciones terroristas que ha llevado a cabo Israel han sido denominadas "represalias" o ataques preventivos legítimos para evitar el terrorismo. Esta ha sido la excusa de Israel para asesinar a miles de personas y difundir el miedo en la población árabe. Lo que hace Israel es terrorismo de Estado y lo viene haciendo desde 1948, cuando invaden el 78% del territorio palestino: Cisjordania, Jordania, lo que trajo como consecuencia que más de un millón de personas se tuvieran que refugiar en campamentos. Para lograr esto Israel se valió del más puro terrorismo en contra de la población civil de Palestina: deportaciones masivas, destrucción de casas, destrucción de 385 ciudades y aldeas palestinas, matanzas de niños ancianos y mujeres. Todo esto con el apoyo militar y económico de EEUU. La postura de Israel ha sido siempre la misma: Israel rechazara toda negociación con la OLP, aunque esta reconozca a Israel y renuncie al terrorismo y no entraran en negociaciones políticas con palestinos en ningún término.
En 1972 Jaím Herzog presidente en ese entonces de Israel expreso su postura diciendo de que "los palestinos no pueden ser nunca socios en ningún sentido en un territorio que ha sido sagrado para nuestro pueblo durante miles de años". "No son seres humanos, no son gente: son árabes" Así se expresó David Harcohen sobre los palestinos en 1973, cuando era presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento Israelí en ese mismo año.
Los gobiernos israelitas han seguido "muy bien" su declaración racista contra los palestinos hasta el presente. Las tropas israelitas invadieron el sur del Líbano en 1978, en 1981 atacaron los campamentos de refugiados en el sur del Líbano también. En 1982 invaden totalmente el Líbano, conocida como la masacre de Sabra y Chatita. Súmense la "Revolución de la Piedras" que como resultado asesinaron vilmente a 300 civiles, 3.000 heridos, detenciones sin juicio, torturas y persecuciones a civiles.
Estas realidades políticas aportan el marco necesario para entender el discurso racista americano, que se refiere a los actos terroristas de los árabes, pero no al de los judíos, al igual que "paz" que significa un acuerdo que respete el derecho a la autoderminación nacional de los judíos, pero no de los palestinos.
En 1985 se alcanza un punto culminante de brutalidad con las operaciones "puño de hierro" que llevan el sello de los escuadrones de la muerte de Latinoamérica. En la localidad de Zrariya, por ejemplo las fuerzas de defensa israelí llevaron a cabo una operación, donde tras varias horas de intenso bombardeo de Zrariya y tres pueblos vecinos se llevaron a toda la población masculina, matando de 35 a 40 aldeanos, algunos en vehículos aplastados por tanques israelíes, otros habitantes fueron apaleados o asesinados, se disparo un proyectil contra trabajadores de la cruz roja a los que se advirtió que se mantuvieran alejados.
La versión oficial de Israel fue la descripción de un tiroteo contra guerrilleros fuertemente armados. La víspera, doce soldados israelíes habían resultado muertos en un atentado suicida cerca de la frontera, pero Israel negó que el ataque contra Zrariya fuera una represalia. La negación israelí se acepta obedientemente como un hecho por los periodistas de EEUU quienes explican que "el servicio secreto había comprobado que la ciudad se había convertido en una base para terroristas. Al menos 34 guerrilleros chiíes perecieron en el combate y más de cien hombres fueron sacados de una pequeña localidad para ser interrogados" ignorando la línea oficial, los soldados israelíes pintaron el eslogan "Venganza de las Fuerzas de Defensa Israelíes" en árabe en las paredes del pueblo como observaron los reporteros presentes en el lugar.
En otras partes artilleros israelíes dispararon contra hospitales y escuelas llevándose sospechosos, entre ellos pacientes que estaban en camas de hospital y quirófanos a los que trasladaron a campos de concentración israelíes. El jefe de la unidad de enlace de las fuerzas de defensa israelí en el Líbano, el general Sholmo Ilya dijo "que la única arma contra el terrorismo es el terrorismo y que Israel tiene otras opciones además de las ya utilizadas para hablar en el lenguaje que entienden los terroristas".
Las operaciones terroristas de Israel prosiguieron a medida que sus fuerzas eran obligadas por la resistencia a retirarse. Las tropas israelíes y sus mercenarios del ejercito del sur del Líbano pusieron fin a un año de sangriento terrorismo internacional, el 31 de diciembre de 1985 cuando tomaron por asalto una población musulmana chií (Kunín) en el Líbano meridional y obligaron a toda su población, unos dos mil habitantes a irse, volando e incendiando casas y apresando a 32 jóvenes.
Las operaciones "puño de hierro" tenían dos objetivos principales, el primero era volver a la población contra los guerrilleros, haciendo que el precio por apoyarlos sea demasiado alto, en resumen, someter a la población a ataques terroristas, a menos que acepte las disposiciones que Israel trata de imponer por la fuerza.
El segundo era enardecer los conflictos internos en el Líbano y llevar a cabo un intercambio general de la población tras un conflicto entre comunidades, la mayor parte de la cual parece haber sido incitada por el invasor desde 1982, existen numerosas pruebas de esto como ejemplo "testigos locales declararon que los soldados israelíes disparaban con frecuencia sobre campamentos palestinos desde zonas cristianas próximas, intentando instigara los palestinos contra cristianos" y residentes de las poblaciones cristianas declararon que las patrullas israelíes obligaban a cristianos y a musulmanes a punta de pistolas a darse de puñetazos, entre otras formas de extraña humillación. Finalmente estas técnicas dieron resultados. Los aliados cristianos de Israel atacaron a musulmanes cerca de Sidón de una manera que garantizaba una respuesta de fuerzas mucho más poderosas, dando origen a un espiral de violencia que finalmente propicio la huida de miles de cristianos, muchos de ellos a las regiones de dominio israelí en el sur, mientras que decenas de miles de chiíes fueron empujados hacia el norte por las operaciones de "puño de hierro" de Peres.
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