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Situación de un problema de salud por Marc Lalonde


Partes: 1, 2

    1. Desarrollo
    2. Conclusiones
    3. Bibliografía

    Investigación sobre Estilos de Vida y Conductas no Saludables en el proceso de enfermar.

    Existencia de un gran por ciento de pacientes dispensarizados en grupos de riesgos con adicciones lícitas (alcoholismo)

    INTRODUCCIÓN

    Los conceptos de modo y estilo de vida comienzan a ser objeto de las Ciencias Médicas en la segunda mitad del Siglo XX, a partir del redimensionamiento del concepto de salud, y, por tanto del redimensionamiento de los determinantes de la salud.

    Estos conceptos, desarrollados anteriormente por otras ramas de las ciencias sociales, han contribuido a la mejor comprensión y operacionalización de los elementos no biológicos que intervienen en le proceso Salud – Enfermedad y son parte integrante de la medicina social, característica de nuestro siglo.

    Tienen sus orígenes en la década de los 50, cuando simultáneamente se establecen en los EE.UU. las primeras escuelas de medicina preventiva en que se recomendaba prestar atención a la prevención de salud, y, por tanto , se comienza el estudio de los elementos que intervienen en su cuidado, aunque aún no se identifican el estilo y modo de vida dentro de estos elementos; y en Inglaterra; cuando se definen las cuatro tareas principales de la medicina; promoción, prevención, recuperación y rehabilitación, lo que impulsa el estudio de los elementos no biológicos que intervienen en la salud.

    El camino generalizado para arribar a estos nuevos conocimientos en medicina se produjo a partir del cambio del estado de salud en poblaciones con desarrollo socioeconómico avanzado, dónde las muertes y enfermedades se asocian cada vez menos a enfermedades infecciosas y se comienza a prestar atención a aquellos elementos que inciden en estas muertes y enfermedades, a saber: inadecuación del sistema de cuidado de la salud existente, factores conductuales o estilos de vida poco sanos, riesgos ambientales para la salud y factores biológicos. De esta forma se comenzó a concebir que la determinación de la salud es un proceso complejo, multifactorial y dinámico en que los factores enunciados interactúan no solo para deteriorar la salud, sino para incrementarla y preservarla.

    En 1974, Marc Lalonde propone un modelo explicativo de los determinantes de la salud, en uso en nuestros días, en que se reconoce el estilo de vida de manera particular, así como el ambiente – incluyendo el social en el sentido más amplio – junto a la biología humana y la organización de los servicios de salud. Posteriormente, Castellanos (1991) esclarece como se produce esta interacción entre los determinantes de salud con la categoría condiciones de vida, que serían "los procesos generales de reproducción de la sociedad que actúan como mediadores entre los procesos que conforman el modo de vida de la sociedad como un todo y la situación de salud específica de un grupo poblacional específico".

    El reconocimiento de la determinación social de salud, desde entonces, ha significado la comprensión del proceso salud – enfermedad en el marco de condiciones concretas que sobrepasas la biología humana y que abarcan desde la sociedad como un todo hasta el individuo, de forma que la determinación social de salud se produce en diferentes niveles:

    1. Nivel macro social, que relaciona la formación socio – económica como un todo y el estado de salud de la población en general.
    2. Nivel grupal, que relaciona el modo de vida y las condiciones de vida determinado grupo con su estado de salud.
    3. Nivel individual, que relaciona el estilo de vida individual, las condiciones de vida individuales y el estado de salud individual.

    Según este presupuesto, modo y estilo de vida son categorías que expresan formas particulares del quehacer humano en determinado momento y formas de organización social que determinan el estado de salud y que se interrelacionan entre sí con mutuas influencias.

    Para Castellanos (1991) es "el resultado de la dinámica de las condiciones particulares de vida de un grupo de población, con el proceso general reproductivo de la sociedad y las acciones de respuesta social ante los procesos conflictivos que se reproducen en esta dinámica, se produce un balance que se expresa en problemas de salud y bienestar o ausencia de ellos".

    Para caracterizar el modo de vida como determinante de salud, e han utilizado múltiples criterios, en los que la epidemiología y las ciencias sociales han hecho grandes aportes, al establecer relaciones entre las condiciones materiales y la forma en que los grandes grupos sociales se organizan y e realizan productivamente en esas condiciones. Por ejemplo: servicios de salud y su organización, instituciones educacionales y nivel educacional de la población, tipos de vivienda, condiciones y hacinamiento, abasto de agua e higiene ambiental.

    Esta categoría resulta, pues imprescindible en la comprensión no solo del estado de salud de una población, sino además en la confección de políticas sanitarias y estrategias de promoción de salud, ya que su campo barca los grandes grupos sociales en su conjunto.

    El estilo de vida es un modo de vida individual, es la forma de vivir de las personas. Se relacionan estrechamente con la esfera conductal y motivacional del ser humano, y por tanto, alude a la forma personal en que el hombre se realiza como ser social en condiciones concretas y particulares. En la actualidad, se considera que la familia como grupo particular con condiciones de vida similares, posee un estilo de vida propio que determina la salud del grupo familiar y sus miembros, por lo que se concibe, además, la categoría de estilo de vida familiar.

    Han existido varias formas de identificar el estilo de vida; una forma ampliamente difundida ha sido caracterizar los comportamientos de riesgo de las personas para aludir a aquellos comportamientos y hábitos que en un momento determinado ponen en peligro la salud, por ejemplo el hábito de fumar, la conducta sexual desprotegida, etc…, y las conductas protectoras de la salud, que se refieren a aquellas actuaciones que las personas llevan a cabo para defenderse de las enfermedades y sus secuelas.

    Estos elementos resultan importantes y decisivos para el estudio de los factores personales que intervienen en la producción de enfermedades y, por tanto, para instrumentar estrategias de prevención en los llamados grupos de riesgo, pero son insuficientes, para llevar a cabo estrategias de promoción de salud, ya que se ha demostrado que el ejercicio de conductas protectoras, cuando esta asociado a la amenaza de enfermedad o sus secuelas, no es permanente.

    Aspectos como los factores motivacionales, el aprendizaje, las creencias y las influencias sociales, además de la historia biológica, han sido identificados como componentes de las conductas y hábitos que caracterizan el estilo de vida de una persona, por lo que establecer conductas saludables y eliminar conductas de riesgo de manera estable, como aspiración de la promoción de salud, resulta un reto para nuestra ciencia.

    Se impone el análisis desde una óptica multidimensional. Tal como expresara Rodríguez Marín (1995): "el análisis de los estilos de vida debe hacerse desde un modelo que considere al ser humano como un punto de corte entre sistemas sociales y microsistemas orgánicos. El comportamiento individual se produce en la intersección de los dos tipos de sistemas, de forma que los acontecimientos sociales y los acontecimientos biológicos tienen un impacto recíproco sobre tal comportamiento y a su vez sobre la integridad funcional de la persona".

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