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El Agua: La base de nuestras vidas… desde el útero hasta Gaia

Enviado por Felix Larocca


  1. El agua alimento imprescindible
  2. Fuentes de eliminación del agua
  3. Tomar agua en abundancia
  4. La deshidratación y sus síntomas
  5. Creencias falsas
  6. En resumen
  7. Bibliografía

edu.redHace unos años que escribiera, en forma de un artículo, un estudio del agua como recurso vital. Se lo entregué a un primer magistrado que, entonces ocupara el solio presidencial de este país. Me dio las gracias, me sentó a su mesa de desayuno. Me trató, como de costumbre, muy bien.

Comí yautía por vez primera en mi vida. Nos vimos dos veces más — No, no la yautía. (Véase mi artículo: Agua Petróleo Blanco Oro Líquido: Bálsamo de Todos en monografías.com).

Gracias al agua nuestro organismo realiza funciones vitales, como es la de regular la temperatura corporal o la de transportar alimentos y gases, a través de sistema circulatorio.

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Tres meses de gestación

La vida es agua, sin agua no hay vida. El hecho de que el agua constituya alrededor del 60% del peso corporal en los hombres y cerca del 50% en las mujeres prueba ampliamente su importancia para existir. Dado que el tejido graso o adiposo contiene cantidad escasa de agua, el porcentaje total de agua en el individuo, con sobrepeso, es inferior al que presenta el de peso adecuado. La relación entre el peso corporal total de agua y el peso corporal libre de grasas, que se denomina como peso magro, es bastante constante: en un adulto el peso total del agua representa alrededor del 72% de la masa magra corporal. Este espacio acuoso se distribuye en tres compartimentos: el líquido dentro de las células o espacio intracelular, el fluido intersticial (situado entre las células) y los humores que circulan por dentro de los vasos sanguíneos y linfáticos. Como curiosidad hay que señalar que el líquido extracelular tiene una composición iónica similar a la del agua del mar, aunque más diluida. Estos tres compartimentos acuosos están en continuo intercambio para mantener un equilibrio correcto dentro del organismo. (Véanse mis artículos acerca de la talasoterapia).

El agua alimento imprescindible

El agua es un elemento verdaderamente extraordinario y esencial para la vida: los nutrientes y los gases, que ingerimos o derivamos de nuestra nutrición, se transportan en medio acuoso. Los productos de desecho se expulsan del cuerpo mediante la orina y las heces. El agua regula nuestra temperatura, lubrica nuestras articulaciones y contribuye de forma decisiva a dar estructura y forma al cuerpo mediante la flexibilidad que proporciona a los tejidos, debido a que este preciado líquido no es frágil.

Además de lo dicho; una correcta hidratación contribuye a mantener la piel tersa y con constitución juvenil, ya que la deshidratación aguda o crónica provoca que la dermis se arrugue y quiebre con facilidad — algo que las cirugías plásticas no pueden remediar. (Véase mi artículo: Las cirugías plásticas: Belleza enlatada para aliviar nuestras faltas repudiadas en Psikis).

Aunque la pérdida de agua puede exceder a menudo al consumo, su contenido en el cuerpo permanece relativamente estable a lo largo del tiempo. En caso de desequilibrio, una nueva ingesta de líquido permite ajustar en breve el nivel de agua que nuestro cuerpo precisa.

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Desnudo por la silla de mimbre por E. Munch

Un adulto sedentario, en un ambiente sin exceso de calor y humedad, requiere unos dos litros y medio de agua al día, que obtiene de tres fuentes: del líquido que ingiere (alrededor de 1200 cc), de los alimentos que consume (aproximadamente 1000 cc), y del que se genera dentro del organismo como consecuencia del metabolismo, que equivale a cerca de 350 mililitros. Las frutas y vegetales son los alimentos que más agua contienen.

Fuentes de eliminación del agua

El agua del cuerpo se pierde a través de la orina, la piel, la respiración y la defecación. Por la orina excretamos algo más de un litro diario, y este camino resulta fundamental para disponer de ciertos productos resultantes del metabolismo, especialmente de la urea, producto final de la degradación de las proteínas. Cuantas más proteínas incluya una dieta, más agua se requerirá para expulsar los desechos que se generan.

Otra pequeña cantidad de agua se pierde por la piel, en forma de transpiración producida por las glándulas sudoríparas y de la convección o sudoración imperceptible. A menudo esta última sudoración es invisible, pero en condiciones normales se secretan entre 0.5 litros y 0.7 litros, cantidad que se multiplica cuando la temperatura exterior o la actividad física aumentan. La sudoración es el sistema de refrigeración más importante que tiene el organismo y el que protege nuestros enormes cerebros. Permitiéndonos dejar por detrás, en una carrera, a cualquier otro animal. Por último, la pérdida de agua a través de la respiración y de las heces asciende aproximadamente a 0.4 litros.

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Tomar agua en abundancia

Con el sol y el calor sudamos más y, consecuentemente, la pérdida de líquidos se incrementa. Si a esto se le añade que cuanto más fluidos se pierden, con ello disminuye la capacidad del organismo para regular la temperatura, se entiende lo fundamental que resulta reponer esta agua. Pero no debemos esperar a sentir sed para tomar agua: la sequedad de la boca es indicación de que puede desencadenarse la deshidratación progresiva. Por ello, no hay que confiar en la sed y conviene beber regularmente de 8 a 10 vasos a lo largo del día. Y cuanto más humedad, mayor cantidad de agua ingeriremos. Calor, humedad y ejercicio físico son las condiciones idóneas para que aparezca un cuadro clínico de deshidratación — hay que recordarlo cuando se vive en zonas tropicales. Una pérdida del 2% del agua corporal supone la pérdida del 20% de la energía física, el agotamiento se acelera con la pérdida de líquido y cuando se pierde el 20% del agua del organismo se eleva el riesgo de sufrir complicaciones serias.

Asimismo hay que recordar que el uso ciertas medicaciones psiquiátricas se acompañan de la sed, debido a la sequedad de las mucosas. (Véanse mis contribuciones al respecto en monografías.com).

Pero aparte del sol, el calor y el ejercicio, otras circunstancias requieren el aporte extraordinario de líquidos: la fiebre, la menstruación excesiva y, especialmente, la diarrea y los vómitos, auto-provocados en el caso de las bulímicas; acompañadas de brotes de enfermedades infecciosas — cuya incidencia aumenta en verano — son razones para incrementar el consumo de líquidos. (Véase mi contribución: Complicaciones Bucales de las Disorexias en monografías.com).

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Al Gore. Recipiente, bien merecido, del Premio Nobel de la Paz. Parado frente al Mundo que desea rescatar… ¡A ti te saludamos!

La deshidratación y sus síntomas

Sed, sequedad de las mucosas y de la piel, sensación de ardor y acidez gástrica, somnolencia, fatiga extrema, y si es más grave, ojos hundidos, pulso acelerado, descenso de la tensión arterial, fiebre, retención de líquidos — por lo que algunos órganos, como los riñones, comienzan a fallar, pudiéndose llegar al colapso y la muerte — son algunos de los síntomas de la deshidratación.

Para combatirlo

  • Tome de 1.5 a 2 litros diarios de agua, y si es verano y hace ejercicios, ingiera una cantidad extra de líquidos sin esperar a que la sed le informe.

  • Las dietas ricas en grasas, melazas, azúcares y proteínas requieren más líquidos para eliminar sus residuos metabólicos, ya que estos alimentos contienen menos agua que otros productos.

  • El calor, la humedad y el ejercicio físico aumentan notablemente los requerimientos de agua por nuestro organismo.

  • Quienes padecen cálculos de riñón, arenillas o infecciones urinarias deben beber más líquido.

  • Café, alcohol, te y otras bebidas similares, con azúcar añadida, son diuréticos e incrementan la eliminación de líquido por la orina. Cuidado con ellos –– especialmente la miel, los azucares y el HFCS. (Consulte mis artículos al respecto en monografias.com).

  • Infecciones, fiebre, vómitos y diarrea ocasionan una rápida pérdida de líquidos, a la que los ancianos y niños son más sensibles, que hay que reponer de inmediato. Un preparado de farmacia o jugos naturales ayudarán a restituir de inmediato el líquido necesario.

  • El envejecimiento va asociado a la desecación, a la pérdida de agua, que afecta a todos los tejidos del organismo, pero especialmente a la piel. Una óptima hidratación desde la infancia ayuda a mantener una piel de apariencia joven.

Creencias falsas

Muchas personas se preocupan porque piensan que retienen líquidos y no quieren beber agua. Otras porque, como algunas anoréxicas, creen que les hace ganar de peso. Pero una persona sana no retiene líquidos en exceso. El organismo se las arregla perfectamente para mantener el equilibrio y si hay exceso de líquido aumenta la eliminación por orina. Es lo contrario, el la falta de fluidos, lo que debe preocuparnos, ya que es más que probable que como consecuencia padezcamos estreñimiento y problemas articulares y tendinosos, que la piel parezca más arrugada y que la orina aparezca más concentrada y densa, lo que favorece la formación de cálculos, arenillas y hasta infecciones urinarias. Sólo en caso de enfermedades renales, hepáticas, cardiacas o varices muy desarrolladas se puede, por indicación médica, disminuir la ingesta de líquidos.

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Otro error frecuente es acudir a la sauna para bajar de peso. En la sauna perdemos única y exclusivamente líquidos que hay que reponer de inmediato. Además, mediante ese líquido se pierden también electrolitos y sales que debemos reponer. Lo mejor para ello es el jugo de frutas, especialmente el de naranja, rico en potasio y vitamina C.

No hay que tomar diuréticos para perder peso. Es práctica médica iatrogénica, por las complicaciones que puede inducir, y hábito frecuente en algunas anoréxicas y bulímicas — determinadas a sacar todo lo que puedan del cuerpo. Los diuréticos no se pueden ingerir sin la expresa indicación del médico, ya que provocan efectos secundarios que hay que controlar. (Véanse mis ponencias acerca del Abuso de Laxantes en monografías.com).

El agua no engorda: su exceso se elimina. Pero, además, ¿ha pensado que la ingerimos a 14 grados y la eliminamos a 37 grados y que esto supone que hemos utilizado energía para subir su temperatura? Cabe pensar, pues, que el agua no sólo no engorda, sino que adelgaza — dicen algunos inclinados a ser insensatos.

En resumen

Originalmente venimos del agua, desde donde emergiéramos para colonizarlo todo.

La Naturaleza, no ha efectuado cambios adaptivos para prescindir del todo de nuestro origen acuático, precisando que para nacer; nuestro medio ambiente original, dentro del útero materno, fuera un medio en el cual viviríamos inmersos en el líquido amniótico.

Para respirar; necesitamos cambios de gases que se efectúan en una ambiente osmótico hídrico — somos agua, aún cuando no estamos dentro de ella. Usémosla con juicio y en abundancia.

Y no permitamos que nuestros gobiernos corruptos, siempre irresponsables, la desperdicien…

Bibliografía

Suministrada por solicitud.

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca