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La razón (página 2)

Enviado por Pedro Sandrea


Partes: 1, 2

      No es necesario mayores explicaciones al punto de comprender que la razón suministra ideas (subordinadas a la reflexión) que sirven de elemento básico a los principios de la reflexión, que nos induce las imágenes y las cosas por comparación. Pero se hace necesario al análisis las más esenciales clases de reflexión por gran economía científico-comparativa, y son:    

      1º Razón comparativa: en la que observamos que los atributos del género comprenden la especie; y de estos son comunes a todos los individuos. Mas la calidad de estos, diferentes de los específicos, nos sirven para distinguir un individuo de otro individuo.

      2º Razón inductiva: El conocimiento científico de la clase calidad y género nos induce a considerar por la reflexión comparativa a ver las leyes de causalidad entre las cosas perceptibles: cuyas leyes son universales e invariables. Es decir, que cada fenómeno es un producto de ciertas condiciones, de cuya percepción podemos inferir la existencia del fenómeno y del objeto individuo, porque de los raciocinios hemos fundado ya el axioma de la existencia por comparación deductiva nacida de la inducción.

      3º Razón intuitiva: Hemos visto que el raciocinio (juicio que forma la razón) se detiene al considerar las relaciones de deducción. Entonces es que en unas y o tras encuentra relaciones superiores (que son conexiones de otras conexiones) sobre la base de principios constantes, que rigen las series de géneros y especies y también de causas y efectos.

      Ambas series, comparativa la una e inductiva la segunda, pueden ser integradas o extendidas con el auxilio de la imaginación; pero ésta no puede nunca llegar al límite de cada serie, a la que sólo la razón es capaz de llegar, con ayuda de la intuición, la que nos sugiere las ideas terminales que llamamos abstractas, pero que son absolutas, como por ejemplo, espacio, tiempo y causa, como representaciones infinitas que por la razón universal entendemos límite de las series de simultaneidad y sucesiones.

       En este último caso la razón representa el papel de los números infinitesimales del álgebra superior C.G.S., que representa el todo de las cosas y aún al espíritu y al Creador, para las inteligencias más desarrolladas; pero es el fin, a donde la razón se dirige, porque igualmente es el único principio. Y hemos llegado al Espíritu y al Creador  a la razón matemática y ¡tan inaccesible como lo hizo la religión!…

      Sólo la razón es capaz de llegar al límite de las cosas. La razón es un escalpelo finísimo e inquebrantable cuando ésta se ha logrado limpiarse de prejuicios, ni reconoce ni se le oponen barreras para penetrar hasta el límite de las cosas aún más abstractas.

     La razón llega a comprender la causa de que el C.G.S. sea interminable ha penetrado en el secreto del infinito que nos reveló el tiempo, el peso y la medida en la que se  basa la matemática positiva o condicional.

       Mas al no encontrar límites en los números nos vimos inducidos por esos mismo números a deducir que su causa es inacabable y, por lo tanto, es infinito.

      De esta terminación aceptada universalmente por su fuerza imponderable e indómita, pero dominadora de todo y de todos, aunque no quieran los más… imbéciles negadores, del absoluto ser, creador y mantenedor del C.G.S. que reprenda el infinito pensamiento del Eterno Más, la razón, ha hecho axiomas las Razones Matrices, de las leyes Filosófico-Matemáticas, que nos enseñarían la fisiología, la biología y la etnología del universo, encontrando la fisiología, la biología y psicología en el individuo, que nos servirían de jalones fijos del estudio de la vida en la que todo se condensa.

      Aun cuando todo se supedita a un sólo absoluto, la razón (que tiene entera libertad), puede y crea un absoluto para cada género y especie llamándolo por su calidad causa, axioma y ley, o razón de ser, de las que vamos a mostrar las cuatro principales:

      1º Razón de lo absoluto: comprendiendo que un hombre ni todos juntos hemos podido entender ni penetrar, ni dominar ni apoderarnos del gobierno del universo, y lo que es más grave, ni desobedecer sus leyes; la razón nos impone la confesión de un absoluto Eterno, omnímodo y presente y es necio, pedante y sin razón el que ponga objeción a este absoluto constante, del que depende el hombre, porque es la vida de todo lo vivo y nada hay muerto; ni aun lo pedantes opositores, que falaces, dan el todo a la materia; que sí, esa también es absoluta, pero supeditada al primer absoluto, al que sirve aunque no quiera.

      La razón libre llega hasta el borde de ese absoluto constante y lo comprende, pero no lo puede expresar, por la misma razón que no puede alcanzar el final del C.G.S. porque es inacabable; pero se convence que existe, porque la vida es continuada, y

     2º La razón del espacio: aquí al hombre le es fácil comprenderse, porque el mismo hombre ocupa espacio.

      3º La razón del tiempo: Hay la misma razón de comprensión que del espacio.

      4º  Razón de las causas: La razón, por el raciocinio, comprende las causas.

      Para comprender que yo tuve padre (si no lo conocí),  me basta saber que yo tengo hijos, Para saber que existe el sol, basta con ver la luz que nos emite. Pero, ¿Hemos con esto visto las causas? Seguramente no; porque sabemos que en los espacios interplanetarios, no se ve la luz, ¿Cómo se prueba por la razón esto? Vemos cruzar en el fondo azul una lengua luminosa (sea ella lo que fuere ya que no es de este lugar su análisis, y vemos también que brillan los planetas. Luego, por la razón inducimos que si es visible la luz del planeta y la de una lengua luminosa que cruza el fondo, es porque hay oscuridad y si hubiera luz, no brillarían, se confundirían las luces en la luz del fondo; luego la luz es causa del reflector que la proyecta: nuestra tierra es el reflector de las ondas vivas que emite el sol, y nuestros ojos, también son reflector de las imágenes incorpóreas, como de las corpóreas.

      Pero la causa absoluta en este caso físico, es la vibración del sol, del planeta, o de la lengua luminosa que cruzó el fondo. Mas, ¿es causa originaria el sol ni los planetas? Examinamos la tierra y la vemos opaca, lo opaco no da luz sino por reflexión, luego ni la tierra ni el sol ni otro planeta son causa de la luz, ¿De dónde la recibe el sol que emite ondas luminosas a todo el sistema? De otro sol mayor de aquel a otro y así por la escala hasta el generador de la luz, y… ¿Quién queréis que sea esa dínamo insuperable sino al que es causa absoluta y constante? Ese es el Padre universal de todos los espíritus y son su efecto convertido por su ley en causa universal de las formas mundos y hombres en los que reside todas las demás causas que a la razón sólo le es dado encontrar; con lo que llegamos al trascendental principio axioma y ley, de que, la Razón es sólo del espíritu porque el espíritu vive en el hombre ser racional.

      De toda esta argumentación descender hasta los corpúsculos encontrando efectos que veréis cada uno por su escala convertidos todos en causas relacionadas, entrelazadas y sucesivas consecuentemente.

      La razón comprende la matemática pura. ¿Hay dos matemáticas? No hay más que un solo orden de números; luego no hay más que una matemática: Pero para compenetrarnos analíticamente de cada cosa por separado, tenemos que accionar las cosas hasta el microscópico sin cuya operación no podríamos entender el telescópico ni el otro número mayor que llamamos Macrocosmo.

      La causa de eso es que el espíritu entiende y penetra el macrocosmo, cuando está en su estado libre; pero una vez que se encierra envolviéndose en la materia, se iguala en la opacidad y se ve coartado  por la opacidad y la pesantez, porque se somete a este estado, por la necesidad de cumplir su mandato de extraer a la materia sus esencias y embellecer a la vez los mundos y sólo puede hacerlo adaptándose al grado rústico del mundo que perfecciona.

     Entonces deriva de lo abstracto tiempo, espacio y materia, lo equivalente a sus medidas en lo rústico de la materia y nacen los números demostrativos de esas funciones que jamás son exactas en el todo, pero si comprensivas en las partes, ya que demuestran los géneros, especies y las cualidades, pero quedando el vacío que, aunque infinitesimal es un vacío; lo que está latente en el circulo.

      A esto lo llamamos matemática positiva, porque podemos por ella medir, pesar, restar, dividir y sumar, dando valores relativos, comprensivos a nuestra nec3sidad; mas no son realidades en los sujetos numerados, aunque digamos un hombre, un caballo, un mamífero, en el análisis vemos que cada uno de esos unos es formado por casi infinitos unos, que sólo el espíritu es capaz de penetrar, y esto es la matemática pura, que no tiene circulo, sino cubo, cuadrado, en el cual vive la metafísica.

     Pero la razón cuando es posible que sea razón (que lo es sólo cuando es libre de prejuicio), penetra en esa metafísica y lo tiene que hacer siendo hombre; pero para merecer ostentar el nombre de hombre por entero, es preciso que se conozca en las tres entidad que forman al hombre o sea: cuerpo, alma y espíritu, cada uno en su función, para la cual la razón comprenderá dos funciones trascendentales que so:

      1º  Las funciones del discernimiento expresadas en raciocinios deductivos e inductivos por los que hará leyes.

      2º Las funciones de la abstracción, que nos sumistran los juicios intuitivos o ideas absolutas.

       Estas dos series de funciones comprenden todo lo físico, y metafísico: es decir, del microcosmo, al macrocosmo; desde el corpúsculo material hasta el espíritu más puro que intuye e inspira continuamente a la razón del hombre.

       Pero hay que decir definitivamente que no puede existir ni subsistir la razón existiendo anomalías, y para mayor claridad y ley general, los denominamos prejuicios de la moral; porque cuando son anomalías de constitución congénita o proveniente de lesiones, deben llamarse accidentes, anormalidades.

       En esos estados, las percepciones de la memoria son siempre incompletas y no puede la razón formar el juicio claro, conciso y terminante porque las asociaciones están mal organizadas en la conciencia.

      Entonces la integridad y normalidad de todas las aptitudes intelectuales (sin carácter es excesivos, depresivos y perversitos), es la condición necesaria para el discernimiento y formación del juicio por la razón.

      La inferencia y el raciocinio. Se le da el nombre de inferencia al asentimiento que otorgamos a la verdad de un hecho, por razón de otro hecho, del cual asentimos en que aquel se sigue necesariamente.

     Inferir una proposición de otra u otras que le son anteriores equivale a razonar y al mismo tiempo aprobar, pues un hecho queda probado cuando asentimos en su verdad mediante la inferencia o percepción.

      Esta es expresada por medio del raciocinio, siendo así denominada la reunión de dos o más proposiciones, una de las cuales resulta aprobada en virtud de la otra u otras. Estas reciben el nombre de antecedentes, pruebas o premisas.

      El razonamiento, se divide en Deducido e Inductivo. La inducción consiste en inferir proposiciones de otros de igual o mayor cantidad que las inferidas, es decir, de lo general a lo particular.

      La inducción consiste inferir también proposiciones, pero de otras de menor cantidad que las inferidas. Quiere decir, de lo particular a lo general.

      Teniendo presente lo expuesto en la Psicología sobre la evolución intelectual del conocimiento o sea percepción, reflexión y razón, se puede afirmar ahora:

      1º Que el razonamiento deductivo, hace presumir inducciones anteriores, fundadas en experiencias parciales; sin generalizaciones previas de una reflexión inductiva, no se puede verificar deducciones, fundadas en principios tales como el que, "Lo que es atributo del género, de la especie y de cada uno de los individuos".

      2º Que, el razonamiento inductivo es a su turno una deducción invertida en la que se da por supuesta una premisa universal que ocupa el lugar de la conclusión.

      3º Que todo razonamiento inductivo o deductivo, tiene por fundamento la generalización reflexiva de fenómenos particulares; y generalización racional de la relación observada entre dichos fenómenos.

      Si la experiencia de la vida revela mediante múltiples percepciones  que, los individuos humanos desaparecen con la muerte, la reflexión impondrá la afirmación de que todos los hombres son mortales, aunque estén actualmente vivos.

      Esta es una conclusión inductiva que la razón convierte en relación constante  entre organismo y muerte.

      El raciocinio de esta conclusión seria así: Juan, ha muerto; Pedro, ha muerto; Diego, ha muerto; Juan, Pedro y Diego eran hombres, luego  todos los hombres mueren,

      La generalización de las cosas, que se hacen de los atributos y efectos observados; pero las apariencias engañan, no por las cosas, sino por los prejuicios y predisposiciones, causa por la cual, las inferencias y el raciocinio puros, aun no se poseen. Por eso las verdades dogmáticas, se han visto desmentidas aun con medio raciocinio liberal, es decir, con la razón tendiendo a libertarse.

Artículos de nuestra Filosofía Racionalista y Comuna de Amor y Ley.

 

 

 

 

 

Autor:

Pedro Sandrea

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