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El turismo cultural en la Ciudad de Pinar del Río


Partes: 1, 2

    1. Desarrollo
    2. Diseño Metodológico
    3. Fundamentación teórica
    4. Descripción de la muestra
    5. Tareas de Investigación
    6. Métodos y técnicas
    7. Conclusiones
    8. Bibliográficas
    9. Anexos

    "Es válido señalar que el esfuerzo que se haga por establecer una convivencia, más o menos armoniosa entre el turismo y la cultura. El punto de partida es la comprensión de que el turismo puede ser el motor del desarrollo, y la cultura un motor del turismo".

    Eduardo Portela, Brasil.

    Introducción.

    En el naciente siglo, el desarrollo sostenible ha estado estrechamente relacionado con la vida económica y cultural de la sociedad. En este caso podemos encontrar el turismo cultural beneficioso en crédito social y respetuoso hacia la cultura, la naturaleza y el medio ambiente.

    Es por eso que turismo y cultura han venido manifestándose como ramas de un mismo árbol, donde no se pueden ver por separados pues la cultura está nutriendo de forma incontrolada el deseo de los viajeros por conocer cosas nuevas, personas diferentes, una arquitectura distinta y auténtica, una comida peculiar, en fin, una cultura que les muestre el que hacer diario de otros pueblos, otras comunidades, otros países.

    Es por ello que se ha recurrido a la idea de desarrollar en nuestra provincia – Pinar del Río – un turismo alternativo que le agregue valor al que estamos habituados – sol, playa y naturaleza – donde primen la creación de nuevas rutas o senderos, para ocasionar un encuentro cercano con el patrimonio cultural, incluyendo los artistas de la ciudad, las instituciones vinculadas al quehacer artístico ya sea la música, la plástica, la danza, entre otras que recojan características relacionadas con el tema, ejemplo de ello la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), e inmuebles representativos de la ciudad, importantes por su arquitectura como el Palacio de Guash o el Hotel Comercio.

    Este proyecto de investigación pretende insertarse en el desarrollo social de la región, partiendo de la puesta en práctica del turismo cultural en Pinar del Río. Para ello se han propuesto en varias etapas hacer un levantamiento de los principales valores socioculturales que pueden ser mostrados al turista, además de diseñar una estrategia de promoción de los mismos de manera que puedan convertirse en auténticos y atractivos productos u ofertas turísticas, así como el trabajo de capacitación a los trabajadores de cultura y turismo, con vista a que brinden una mejor oferta.

    Desarrollo

    El término turismo cultural ha alcanzado un significativo auge en los últimos años en nuestro país. Esto ha propiciado que además de la reconocida práctica en la Isla de un turismo de sol y playa, bellas mujeres, y de naturaleza, se fomente con mayor fuerza un turismo que se vincule en un todo íntegro con la cultura de los pueblos. De esta forma se ha tenido en cuenta el desempeño de cultura y turismo, fundados en el disfrute del patrimonio de las diferentes regiones.

    Cuba ha tratado de propiciar el encuentro entre esta tendencia de buscar los valores socioculturales como ofertas, y el turismo como forma de mostrarlos y preservarlos, aunque no todas sus ciudades han podido sumarse ha este proceso por la falta de estudios que contribuyan a un levantamiento de sus principales valores patrimoniales. En este sentido se ha encausado este trabajo, con la idea de promover los elementos socioculturales de la ciudad de Pinar del Río. Esta práctica ha tenido un desarrollado insipiente dado el insuficiente conocimiento del potencial cultural, lo que provoca limitadas ofertas de este tipo en el polo "Ciudad de Pinar del Río".

    Este problema reviste gran importancia, pues el tipo de turismo que se pretende marca la vanguardia del turismo contemporáneo no solo en el marco de la UNESCO, sino en todo el Mundo, y claro está, por el interés que en nuestro territorio se le ha prestado, por la creciente necesidad de mostrar lo que somos, nuestras costumbres, nuestra identidad, y así contrarrestar esa incompleta imagen turística que tenemos, para que nuestros valores sean susceptibles de convertirse en una nueva y legítima propuesta turística .

    Diseño Metodológico.

    Problema:

    Insuficiente conocimiento de nuestros valores socioculturales, así como su adecuada promoción, lo que provoca limitadas ofertas de turismo cultural en el Polo Ciudad de Pinar del Río.

    Fundamentación teórica.

    Desde hace algún tiempo el término "turismo cultural" ha venido suscitando un auge incontrolado entre los directivos de turismo y cultura, así como la necesidad del visitante de experimentar algo nuevo, que lo lleve a conocer un conglomerado de tesoros patrimoniales y culturales, de lugares que para él, hasta el momento, eran desconocidos.

    Es de esta forma que para la UNESCO llegar a formular un Proyecto sobre Turismo Cultural en América Latina y el Caribe, ha tenido que recorrer un largo camino en el ámbito del desarrollo cultural, marcado por sólidos avances. Para 1982, en la reunión de MONDIACULT, en México, quedó asentado el principio según el cual la cultura está en el corazón mismo de los procesos de desarrollo. Resulta evidente que el turismo, fundado en el disfrute del patrimonio natural y cultural, tiene vastos efectos sociales y económicos para casi todos los pueblos del mundo.

    El interés que los Estados Miembros le otorgan al tema desde hace varios años, sobre todo en las últimas Conferencias Generales de la UNESCO, llegó a elaborar el Fondo sobre "Cultura y Turismo" en Milán, Italia, en febrero de 1996. A raíz de este se organizó una mesa redonda sobre "Cultura, turismo y desarrollo como desafíos del siglo XXI". Esta iniciativa contribuyó a mejorar la comprensión de las complejas relaciones existentes entre cultura y turismo, así como respaldar la acción que los Estados Miembros desarrollan en estos campos. Los trabajos presentados en esta mesa redonda constituyen un aporte relevante para la formulación de políticas de desarrollo respetuoso a los valores culturales, ecológicos y sociales.

    Como resultado de este marcado interés de la UNESCO porque se muestren al turista los valores culturales que posee la región, se ha comenzado a desarrollar en los países de América Latina un turismo cultural, que ha sido desarrollado en países como México y Cuba.

    La rica herencia cultural de Cuba es la expresión de una fuerte y definida identidad sedimentada históricamente mediante el cruce de influencias diversas. La protección del variado acervo cultural de la Isla desde sus manifestaciones prehispánicas, sus exponentes coloniales, y republicanos, hasta las muestras del pasado más reciente, ha sido objeto de numerosos procesos legales, creación de instituciones especializadas y la formulación de políticas y planes que han permitido que esos bienes llegaran a nuestros días. Sin embargo a lo largo de este proceso no hubo la necesaria correspondencia entre tales acciones y el desarrollo turístico.

    Las ventajas de un clima donde el invierno es más benigno que el verano de no pocos países, y la existencia de no pocas playas excelentes – muchas de ellas vírgenes – conforman un panorama que identifica a Cuba como destino turístico mayoritariamente de sol y playa, a lo que se agregan otros atractivos.

    A través de observaciones realizadas nos hemos percatado de que la promoción turística de la provincia Pinar del Río se ha apoyado en ese reconocido privilegio climático playero, además de su indudable variedad de flora y fauna, por lo que no se ha tenido en cuenta el apreciable legado urbanístico, arquitectónico y artístico. El patrimonio se asumió fundamentalmente en sus aristas históricas y contemplativas, sin que se aprovechara a plenitud el valor de estos ambientes como atractivos para el turismo.

    Como resultado podemos ver que el turista dispone de escasas posibilidades para un acercamiento serio a la herencia y el patrimonio sociocultural de la provincia, con las huellas que recogen cuatro siglos de colonia en nuestra cultura; así también, con la que se hace en la actualidad, con el conjunto de creadores, de artistas, cultivadores de las más disímiles esferas del arte.

    El turista que arriba cada año a nuestra región trae una idea muy pobre de la cultura local, y una vez aquí dispone de escasas posibilidades de acercamiento a nuestro escenario histórico cultural.

    No es solo porque se promueva poco este tipo de turismo, sino porque el principal problema radica en el insuficiente conocimiento de los principales valores culturales que poseen las diferentes instituciones generadoras de cultura y turismo, para que estos sean mostrados, a través, de una buena oferta al turista y así desarrollar un turismo cultural eficiente y que sea del agrado del visitante.

    Es por ello que a partir del análisis de esta problemática, y con el objetivo de encausar un estudio que conlleve al esbozo de una nueva propuesta, nueva metodología y promoción hemos tenido en cuenta innumerables conceptos que de una forma u otra se han de vincular en nuestro estudio. Ante todo se hace necesario conocer sobre el tipo de turismo que pretendemos- turismo cultural – el cual se basa en la utilización de recursos culturales de un territorio – recursos artísticos, históricos, costumbres, artesanía, etc. – orientándose a la preservación y fomento de los mismos.

    Los recursos que conforman lo que para nosotros será un valor sociocultural, patrimonial y cultural serán: todos aquellos valores que por su formación histórica, valor de inmueble, y donde se presenta una estrecha relación entre las categorías sociedad y cultura, conformaran una sola unidad u objeto que será de gran atracción para el visitante.

    Para lograr que estos lleguen de una manera eficiente, que el turista lo tome como forma de enriquecer su experiencia o como oferta para su propuesta de ocio se hace necesario crear y desarrollar una adecuada promoción en la que cada artista, trabajadores del sector turístico y cultural estén inmersos.

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