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El proceso de formación del maestro primario en Cuba; sus articulaciones con la interdisciplinariedad (Cuba)


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Desarrollo

    Resumen

    La educación cubana cuenta con una rica trayectoria pedagógica, destacándose pilares del pensamiento pedagogo como Félix Valera, José de la Luz y Caballero y José Martí entre otros. Para establecer tendencias del desarrollo histórico de la formación del maestro en Cuba tendremos en cuenta los puntos de vistas y concepciones pedagógicas de avanzada relacionadas con la formación y el perfeccionamiento del desempeño del maestro primario y sus articulaciones con la interdisciplinariedad, como la integración de saberes que demanda la actual sociedad, pues los problemas tanto de carácter sociocultural como profesional al que se enfrenta el actual profesional necesita abordarlo desde el punto de vista interdisciplinario. Siendo importante el papel del maestro cubano del siglo XXI por lo que su formación necesita de la interdisciplinariedad basado en el principio de la complejidad

    Desarrollo

    La formación del maestro primario y toda su preparación técnica y cultural es un encargo de las diferentes disciplinas que integran el currículo de cada carrera, por lo que garantizar su calidad y su desempeño interdisciplinario se torna un objetivo fundamental para que cumpla con las exigencias de nuestra sociedad. La educación cubana cuenta con una rica trayectoria pedagógica. Siendo el resultado de una tradición mantenida y creada a lo largo de nuestra historia donde podemos destacar pilares del pensamiento pedagogo como Félix Valera, José de la Luz y Caballero y José Martí entre otros.

    Teniendo en cuenta los puntos de vistas y concepciones pedagógicas de avanzada relacionadas con la formación y el perfeccionamiento con la formación del maestro primario y sus articulaciones con la interdisciplinariedad, estableceremos tendencias del desarrollo histórico de la formación del maestro en Cuba

    Con el triunfo de la Revolución se inicia en Cuba grandes transformaciones en el plano educacional, el país en esos momentos se encontraba en una crisis económica y cultural como resultado de la gran corrupción político administrativa de los gobiernos de la neocolonia, por lo que la Revolución que se inicia tiene la necesidad de librar una campaña contra el analfabetismo y esto se realiza con la cooperación de las masas, Antes de esta fecha la formación de los maestros primarios en Cuba tenía un carácter especializado basado en un sistema de Escuelas Normales que tenían un nivel terciario no universitario, estas instituciones radicaban solo en las seis provincias en las que esta dividida Cuba en aquella fecha. A nivel universitario solo se contaba con la carrera de Pedagogía a la cual solo ingresaban los egresados de las Escuelas Normales o los docentes graduados de las carreras universitarias no pedagógicas.

    Es a partir de 1959 que se hace extensivo por todo el país el servicio educacional por igual a toda la población. Se realiza una labor humana y gigantesca propia de una Revolución que desea transformar la realidad existente Por lo que se hace necesario dar diversas soluciones a las progresivas demandas de personal docente. En el año 1960 los maestros voluntarios llenan las aulas a los más apartados rincones de la geografía cubana, con la tarea de desarrollar la docencia y al mismo tiempo recibían por encuentro los cursos y programas para elevar su preparación y garantizar su idoneidad.

    En 1960 se crea la brigada "Frank País" plan masivo de "Minas del Frío-Topes de Collantes-Tarará" estas escuelas sustituyen las antiguas Escuelas Normales surge un nuevo plan de estudio. Las asignaturas mantienen la misma concepción independiente de las anteriores, fragmentadas siendo la preparación de maestro incompleta con un fuerte empirismo y tradicionalismo clásico, no se realiza el tratamiento a las relaciones íntermateria como se le conoce la interdisciplinariedad en su primera etapa de forma intencionada. La formación de los maestros en esta primera etapa se realiza por tanto por tres vías fundamentales; entre ellas la formación emergente. En el año 1964 se crean en Cuba los tres primeros institutos Pedagógicos como facultades de las cuatros universidades existentes en el país.

    Se siguen creando a partir de esta fecha nuevas universidades en todo el país ampliando de esta forma el sistema de Institutos Pedagógicos como facultades pedagógicas de dichas universidades. En el año 1976 se integran ya en un solo subsistema – el de Formación y Perfeccionamiento del Personal Pedagógico- y en ese mismo año, las facultades pedagógicas, que hasta ese momento estaban subordinadas a las universidades que existían en el país, se convierten según la Ley No 1307 de 1976 en Institutos Superiores Pedagógicos (ISP), como universidades pedagógicas independientes adscriptas al Ministerio de Educación de Cuba. Progresivamente fueron incrementándose hasta contar en la actualidad con uno en cada provincia y dos en la capital, para un total de 16 centros que tiene como objetivo la formación y superación de profesores de cada una de las enseñanzas del Sistema Educacional Cubano.

    Se hace un cambio fundamental que fue la creación de la Licenciatura en Educación Primaria, teniendo la meta no solo de garantizar la cobertura del personal docente necesario en las aulas sino también intensificar el proceso de formación teniendo en cuenta la máxima calidad a las que se aspira. La formación del futuro profesional de educación ha evolucionado en el transcurso de los años, lo que es reflejo de su enriquecimiento teórico y metodológico, pero esto no ha significado que exista un acuerdo total entre los que se dedican a su investigación y de manera particular su impacto en la enseñanza.

    El problema de preparación del profesional de Educación Primaria, en correspondencia con las exigencias de la escuela cubana ha sido objeto de discusión y ha estado en correspondencia con los constantes escrutinio a los currículos de los centros de formación docente. Desde las últimas décadas del siglo XX la especialización constante de las ciencias de la educación y la continua procreación del conocimiento, especialmente en el campo de la Psicología y la Sociología; ofrecen a los educadores la posibilidad de realizar nuevas interpretaciones y de introducir innovaciones en su desempeño pedagógico.

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