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Hacia una longevidad satisfactoria


Partes: 1, 2, 3

    1. Introducción
    2. Análisis de los resultados
    3. Actividades
    4. Análisis comparativo
    5. Conclusiones
    6. Bibliografía

    Resumen

    Las expectativas de vida han venido elevándose en las últimas décadas. Este aumento en la longevidad tiene repercusiones profundas para el envejecimiento saludable y es por ello que la presente investigación titulada "Hacia una longevidad satisfactoria" tiene como objetivo aplicar un grupo de actividades para lograr una longevidad satisfactoria en las personas de la tercera edad del consultorio # 16 del médico de la familia del Consejo Popular Meneses, en el municipio de Yaguajay.

    Para su desarrollo se utilizó una población de 445 habitantes, tomándose como muestra 224 de ellos, 122 del sexo femenino y 102 del sexo masculino lo cual representa el 50.3% de la población total. La muestra fue determinada por un muestreo aleatorio simple, teniendo en cuenta las características físicas y mentales de estas personas de la tercera edad. Para llevar a vías de hecho esta investigación se aplicaron técnicas y métodos de diferentes niveles; del nivel empírico se aplicaron: la observación, la encuesta y la entrevista; para la recopilación de la información necesaria y del nivel matemático se aplicó el método del cálculo porcentual para tabular los resultados. En esta investigación se aplicaron actividades que le resultan interesantes y motivadoras a las personas que por su edad habían disminuido su escala motivacional ante la vida. Con la aplicación de las actividades estas personas activaron diferentes procesos físicos y psicológicos que producto a su edad estaban afectados, todo lo cual mejoró su salud, haciendo de esta etapa longeva de la vida algo placentera y satisfactoria para ellos.

    INTRODUCCIÓN

    "La vida es una sucesión de retos y los retos, de por sí, son un motivo más para vivirla y disfrutarla." Palabras del Profesor Dr. Eugenio Selman-H. Abdo, Presidente de la Asociación Médica del Caribe (AMECA). Abril, 2003.Pero, además, la vida es bella y está llena de detalles que la hacen merecedora de ese disfrute: Desde la sonrisa de un niño, la mirada de una mujer (o de un hombre en el caso de las damas), contemplar una flor o percibir su aroma, la mano que nos sostiene cuando vamos a caer, quien se conmueve sinceramente ante nuestro dolor, el disfrute de un libro o una obra de arte, hasta la satisfacción por el trabajo bien realizado por solo mencionar algunos de los millones de fenómenos con los que contactamos a diario y que hacen que la vida sea un don invaluable que todos debemos disfrutar y desear prolongar.

    Los científicos han calculado que el ser humano puede vivir entre 120 y 140 años. Algunos más optimistas u osados llevan estos años a cifras más elevadas. Sin embargo vemos que la expectativa de vida máxima alcanzada hasta ahora ha sido de 80 a 81 años por los japoneses. Por otra parte se pueden contar con los dedos de las manos las personas que han rebasado los 110 años comprobados documentalmente.

    Se observa que los adultos mayores cuando rebasan cierto número de años tienen una serie de deficiencias, limitaciones y padecimientos que reducen en mayor o menor medida el disfrute de la vida, que llega, en ocasiones, a convertirla en sufrimiento, dolor y desesperación para estas personas.

    Para evitar estas molestias y sufrimientos (generalmente producidos o agravados por los errores cometidos en el proceso que llamamos civilización de la humanidad) se han propuesto y cada día se proponen métodos y acciones que hasta el momento a pesar del entusiasmo y la esperanza que despiertan no han logrado su objetivo y después de un tiempo más o menos largo caen en el olvido.

    Nosotros estamos seguros que los continuos y acelerados avances de la ciencia y la técnica seguirán contribuyendo para alcanzar el objetivo propuesto de una longevidad satisfactoria. También pensamos y creemos que a estos avances hay que ayudarlos de una forma decisiva con el aporte personal de cada individuo para lograr el gran objetivo de una longevidad feliz.

    Partiremos de una serie de principios bien establecidos y conocidos que debemos considerar e incorporarlos conscientemente en nuestro quehacer diario y que son:

    El cerebro es el controlador de todas las actividades del cuerpo humano.

    El ser humano es un animal de hábitos.

    Actitud positiva hacia la vida.

    Órgano que no se ejercita se atrofia.

    Todos los excesos son dañinos.

    Elementos nocivos.

    Las transgresiones esporádicas (si no son máximas) se compensan.

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