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Cabinas de Internet en Perú


Partes: 1, 2

    1. Breve historia de las cabinas Internet
    2. El mercado de cabinas Internet
    3. Demanda histórica
    4. Encuesta de la demanda de cabinas Internet en Lima
    5. Demanda insatisfecha
    6. Precios
    7. Análisis de la competencia
    8. Mitos y verdades de los niños y las cabinas Internet
    9. Equipamiento mínimo para una cabina de Internet
    10. Secretos técnicos para una cabina de Internet
    11. Cabinas Internet en zonas rurales
    12. Uso de cabinas Internet como medio de desarrollo
    13. Cabinas de Internet peruanas
    14. Conclusiones
    15. Fuentes de información

    INTRODUCCIÓN

    Las cabinas Internet son una forma de ayuda rápida, ya que son una forma práctica de hacer negocios, debido a su bajo costo y a una demanda cada vez más creciente de Internet que involucra, a los estratos más populosos del país.

    Las cabinas públicas de Internet fueron concebidas como medios donde cualquier persona que no tuviera computadora ni conexión a la red de redes pudiera sin embargo participar de esta nueva forma de interacción social.

    De hecho las cabinas de Internet peruanas se han constituido como un factor democratizador en el uso de estas tecnologías. Diversos estudios constatan que de cada diez internautas, nueve se conectan a los mundos virtuales a través de este medio.

    Lo interesante de este asunto reside en la paradoja: la inmensa infraestructura de conectividad que suponen las dos mil cabinas que existen en el Perú (a un promedio de diez computadoras por cada local) ha permitido democratizar el acceso pero esto ha sido posible gracias a una creatividad que se sostiene en un mercado estrictamente precario donde la demanda es intensa y la competencia es brutal.

    El mercado de las cabinas de Internet puede vencer la precariedad en la que se encuentra si es que se transforma en un generador de la sociedad de la información.

    En este propósito, los proveedores de servicios de Internet, las instancias del Estado y las instituciones de la sociedad civil, tienen un papel fundamental. El reto está en constituir una sociedad donde la información sea, ya no sólo teóricamente, un elemento dinamizador de los proyectos de los individuos. Las cabinas solas no pueden. Son medios, no fines. Sin embargo, es desde ellas que podremos imaginar formas de inclusión social que respondan a la avidez de los peruanos por vivir integrados al difícil mundo de hoy.

    BREVE HISTORIA DE LAS CABINAS INTERNET:

    La primera cabina pública fue instalada por la Red Científica Peruana – RCP, en el Centro Cultural Ricardo Palma en el año 1994 y contaba con un total de 40 computadoras (20 PCs y 20 Macintosh). Nació como un Modelo de Acceso Comunitario a Internet que permitió que cualquier persona  accediera y utilizara las herramientas Internet sin ningún tipo de  restricción. Paralelamente se implementó un aula de capacitación donde se dictaba – gratuitamente – una charla general y luego se invitaba a las personas a que naveguen libremente durante unos 15 o 20 minutos.

    El antecedente es el intento de desarrollo de redes nacionales, aquí y en el mundo, que luego se consolida en el Perú con la instalación de la primera cabina pública. El principal objetivo era contribuir con el desarrollo nacional; un objetivo ambicioso que tuvo que enfrentar tres grandes problemas iniciales: la infraestructura inadecuada, la falta de una cultura Internet y la necesidad de brindar una relevancia a los contenidos que se podían obtener a través de este medio.

    Paralelamente se inician las capacitaciones para el uso de Internet y la implementación de otras cabinas públicas. Entre el año 1995 y 1999 RCP capacita miles de personas y asesora a cientos de empresarios interesados en la implementación de cabinas públicas. Las charlas que se brindaban todos los jueves a los empresarios, sin costo alguno, era uno de los pilares del proceso de difusión de cabinas públicas, en ellas se explicaban cosas como cuántas computadoras se podían instalar, se mostraban cuadros de ingresos, tipos de conexión en el mercado, dónde se podían comprar muebles, precios, etc. El proceso de implementación de las cabinas se complementaba con cursos de capacitación y soporte técnico para la configuración de la red y temas relacionados.

    Entre 1996 y 1997 Internet empieza a captar la atención de quienes tenían capitales de 10 y 15 mil dólares.  Muchos de ellos, los primeros, habían sido despedidos en el gobierno de Fujimori, tenían su liquidación y buscaban invertir en algún negocio. Se habían puesto de moda los casinos y los juegos de Nintendo que tenían cierto éxito, el país atravesaba una crisis y había que hacer algo, entonces muchas personas vieron las cabinas públicas con una visión empresarial y de desarrollo.

    A partir de 1998 se empieza a instalar un gran número de cabinas públicas, cuando pequeños empresarios deciden arriesgarse e invertir, apoyados y asesorados, en principio, por la RCP y después por otras instituciones.

    Sin embargo, actualmente la realidad de la mayoría de las cabinas públicas existentes se aleja significativamente del modelo inicialmente concebido por la RCP. Las cabinas han encontrado una satisfacción económica básica brindando sólo servicios de conectividad, que de cierto modo han cubierto las deficiencias de infraestructura – no obstante- se ha visto disminuida su potencialidad como instrumento generador de cultura en Internet.

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