Procesos de integración en Latinoamérica: El ALBA como alternativa posible
Enviado por Por Francisco J. Burgos
- Resumen
- Integración en Latinoamérica: Perspectiva histórica
- El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)
- La Alternativa Bolivariana para las Américas
- Conclusión
- Bibliografía
Resumen:
Partiendo de una breve reseña histórica de los principales acuerdos de integración regional, así como de una clara presentación de los actuales modelos de integración que se debaten en el presente, este ensayo pretende lograr un acercamiento a ciertas inquietudes sobre el tema de la integración en Latinoamérica. Al mismo tiempo, busca ofrecer una idea conclusiva, basada en consideraciones personales, sobre lo que podría considerarse un modelo alternativo posible.
I- Introducción
El concepto de integración regional en el continente Americano ha ido ganando espacio en las esferas sociales, políticas y económicas de cada uno de los países del hemisferio. Este ha sido materia de debate en conclaves regionales y continentales que han abarcados no solo a mandatarios y a ministros de gobiernos, sino a miembros de la sociedad civil, representados en obreros, trabajadores, activistas; a mujeres y hombres que buscan participar en la construcción social de sus pueblos. Particularmente, ésta ha sido una de las características principales para los encuentros de negociación de integración mantenidos en la última década. En los que las protestas y manifestaciones se han perfilado como uno de los rasgos más sobresalientes, no sólo por los elementos de violencia, sino también por el inmenso mar de gente que ha tomado parte en ellas.
No obstante, nuevos caminos parecen abrirse a las iniciativas de integración regional. Estos parecen recoger la memoria histórica, o mejor dicho, filosófico-política de los próceres Latinoamericanos, principalmente representadas en el pensamiento de Bolívar y Martí.
Pero, ¿cuáles han sido los intentos de integración que se han dado lugar en el continente en el pasado Siglo? ¿Cuáles iniciativas se han tornado hasta nuestros días y que características particulares definen las mismas?
Con el desarrollo de la reseña histórica de los principales acuerdos de integración regional, así como por la presentación de los actuales modelos de integración que se debaten en la actualidad, este ensayo pretende lograr un acercamiento a dichas inquietudes. A la vez que busca ofrecer una idea conclusiva, basada en consideraciones personales, sobre lo que podría considerarse un modelo alternativo posible.
II – Integración en Latinoamérica: Perspectiva histórica
La idea de integración en América Latina y el Caribe no es nada nueva. Esta se remonta a los inicios del Siglo XIX cuando en ciertos movimientos independentistas se pretendía la conformación de una región política y económicamente sólida, capaz de competir en el escenario internacional con otros países de mayor poder. Sin embargo, no fue hasta mediados del Siglo XX cuando dichos esfuerzos de integración tomaron curso (Estevadeordal, Rodrik, Taylor & Velasco, 2004). En ese entonces, dichas iniciativas fueron motivadas por consideraciones meramente económicas con base en las características de desarrollo que cada país de la región podía ofrecer, sin olvidar que históricamente dicho desarrollo fue enfocado en la producción de materias primas para los mercados europeos y norteamericanos.
Además, dado que el desarrollo industrial de la región no parecía tener respuesta en las estrategias promovidas por la substitución de las importaciones, se buscó facilitar un proceso de integración regional al margen de los vínculos que cada país pudiese tener con los Estados Unidos de América (Grunwald, Wionczek & Carnoy, 1972). En este sentido, desde finales de la década de los 50s hasta el presente, la idea de desarrollar en el contexto histórico Latinoamericano un proceso de integración que se traduzca en la mejoría de vida de los y las habitantes del subcontinente ha sido el marco de referencia para una serie de acuerdos y tratados que han llegado hasta nuestros días.
Sin embargo hay que aclarar que dichos esfuerzos de integración, sobre todo en las tres décadas seguidas a la Segunda Guerra Mundial, fueron promovidos por las cúspides económicas vinculadas a los regimenes autoritarios que se dieron lugar en la región (CIEPAC, 2006; Molina, 2001; Seligson, 1999).
Los acuerdos formales de integración en América Latina y el Caribe inician con la creación en 1956 de la Federación del Caribe Británico cuyo objetivo principal era establecer una estructura común de carácter político para los territorios miembros. Esto luego dio paso al establecimiento de la Federación de las Indias Occidentales (FIO) en 1958. La vida de la FIO fue solo de cuatro años debido a su carácter colonial y los constantes desacuerdos políticos entre las comarcas que la integraban.
Sin embargo, el primer intento moderno de integración regional que tuvo lugar en América Latina se remonta a esta misma época cuando fue concebido el Mercado Común Centroamericano (MCCA) por iniciativa de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (ECLA). Esto sin tener en cuenta que entre 1840 y 1930 hubo más de treinta y cinco intentos fallidos para la unión de Centro América (Grunwald, Wionczek & Carnoy, 1972).
En sus orígenes, el MCCA solo contó con la participación de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, quienes en el Tratado de Managua de 1960 formalmente acordaron la creación de un órgano supranacional para asegurar la concreción de la integración económica. Dos años más tarde, Costa Rica entró a formar parte de dicho acuerdo. Quedando así conformado el primer ensayo contemporáneo de integración económica de este tipo en el llamado mundo subdesarrollado (Deere & Esty, 2002; Grunwald, Wionczek & Carnoy, 1972).
El MCCA se vio gravemente afectado por la crisis política y el conflicto armado que caracterizaron la historia reciente de Centroamérica. Lo que, en cierto modo, condujo a la regresión de cada uno de los países miembros en la formulación de políticas proteccionistas.
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