El Secreto y Su Perverso Mensaje Anticristiano
Enviado por Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter
El ya famoso libro El Secreto, de Rhonda Byrne, ha calado hondo en la mente de los hombres de Occidente. Sus ediciones se han seguido aumentando y mucha gente ha publicado otros libros semejantes para apoyar, ampliar o contradecir las ideas sobre la ley de Atracción expuestas en aquella obra.
En realidad tal secreto nunca ha sido un secreto, salvo para los miopes que no ven más allá de sus narices. Todas las religiones han usado el poder de la mente divina y la ley de Atracción en sus prácticas diarias de oración o de plegarias. Y en sus emergencias han hecho uso de ayunos, retiros, y de largos períodos de oración mental. Y así han obtenido ayudas y apoyos providenciales para sus vidas, y en algunos casos se han producido verdaderos milagros que parecen contradecir las leyes naturales.
Hasta allí vamos bien. Los seres humanos, bajo ciertas condiciones, pueden obtener ayuda de la Mente infinita y operar con la famosa Ley de Atracción. ¿Pero qué pasa cuando la gente trata de obtener ayuda sin cumplir algunas de esas condiciones?
Una condición es la concentración mental, otra es la perseverancia, otra es la imaginación o la visualización de lo que se desea. Pero hay algunas de esas condiciones que el libro del Secreto omite.
Veámoslas en detalle. Primero: Lo que ha sido ordenado o predeterminado por Dios puede ser contrario a los deseos de quien invoca la ayuda de la Mente Divina. Y eso, considerando la Omnipotencia y la soberanía de Dios sobre los seres, solo producirá un fracaso y una frustración de los deseos de quien se trata de apoyar en esa Fuerza Infinita.
Exageremos un poco. Supongamos que yo pido que la Mente Divina me dé branquias como los peces, para así bucear sin equipos de oxigeno. Por mucho que me concentre no lograre ser escuchado y mi cuello seguirá igual, incluso si recurro a un cirujano para que me haga unas branquias con su bisturí.
Eso es así pues si pido algo CONTRA LA NATURALEZA, CONTRA EL ORDEN COSMICO, CONTRA LA VOLUNTAD DEL CREADOR DE MI SER, no me será otorgado.
Dios es el Legislador de la naturaleza, sus Leyes son Su Voluntad expresada en la materia. Y según los teólogos y los libros sagrados Dios jamás puede ir contra su propia voluntad, pues es UNO en esencia, inteligencia y propósito. Si tuviese dos propósitos contradictorios se dividiría a si mismo es dos voliciones y perdería su unidad óntica. De allí se comprende el por qué todas las leyes naturales no tienen contradicciones entre sí. Por eso Moisés Maimónides en la Guia de los Descarriados, decía que Se sabe que Dios es Uno porque sus Leyes no son contradictorias. Si hubiera dos dioses creadores las leyes de uno u de otro entrarían en colisión. La armonía de las leyes del universo dan testimonio de que hay un solo Dios.
La gente que intenta operar con los métodos del libro del Secreto quieren hacer que en sus vidas sea siempre primavera o siempre verano, y esas ideas son contrarias al orden divino de las cosas creadas. Es olvidar el carácter cíclico de los fenómenos de la vida. Y si eventualmente eso se lograra por algún tiempo el precio puede ser demasiado alto, tanto para el entorno de la persona, como para la persona misma y su destino eterno.
Por eso Jesucristo dice en Getsemaní, en la noche previa a su sacrificio en la Cruz, PADRE SI ES POSIBLE APARTA DE MI ESTE CALIZ, PERO NO SE HAGA MI VOLUNTAD SINO LA TUYA. El no quería ir contra lo ordenado o predeterminado por Dios respecto a su vida. Según se exponía en los libros de Daniel 9,26, de Zacarías 11 y 12, de Isaías 52-53 y en los Salmos (22). Y aceptó el dolor y la muerte de cruz, horrible forma de morir. Y Dios lo resucitó, conforme lo profetizado en Oseas 6,2.
Una segunda condición, pues, siguiendo la línea y el ejemplo de Cristo, es el estado moral o grado de evolución moral del que ruega. Es decir, ¿tengo el derecho moral de pedir que la mente universal me oiga y me otorgue lo que pido? ¿Merezco esa ayuda cósmica? ¿Y qué haré con los bienes que se me otorguen? ¿Vivo para el Ser o para el Tener?
¿Es moralmente bueno lo que pido? ¿Cuál es la condición moral de mi alma? ¿Le haría Dios, la infinita sabiduría, bien a mi alma, si me otorga lo que solicito? ¿O me haría un mal? ¿Soy sabio al pedir o no? ¿Tengo mirada existencial larga o corta? O soy un simple monigote o máquina de desear, un mero espejo de la sociedad de consumo que me mete sus ideas para desgracia de mi alma?
La codicia y la avaricia están siempre acechando en el alma del hombre para arrastrarlo al inframundo y alejarlo del Reino de Dios y de Cristo. Obsérvese cómo esta parábola de Jesús describe la forma de pensar de muchos de los que intentan utilizar los métodos del libro del Secreto: HABIA UN HOMBRE RICO CUYAS TIERRAS HABIAN DADO UNA GRAN COSECHA, QUE PENSABA, "NO TENGO DONDE GUARDAR MI COSECHA, Y SE DIJO A SI MISMO, DERRIBARE MIS GRANEROS Y HARE OTROS MÁS GRANDES PARA GUARDAR ESTA COSECHA Y TODO LO QUE TENGO. Y LUEGO ME DIRE: AMIGO, TIENES MUCHAS COSAS GUARDADAS PARA MUCHOS AÑOS, DESCANSA, COME, BEBE Y GOZA DE LA VIDA". PERO DIOS LE DIJO: NECIO. ESTA MISMA NOCHE PERDERÁS LA VIDA, Y LO QUE TIENES GUARDADO, ¿PARA QUIEN SERÁ? ASÍ LE PASA AL HOMBRE QUE ACUMULA RIQUEZAS PARA SI MISMO PERO QUE ES POBRE DELANTE DE DIOS.
Los bienes de este mundo material son relativos, buenos y malos al mismo tiempo. Son solo instrumentos, medios para otros fines, y esos fines personales pueden ser concordantes con la voluntad de Dios o no. Y eso es crucial. Pues los libros sagrados dicen que solo los que hacen la voluntad de Dios se salvan de los poderes tenebrosos que ordinariamente gobiernan a la mayoría de los seres humanos. (Ver Mateo 7,21 y siguientes, y el evangelio de Juan 8,44).
Por eso el propio Jesucristo dijo que no se puede servir a Dios y a Mamón, el dios de las riquezas materiales. Y agregó que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos. (Lucas 18,25). Y agregó NO HAGAIS TESOROS EN LA TIERRA, DONDE LA POLILLA Y EL ORIN CORROMPEN, Y DONDE LOS LADRONES MINAN Y HURTAN. SINO QUE HACEOS TESOROS EN EL CIELO, DONDE LA POLILLA Y EL ORIN NO CORROMPEN Y DONDE LOS LADRONES NO MINAN NI HURTAN. PORQUE DONDE ESTE VUESTRO TESORO ESTARA VUESTRO CORAZÓN. (Mateo 6, 19 al 21).
La palabra "minar" que usa el evangelio significa hacer hoyos en las paredes para entrar a las casas o para derrumbar los muros, y así entrar en las propiedades de las personas.
Y si uno revisa las tentaciones que Cristo tuvo en el desierto de Judea se dará cuenta que una de ellas tenía que ver con el poder político y las riquezas materiales. Y él la desecho y venció al demonio negándose a adorar y a servir al rey de las tinieblas y a sus ofertas. Jesús no quiso usar la ley de Atracción de bienes materiales pues su objetivo al ayunar y orar era convocar las fuerzas y poderes que sanaran el alma y el cuerpo de los hombres y mujeres que sufrían bajo el yugo de los tenebrosos espíritus de las tinieblas que habían derrotado a Adán y a Eva y a sus descendientes, y rescatarlos para ponerlos en armonía con el Plan de Dios.
Antes de continuar, debo aclarar al lector que este artículo no es una apología de la pobreza. Solo es un intento de aclarar la correcta jerarquía de los valores cristianos frente a la prensa y los escritos más influyentes de la Nueva Era y su vinculación con la magia negra.
Jesús no estaba en contra de tener un grado de bienestar material SIEMPRE QUE EL DINERO Y LA RIQIUEZA NO FUESEN DUEÑOS DEL CORAZON DE LAS PERSONAS. Es decir, estaba en contra de que los seres humanos tuvieses ídolos en su mundo interior que los apartaran de la obediencia a las Leyes de Su Padre. Por eso en el evangelio de Mateo 6,33 dice: BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA Y LAS DEMAS COSAS OS SERAN AÑANIDAS.
Ese es el orden cristiano de las prioridades, de la escala de valores correcta. Dios y la obediencia a sus Mandamientos primero, y luego la riqueza o la prosperidad vendrá a nosotros sin atarnos a las tinieblas.
El problema es que a veces gentes llenas de pecados tienen éxito en el uso de estas conexiones con lo invisible, y alcanzan fortuna y fama. Y eso desconcierta a gente sincera y creyente. Eso es justamente porque en estas maniobras semi-esotéricas o mágicas la gente se conecta con espíritus oscuros que tienen un grado de influencia en las cosas materiales, de acuerdo con los datos de la promesa del demonio a Jesucristo. "El diablo le llevo a una montaña y mostro todos los reinos de la tierra y sus riquezas, y le dijo todo esto será tuyo, pues a mí me ha sido entregado y se lo doy a quien quiero, si te postras ante mí y me adoras". Jesús le respondió: "Está escrito: "Solo al Señor tu Dios adorarás y solo a El servirás". (Lucas 4,4 al 8).
La Biblia condena el uso de la magia satánica o la magia moralmente neutra tipo Wicca no solo porque es mala, sino porque es posible tener éxito con ella, pero se abre un portal invisible en forma irregular, que pone a inocentes en contacto con un universo de seres inmundos y horribles contra los cuales la mayoría de los hombres no tienen defensa.
Esos portales siempre deben permanecer cerrados y es terriblemente imprudente el ser humano que los abre y después no los puede cerrar. Tal es el caso, por ejemplo del espiritismo, un hermano directo de la magia. En los hechos de los Apóstoles se puede observar cómo San Pablo en el Nombre de Jesucristo cierra un portal astral hacia el inframundo y despoja a una médium de sus poderes y de los espíritus que la utilizaban. Ver Hechos 16,16 al 18.
Y así las personas aceptan servir al demonio, consciente o inconscientemente, y se les da la riqueza por cierto tiempo. Eso es magia negra. Y es lo que ofrece el Libro del Secreto. Lo mismo que ofrece el demonio a sus adoradores. Placer, éxito, poder, rápidos, fácilmente. Pero condeno mi alma a las tinieblas y los demonios me controlaran ahora y en la eternidad.
Y se dice por cierto tiempo pues el poder de los espíritus del inframundo es temporal, no eterno ni absoluto. Solo Dios es eterno y absoluto. Y en algún momento el manantial de la prosperidad se agota y se retorna a la temida pobreza. O un accidente viene y quiebra todos nuestros proyectos o una enfermedad incurable se adueña de nuestro cuerpo. O me enfermo de la mente por siete años, como le pasó al rey Nabucodonosor. Y así Dios le recuerda al ser humano que es frágil y mortal, y que no puede desafiarse a las leyes divinas por siempre.
De manera que cuando entro en contacto con la Mente infinita puede suceder que, según mis propósitos impuros y la fuerza vibratoria de mis bajas pasiones me conecte con otro poder distinto del de Dios. Y así es la ley de vibración. Vibraciones bajas me conectan con planos inferiores y con espíritus infernales. Vibraciones elevadas y motivos nobles me conectan con los mejores espíritus y planos elevados del mundo invisible.
De allí es que existe una ingenuidad y una cuota de ignorancia esotérica en la señora Rhonda Byrne y en sus seguidores. Recuérdese que decir ignorancia es decir oscuridad, espiritualmente hablando. Pasan por encima de las leyes divinas y de la justicia inmanente. San Pablo dice: NADIE PUEDE BURLARSE DE DIOS, LO QUE EL HOMBRE SIEMBRA ESO COSECHARA. Eso es lo que nos dice la ley de karma. (Gálatas 6, 7). Eso es lo que los seguidores de las doctrinas orientales denominan Ley de Karma.
Pero san Pablo, fiel seguidor de Jesucristo, y tratando de que las personas no se apeguen a los bienes materiales nos agrega en el versículo 8 del mismo capítulo de Gálatas: PORQUE EL QUE SIEMBRA PARA SU CARNE, DE LA CARNE SEGARA CORRUPCIÓN MAS EL QUE SIEMBRA PARA EL ESPÍRITU, DEL ESPÍRITU SEGARA VIDA ETERNA.
San Juan en su primera carta 5,14 nos recuerda la doctrina primera de la conexión con la Mente Divina: Y ESTA ES LA CONFIANZA QUE TENEMOS EN EL, QUE SI PEDIMOS ALGUNA COSA CONFORME CON SU VOLUNTAD, EL NOS OYE.
Así pues, la mente infinita es como la madre tierra. Podemos sembrar en ella las semillas de nuestros pensamientos, deseos, imágenes, plegarias, propósitos. Es fecundada por nuestra fe, pero debemos ser sabios en usar el mejor tipo de semillas, los más nobles deseos, aspiraciones y plegarias, de lo contrario podríamos cosechar lo contrario de lo que esperamos, ya sea porque no lo merecemos o porque Dios puede tener otros planes para nosotros y nuestros deseos no armonizan con su voluntad ni con su sabiduría.
Por eso hay que tener cuidado con los mensajes de los promotores de New Age, del Nuevo Pensamiento, con el denominado Evangelio de la Prosperidad y de la llamada Nueva Metafísica YO SOY. Hay que discernir espíritus paso a paso. Y caso a caso. No se deben tomar esas doctrinas sin tener una formación cristiana completa como cosa previa. Hay cizaña en medio del trigo. Son semillas muy parecidas. Solo un agricultor o un esotérico experto las reconoce.
Solo el trigo sirve para hacer harina y pan, la cizaña es amarga y su harina no sirve para nada. San Pablo dice: EXAMINADLO TODO Y RETENED LO BUENO. Pero para discernir hay que tener cultura moral y religiosa, cultura filosófica y conocimiento de Dios. Por eso Jesús advierte a los apóstoles acerca de la Levadura de los Fariseos, que siembran malas doctrinas en las mentes de los hombres. Lo mismo dice respecto de los falsos profetas.
Según el profeta Oseas (cap.4, 1 al 6) cientos de millones de almas perecen por falta de conocimiento, y esos libros de la colección del Secreto y de los que tienen doctrinas parecidas pueden llevar hacia la perversión de los poderes interiores y por ende poner al alma humana al servicio del Anticristo o del famoso 666.
Por eso el Apóstol Santiago, en el capítulo 4 de su carta, nos da una terrible lección: ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis, matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. (Santiago 4,1 al 3).
Por eso un cristiano debería usar la Ley de Atracción para pedir Sabiduría y fuerza de voluntad a Dios, y vivir de acuerdo con las más elevadas normas morales, sólo así podrá, de acuerdo con la promesa de Cristo de Mateo 6,33, recibir los bienes materiales sin daño para su alma. Es lo que hizo el rey Salomón. Pidió al Señor Inteligencia para gobernar a su pueblo y hacer justicia entre ellos, y le fue dada la sabiduría en primer lugar, y luego todo lo demás.
Primero Dios y su voluntad, luego mis planes y deseos. José, hijo de Jacob es otro buen ejemplo. Primero se sometió a Dios y a sus leyes, y al dolor de la traición de sus hermanos, a las falsas acusaciones y a la prisión, luego Dios lo exaltó a la diestra del Faraón y le fueron otorgadas todas las riquezas de Egipto en sus manos.
Jacques Maritain, el gran filósofo cristiano del siglo XX e ideólogo de los llamados Partidos Demócratas Cristianos, en sus últimos libros, se lamentaba de haber impulsado a los cristianos del mundo a la acción política y al compromiso temporal, pues la mayoría se habían corrompido y traicionado los ideales del cristianismo social. Y que a sus ojos eso fue por que las presiones y tentaciones de la riqueza y del poder les había dañado el alma y a las sociedades de las que fueron líderes. El pecado se adueñó de ellos y el resultado fue más negativo que positivo para la iglesia y el mundo.
Pero también Jacques Maritain dijo que la causa profunda era espiritual, los católicos no están preparados para la enfrentar al mundo y a sus tentaciones por la ignorancia de su fe y de las normas de la ética cristiana, la falta de purificación del corazón, el déficit en la oración y la falta de retiros espirituales que les fortalecieran para esa gran tarea. Y desde luego la ignorancia del Evangelio y de sus exigencias.
No basta con la buena voluntad. Hay que prepararse mejor. Y lo mismo puede decirse de los seguidores de la Nueva Era y de las Enseñanzas del Libro del Secreto. El poder tiende a corromper y a ensuciar el alma de los hombres y de las mujeres. El uso de poderes ocultos y las técnicas de contacto con la mente infinita tiene los mismos peligros que el poder político y del dinero. Solo los fuertes, los puros y los sabios pueden moverse en esas realidades sin mayor peligro para sus almas. En la mayoría el demonio gana la batalla y se oscurece la gloria de Dios en las almas por la funesta acción del anticristo.
Autor:
Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter