Descargar

Sinusitis y anexitis


    Anexitis es, la inflamación inespecífica de índole distrófica de los órganos anexos del aparato génito/reproductor femenino: los ovarios y las trompas uterinas, iniciada a distancia por las emanaciones continuadamente irritantes del PROCESO SINUSITICO ESFENOIDAL sobre su contigüa glándula HIPOFISIS, sofocamiento continuo que se concreta en entrabamientos de sus sutiles mecanismos intraglandulares procesadores de hormonas y, estas fricciones a su vez salpican los intercambios naturales con el HIPOTALAMO, en el cual terminan provocando irregularidades dentro de los procesos íntimos productores de hormonas y factores bioquímicos ya excitadores o inhibidor; organela neurológica representante de mayor jerarquía del Sistema Nervioso Autónomo, cuyas irregularidades ineludiblemente repercutirán sobre todo el territorio víscero/glandular bajo su tutela, por lo que es entendible que la ANEXITIS no se presenta en solitario, sino por el contrario, en concomitancia con otros síndromes viscerales de forma variable, comenzando por los que son susceptibles de sufrir además descompensaciones tróficas, a nivel de sus frágiles mucosas debido a imprecisiones en la alternancia entre el simpático y parasimpático para abrir y cerrar válvulas vasculares para la regulación del trofismo, mediante suministro oportuno y preciso de nutrientes y oxígeno, dificultades a las que se le agrega directamente, el recorrido de la mucopurulencia tóxica/inflamatoria sinusítica, descargada en la faringe, y aguas abajo, potencia la aparición rutinariamente de inflamaciones a todo lo largo de los aparatos digestivo y respiratorio: RINITIS, GASTRITIS, ESTREÑIMIENETO o COLON IRRITABLE, DIVERTICULITIS, CANCER DE COLON, FARINGO/TRAQUEO/BRONCO/NEUMONIAS PERIODICAS, FIBROSIS QUSTICA.

    Otros síndromes en consonancia con la anexitis, ya como producto del desajuste generalizado del eje hipotálamo/hipofisario, son las secuelas distorsionantes que entraban el suministro de hormonas trofinas y de las propias hipotalámicas, todo lo cual potencia a su vez secuelas inflamatorias y hasta neoformaciones, nivel de los órganos dianas glandulares: QUISTES OVARICOS, MAMARIOS, TIROIDEOS, HIGADO GRASO, SUFRIMEINTO DE HEPATOCITOS y del COMPLEJO de LENGERHANS del PANCREAS, todo lo cual implica trastornos metabólicos: DESCALCIFICACION, OBESIDAD, ANEMIA FERROPRIVA y …..hasta DIABETES.-

    El hueso ESFENOIDES de la base el cráneo, es el hospedero tanto de la glándula HIPOFISIS y de sus dos SENOS PARANASALES. Este condominio está integrado por dos apartamentos contigüos. El inferior lo ocupan las propias oquedades sinusales, por lo general infecto/inflamadas naturalmente por la presencia de bacterias y virus, responsables del infaltable PROCESO SINUSITICO. Encima de éstos la silla turca, asiento de la Hipófisis, separados ambos apartamentos por una laminilla ósea del grosos de una cáscara de huevo, que intermedia a la vez como techo/piso separador, el cual es inobjetable dentro de parámetros de recíproca convivencia saludable, como elemento anatómico por supuesto, pero dentro de consideraciones perturbadoras concretas de turbulencias letales, como las producidas por el insidioso proceso sinusítico, queda por demás entendible que este blindaje deja mucho que desear, puesto que permanentemente está expuesto a las presiones intracavitarias propias de la esfervescencia de este foco bacterio/vírico, por demás dinámico, que produce emanaciones irritantes dentro de su área de influencia letal.

    Para atestiguar la existencia real y concreta de esta radiación sinusítica inicialmente sofocante, que gravita hasta a considerable distancia desde su epicentro, y que indudablemente impacta a su vecina Hipófisis, traigo a colación como testimonio científico demostrado y, que a la vez sirva de recordatorio en especial al gremio médico en general, que el sufrimiento común y corriente denominado FOTOFOBIA, es aceptado mundialmente como síndrome patognomónico indiscutible, que de por sí confirma la existencia de SINUSISTIS (sine qua non), por encima de radiografía, t.a.c., o resonancia magnética dudosas o hasta negativas. La responsable de este sufrimiento fóbico es la PERINEURITIS del segundo par craneal, nervio óptico que exhibe un corto trayecto en su recorrido por la vecindad de estos senos ESFENOIDALES, buscando atravesar su respectivo agujero óptico, labrado también en este hueso esfenoides.

    Lo notablemente significativo es la extinción de esta fobia, la cual se concreta rutinariamente sin ninguna excepción, aproximadamente a los 30 días de haberse iniciado este tratamiento moderno antisinusítico en cada uno de mis pacientes, difuminación que confirma terminantemente el protagonismo de la dinámica irrito/tóxica esfenosinusítica a distancia significativa; por lo que es por demás obvio, por su contigüa vecindad a estos focos purulentos, considerar inequívocamente la condición implosiva de la glándula HIPOFISIS, tomando en cuenta su ineludible situación de blanco inmediato para los continuos e impelables dardos irritantes que como una sombrilla prácticamente la ocultan. Esta solución clínica indudablemente exitosa, demuestra la existencia real y concreta de estos tentáculos nocivos sinusíticos, con alcances considerablemente distantes, como los responsables directos de esta inflamación que sufre el nervio óptico.

    Por lo que por demás obvio, que las secuelas de este recalentamiento continuado en primera instancia sobre esta glándula directora general de la orquesta endócrina, potencialmente desencadenen múltiples entrabamientos, inicialmente intrahipofisarios, que producirán inevitables secuelas irritantes por disarmónicas, todas las cuales se verán reflejadas finalmente como disonancias dentro de la sutil mecánica de los procedimientos naturales que se ponen en juego para llevar a cabo los dinámicos intercambios feek back de hormonas y factores protagonizado por el Hipotálamo, el otro integrante de jerarquía mayor de este eje neuroendócrino, el cual tutela la totalidad del territorio vísceral, asegurando el apropiado flujo de materiales nutritivos para su normal trofismo y de igual manera, a nivel glandular controlando su respectiva maquinaria secretora, mediante toques de hormonas trofinas específicas, todo lo cual de manera coordinada, apropiada y oportuna, lo cual garantiza el ensamblaje de la actividad glandular/visceral naturalmente solidaria en dirección de alcanzar un solo propósito vital instintivo, como es el asegurar, mantener y empujar al fenómeno vida hospedado dentro de nuestro cuerpo, a superar los obstáculos que enfrenta en cada instante y exitosamente exhibirnos como sobrevivientes. Definitivamente, es el Sistema Nervioso Autónomo, el que regula el cuerpo víscero/glandular global, que con su velada actividad incansable, asegura y garantiza su propia vivencia y desde luego, la del resto de los compontes corporales consumidores exigentes, siempre invitados a disfrutar del festín servido: músculos, huesos, piel, etc.

    Las repercusiones clínicas de un potencial disfuncionamiento neuroendócrino, provocado inicialmente por el toque de influjos irritantes sobre la glándula Hipófisis, rutinariamente producidos por la infaltable sinusitis, además de alterar su propia industria, inexorablemente entrabarán los indispensables, naturales y sutiles mecanismos de mutuo intercambio con el HIPOTALAMO y éste, por supuesto con la perifería efectora viscero/glandular bajo su comando, mediante sus dos brazos ejecutores, el Simpático y el Parasimpático, que normalmente controlan equitativamente la natural dosificación apropiada y precisa de los cierres y aperturas de válvulas vasculares propias en cada órgano, indispensables para la regularización sincronizada del consumo de nutrientes, y de la funcionalidad solidaria mancomunada, dentro de este submundo autónomo.

    El disfuncionamiento iniciado en la hipófisis, consiguientemente entraba de forma ineludible el funcionamiento rutinario de acoples y desacoples dentro de todo el marco glandular secretor interno coordinado por supuesto por ésta, y al mismo tiempo este disloque hipofisario, recalienta y entraba automáticamente la función de intercambio supervisora del Hipotálamo. Este descalabro potencialmente repercutirá inevitablemente globalizado sobre todo el tejido viscera/glandular, acontecimientos que se exhibe rutinariamente de forma por demás concreta, en el plural florecimiento concomitante de síndromes viscerales, ya distantes o vecinos como en el caso ANEXITIS….y el síndrome DISMENORREA, como expresión de la incoordinación hipotalámica, responsable de esta histéresis, es decir, la falta de coordinación entre ovarios y útero que impide tan siquiera iniciar el embarazo.

    Finalmente, anoto las opiniones de legendarios investigadores, contemporáneamente copiadas de manera por demás pragmática por nuevos jóvenes investigadores, sin el agregado de un gramito de sustancia producto de su propia experiencia, hipótesis sobre las causas de la ANEXITIS, que ya cumplieron el objetivo de rellenar lagunas necesarias por obligantes, que como puentes en su momento histórico se concibieron como soluciones apropiadas, lo cual facilitó la continuidad del tránsito dinámico del proceso de aprendizaje.

    Conceptos rígidos que hasta hoy perduran momificados, debido a la tolerancia de una praxis médica acoplada por inercia a la contemplación del proceso sufriente, adinámica, huérfana de la iniciativa de seguir aprendiendo a aprender, divorciada del tiempo solidario que tiene que dedicarse responsablemente a poner bajo interrogante las fallas de una terapéutica dada, para esclarecer el por qué de los fracasos clínicos reiterativos …y, de ninguna manera es tiempo improductivo económico, por el contrario, obligadamente redunda multiplicando las potencialidades de bienestar social y material. Inercia que sigue lucrándose hasta hoy día, de estos obsoletos "desencadenantes etiológicos de la ANEXITIS, representados por las infecciones específicas de la vulva, vagina y cuello uterino, que por continuidad tubular se piensa que hacen blanco en los anexos…situaciones que no se pueden descartar por completo desde luego.

    Pero la presencia de estos focos promiscuos como agentes causales, se ponen en duda, porque la anexitis sería por lo general de carácter agudo, por su reciente aparición en concomitancia obligada con cualquiera de estos focos infecciosos citados, (contraria a la rutinaria larguísima data que suscribe). pero……sería sorprendente por muy raras, la presencia de estas infecciones puntuales bulbo-vagino-uterinas en las adolescentes ajenas a relaciones sexuales y, aún más imposibles en las niñitas, quienes no se quejan de malestar y, menos las madres acusan detalles inusuales en las zona genital, por lo que la significativa existencia numérica de ANEXITIS de entre 25 y 30% entre la población de niñas que desde aproximadamente los 2 añitos de edad, acusan inflamación atestiguada por la dedopunción sobre los puntos ováricos, los cuales arrojan positivamente dolor, siempre sí, en concomitancia de rinitis, palidez facial, faringitis y agrandamiento persistente de amigdalas y adenoides, faringitis, timpanismo abdominal, etc., síndromes todos propios por específicos de la siempre presente SINUSITIS, la cual se la sembró su señora madre, (quien fue "víctima" de igual manera por la abuela de esta nieta), desde luego sin saberlo y menos quererlo, antes de cumplir el primer año de edad, contagio facilitado por los obligados y contigüos acercamientos madre/niña durante las repetidas horas de amamantamiento, a través de su respiración, tos, estornudos besos, etc..

    Toda esta argumentación atestigua en concreto, el origen sistémico de la anexitis, pues no hay aparición en solitario de esta inflamación, sino siempre en compañía de otros síndromes de naturaleza visceral, por lo que la coexistencia de este voluminoso peso de sufrimientos viscerales, acerca el fiel etiológico de esta balanza letal, al desencadenante neurovegetativo y, se aleja obviamente de las citadas causas específicas.

    La DISMENORREA, Es por excelencia el sindrome expresivo de alerta prematura del disfuncionamiento concreto uterino, pero a su vez , de todo el conglomerado orgánico corresponsable de la tarea del embarazo, la cual se pone en evidencia por el cambio del ritmo y por el irregular sangramiento menstrual, en paralelo con molestias dolorosas locales de variable intensidad, como producto de la alteración trófica que comparten simultáneamente el conjunto de los órganos comprometidos con la función reproductiva, expresivas del salpicamiento de las irregularidades disfuncionantes en la intimidad del Hipotálamo, provocadas por la distorsiones sofocantes entrabadas de su contigua hipófisis, irritada inicialmente por las radiaciones infectotóxicas del proceso SINUSITICO ESFENOIDAL, que se traducen en disturbios en su intimidad funcional, que comprometen la elaboración y entregas inadecuadas e inoportunas de productos hormonales, que terminan desajustando el eje central neurovegetativo hipotálamo/hipofisario, generalizando forzosamente su malestar distorsionador por supuesto, potencialmente sobre todo el territorio efector bajo su comando, por lo que consiguientemente el conjunto de este sistema visceroglandular recalentado y es forzado a reacomodar su ritmo funcional apegados a parámetros correspondientes a una nueva e irregular programación y, producto de los nuevos ajustes ruidosos propiciados por los cambios a los cuales son forzados, este dislocamiento neuro/víscero/glandular, introduce fricciones en la natural consonancia que normalmente reina entre, por ejemplo el Hipotálamo, los ovarios, las trompas uterinas y el útero, que natural y mancomunadamente tienen que reman en dirección a un único objetivo de mutuo interés, como lo es el EMBARAZO.

    Los ritmos funcionales encontrados entre estos órganos, que de ordinario están organizados de manera mancomunada para llevar a cabo la función reproductiva, solo ponen en evidencia palpable, el disfuncionamiento desequilibrado de todo el sistema, cuyo desencadenante, repito, es el sofocado HIPOTALAMO, que de forma destemplada e irregular, mediantes sus dardos bioquímicos propios y específicos, de manera inoportuna, impactan en tiempos encontrados su natural y rutinaria ritmicidad. Los resultados de este YA RUTINARIO DISLOCAMIENTO HIPOTALAMICO CONTEMPORANEO DESENFRENADO, acusado por el significativo número de damas sufrientes de ANEXITIS, en aumente avasallante en paralelo con la galopante carrera de la megapandemia universal SINUSITIS, que pone en jaque a diario a los colegas Ginecólogos del mundo, por la infinidad de féminas que acuden a sus consultorios, creyendo que tienen la solución definitiva para sus seudomenstruaciones y por supuesto, a su condición de INFERTILIDAD, generalmente ya de larga data, cuadro clínico que se puede visualizar así:

    Cuando los ovarios están en tiempo ovulatorio, el útero está menstruando, porque su mucosa está en fase impropia desfoliativa, contraria a su fase proliferativa obligada, suficientemente apta para recibir y nutrir al embrión por llegar, acondicionamiento consensuado sine qua non en tiempos de un normal funcionamiento comunitario, bajo el natural comando inteligente y disciplinado del Hipotálamo con estos órganos, cuya única finalidad es iniciar y concretar el proceso de la reproducción. Pero con la interferencia de irregularidades globales encontradas dentro de este este sistema, aparecen inminentes dificultades, que al igual que el pájaro corto de un ala, tan solo podrá iniciar un vuelo incierto. La DISMENORREA, tan solo acusa todo este enjambre desarticulante del proceso reproductivo humano, como un grito angustioso que alerta del inminente peligro de ESTERILIDAD que acecha a la mujer.

    Llamado de alerta inconfundible al Especialista ginecólogo, quien clínicamente tiene que traducirlo, en que ya está en marcha el ensamblaje de procesos neomorfodisfuncionales es estos órganos reproductivos, y que tiene que prepararse con herramientas clínicas modernas para enfrentar estas situaciones enojosas desde su iniciación por supuesto, mensaje para estimular el cambio de su faena rutinaria quirúrgica ya ancestral, con la que siguen enfrentando estas patologías pélvicas, que clínica y éticamente tienen que ser prevenidas, y por el contrario hasta ahora, al comienzo del siglo XXI, luego de muchas terapias simplonas por infructuosas, (pero que sí aseguran buenas entradas), terminan cerrando su ciclo letal en el punto previsto acostumbrado, donde tan solo el bisturí impone la solución para extirpar lo que tiene que prevenirse: quistes en ovarios. irregularidades fibroquísticas y endometriosis en la luz de las trompa y, en el útero endometriosis, fibromilitis y fibromiomas, por lo que toda esta anarquía neomorfodisfuncionante generalizada incapacitará a la dama para recuperar menstruaciones rítmicas y normalmente cada mes, además de la imposibilidad de planificar el embarazo ansiado, lo cual pone en evidencia el encumbramiento del proceso de infertilidad, que terminará negando absolutamente todos los esfuerzos de embarazarse, y por todas estas consideraciones, el nivel de la calidad de vida de la paciente sufre un descalabro.

    Este entrabamiento de la natural y obligante supervisión funcional jerárquica del cerebro, es decir, del eje hipotálamo/hipofisario, sobre todo el componente orgánico comprometido con la reproducción, deriva en obstáculos progresivos del libre tránsito de los espermatozoides, debido al bloqueo que produce el incremento fibroquístico sinusítico directamente dentro de la tuba uterina, cuyo luz se va comprometiendo con el discurrir del tiempo, situación obstructiva que se evidencia en la potencial cuota ocasional de un embarazo…… hasta muy distante del anterior (si es que lo ha habido), todo esto en paralelo con la infaltable dismenorrea, conjunto de alarmas que tienen contundentemente que entenderse como el encaminamiento inminente que terminará cerrando absolutamente la permeabilidad tubárica, lo que comprometerá definitivamente la posibilidad de tener un embarazo, (el que hasta ahora ha sido desesperadamente buscado y, en otros casos, sorprendentemente inoportuno por no esperado y menos buscado).

    En esta misma dirección, el embarazo ectópico es testimonio del concretamiento total de la obstrucción (temporario o definitivo?)del tránsito espermático dentro del túnel de las trompas. El espermatozoide es el protagonista de la odisea que termina provocando la fertilización del óvulo, pero……………este ente particular, de figura filamentosa y de culebreante andar, logra con gracia, argucia y gran trabajo traspasar las barreras que le impone el "empedrado fibroquístico" de la luz tubular, (propio de las pacientes sinusíticas sine qua non), con quiebres y hasta rasponazos y……muy fatigado llega finalmente a cumplir su obligante y específica tarea de fertilizar a su pareja, faena que termina de forma infeliz al ser chupado por el óvulo en su primer contacto, quien de por sí, ya de antemano barrigón y gordete y… si a su globosa figura se le agrega su aguda preñez que termina inflándolo significativamente, se explica por si mismo la inercia a la cual está sometido dentro de un remolino líquido, que no termina hacerlo avanzar por la puerta ovárica del túnel de las trompas, a la inversa del recorrido realizado por el espermatozoide, por lo que en las más de las veces, este infeliz embrión es devorado por macrófagos y………en otras, atorado termina dentro de la luz tubular, entre obstáculos insuperables, donde el desenrrollo de éste, terminará inexorablemente como embarazo ectópico, que acabará implosionando y, en consecuencia, acarreando la consiguiente hemorragia interna, muchas veces hasta mortal y… todo lo cual desencadenado por la infaltable e insidiosa SINUSITIS.

    La consolidación de estos síndromes por demás sufrientes, solo es culpa hasta ahora, de una terapéutica clínica pragmática por sorda, que da lugar a que la mayoría de estas afecciones evolucionen a su estado crónico, donde terminan enexorablemente tiempo después de repetitivas terapias infructuosas, enmascaradas y diagnosticadas impropiamente como lesiones morfodisfuncionales silvestres y primogénitas, enmascarando su propia naturaleza de síndrome derivado, en una inmensa cantidad de mujeres, por lo que potencialmente dentro de unas pocas veinte décadas, tal vez solo existan las saludables excepciones de mujeres embarazadas, proporcionalidad que va en descenso, en dirección inversa al aumento del cubrimiento globalizado de la megapandemia universal SINUSOPATICA, repito, esta inmensa cantidad de féminas sufrientes, tratadas inicialmente con rutinarios tratamientos por lo visto improductivos, sopesados por los rutinarios resultados clínicos deprimentes que arrojan, por lo que solo es culpa de esta conducta médica que interesadamente dirige su esfuerzo al quirófano, praxis quirúrgica que por supuesto alejada por lo visto, de las soluciones clínicas apropiadas.

    Construir en adelante este camino de las soluciones clínicas curativas y preventivas, alejadas del quirófano, pasa por dejar en el pasado la idea que cada uno por separado de estos síndromes que se asientan en los órganos comprometidos con la reproducción, son florecimientos inflamatorios espontáneos, separados e inducidos por diferentes causas. Tan solo cuando los apreciados Colegas Ginecólogos entiendan y acepten que este conjunto letal, es resultante del tinglado irregular del Hipotálamo sobre todo el Sistema Nervioso Autónomo, que por supuesto incluye a las vísceras pélvicas en la mujer (y la próstata en el hombre), comenzarán a ver resultados clínicos plausibles . La presión sobre los ginecólogos sobre la necesidad de cambio de su conducta rutinaria quirúrgica por una predominantemente clínica, está representada por la presencia de familiares (esposa, hijas, yernas , nietas y amigas) huéspedes de estas lesiones pélvicas, integrantes del numerosísimo grupo de damas que les exigen soluciones no mutilantes. Comenzar a interesarse por la salud global de las pacientes es responsabilidad del médico cualquiera sea su categoría, por lo que es menester el interrogatorio sobre la siempre comunal problemática víscero/glandular concomitante con el diagnóstico de anexitis o, de ovarios poliquísticos o, de fibromioma o, de endometritis.

    LA DISMENORREA tiene que calificarse como la antesala de la infertilidad temporaria o terminalmente definitiva, cuya estresante presencia explosiva contemporánea, pone en evidencia la irregular consonancia entre dos procesos inflamo/irritativos ovárico-uterino, de florecimiento simultaneo impuesto por irregularidades Hipotalámicas cuyos disfuncionamientos les imponen ritmos contraproducentes, lo cual produce obstáculos insuperables frente a la tarea que tienen que ejecutar uno junto al otro, de manera consensuada. Estos dos procesos distróficos inflamatorios son la ANEXITIS y la ENDOMETRITIS. Conflictos viscerales disfuncionantes rutinarios, cuya multiplicación tan solo tiene su explicación en el supervoluminoso cubrimiento mundial de la MEGAPANDEMIA SINUSITIS, que continua transcurriendo avasallantemente a sus anchas, de forma por demás sospechosamente velada ante los ojos aún alelados del mapamundis médico ginecológico planetario y…. kilométricamente más aún fuera del campo visual del resto de los componentes ajenos por supuesto a esta particular especialidad, por lo que la ESPECIE HUMANA cada día se acerca lenta, pero… inexorablemente, a un punto de retorno caótico por cercano a lo primitivo, dentro de una atmósfera cuyo oxígeno pareciera que se fuera extinguiendo veladamente, donde los más afectados de la población humana, por mala suerte, son los integrantes DEL SISTEMA MEDICO MUNDIAL, adormecimiento paulatino, potenciado en paralelo por el Síndrome de la apatía, del que son víctimas desde tiempo atrás, ambiente enrarecido encerrado dentro de una TRINIDAD LETAL, cuya base es el binomio SINUSITIS+ ESTERILIDAD FEMENINA; su lado derecho: EL DETERIORO AMBIENTAL PLANETARIO y, su lado izquierdo: EL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL GLOBAL.- Este tema de anexitis debe leerse a continuación del anterior: sinusitis y fibrosis quística.

     

     

     

    Autor:

    Dr.Virgilio Blanco M.

    Médico Otorrinlaringólogo y Neuroanatomista.