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El derecho de autodeterminación

Enviado por José López


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    El derecho de autodeterminación – Monografias.com

    El derecho de autodeterminación

    Tras la publicación de mi libro Rumbo a la democracia, he tenido el placer de tener interesantes debates con algunos de mis lectores. Intercambios de opiniones sobre algunas cuestiones polémicas del libro. Una de ellas, lógicamente, es el reconocimiento del derecho a la autodeterminación. El desarrollo de la democracia, tema central del libro, implica, entre otras muchas cosas, la conquista de este derecho.

    El tema de los nacionalismos, del derecho a la autodeterminación, es desde luego muy complejo y toda concisión es complicada y puede dar pie a malentendidos y posturas aparentemente intransigentes o simplistas. Es el precio a pagar por la excesiva concisión. Ésta hace que soltemos afirmaciones sin razonarlas suficientemente y esto puede provocar la sensación de que dichas afirmaciones son hechas a la ligera. En un tema tan complejo como éste (como en tantos otros), el problema se puede enfocar de distintas maneras, a veces igualmente válidas. Según cómo se enfoque, se llega a conclusiones distintas. Por consiguiente, a no ser que quede claro que un enfoque es más acertado que otro, conclusiones correspondientes a enfoques distintos pero igualmente válidos son igualmente válidas (aunque sean opuestas). Con esto quiero decir que el concepto de "erróneo" no es siempre absoluto. Lo que es "erróneo" para uno puede ser "correcto" para otro y viceversa. Esto no quita que si uno tiene la convicción de que el otro está equivocado, el primero intente hacerle ver su error al segundo.

    Realmente así es como se avanza en las ideas y en la resolución de los problemas. Pero también hay que tener claro que no siempre se llega a un acuerdo sobre qué enfoque es más correcto, de aquí surge el concepto de opinión. Hay que intentar convencer al prójimo de las ideas que uno defiende porque cree que son más válidas, pero siempre hay que tener presente que a lo mejor estamos equivocados, y por consiguiente, debemos estar abiertos a cambiar nuestra postura si el contrincante nos convence de que su enfoque es mejor. Dicho esto, a continuación expongo mis argumentos a favor del reconocimiento del derecho de autodeterminación, siendo consciente de que este tema se puede enfocar de distintas maneras. Pero antes de empezar, quisiera aclarar que defender el derecho de algo, no significa necesariamente que uno esté a favor de ejercerlo. Que yo defienda el derecho de autodeterminación no significa que esté a favor de la independencia, como tampoco a favor de la unión. Los razonamientos expresados en este trabajo no dependen de las preferencias personales del autor, no se trata de esto aquí.

    Pero por si acaso alguien se escuda en el simplista argumento de que el autor defiende dicho derecho porque está a favor de ejercerlo (de "romper" España, como dirían algunos), diré, a título anecdótico y personal, que yo desearía que las distintas regiones o nacionalidades de lo que llamamos hoy España permanecieran unidas, aunque tampoco es un tema que me preocupe en exceso. Para mí lo verdaderamente importante es que los ciudadanos (españoles, catalanes, vascos, andaluces, etc) vivamos en paz, justicia y libertad, y esto, en mi opinión, será posible en cuanto las sociedades sean capaces de organizarse mediante verdaderas democracias donde los derechos humanos se respeten escrupulosamente en la práctica. Pero como demócrata convencido que soy, defiendo el derecho que tienen las partes que componen España a que elijan libremente. Aunque yo piense que la conquista de la verdadera democracia no se conseguirá necesariamente con los separatismos, sin embargo, el hecho de reconocer un derecho que aumenta el grado de libertad de los seres humanos es un paso importante hacia un mundo más libre y justo. Y en mi opinión, una España compuesta de partes que decidan libremente permanecer unidas, resultaría en un Estado más unido realmente. Una unión sustentada en la libertad es una unión natural, con más futuro. El reconocimiento del derecho de autodeterminación de las partes que componen España posibilitaría, tras cierto tiempo, zanjar definitivamente el eterno debate del "Ser de España". Aunque también es cierto que existe el riesgo de que España se desuna. Pero posponer continuamente los problemas nacionalistas no es tampoco la solución, ni la posible desunión de un país es tan dramática como algunos nos quieren hacer ver.

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