- Introducción
- Características de las Revoluciones e Independencias Hispanoamericanas
- Las Revoluciones del Virreinato del Río de la Plata
Introducción
En los territorios americanos, la noticia de la abdicación de Carlos IV y de su sustitución por Fernando VII fue acogida con gran entusiasmo. Pero cuando, al cabo de algunas semanas, se supo que José Bonaparte se había convertido en el nuevo rey de España, criollos y españoles se negaron a reconocerlo y, no creyendo que los Borbones hubieran abdicado voluntariamente, proclamaron su fidelidad al rey prisionero. El problema político que se planteaba era grave y sin precedentes. De ahí las pretensiones de reinar sobre las colonias de América de la Junta Suprema (Sevilla) en nombre del rey ausente. De haberlo permitido, cualquier otra junta que se hubiese constituido en América Latina habría tenido los mimos derechos de gobernar en nombre del rey sobre los pueblos que la hubieran elegido autónomamente. Muy pronto, en nombre de la fidelidad a Fernando VII, españoles y criollos empezaron a tener roces, afirmando ambos ser leales sustentadores del rey prisionero.
El choque mas grave tuvo lugar en el Virreinato de Nueva España, donde el virrey José de Iturrigay (lugarteniente de Godoy), trato de apoyarse en el Cabildo de México, constituido principalmente por criollos, para organizar una junta que gobernase en nombre de Fernando VII. Los españoles, antes de que los criollos pudieran organizarse en defensa de Iturrigay, le hicieron prisionero en Septiembre de 1808, y lo sustituyeron por otro virrey de mayor confianza, Pedro Garibay.
En 1809, en Chuquisaca (Virreinato del Perú), los estudiantes y profesores de la universidad, acogiéndose a la autoridad de Tomas de Aquino y Francisco Suárez, depusieron a los funcionarios locales y establecieron una Junta. En La Paz, Quito y Bogotá, los cabildos locales se transformaron en Juntas que reclamaban el derecho de gobernar en nombre del rey. Pero también estos movimientos fueron frenados fácilmente ya que el ambiente era todavía inmaduro. Al año siguiente, el movimiento revolucionario que siguió a la caída de Sevilla y la constitución de la Regencia se presento una vez mas como legitimista, a pesar de tener ya matices distintos. El hecho de que representantes americanos fueran requeridos en Cádiz con los mimos derechos que los súbditos españoles trasformó la vieja relación entre el soberano y las colonias, para instaurar una política nueva entre España y estas ultimas.
El neolegitismo criollo estaba justificado por motivaciones contingentes: la tradición de lealtad entre las masas populares, que no estaban preparadas para aceptar las ideas de nacionalidad; la coyuntura internacional, la cual impedía que un movimiento abiertamente independentista encontrara apoyo en Gran Bretaña, ya comprometida en sostener a la España antinapoleónica; y el rechazo de las ideas radicales que prevalecían en las Cortes de Cádiz. Pero la legitimidad ya no significaba fidelidad al rey prisionero contra la usurpación napoleónica, sino el deseo de los criollos de convertirse en herederos legítimos del antiguo ordenamiento que los españoles estaban destruyendo, con la doble ventaja de la disolución de los vínculos coloniales y del mantenimiento del status quo político y social, modificado, sin embargo, con la clara adopción de principios caros al liberalismo y la ilustración: abolición de la esclavitud, del trabajo obligatorio de los indios y libertad de comercio entre otros. Esto llevaba, sin embargo, a una ruptura total entre los criollos y las autoridades españolas constituidas.
Características de las Revoluciones e Independencias Hispanoamericanas
Independencia de Venezuela
La independencia de Venezuela fue el movimiento revolucionario y popular desarrollado entre 1810 y 1821 para romper los lazos coloniales que existían entre ese territorio y el Imperio español. Allí, los "criollos" estaban molestos por ciertas normas que habían impuesto los españoles, tal como lo expresó más tarde Simón Bolívar en su carta de Jamaica: "… con restricciones chocantes; tales son las prohibiciones del cultivo de frutos de Europa, el estanco de las producciones que el rey monopoliza, el impedimento de las fábricas que la misma Península no posee, los privilegios exclusivos del comercio hasta de los objetos de primera necesidad; las trabas entre provincias y provincias americanas para que no se traten, entiendan, ni negocien."
Entre los factores más influyentes se suele destacar el deseo de poder de los grupos criollos que poseían el estatus social y económico pero no político, la introducción de las ideas del Enciclopedismo, la Ilustración y la declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa y el reinado de José I de España.
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