Una mujer profundamente inculta, que por su mentalidad, carácter y educación es la antítesis misma de Mario y una autentica personificación del quiero y no puedo, razón por la cual ha vivido a su lado resignada y sumisa, pero profundamente reprimida, frustrada e insatisfecha en veintitrés años de matrimonio. Periodo durante el cual, aunque ha sido incapaz de comprenderle, le ha dado cinco hijos se ha forzado, por lo menos formalmente, en cumplir los deberes de una buena esposa.
La primera parte de la historia comienza en casa de Mario y Carmen, el mismo día de su inesperado fallecimiento, durante el sueño a causa de un infarto al miocardio, con el velatorio familiar al que es sujeto el cadáver de Mario. Carmen, rodeada de sus hijos, amigos y las visitas de pésame, que acuden a expresarles sus condolencias.
La muerte de Mario —dice — se produce por asfixia social. Es decir Mario, estallo antes de tiempo. En la novela unos de los amigos, (Moyano), — Dice — "no es un muerto, es un ahogado". En esencia, el drama de la integridad moral del individuo acosado por la fuerza asfixiante y corruptora de la sociedad y por la presión ambiental de los prejuicios y convencionalismo del mundo en que vivía. Sometido a una vida íntima a una imposible convivencia conyugal con una mujer que no le comprende y que desprecia su idealismo.
Manifestaciones de dolor que allí suceden, que contrastan con la pantomima de algunos familiares que exageran sus sentimientos para captar la atención del resto. Este es el caso de la cuñada de Mario, a quien Carmen no tenía mucho aprecio, porque sospechaba que había sido amante de su marido, pero tampoco podía asegurarlo debido a la falta de comunicación que había existido entre ellos.
La segunda parte de la obra, que constituye el cuerpo central de la novela, está formada íntegramente por el largo monólogo interior de la protagonista, que pasa toda la noche en vela junto al cadáver de su esposo, rememorando la personalidad de éste y la vida en común de ambos durante su matrimonio. Carmen, toma la biblia que Mario tenía en su mesilla de noche, con los pasajes subrayados que Carmen va leyendo al azar para volver a estar sola con él y rescatar todos sus pensamientos.
Es evidente que se trata de una mujer buena y honesta, que ha sacrificado su vida entera a sus obligaciones de ama de casa y madre de familia. Una mujer reprimida e insatisfecha, en sus -aspiraciones económicas y en su deseo de figurar socialmente, que se ha mantenido siempre fiel a sus deberes de esposa, pese a la apatía sexual que le reprocha a su marido y a los frecuentes requerimientos de que ha sido objeto por su llamativa belleza física y la exuberancias de sus formas, margen de su frustración sexual y amorosa que evidentemente existe.
Menchu, que se ha casado con Mario convencida de que el no puede vivir sin ella. A esto se añade de que, Mario no es apasionado y ardiente como ella lo había imaginado. Y que en su noche de boda al no consumar su matrimonio al que ha llegado tan virgen, que no es capaz de comprender y que considera una humillación. Su frustración erótica aparentemente injustificada, le lleva a preguntarse si será una ansiosa, ella confiesa, que le ha gustado siempre excitar el deseo de otros hombres, pero sin llegar a mayores, porque, le gusta sentirse imprescindible.
No es de, extrañarse que al toparse un día por la calle con su antiguo admirador Paquito Álvarez, al que desprecio un día por ser de una familia humilde, pero que ha hecho posteriormente una gran fortuna, es evidente la atracción que Menchu, tiene por el dinero.
Mario, su marido, no ha sido capaz de comprarle el coche con el que ella soñaba desde que el italiano Galli Constantino las llevabas a todas partes a ella y a su hermana, en su Fíat descapotable. Menchu atribuye que le han amargado la vida, la mezquindad y tacañería de su marido, si no sobre todo sus ideales e intelectual progresista, siempre dispuesto arreglar el mundo, y a su falta de interés por el dinero, al que la achaca todos los males de la sociedad en que vivimos.
Menchu ha caído en el pecado del adulterio, rendida en los brazos de Paco Álvarez, en un momento por el deseo que ha despertado en ella su antiguo pretendiente. Pecado que nunca llega a cometer, pero en el que está a punto de flaquear.
En la tercera parte de la Novela, Menchu se siente culpable ante el cadáver de Mario, cuyo perdón quisiera obtener. En esta parte de la obra su hijo Mario, encuentra a su madre de rodillas, cuando ella pide perdón a su marido muerto, por lo que ha hecho. Menchu en el fondo tiene sentido de culpa, después de reprochar a su marido que no ha tenido dinero suficiente y que la ha tenido tan abandonada, termina por confesar que ha quebrantado lo único que para ella tenía un valor y merecía un respeto, "la integridad de su marido".
Conclusión
Carmen Sotillo enjuicia el idealismo de Mario Díez, hombre débil y angustiado, totalmente incapaz de enfrentar la vida real y cotidiana. Pero todos estos reproches, aspiran a ser una justificación por su caída: una justificación de sí misma.
DEFINICIONES (de algunas palabras)
1. Disección- Examen, análisis pormenorizado de algo.
2. Quijotesco- Propio o característico de Don Quijote de la Mancha o de cualquier quijote.
3. Prejuicio– Opinión previo y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.
4. Antítesis – Persona o cosa enteramente opuesta en sus condiciones a otra.
5. Integridad- Cualidad de íntegro.
6. Frustración- Acción y efecto de frustrar.
Referencias
Miguel Delibes (2007). Cinco Horas con Mario.
Novela e Introducción Enrique Turpén
Austral Narrativo (Ediciones destino s.a)
Biografía, Miguel Delibes. (2010) Historia,
Cronología De las obras.
Referencias Electrónicas
www.biografia.com/migueldelibes
Autor:
Brenda L. Velázquez
Profesor. Vázquez Rodríguez
Escuela de Estudios Profesionales
Programa Ahora
Universidad del Turabo
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