Fragmentación: patrones y mecanismos de extinción de especies (página 2)
Enviado por Jhon Jairo Ram�rez Padilla
Disminución del tamaño de la población.
Prevención o reducción de la inmigración.
Efecto de borde.
Efectos d orden superior
Inmigración de especies exóticas.
Estos seis mecanismos puedan adjudicarse a procesos que operan a dos escalas espaciales distintas: a escala de paisaje (o escala regional) y a escala local (a nivel de fragmento de hábitat).
Mecanismos a escala de paisajes
La vulnerabilidad a la fragmentación en los animales granes o en los depredadores superiores s una función de la configuración del paisaje fragmentado a escala media o grande, más que el área misma de los fragmentos individuales, debido a que el ámbito de actividad de estos organismos es normalmente mayor a la extensión del fragmento.
La vulnerabilidad de un animal a la fragmentación depende de su posición en la cadena trófica, de su área de movimiento y de la dispersión temporal y espacial y temporal de sus recursos.
Por otra parte, muchas especies pueden ocupar una gran variedad de hábitats en paisajes fragmentados, pero dependiendo de la "calidad" de cada hábitat (en términos de disponibilidad de recursos) así será su tasa de natalidad y mortalidad. En un hábitat de buena calidad, una especie puede tener una tasa de crecimiento positivo, por lo que produce un acceso de individuos, mientras que un hábitat marginal y de baja calidad, la tasa de crecimiento puede ser negativa.
Los fragmentos, en especial los de pequeño tamaño, podrían entrar en una espiral de degradación en la que la vegetación del bosque maduro va siendo reemplazada por vegetación de bosque secundaria, lo que resultaría en una disminución de la biomasa arbórea.
Mecanismos a escala de fragmento
Las especies típicas del bosque quedan aisladas y su supervivencia depende de la dinámica poblacional a nivel del fragmento.
Los mecanismos de extinción a escala de fragmento se relacionan básicamente con tres tipos de efectos:
Efectos de área
Efectos de aislamiento
Efectos de borde
Estos efectos pueden operar simultáneamente en complejas redes de interacciones.
Efectos del área:
Al quedar confinada en un fragmento, la probabilidad de persis6encia de una espacie dependerá del tamaño y la dinámica de la población; mientras más pequeña sea la población, mayor será la probabilidad de extinguirse.
El aislamiento de poblaciones de organismos como mamíferos carnívoros, aves y lagartijas, tanto en islas oceánicas como en fragmentos continentales, aumentan los riesgos de extinción en correlación relativa con el tamaño de la isla o el fragmento.
La extinción de una población pequeña puede ocurrir por factores determinísticos o estocásticos que afectan a la supervivencia y a la reproducción de los individuos. Estos factores pueden ser directos como un cambio en el clima local o en la disponibilidad de alimento y refugio; o indirecto como un cambio en la abundancia y en la dinámica de las especies competidoras.
En la zona templada se ha observado un incremento en la tasa de depredación de los nidos de aves que se encuentran en los bosques fragmentados, fenómeno que corresponde a un "efecto de borde".
En los bosques húmedos tropicales se ha observado que la tasa de depredación de los nidos es más alta en los fragmentos pequeños que en los grandes.
Efectos de aislamiento:
Una población pequeña puede ser "rescatada" de la extinción por la inmigración de individuos procedentes de otras poblaciones. La probabilidad de que una isla reciba inmigrantes depende de su tamaño y de su grado de aislamiento.
Por otra parte, el grado de aislamiento de un fragmento es también una medida relativa y se da en función de la movilidad de los organismos, de su comportamiento de dispersión y de su capacidad de utilizar las hábitats de la matriz, por lo tanto, aun cuando no exista conexión física, los organismos podrían movilizarse entre un fragmento y otro.
Efectos de borde:
Una consecuencia inevitable de la fragmentación de la reacción de bordes o transiciones abruptas entre el bosque y la matriz adyacente. La presencia del borde origina cambios en las condiciones bióticas y abióticas de sus inmediaciones (tanto hacia adentro del fragmento boscoso como en dirección del hábitat matriz), además de permitir el flujo de materia y energía a través de ella. El impacto de un efecto de borde se mide por
Su intensidad o magnitud del cambio, en una determinada variable (por ejemplo: luz, temperatura, humedad del suelo)
Su penetración, definida como la distancia máxima a la que se detecta el efecto, medida del borde hacia el "centro" del fragmento o del bosque.
Los efectos de borde pueden ser de tres clases:
Efectos abióticos: comprenden cambios en las condiciones físicas causadas por su proximidad a la matriz circundante
Efectos biológicos directos: comprenden cambios en la distribución y abundancia de especies o recursos (por ejemplo: producción de frutos) y que son causados directamente por los cambios en las condiciones ambientales cerca del borde
Efectos biológicos indirectos: comprende cambios en las interacciones entre especies, tales como depredación, competencia, dispersión de semillas o herbivoría.
Por lo general, los fragmentos de bosque tropical están rodeados de matrices de pastizales o cultivos en los que hay una mayor incidencia de radiación solar en el suelo durante el día y un enfriamiento más rápido durante la noche. Por lo tanto las variaciones diarias de temperaturas son más amplias que en el bosque, donde se mantiene un ambiente más húmedo y una temperatura más constante.
Un problema que presentan muchos estudios que tratan de cuantificar el "efecto de borde" es que suponen que todos los organismos del bosque se ven afectados negativamente por el borde y que la magnitud del efecto siempre disminuirá y aumentará en forma gradual (y monotómica). Desde el borde hacia el interior del bosque o fragmento.
Esta ausencia de efecto se debe probablemente a que
Se trataba bordes "viejos", en los que no habían diferencias pronunciadas en cuanto a las condiciones ambientales con respecto al interior
Las plantas no dependían de polinizadores y especializados.
Interacciones interespecíficas:
Además de los efectos directos sobre las especies, la fragmentación puede tener múltiples y sutiles efectos indirectos debido a las redes de interacciones interespecíficas. Estos efectos se pueden propagar a través de las rede tróficas, causando extinciones en cascada y alterando totalmente el entramado de las comunidades.
La fragmentación puede alterar procesos ecológicos, tales como la colonización, la diseminación de semillas o el reciclaje de nutrientes, las consecuencias de su alteración podrían propagarse en cascada, afectando indirectamente a muchas especies.
Algunos estudios sugieren por ejemplo, que en los bosque húmedos de tierras bajas, una alteración en las estructura de la comunidad de mamíferos herbívoros y depredadores de semillas puede modificar radicalmente los patrones de diseminación de semillas y de sobrevivencia de plántulas.
Nuevas tendencias en el estudio de la fragmentación
En la concepción clásica de los sistemas fragmentados, el paisaje estaba compuesto por dos elementos:
Los parches remanentes del hábitat original.
La matriz, que se suponía completamente hostil para los pobladores de hábitat original.
El tiempo de interacción que se dé entre los elementos del paisaje fragmentado puede afectar la diversidad y la abundancia de las especies de manera específica. La composición de los hábitats que se encuentran en la matriz, así como su heterogeneidad puede determinar el curso que siga las especies de los fragmentos de bosque.
La conectividad entre los fragmentos de hábitat es un concepto relativo ya que muchos organismos pueden desplazarse a través de la matriz aun cuando no exista un corredor que presente el mismo hábitat que los fragmentos. Este movimiento de organismos entre parches de hábitat establece u enlace entre la ecología del paisaje y las teorías de las metapoblaciones.
Una metapoblación cosiste en un conjunto de poblaciones, cada una confinada a un parche de hábitat. Los parches están aislados dispersos en una matriz que no es propiedad para mantener la población de la especie de interés, las poblaciones están lo suficientemente aisladas como para que cada una tenga su propia dinámica demográfica, pero existe un cierto grado de migración entre ellas.
A pesar de tener una historia tan corta, la teoría de las metapoblaciones se ha desarrollado vertiginosamente y se ha convertido junto con la ecología del paisaje, en el nuevo marco conceptual de la biología del sistema fragmentado, con aplicaciones reales en el manejo de especies amenazadas.
Es innegable que al fragmentar un ecosistema se van a perder especies. Es indispensable, por lo tanto preserva grandes bloques de hábitat continuos que sean representativos de los diferentes ecosistemas de interés. Sin embargo, aun la biodiversidad de las áreas protegidas más grandes se va a ver erosionada, si a estas últimas no se le concibe como parte de un contexto regional dinámico.
Bajo los conceptos de la ecología del paisaje y la teoría de las metapoblaciones el objetivo es manejar el mosaico de parches de manera que se maximice la preservación de la diversidad a escala regional.
Autor:
Jhon Jairo Ramirez Padilla
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