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Evaluacion de los procesos de educacion no formal


    El objetivo de este reporte de aprendizaje es exponer sobre los conocimientos adquiridos durante el desarrollo del curso: Evaluación de los Procesos de Educación no Formal, para ello se presentará un breve bosquejo sobre los puntos de vista de los distintos autores estudiados sobre lo que se considera es la Evaluación como una ciencia formal, pasando luego a reflexionar sobre los distintos enfoques que han permeado el concepto de Investigación Evaluativa y su desarrollo histórico.

    Se inicia el concepto de investigación evaluativa según Gredler (1996) en el año de 1932, esto a raíz del "Eight Year Study", el estudio que duró 8 años en treinta escuelas, llevado a cabo por Ralph W. Tyler, considerado el primer estudio donde se aplica una evaluación de programas, aunque Kish (2004) señala que a pesar de que existían evaluaciones simples antes de 1955, marca este año como el inicio formal de la investigación evaluativa, luego De la Orden (1985) en 1974 afirma que aparece la primera definición de Evaluación de Programas, como un proceso sistemático de recopilación de datos, análisis de la información para la toma de decisiones sobre un programa educativo.

    Michael Scriven (1994) nos introduce en un modelo transdiciplinar de la investigación evaluativa, dentro de sus seis visiones, donde el evaluador produce información para la toma de decisiones, además debe llegar a conclusiones evaluativas, dándole a la evaluación un perfil etnográfico o periodístico donde al evaluar solo informa pero no asume una posición al respecto de lo evaluado, no le da importancia a la evaluación sumativa sino más bien sobre la planificación y mejora de los programas evaluados. La evaluación con éxito es aquella que logra negociaciones grupales más que tomar las decisiones por si sola.

    Stufflebeam (1985) en cambio nos brinda una perspectiva más amplia sobre lo que el evaluador debe ejecutar dentro de su modelo de 4 dimensiones a saber: el lugar, los elementos de partida, seguir la meta fijada con anterioridad y que productos se obtienen del proceso de la investigación evaluativa.

    Bustello (1999) presenta un enfoque de la investigación evaluativa dentro del paradigma constructivista, donde la creatividad de los evaluadores es vital para alcanzar los objetivos trazados y separa los conceptos de investigación evaluativa a investigación científica sobre todo porque los trabajos finales en el campo científico van dirigidos a una comunidad académica, mientras que las investigaciones evaluativas se dirigen a la comunidad con una intención implícita de ser aplicada. La investigación evaluativa debe tener ritmos más rápidos ya que no se apega a una calendarización, como si lo hace la investigación científica.

    En el caso de Stockman (2011) la evaluación es una forma de valoración o emisión de un juicio sobre una situación estudiada o un objeto, con base en informaciones obtenidas por el evaluador, aquí se requiere de parte del investigador evaluativo que obtenga información, la procese y además tome decisiones sobre lo analizado, ya que considera al evaluador como el protagonista del proceso investigativo, es la persona idónea para tomar las decisiones, algo que no compagina mucho con los otros autores estudiados.

    Y cerrando este breve análisis tenemos a Nirenberg (2000) que nos presenta una visión de la evaluación, como investigación, ya que mejora el avance del conocimiento a partir de la sistematización de la práctica, algo en lo que la investigación científica tiene mucha práctica, la evaluación reduce además la incertidumbre en cada uno de los momentos de la acción del proceso investigativo, no queda como algo que solo sirve el final de la investigación evaluativa, con ello reconoce esfuerzos y que estos estén bien dirigidos brindando una retroalimentación continua en la implementación, esto permite el evaluador señalar desvíos, si los hubiera, para ir corrigiendo sobre la marcha los cursos de la acción.

    Entonces el evaluador no aparece como un sujeto que solo describe las situaciones, sino que además debe emitir juicios valorativos que deben ser tomados en cuenta para poder tomar decisiones inteligentes, como señalaba Escudero (2005-2006), las recomendaciones emergentes se vuelven parte importante dentro de la decisión sobre los cursos de acción y puede cambiar lo que se detecte como mejorable.

    Como afirmó Escudero (2005-2006) la investigación evaluativa nace como un tipo especial de investigación social, que viene a mejorar el desarrollo de los proyectos y programas donde se lleven a cabo estudios de mejoras para los miembros ya sea de una comunidad o de un pequeño grupo de participantes que buscan mejorar su calidad de vida, a través de un sujeto activo, comprometido y con conocimientos para poder tomar las decisiones más acertadas, que participe dentro de todo el proceso de investigación social, así será el guía que ayude a llevar a buen puerto los objetivos trazados con anterioridad.

    Si algo hemos aprendido es que entre investigación científica y la investigación evaluativa es "que ambas son modos de indagación sistemática. Esto implica que, como requisito mínimo, son actividades que se hacen de forma consciente y con un sistema, es decir, siguiendo unos pasos o aplicando algún método o forma sistemática de actuación" (Bustello, 1999, p. 1), esto coloca a ambas disciplinas muy encontradas, teniendo mucho de común y creando las bases para que la investigación evaluativa aparezca como una rama de estudio formal y que sus investigaciones sean tomadas en cuenta con toda la seriedad del caso.

    Dentro del campo de la Educación no Formal, tenemos claro según manifiesta Gómez (2004) que la evaluación debe estar asociada a una metodología que no permita dudas sobre la calidad que debe generar dentro de los procesos de intervención en el campo educativo, "el valor de la evaluación, desde la perspectiva profesional y social, no reside tanto en su rigor metodológico, como en su valor instrumental como herramienta que permite mejorar las acciones y los programas del campo socioeducativo" (Gómez, 2004, p. 2), es aquí donde la aplicación de una investigación evaluativa con calidad, desemboca en el desarrollo de procesos educativos eficientes y eficaces, que permiten alcanzar objetivos de la Licenciatura en la Administración de la Educación no Formal como: "Diseñar estrategias participativas de intervención para la gestión de actividades educativas, socioeconómicas y culturales" (Garbanzo et al, 2007, p. 36).

    Entonces si tenemos claro que "la evaluación es un instrumento importante en la mejora del trabajo de los profesionales de los servicios socioeducativos" (Gómez, 2004, p. 2), es la investigación evaluativa insertada dentro de los procesos educativos quien le da la validez sistemática a la educación no formal cuyo objetivo de estudio es "la acción educativa planeada, con una intencionalidad implícita de transformación de la realidad sociocultural, económica y laboral, individual o colectiva, que permita el mejoramiento personal y grupal de los integrantes de comunidades y organizaciones sociales" (Garbanzo et al, 2007, p. 46).

    Como somos sujetos de aprendizaje constante debemos ver la investigación evaluativa dentro de los procesos educativos "como actividad crítica de aprendizaje, porque se asume que la evaluación es aprendizaje en el sentido que por ella adquirimos conocimiento" (Álvarez, 2001, p. 2), aprendizaje que luego traducimos en acciones inteligentes, en conjunto con los participantes de los programas evaluados. "La evaluación constituye una oportunidad excelente para que quienes aprenden pongan en práctica sus conocimientos y se sientan en la necesidad de defender sus ideas, sus razones, sus saberes" (Álvarez, 2001, p. 3).

    Por último está la disyuntiva de cuál métodología utilizar para llevar a cabo una evaluación eficiente y podemos concluir que "la elección del método de investigación debe depender también, al menos en parte, de las exigencias de la situación de investigación de que se trate" (Cook & Reichardt, 2005, p.12), de ahí la creatividad que debe tener el evaluador para adaptarse a las distintas situaciones donde deberá llevar a acabo su labor.

    Con esto finalizo el presente reporte de aprendizaje del curso en cuestión, agradeciéndole a la profesora y los compañeros por los conocimientos que hemos compartido en clases.

    Referencias bibliográficas

    Álvarez, M. J. (2001). Evaluar para conocer, examinar para excluir. Madrid: Editorial Morata.

    Bustello, M. (1999). Diferencias entre evaluación e investigación: una distinción necesaria para la identidad de la evaluación de programas. Revista española de desarrollo y cooperación, 4, 9-26. Recuperado el 19 de Abril de 2014, de http://www.etpcba.com.ar/documentos/sitios/evaluacion_intitucional/3_evaluac_invest.pdf

    Cook, T. D., & Reichardt, C. S. (2005). Métodos Cualitativos y Cuantitativos en Investigación Evaluativa. Madrid: Ediciones Morata.

    De la Orden, A. (1985). Investigación evaluativa. Madrid, España: Anaya.

    Escudero, E. T. (2005-2006). CLAVES IDENTIFICATIVAS DE LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA: ANÁLISIS DESDE LA PRÁCTICA. Contextos educativos: Revista de educación, 8-9, 179-200. Recuperado el 19 de Abril de 2014, de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2091397

    Garbanzo, V. G., Sequeira, R. L., Solís, R. A., Sofía, Z. E., Luján, F. M., & Salas, M. F. (Julio de 2007). Propuesta de Modificación Integral del Plan de Estudios de la Licenciatura en Ciencias de la Educación con énfasis en Administración de la Educación no Formal. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, San José, Costa Rica: Escuela de Administración Educativa.

    Gómez, S. M. (2004). Evaluar para mejorar y transformar. Educación social y evaluación: Consideraciones generales y características específicas. (U. d. Barcelona, Ed.) I Foro de Educación Social de Castilla La Mancha: La Educación Social al servicio de la ciudadanía., 1-18. Recuperado el 20 de Abril de 2014

    Gredler, M. E. (1996). Program Evaluation. Ann Arbor, Michigan, United States of America: Merrill.

    Kish, L. (1958). Statistical Design for Research (Vol. 10). Hoboken, New Jersey, United States of America: John Wiley & Sons, INC. PUBLICATION.

    Stockmann, R. (2011). Manual de Evaluación: Una guía práctica de procedimientos (Vol. 1). San Pedro, San José, Costa Rica: Editorial Costa Rica.

    Stufflebeam, D. L., McCormick, C. H., Brinkerhoff, R. O., & Nelson, C. O. (1985). Conducting Educational Needs Assessments (Vol. 10). Boston, Massachussets, United States of America: Kluwer Nijhoff. Recuperado el 19 de Abril de 2014, de http://download.springer.com/static/pdf/174/bfm%253A978-94-011-7807-5%252F1.pdf?auth66=1398119842_3601e245e16c533d86fced29941f91ca&ext=.pdf

    Tyler, R. W., Gagne´, R. M., & Scriven, M. (1967). Perspectives of curriculum evaluation. Chicago: Rand McNally.

     

     

    Autor:

    Marco Antonio Cubillo Murray

    UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

    FACULTAD DE EDUCACIÓN

    ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

    Reporte de Aprendizaje 1: Evolución de la Investigación Evaluativa

    Profesora: Silvia Camacho Calvo