Descargar

Consideraciones esenciales para el desarrollo del hábito de lectura en los escolares primarios


Partes: 1, 2

    1. Desarrollo
    2. Conclusiones
    3. Bibliografía

    Una reflexión para maestros y bibliotecarios

    Introducción

    Cuba está a la vanguardia de la educación en América Latina y el Caribe y se plantea nuevos retos en la necesidad de enriquecer la formación del hombre; para ello los educadores, las instituciones educativas y culturales deben, desde las edades cada vez más tempranas, trabajar por alcanzar el desarrollo integral de niñas y niños.

    Precisamente, el Modelo de Educación Primaria aspira al logro de un niño que se vaya formando, dentro del proceso docente y en toda su actividad social, donde el aprendizaje desempeña un rol de primer orden por ser "el proceso de apropiación por el niño de la cultura, bajo condiciones de orientación e interacción social (…) cada niño hará suya esa cultura, en un proceso activo, reflexivo, regulado, mediante el cual, en colaboración con el otro, aprende de forma gradual acerca de los objetos, los procedimientos, las formas de actuar, de pensar, del contexto histórico social en el que se desarrolla y, de cuyo proceso dependerá su propio desarrollo, ya que de acuerdo a su rol protagónico produce y reproduce los conocimientos".[1]

    En este sentido, todos los esfuerzos realizados  llevan  implícito el propósito de que la escuela primaria contribuya a la formación integral de la personalidad del escolar, fomentando desde los primeros grados la interiorización de conocimientos y orientaciones valorativas que reflejen gradualmente en sus sentimientos, formas de pensar y comportamientos, acorde con el sistema de la  sociedad cubana, con una actuación activa, reflexiva, creadora, flexible e independiente, al decir de Martí, es prepararlo para la vida.

    Esta gran aspiración -de preparar al hombre nuevo para la vida- inicia en la escuela primaria con el aprendizaje de la lectura y escritura por los escolares primarios, a través del cual comienzan a comprender el pensamiento ajeno escrito o hablado y expresar sus propias ideas con claridad mediante el texto o el lenguaje oral.

    De ahí que, este trabajo tiene la intención de compartir algunas consideraciones esenciales para el desarrollo del hábito de lectura en los escolares primarios, que propiciará la reflexión entre los maestros y bibliotecarios.

    Desarrollo

    Una mirada a lo mejor de la tradición pedagógica cubana legada por personalidades de relevancia intelectual y prestigiosos maestros como F. Varela, J. de la Luz y Caballero, J. Martí, A. Aguayo, C. Henríquez Ureña, R. Ferrer, D. García Pers, entre otros, se pronuncian por una enseñanza, en general, y de la lectura, en particular, amenas y creadoras; de tal manera, que el escolar no las considere actividades figurativas, agobiantes y puramente académicas, y que ésta llegue a convertirse en un hábito necesario y plancetero.

    Los distintos modelos de aprendizaje de la lectura han estado influenciados por las teorías psicológicas y muchos de esos modelos se centran en el aprendizaje del código escrito, mientras otros, hacen énfasis en el significado, o sea, en la comprensión.

    Para algunos, la lectura se adquiere de forma natural y basta con enfrentar a las niñas y a los niños con el material escrito para que sepan leer, al igual que adquirieron el lenguaje oral.

    En la práctica escolar, predomina la idea de que se sabe leer cuando se ha adquirido el código escrito, se respetan las pausas y se lee con la entonación adecuada, incluso hay quienes piensan que porque se lo enseñaron en la primaria. No se tiene en cuenta que el aprendizaje de la comprensión lectora no termina nunca.[2]

    La lectura ha sido un concepto visto desde diferentes aristas y por diferentes y reconocidos investigadores internacionales.

    Según Martínez, C. (2007), "leer es una actividad completa. Es tal vez el recurso cognitivo por naturaleza, que nos permite conocer, imaginar, soñar, responder etc. a diversos aspectos o circunstancias que vamos viviendo en nuestro devenir por la vida."[3]

    • Cassany (1994): Leer es comprender.

    • Escarpit (1970): El acto de leer no es un simple acto de conocimiento. Es una experiencia en la que se empeña todo el ser vivo, tanto en sus aspectos individuales como colectivos.

    • Saramona (1983): Leer es algo más que descifrar el significado de las palabras. Es una experiencia social que implica al autor y al lector.

    • Lozano (1996): Leer es reconocer con la vista lo que está escrito en el papel con el fin de comprenderlo y asimilarlo.

    • Solé (1992): Leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto.

    • Henríquez Ureña (1975): Saber leer es interpretar la palabra.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente