"Y que no está lejano el día en que su poesía y ella misma, con todo lo que en ella hay de alegre y de fuerte, de inteligente y de humano, transite entre las manos del pueblo con cintas de colores y cuentas de música". Pedro Mir (1)
Descubrir a Carmen Natalia a través de su poesía es encontrarnos con una mujer de excepción, valiente, luchadora, feminista, política amante de la vida, la libertad y los sueños.
En abril, además de la primavera celebramos el nacimiento de esta insigne mujer dominicana, bella flor que sufrió el aislamiento social de una sociedad cuyas libertades estaban secuestradas por el tirano, teniendo que exiliarse en Puerto Rico.
La poesía de Carmen Natalia está llena de dolor y llanto, de angustias y soledades, mujer fuera de época, auténtica, valiente que supo renunciar a la vida tranquila y fácil del hogar que era el destino natural de las mujeres de ésa época. Mujer política de verdad, viajó y conoció otras culturas, abanderada de los derechos civiles y políticos de tod@s l@s ciudadan@s del mundo.
Fue coherente a sus principios y en sus versos aflora la nostalgia, el hastío por el hecho de vivir en una sociedad donde se negaba el derecho a la disensión, a la palabra, a los más elementales derechos humanos. Elevó su canto para glorificar a l@s valientes dominican@s que enfrentaron al régimen de Trujillo, en su "Elegía a los mártires de Constanza, Maimón y Estero Hondo", "Oda heroica a las Mirabal", su "Poema recóndito para un Mártir de la Libertad", dedicado al recuerdo de Salvador Reyes Sánchez, caído en la Jornada de Luperòn de 1949 y otros más, denunciando la miseria y la opresión del momento. Carmen Natalia Martínez Bonilla nació en San Pedro de Macorís, cuna también del eximio poeta Don Pedro Mir, el 19 de abril del 1917, nació con la intervención de Estados Unidos, era hija de Andrés Martínez Aybar y Carmen Julia Bonilla Atiles. Estudió en la Escuela Salomè Ureña. Autodidacta, realizó algunos cursos en la Universidad de Santo Domingo, como se llamaba entonces la actual UASD. Escribió novelas, fue una periodista comprometida, rebelde, siempre a favor de la vida, la libertad y la justicia. En 1946, expulsaron a su hermano Andrés del Colegio La Salle por pertenecer a la Juventud Democrática, lo cual la indigna haciendo manifiesta su rabia en una carta que le envía al Director del Colegio donde le dice: "Ninguna persona decente… puede permanecer indiferente a tanta abyecciòn, a tanta maldad", en franca alusión al régimen opresivo y totalitario de Trujillo.
"Pobre Pueblo Dominicano, olvidado de todos, hasta de los que se dicen Ministros de Dios y predican en su nombre la igualdad y el amor entre los hombres" "El mejor amor a Dios no es el que se predica, sino el que se vive intima y profundamente, y se traduce siempre en actos de justicia". "Es preferible que abandone la escuela, antes que renunciar a los principios de dignidad que valen mucho más que toda la erudición del mundo". En su permanencia en Puerto Rico exiliada desde 1950, se dedica a trabajar a favor de la educación y difundiendo materiales diversos sobre seguridad industrial, fue redactora de Exilio e Inter-Club , así como directora de la revista Ventanas.
Después de la caída del régimen trujillista, fue nombrada Embajadora Alterna en las Naciones Unidas (1962) y luego Representante Alterna en el Consejo de la OEA (1964). Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la OEA en 1962. Luego Delegada de la República Dominicana en la Junta Directiva de UNICEF en 1963. Virgilio Díaz Grullòn, nos cuenta que "Carmen Natalia era la inspiración y el alma presente de la Juventud Democrática Dominicana (organización juvenil anti-trujillista surgida a mediados de 1940).
"Ella era el centro de todo, ofreciendo su entusiasmo, su inagotable capacidad de trabajo y su fe en el futuro democrático del país.
Su casa … era la sede de la organización y el hogar común de todos cuantos en esa época luchaban contra la tiranía" (2) Mariano Lebròn Saviñòn, nos dice de Carmen Natalia que "era de una poesía ágil y femenina, de alta categoría, que nada debe a Juana Ibarborou, Delmira Agustín o Gabriela Mistral y se yergue a la misma altura que ellas.
Su poesía .. es un lirismo que brota fresco, como agua de hontana, de la misma fuente de su corazón" (3).
Baeza Flores nos dice que "su poesía nada de rebuscamiento, eliminación de barroquismos y elementos usados por los románticos de fiebre y descontrol ardiente al exterior…La ternura y la vocación subterránea de una expresión que busca los medios más simples y sonrientes para expresar su desesperación íntima y su soledad" (4) En el poema "Llanto sin término por el hijo nunca llegado" sentimos su "llanto" profundo al no tener descendencia.
En la tiranía trujillista se estimulaba a la maternidad y se consideraba que las mujeres debían tener muchos hijos, el mismo "jefe" como se le decía a Trujillo apadrinaba y se le otorgaban premios a las mujeres más prolíficas de la época. Con este poema se le otorga el Primer Premio del Festival de Navidad del Ateneo Puertorriqueño en 1959.
"Te invoque desde el fondo del abismo
te llamé, desesperadamente…
y te lloré, con el llanto más amargo y recóndito
que jamás ha llorado ojo humano en el mundo".
Respondiendo al tradicional sentimiento femenino de culpa y autoestima débil, dice:
"Culpa fue de mi egoísmo. Mi egoísmo
Quería respirar un aire puro
más allá del lejano horizonte inalcanzable". "Quería ver el mar. Quería ver los puertos
llenos de sol y espaldas verticales
cargando fardos junto a la sonrisa".
Perdóname, hijo mío…
Tú, que hubieras sido mi resarcimiento y mi equilibrio"
Sus ansías de libertad están presentes en casi todos sus poemas: "Quería ver las muchedumbres
que van y vienen, con las manos libres
y los pies desenraizados, sueltos". "Quería jugar con niños que no temblaran de pavor
ante la sombra repentina de un uniforme sobre el suelo
quería jugar con niños que supieran reír
sin taparse la boca con angustia".
El "Poema de la Eternidad Cansada", se siente el rechazo a la hipocresía social, al peso de los convencionalismos, y ella lo plasma así:
"Mi vida es algo así como un vestido ajeno
que me hubieran prestado
sin consultarme antes si me gustaba o no
Como un vestido ajeno
que yo debo llevar aunque esté ajado, roto, anticuado o desteñido
Y este ajeno vestido parece que está hecho de un material tan burdo
que me pesa, y me estorba, y me deprime
A veces, yo he querido restaurarlo como un traje vulgar,
Zurcir sus rasgaduras, y hasta variar la moda
que ya resulta antigua
Pero este infeliz vestido
no es ni siquiera mío".
La angustia y la soledad, el cansancio de una vida difícil cuando se tiene conciencia del peso de la opresión se encuentra en casi toda su obra poética:
"Mi corazón nació para estar solo
la sombra de no sé que vieja pena
de una lejana angustia
tan honda como extraña" (p. 187) "Aquí estoy de regreso, muy triste y cansada
Aquí estoy de regreso, con mis viejas nostalgias,
con los mismos ensueños de antes, con idénticas ansias… (p.65). "Desde el hondo de unos ojos luminosos
me miran dos pupilas angustiadas: Es mi propio dolor el que se esconde
tras la serenidad de tu mirada" (p.67). "Deja que descanse… Traigo tal fatiga!…
Me hirieron las zarzas y azótome el viento
Pero ya hablaremos… Deja que descanse" (p.60). "Siento aquí en el alma una angustia inmensa…
Tal vez sea el recuerdo de mi amargo viaje..
Sentí tanto frío! Lloré con tal pena!…
Pero ya hablaremos… deja que descanse…(p.60). "Qué loco es este pobre corazón que en mi anida!
No detendrá su ritmo la angustia de esta herida
que déjome el vivir" (p.61)
Algunas de sus obras son: · Alma Adentro (Poesía, 1939) · Teatro infantil : "Adaptaciones de la Cenicienta y la Bella Durmiente" (1950);
El milagro de la Epifanía" (para ser representada por niños ciegos, 1953),
"Estampas de la vida de Maria" (para ser representada por niños sordomudos, 1954); "Ha caído un anillo al mar";
"El retorno de la reina Mab" y otras.
· Luna Gitana (obra de teatro, apareció en Cuadernos Dominicanos de Cultura) · Novelas : La Victoria y Cristóbal
Bibliografía consultada: 1. Mir. Pedro. – "Prólogo altamente confidencial". En: Martínez Bonilla, Carmen Natalia. – Poesías: obra poética completa; 1939-1976. – Santiago de los Caballeros : UCMM, 1981. p. 18.
2. Díaz Grullón, Virgilio. – Antinostalgia de una Era.-4. ed. – Santo Domingo : Corripio, 1993. pp. 59-61.
3. Lebrón Saviñòn, Mariano. – "Carmen Natalia en mis recuerdos". – AMBAR 7 (6/7) ; 3, nov., 91-abr. 1992.
4. Baeza Flores, Alberto. – La poesía dominicana en el siglo XX. – Santo Domingo : UCMM, 1976. P. 66.
5. Martínez Bonilla, Carmen Natalia. – Poesías : obra poética completa: 1939-1976. – Santiago de los Caballeros: UCMM, 1981.
Rosina Anglada