- Un arrepentimiento previo, creer en el Evangelio y ser bautizado.
- Para entrar al Reino de Dios primero debemos entrar al Reino de los Cielos
- Perderemos el privilegio de estar en el Reino de Dios si no damos frutos
- El Evangelio es poder de Dios
- Nuestra actitud tiene que ser totalmente infantil para entrar al Reino
- Dos cosas encomendó Jesús a los discípulos
- A qué es semejante el Reino de Dios y con que lo podemos comparar?
- Predicando el Reino de Dios
- Advertencia
El reino de Dios en contraposición al reino de este mundo, es la condición óptima en la cual el ser humano puede habitar disfrutando de toda clase de bendición espiritual y bajo la protección efectiva de Dios. Si nosotros encontramos el reino de Dios, en donde El es el Rey por supuesto, entonces tenemos todas las cosas que deseamos. Mateo 6:33 "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
El reino de los cielos es una condición espiritual en el hombre, pero el reino de Dios es nuestra relación con Dios en base a la fe. Entiendase "reino" como el dominio, ejemplo: el reino de este mundo, el reino de los cielos, el reino de Dios. Primero es el reino de este mundo, luego el reino de los cielos y después es el reino de Dios. No podemos entrar al reino de Dios sin estar en el reino de los cielos. El reino de este mundo es equivalente al atrio en el tabernáculo o templo, el reino celestial es el lugar santo y el reino de Dios es el lugar santísimo. El reino de Dios está expuesto en el Libro de Génesis como "El Jardín del Edén". Dios puso un manto de separación entre el lugar santo y el lugar santísimo, conocido en Génesis como una espada de fuego revolvente, algo similar a lo que hoy podríamos denominar "una cortina de fuego" impenetrable. Esa cortina no permitió a Adán y Eva que regresaran al reino de Dios debido a su pecado, a causa del pecado el hombre perdió la vida eterna y por eso fue expulsado del reino de Dios. El alimento que Adán debió haber consumido era proveniente del Árbol de Vida pero desafortunadamente consumió fruto de muerte del árbol prohibido, por eso el hombre tiene asignado un limite de años en su vida y perdió lo mas valioso que Dios le había otorgado, la posibilidad de tener la vida eterna.
Dios mantiene vigente una ley que dice "La paga del pecado es la muerte" Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Aquel árbol de vida en el Edén, o sea en el reino de Dios, es Jesucristo mismo. Dios siendo amor, amó al mundo a pesar del pecado y para hacerlo acepto en el amado, entregó su hijo para que muriera y el mundo fuese salvo. (Juan 3:23) Hoy en día, por medio de la muerte de Jesucristo, esa división o pared divisoria ya no existe, el manto fue roto en el mismo instante que Jesús murió en la cruz y ahora todos somos invitados a entrar al cielo de Dios. Pasar del atrio al lugar santo solo es por medio de la puerta que es Jesús. La muralla de separación entre el mundo y el cielo siempre existe pero ahora hay una puerta de entrada abierta la cual es Jesucristo quien nos invita a entrar y disfrutar de las maravillosas riquezas del Señor.
Al entrar al cielo debemos ir vestidos de Cristo (haber sido bautizados en su nombre) y haber dejado atrás las vestiduras carnales del hombre viejo. Juan 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo;
Un arrepentimiento previo, creer en el Evangelio y ser bautizado. Marcos 1:15: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Este arrepentimiento es a consecuencia de haberse saciado del pecado, de estar cansado y cargado de las cosas de este mundo, de estar herido a causa de las inclemencias que representan mantenerse en el mundo de pecado, de haber reconocido el erróneo camino que seguíamos y considerar que allá al otro lado, a la inversa, esta el reino de Dios esperándonos y en donde habrá fiesta por nuestro arrepentimiento. Esto es haber creído en el Evangelio, o sea las buenas nuevas de salvación. Marcos 16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Para entrar al reino de Dios primero debemos entrar al reino de los cielos
El Apóstol Pedro recibió las instrucciones y el permiso de "abrir" el reino de los cielos, así que él fue el primero en ingresar. (Ver Mateo 16:19) "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" dándole a entender que lo que haga en su vida terrenal será hecho en su vida espiritual o celestial y viceversa, no hay separación, es una misma vida, una misma relación, esta unido lo carnal con lo espiritual. Esta en Cristo. Ha abandonado Egipto, ha pasado por el desierto y está en la ribera del río esperando ser trasladado a la tierra prometida. No hay manera de pasar del atrio al lugar santísimo sino es por el lugar santo, primero debemos santificarnos en Cristo, la línea divisoria del atrio al lugar santo es la cruz (altar) del sacrificio.
La mejor manera de comprobar si estamos en el reino de Dios es echando fuera demonios En el reino de Dios no hay cabida a los demonios, no hay lugar al pecado ni a Satanás. Mateo 12:28 "Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios." Los demonios deben quedar en Egipto, en el atrio, en la carne, y nosotros debemos entrar por la puerta que es Jesucristo, ser muertos en el pecado por el bautismo y entrar al lugar santo que es el alma para ser llevados por nuestro Sumo Sacerdote que es Jesucristo al cielo, al lugar santísimo, a la tierra prometida.
Jesucristo es el árbol de la vida en el Jardín del Edén, El es la vida eterna. El nos invita a entrar al reino de Dios comiendo de El esa vida eterna, el hombre en su estado natural no puede entrar a causa del pecado pero Cristo por la muerte en la cruz nos hace candidatos a entrar si le comemos a el y bebemos su sangre. La entrada nuestra al reino de Dios es en base espiritual únicamente y por eso no podemos entrar si existen obstáculos, reacuérdese el camino recorrido, hemos pasado de muerte a vida, de las tinieblas a la luz, de lo carnal a lo espiritual.
Todos los aspectos carnales permanecen en Egipto o en la carne, y ellos serán un obstáculo para entrar al reino de Dios. He aquí la descripción de algunos obstáculos:
Mateo 19:24 "Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios." No es que los ricos no puedan ingresar, es su liga a las riquezas que les impide entrar. Jesús calificaba de difícil, no imposible pero si difícil para los ricos entrar al reino. "No os hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen y en donde ladrones minan y hurtan. Sino haceos tesoros en el cielo..Mateo 6:19
Y es que las riquezas vuelven duro el corazón de los hombres. Por eso Jesús decía que el reino de Dios era para los pobres, no dijo para los que no tienen sino para los que no están confiando en las riquezas. Lucas 6:20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Así como es tan difícil que los ricos abandonen las riquezas, así es de difícil que entren al reino de Dios. Creer en la Palabra es más importante que sentirse libre de pecados Jesús explica que los publícanos y las rameras si creyeron en la predica de Juan y no así los fariseos y los escribas y les dice lo siguiente: " De cierto os digo, que los publícanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios." Mateo 21:31
Perderemos el privilegio de estar en el reino de Dios si no damos frutos No podemos disfrutar del reino a larga distancia ni heredarlo. Las riquezas del reino están reservadas para los que moran en el reino y no para los extraños. "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él." Mateo 21:43 Nuestra misión en el reino es dar frutos. Juan 15 nos explica este asunto de dar frutos, Jesús es la Vid verdadera y nosotros somos las ramas que debemos dar frutos, las ramas que no den fruto seran cortadas y echadas al fuego. Pero ¿Cuál es ese fruto que debemos dar? Adán recibió un mandato: "Fructificad y multiplicaos" y "Llenad la tierra". La Tierra prometida que es el cielo, debe ser llena de seres espirituales, nosotros debemos engendrar hijos no solo en el plano carnal sino en el espiritual para que no seamos cortados y echados al fuego. No necesariamente debemos tener hijos carnales, es mas importante tenerlos en el espíritu. El Señor Jesús no tuvo hijos carnales y tampoco el Apóstol Pablo sin embargo ellos engendraron hijos en el espíritu.
Los misterios del reino solo deben conocerlos los que creen, los que están adentro, santificados en Cristo Jesús "Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo vean y no perciban. Y oyendo oigan y no entiendan, para que no se conviertan y les sean perdonados los pecados". Marcos 4:11 El Evangelio es poder de Dios
Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; Al igual que una semilla en la tierra comienza a germinar y a formar un tallo que luego crece y llega a dar fruto, así es la palabra en el corazón de un creyente con fe que sin darse cuenta esa palabra crece, se fortalece y da fruto Marcos 4:26. El reino de Dios es el lugar santísimo, no hay cabida para la contaminación ni la inmundicia, ningún miembro que no sea del cuerpo de Cristo y ningún miembro de nuestro cuerpo humano que sea pecaminoso pueden entrar en el.
Marcos 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,
Nuestra actitud tiene que ser totalmente infantil para entrar al reino Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. Marcos 10:14 Tomemos el termino niño no como un menor de edad sino a las personas actuando como si fueran niños, con un corazón inocente, libres de perjuicios y de temores, libres de soberbia y de odio, confiando y dependiendo siempre de un padre (celestial). De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Marcos 10:15 Cumpliendo los mandamientos de Dios que se resumen en dos: Amaras a Dios sobre todas las cosas y amaras a tu prójimo como a ti mismo, se esta cerca del reino de Dios. Marcos 12: 28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios.
Dos cosas encomendó Jesús a los discípulos Lucas 9:2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. Lucas 9:11Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados. Lucas 10:9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. No nos ocupemos de cosas materiales que no tienen importancia y que han pasado Lucas 9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Lucas 9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
A qué es semejante el reino de Dios y con que lo podemos comparar? Lucas 13: 6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. 7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? 8 Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. 9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
Explicando esta parábola, podemos entender que en el reino de Dios estamos para producir frutos tal como lo vimos en Juan 15 con la Vid verdadera. El que no da frutos es cortado y echado al fuego. Este es el Evangelio de Dios, la palabra es la semilla que debemos sembrar y los frutos son los hijos que vamos a engendrar. No perdamos la oportunidad de entrar, después será ya tarde Nuestra misión es para cumplirla aquí y ahora, no hay tiempo para perder, comencemos a actuar, primero salgamos del pecado, santifiquémonos en Cristo, entremos al reino de Dios, el reino de Dios esta aquí ahora y en este lugar. Lucas 13:28" Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos".
Nuestra comida en el reino de Dios.
Dios había puesto frente a Adán el árbol de la vida para que comiese de el y viviera eternamente, nosotros ahora que estamos en el reino de Dios comemos el pan del cielo, el pan verdadero, a Cristo Jesús Lucas 14:15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.
La sombra en el Judaísmo Todo lo que hemos visto y oído en el pasado terminó con la prédica y el bautismo de Juan, todo lo demás es cosa nueva. Lucas 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Cuando vendrá el Reino de Dios? Muchos predicadores y escritores de temas bíblicos han insistido en que el Reino de Dios vendrá cuando Jesús venga por segunda vez y en esa forma le han quitado el gozo de la gente y no los han dejado entrar y disfrutar del reino de Dios. Jesús al ser interrogado con ese tema les dijo lo siguiente: Lucas 17:20 Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros. Conociendo sus misterios No os preocupéis por vuestras pertenencias, luego las tendrás y mejores Lucas 18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. 29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna. Como nos damos cuenta que esta cerca? Cuando la palabra de Dios sembrada en tu corazón y comienza a dar frutos, es que el reino de Dios esta cerca. Lucas 21:29-33 También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.. Es necesario nacer de nuevo No es en nuestra vida carnal que veremos el reino de Dios sino en nuestra vida espiritual, se hace necesario que volvamos a nacer pero esta vez como Hijos de Dios. Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Este nuevo nacimiento es por medio de hacer morir nuestra vida en la carne por medio del bautismo (agua y Espíritu) Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Predicando el Reino de Dios Al igual que Felipe nosotros estamos llamados a predicar el Evangelio del Reino de Dios y entonces veremos a la gente bautizándose Hechos 8:12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
En nuestras reuniones con gentiles debemos hablarles del reino de Dios Hechos 19:8 Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Debemos estar preparados con animo sabiendo que vamos a pasar por muchas tribulaciones y persuadiéndoles acerca del reino.
Hechos 14:22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Hechos 28:23 Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Hechos 28:31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento. El Reino de Dios no es cosa de fiestas, sino gozo, paz y sobre todo Poder Romanos 14:17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 1 Corintios 4:20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.
Advertencia No estéis tan confiados, las cosas de Dios son santas, por lo tanto hay ciertas condiciones que debemos observar. 1 Corintios 6:8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Siempre hay una oportunidad en Cristo, veamos este otro aviso: 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Nuestra naturaleza pecaminosa, nuestra carne, no pueden heredar el reino de Dios, por eso dijimos que desde el atrio tenemos un camino que es el sacrificio de nuestra carne pecadora que nos conduce a la santificación en Cristo Jesús.
1 Corintios 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. El libro de Gálatas 5 nos amplia este aviso: Manifiestas son las obras de la carne: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. El carácter del cristiano es producido por el espíritu y no por obras del creyente
Galatas 5: 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros
Mensaje de Victor Castro Chinchilla. Enero 2003
Victor Manuel Castro Chinchilla