Luego del descalabro electoral, todas las sospechas presentadas en "quienes son los culpables", sobre el desenlace neofascista que representaba Martinelli, nuevo presidente electo, se han ido confirmando. Realidad esta que introduce nuevos elementos de análisis y de tareas que nutren aun más este libro.
Para enfrentar una fuerza fascista en acción, no es posible derrotarla con los módulos acostumbrados, hasta ahora, de funcionamiento partidario. Si bien es cierto, que el PRD es la organización más evolucionada que hay en el país, también es cierto que dicha funcionalidad estructural no actúa sino en épocas electorales. Se ha convertido en un partido electorero, por lo que además de todo, se aleja de las masas trabajadoras; perdiendo el contacto directo con las bases que fueron determinantes en los resultados de la revolución democrática liderizada por Omar. Lo que indica que al enceitarse la estructura en los periodos claves, renace la fe popular de la posibilidad del tan anhelado bienestar, ejemplarizado en aquella gloriosa época, por lo que logra, el PRD, fortalecer su expectativa de triunfo.
Para derrotar una fuerza fascista en crecimiento, esta fórmula no funciona. Se requiere de una estructura que actúe permanentemente, utilizando todos los métodos de lucha disponibles. Ellos no respetan leyes ni acuerdos y son producto de la desesperación del sector más atrasado, más reaccionario, de las clases que controlan la economía, que ven asustadas, la evolución de los procesos sociales encaminadas a liquidar sus faraónicos privilegios; saben que el único camino de evitarlo, no es adaptarse a la nueva realidad y progresar juntos, en una sociedad de justicia, sino luchando hasta sus últimas consecuencias, no importando cuánta sangre se derrame; aunque el rojo río que provocarán, esté incluida la suya.
Hitler estuvo más de 10 años en el poder y sumió al mundo y a su pueblo al más feroz derramamiento de sangre habido en la humanidad en toda su historia. Pinochet en Chile y Franco en España, estuvieron en un poder arbitrario y plagado de miles y millones de muertos y exiliados por tantos años, que hubo que esperar su incapacidad física en uno y el deceso en el otro, para que la luz de la democracia encontrara una ventana por donde iluminar a la sociedad.
A partir de esta realidad es que produjimos unos artículos analizando los problemas políticos que determinan el nuevo panorama que aparecen en el capítulo IV. Siendo el último capítulo dos artículos escrito en el 2008, que en su sencillez esconde un profundo análisis, no hecho hasta entonces, sobre las características de esta época.
Pretendemos como objetivo final, sepultar a "El Príncipe" como resumen ligero de política profunda. La época moderna exige un nuevo manual popular cónsono con los problemas actuales en el devenir de la lucha por el poder.
Panamá, 9 de enero de 2012.
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