- Viaje a las raíces
- Tras las huellas de la historia
- Nombre de río lleva el mensuario
- Tocar el cielo con las manos
Nombre de río lleva el mensuario. Y como río que nace de tierra fértil y la surca hasta mar del Sur, ha de extender sus venas entre valles y lomeríos para cantar, en lenguaje fresco y hermoso, todo lo que encuentra a su paso, para que se lea y vea de manera cristalina y ágil, para que dé bríos y deseos de hacer, para que despierte y disponga al trabajo.
Con ese objetivo nacía, el 23 de diciembre de 1995, el suplemento Arimao, editado por el periódico Vanguardia y destino al llamado plan Turquino de la central provincia de Villa Clara, ubicado en el municipio de Manicaragua.
Hoy tiene once años y, como niño que ya echó a andar desde tierra fértil hasta mar del Sur, extiende sus venas entre valles y lomeríos, para divulgar el quehacer de lo serranos de las montañas del Escambray en todas las esferas de la vida política, económica, social y cultural.
Sus páginas reflejan el esfuerzo del campesino en el surco, el caficultor en su tarea para obtener el café, el arriero en el traslado del aromático grano, el recolector con su cesta a la cintura, el veguero en su lucha por lograr una buena hoja de tabaco, el torcedor que provee a los fumadores el puro torcido, los hombres y mujeres de las granjas estatales y cooperativas en el fomento de las nuevas plantaciones, los ganadores en su febril actividad por cumplir sus planes productivos…
Constituye, sin proponérselo, una continuidad de la larga labor informativa de este territorio.
VIAJE A LAS RAÍCES
Este legado histórico se remonta a 1930, cuando se creó el primer órgano de prensa manicaraguense: El Amanecer, del cual no se ha localizado ningún ejemplar, pero en La Voz de Arimao, del 12 de septiembre de 1956, en su editorial "Nuestro saludo", se puede ver una reseña, única muestra de existencia: "…Desde el año 1930, cuando comenzamos con un pequeño periódico, El Amanecer, hasta el presente, hemos luchado con la apatía y la incomprensión para sostener un periódico local…"
Al parecer fue de vida efímera.
Antonio Hernández Machado (Machadito), un talabartero del municipio de Encrucijada, al norte de la provincia, y radicando en la zona, fue el principal impulsor de la creación de un quincenario, el 11 de septiembre de 1937, nombrado Rumbos, que se imprimía en los talleres tipográficos de la municipalidad de Cumanayagua.
Proclamaba ser "defensor de los intereses colectivos y vehículo propulsor de la sabiduría popular". Debido a problemas monetarios este dejó de existir en enero de 1938 y reaparece en noviembre de ese año: "…Un lindo día en el otoño pasado cuando la fértil campiña cubana reverdecía y la rica flora se poblaba de hojas, cuando el trinar de aves empezaba a anunciar la primavera alegre y florida, aparece en nuestro pueblo Rumbos…"
Así describe Hernández Machado su resurgimiento, "luego de nueve meses de angustioso peregrinar por las regiones del silencio y del olvido…"
El poco respaldo financiero, la lejanía con la casa editora y el desinterés por parte de quienes lo recibían, trajo consigo su desapareció definitiva a finales del 38: "Pues el pueblo, en un desdeñoso gesto de indiferencia, no secundó tan noble iniciativa y Rumbos, que así se llama el periódico, pereció de inanición a poco de haber visto la luz…"
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