Relación geográfica, arqueológica e histórica de los pueblos del municipio de Tlalnepantla (página 2)
Enviado por gilberto perez rico
Según datos de la Monografía Municipal de Tlalnepantla, el clima general para la región es en condiciones normales, semiseco a semifrío con una temporada seca que va de diciembre a abril. La temperatura media anual oscila entre los 10.3º C con una máxima de 27.30º C y una precipitación pluvial media de 682.6 milímetros.[1] El clima puede considerarse como templado subhúmedo con lluvias en verano, según la clasificación de Koeppen (Cw).
SUELOS.
Los tipos de suelos que podemos encontrar en nuestra región se dividen en dos tipos:
1.-De tipo transicional: entre aluvial y lacustre, -ubicados en el área denominada como Planicie Lacustre-Aluvial por algunos investigadores-; esta planicie se ubica entre los 2,240 y los 2,250 m/snm y la conforman suelos de tipo limo arcilloso.[2] Dentro de esta planicie podemos ubicar el área al este de Los Reyes Iztacala y San Juan Iztacala, hasta la Calzada Vallejo, donde se ubicaba antiguamente la orilla del lago. Estos suelos suelen ser profundos y de alta calidad para la agricultura; esta actividad se realizó hasta hace pocos años por los habitantes, antes del acelerado crecimiento poblacional.
2.- De tipo aluvial: ubicados en áreas denominadas de Planicie Aluvial, conformadas por los depósitos de las crecidas de los ríos de Tlalnepantla y de la unión de los ríos de Los Remedios y San Mateo; estas planicies se ubican entre los 2,250 y 2,300 m/snm y la conforman suelos de tipo arcilloso y arenosos.[3] En lo general estos suelos son profundos, de hasta un metro o más; de color café claro a oscuro; depositados sobre una capa gruesa y compacta de tepetate café claro (toba). Estos suelos los podemos encontrar en la zona ubicada entre Los Reyes Iztacala y el Pueblo de Los Reyes.
HIDROGRAFÍA.
Las Iztacalas se encuentran rodeadas por dos de las principales fuentes fluviales del Municipio; al Norte se ubica el río de Tlalnepantla, que baja de los cerros del oeste en Atizapan; al sur se localiza el río de Los Remedios, antiguamente llamado Tepetzalatl, (que en lengua nahuatl significa "El agua de la quebrada del monte"[4]), el cual desciende desde la sierra de Los Remedios y recibe varios afluentes como el río de San Mateo y el Chico de Los Remedios en Naucalpan, así como el río Hondo en Huixquilucan.
Al este, cerca de la Calzada Vallejo se localizaba el borde de la hoy extinta laguna de México. Originalmente, el río de Los Remedios desembocaba en esta laguna, junto a la población de Azcapotzalco,[5] pero fue desviado artificialmente durante el periodo virreinal, para conducir sus aguas a las cercanías de la Villa de Guadalupe;[6] en su trayecto atravesaba y proveía de agua para el riego a las tierras de las haciendas de Careaga y del Rosario, a las del rancho de San Pablo Xalpa y a los Pueblo de Xocoyohualco, Los Reyes y San Jerónimo Tepetlacalco. El río de Tlalnepantla también desembocaba originalmente en una antigua laguna ya desaparecida, ubicada cerca de la población del mismo nombre.[7] Se conocía como laguna de El Pilar, y se encontraba en terrenos del actual Tecnológico de Tlalnepantla.[8] En el siglo XVIII, hacia 1720, fue construida por mandato de la Real Audiencia, la caja de aguas de Tlalnepantla y una represa, que repartía las aguas del río a las tierras de los ranchos y haciendas de la localidad; esta construcción pertenecía, según una antigua placa de piedra, a las haciendas de San Mateo, del Sr., Canónigo Nicolás Josef de Soria Villarroel.[9] Años después, en 1743 se construyo por orden del virrey don Fernando de Alancastre Norona y Silva, el acueducto para transportar el agua potable del río desde la caja de Tlalnepantla, hasta la fuente barroca ubicada cerca de la Villa de Guadalupe.[10]
Ubicado entre el Pueblo de Los Reyes y el pueblo de San Jerónimo, se localiza el Vaso Regulador de El Fresno, actualmente transformado en la Ciudad Deportiva Solidaridad de Tlalnepantla, que junto con el Vaso Regulador de El Cristo, en Puente de Vigas, y el de Las Carretas en las Iztacalas, regulan el afluente del río de Los Remedios.
Este sistema de vasos reguladores controlan las vertientes de aguas pluviales de los ríos de los Remedios y Hondo, y forma parte de la sección norte del sistema hidráulico del Distrito Federal. Su principal función es la de evitar y contener posibles inundaciones.[11]
FLORA Y FAUNA.
Por tratarse de una zona altamente urbanizada, la flora y la fauna originaria prácticamente ha desaparecido, sobreviviendo únicamente algunas cuantas especies; otras más son producto de una introducción moderna de animales domésticos y plantas de ornato.
Las evidencias más antiguas localizadas en la zona nos remontan a finales del Pleistoceno, hace unos 10,000 años; en esta época existieron grandes bosques que poblaban los cerros de la cuenca, y una diversidad de plantas crecían a las orillas del gran lago; este lugar era ideal para la sobrevivencia de mega fauna, como el Mamuth (Mammuthus imperator), perezosos terrestres gigantes (megatherium); también diversos carnívoros y cánidos y camélidos y caballos.
Los trabajos de investigación arqueológica realizados durante la construcción de la Línea 6 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, arrojaron durante la construcción de la estación Azcapotzalco, restos óseos de estos grandes animales ya extintos,[12] que murieron en los pantanos de la antigua laguna. En Tlalnepantla, Durante la construcción del eje vial Abasolo, entre las calles de Abasolo y Lerma, cerca de La Loma, en agosto del 2001, se descubrieron fragmentos de huesos de tres mamuts, así como restos de un perezoso[13]y de otros animales, como canidos[14](al parecer coyotes). Estos restos se ubicaron como material de arrastre del aluvión que desciende de la ladera de la loma, por lo que es posible que los animales hubieran muerto y sus huesos depositados originalmente en la parte alta.
Antiguamente, los ríos y la orilla del la laguna debieron ser hábitat de diversos animales y plantas acuáticas,[15] como chicanastle (Lemna minor), jacinto de agua (Eichhornia crassipes), plantas hidrófilas como Myriophyllum y Potamogeton, carrizo (Arundo donax), tulillos (Carex, Heleocharis, Scirpus), juncos (Juncus), espadañas (Typha) y algunas variedades de peces como pescado amarillo y blanco (Girardinichtys sp.; Chirostoma sp.), ciprínidos (Notropis Aztecus, Algansea tincella, Evarra sp.), charales, juiles, caracolitos, (Pila osculans y Helisoma cf tenuis) cuyas conchas aún se observan en los ríos como vestigio mudo de su existencia; ajolotes (Siredon lichenoides), chinches de agua, axaxayacatl o ahuauhtli (Ahuauhtlea mexicana), acociles, tortugas (Kinosternon), patos (Anas acuta, Spatula clypeata, Anas platyrhynchos), garzas y gallaretas (Fulica).
Los restos arqueológicos de fauna encontrados en la cuenca, atestiguan también la existencia de animales como venados (Odocoileus virginianus), coyotes (Canis), pecarís (Dicotyles tajacu), conejos (Sylvilagus), liebres (Lepus mexicanusa), tlalcoyotes (Taxidea taxus), zorrillos (Mephitis), comadrejas (Mustela), tuzas (Pappogeomys), mapaches (Procyon lotor), ratón de campo (Peromyscus), nutria (Lutra cf. Canadensis), etc.[16]
Durante la Conquista en el siglo XVI, se introdujeron otras especies domésticas a México, las cuales, en épocas recientes pero antes de la urbanización de la zona, se podían observar todavía; los animales utilizados por los habitantes de la zona para la carga, la siembra y la alimentación, fueron los caballos, burros y mulas, vacas, toros y bueyes, reces, borregos, chivos, cerdos, pollos y gallinas; también algunos nativos como los guajolotes y los conejos.
Actualmente existe una amplia variedad de especies animales y vegetales tanto nativas como introducidas por la población actual.[17] A lo largo del área es posible ver diversas variedades de coníferas como pinos (Pinus)[18] y abetos (Abies); árboles caducifolios como arce (Acer), copalme (Liquidambar), encino (Quercus penducularis), Nogal (Juglans), y almes (Celtiz). También se encuentran árboles de pirul (Schimus molle), fresno (Fraximus excelsior), eucalipto (Eucaliptus), huizache (Acacia), Tepozan (Buddeleia), cedro, Jacaranda (Jacaranda mimosaefolia), colorín (Sophora secundiflora), truenos (Legustrum japonicum), pequeños ahuehuetes o sabinos (Taxodium), ahuejotes (Salix bonplandiana), olmos (Ulmus), álamos (Populus alba), palmeras (Yucca australis), y cerca del río de Los Remedios, en el Vaso regulador de El Fresno, se pueden encontrar aún sauces (Salix babilonica).
Existen pequeñas huertas en los jardines locales con diversos tipos de árboles frutales como naranjos, limoneros, limas, mandarinas, toronjas (Citrus), duraznos, melocotón y chabacano (Prunus persica, P. america), albaricoques (Armeniaca vulgaris), tejocotes (Createagua mexicana), guayabas (Psidium guajaval), papayas (Carica papaya) nísperos, granadas (Punica granatum), plátanos (Musa), aguacates (Persea americana), higuera (Picus carica), ciruelas (Spondias sp.), capulín (Prunus capuli), zapote blanco (Casimiroa edullis).
También se siembran algunas hortalizas como chayotes (Sechium edule), calabazas (Cucurbita), maíz (Zea mays), tomate (Physalis sp.), jitomate (Lycopersicum esculentum) y tomatillo (Physalis), chile (Capsicum spp.) y frijol (Phaseolus vulgaris), nopal tunero y nopal verde (Opundia y Planypuntia nopalea); algunas plantas medicinales como la ruda (Ruta graveolens), estafiate (Artemisia mexicana), manzanilla (Matricaria chamonilla), gordolobo (Gnaphalium canescens), hierba buena (Mentha pulegium), Albahaca (Ocimum basilicum), etc.[19] Así como infinidad de plantas de ornato como Bambú y carrizo (Arundo donax), yucas o árbol de Josué, cactos, nopales (Opuntia sp.), magueyes (Agave), sábilas (Aloe vulgaris), higuerillas (Ricenus communis), rosales (Rosa), geranios (Pelargonium) y malvones, pingüicas, noche buena (Euphorbia pulcherima), margaritas (Callistephus chinesis), helechos (Polypodium), bugambilias (Bugambilles glabra), clavel (Dianthus caryophillus), alcatraces, aretillos, cardos, azalea (Rhododendron indicum), camelia (Camelia japonica), crisantemo (Chrisanthemun indicum), dalia (Dalia coccinea), huele de noche (Cestrum nocturnum), jazmín (Philadefus mexicanus), lirio (Iris florentina), magnolia (Magnolia glandiflora), Tulipán (Hibiscus rosa-sinensis), violeta (viola adorata) etc.
Existen diversas plantas silvestres como tréboles, diente de león (Taraxacum officinale), lechuga espinosa, ortiga (Urtica), verbena (Verbena), Exocatzin (Sida), pasto y zacate (Butelova gracilis), verdolagas (Portulaca oleraceae), quelites (Amaranthaceae), girasoles (Helianthus annus), amapolas, epazotes (Chenopodium ambrosioides), enredaderas, Ipomoea o manto de cielo (ololiuhqui); floripondios, toloache (Datura candida y D. stramonium), malvas, lirios, cempoalxochitl (Tagetes erecta), chilacayote (Argemone mexicana), tule (Cyperus), chilillo (Polygonum), acahuales (Timonia tubalformis), malva (Malva rotundifolia). Del reino Fungi se encuentran también algunas variedades de hongos en época de lluvias.
En cuanto a la fauna, queda muy poca de la que originalmente habitó el lugar, pero algunos sobrevivientes aún se pueden observar, entre la que encontramos, aves, insectos, arácnidos, artrópodos, moluscos, gusanos, roedores, reptiles y anfibios. Entre las diversas aves existen palomas (Columba livia domestica), urracas (Pica pica) y cuervos (Corvus), colibríes (Mellisuga elenae, Archilochus colubris), tecolotes (Bubo virginianus), codornices (Callipepla squammata), colimbos (Podiceps caspicus, Polilymbus, Aechmophorus), agachadizas y chochines (Scolopecedae), fúlicas (Fulica americana), garzas (Ardea, Egreta y Nycticorax), gorriones (Passer domesticus), tordos (Thurdus, Catharus), tortolitas (Streptophelia turtur), zenzontles (Mimus polyglottos), chichicuilotes (Macroramphus griseus); algunas personas incluso poseen en cautiverio aguilillas (Accipitridae) y gavilanes, traídos desde otras partes.
Existen diversas hormigas rojas y negras, abejas (Apis mellifera), mariposas y polillas, chapulines, langostas y grillos (Tettigonia viridissima, Desticus verrucivorus), hormiga de león (Myrmeleontidae), mariquitas (Epilachna varivestis), mosquitos y moscas comunes, avispas, escarabajos, libélulas (Zygoptera y Anisoptera) y caballitos del diablos, mantis (Mantis religiosa), mayates (Curculionoidae), peces plateados y tijerillas (Dermaptera), cucarachas (Periplaneta americana, Blatta orientalis), pulgones (Homoptera) y jumiles (Hemiptera).
Diversos tipos de arañas, cara de niño, ciempiés (Chilopoda), cochinillas (Malacostraca) y pequeños alacranes negros (Scorpionida). Gasterópodos, caracoles de tierra, babosas. Lombrices de tierra (Lumbricidae, Glossoscolecidae). Ratones (Peromyscus), ratas (Rattus), ardillas (Sciurus); murciélagos (Quiropteros). Lagartos y lagartijas (Lacertilius), víboras (Pityophis deppei). Ranas y sapos (Rana, Bufo).
Y por supuesto, animales domésticos distinguiéndose varias razas de perros, poodle, pastor alemán, buldózer, bulterrier, colie, doberman, cooker, maltés, sharpein alaska, labradores, rotwiler, criollos, chihuahuas, e incluso, algunas personas poseen variedades de xoloizcuintles; también gatos de todo tipo, comunes, siameses, persas, etc.
Antecedentes arqueológicos e históricos
DATOS GENERALES SOBRE EL NOMBRE Y EL GLIFO DE IZTACALLAN.
Son varias las localidades que tienen como nombre común el de Iztacala, sin embargo, son únicamente los pueblos de Los Reyes y el de San Juan los de mayor antigüedad. Los demás son modernos asentamientos humanos, colonias y fraccionamientos erigidos durante las últimas décadas del siglo XX en terrenos pertenecientes a estas dos poblaciones. Así encontramos los siguientes asentamientos y colonias que forman a las denominadas iztacalas:
1.- Pueblo de Los Reyes Iztacala.
2.-Pueblo de San Juan Iztacala
3.- col. Jardines de Los Reyes Iztacala
4.- col. San Felipe Iztacala
5.- col. La Joya Iztacala.
6.- col. Prado Iztacala
7.- col. Ceylán Iztacala
8.- col. Nueva Iztacala
9.- col. San Juan Iztacala Ampliación Norte
10.- col. Ejido de San Juan Iztacala
11.- col. San Antonio Iztacala
NOMBRE ANTIGUO EN LENGUA NAHUATL:
En la antigüedad, los sabios mesoamericanos desarrollaron un sistema de escritura basada en símbolos o jeroglíficos, los cuales se representaban pintándolos sobre una base elaborada en papel amate o cuero de venado. Estos símbolos representaban los nombres de lugares y de personas, y podían leerse o interpretarse según los símbolos representados, así, el glifo de una casa servía para representar la palabra nahuatl calli; un cerro representaba la palabra Tepetl, una flor representaba xochitl y una piedra representaba la palabra tetl. Uniendo estos símbolos se formaban los topónimos y antropónimos que designaban lugares y sus características, asi como nombres de personas. A estos se les podía agregar también un designativo reverencial tzin o despectivo ton, o de lugar co, tlan. Así, una flor y un cerro formaban el topónimo Xochitepetl, o "cerro de las flores" que indicaba que se trataba de un cerro donde había flores; con un designativo de lugar se formaba Xochicalco, "Lugar de la casa de las flores". Este es el caso del topónimo que designa al lugar que estamos estudiando; la palabra nahuatl Iztacallan fue utilizada en la época prehispánica para designar un lugar especial con características propias, que analizaremos a continuación:
Así pues, el nombre con el que se conocía desde tiempos muy antiguos a nuestra localidad fue el de Iztacallan o Ixtacallan, que actualmente se transformó en Iztacala o Ixtacala.
SIGNIFICADO:
El topónimo se traduciría al castellano como:
"En donde hay casas donde hacen sal" o "En donde hay salineras"
También podría tener sus raíces en la palabra Iztaccallan, que se traduciría como:
"En donde hay casas blancas"
Otra posible versión podría hacer referencia a un importante personaje tolteca, quien según las fuentes históricas se llamaba Tecpancaltzin o Iztaccaltzin, quien fue rey de la gran ciudad de Tulla, y quien engendró con la reina Quetzal Xochitl al gran sacerdote-gobernante de los toltecas, Ce Acatl Topiltzin. Esta asociación nos daría como significado:
"En donde está Iztacaltzin" o "El lugar fundado por Iztaccaltzin".
ETIMOLOGÍA:
Las raíces nahuas de las que se compone nuestro topónimo están basadas en las palabras:
iztatl: sal blanca ó
iztac: blanco
calli: casa.
tlan: en donde hay o abunda.
DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFICA E ICONOLÓGICA DEL TOPÓNIMO:
Una propuesta basada en la escritura de los códices indígenas para el glifo con el que se podría representar el nombre o topónimo del pueblo de Iztacallan, se compone del dibujo de una casa indígena o calli que tiene en la puerta una vasija de barro con agua salada en proceso de evaporación. Sobre el dintel de la entrada, escurren tres gotas de agua, en las cuales se observan tres esferas blancas que dan a entender que se trata de gránulos de sal cristalizada.
Sobre el techo de la casa se encuentra un medio círculo blanco con una serie de puntos negros, que simbolizan gránulos de sal cristalizada; sobre éste, tres vírgulas que señalan la evaporación del agua por el sol.
El glifo da a entender que se trata de un iztacalli, elemento de madera utilizado en la época prehispánica para la obtención de sal mediante la evaporación del agua salada, que se obtenía de la antigua laguna de México.[20] A sus orillas se encontraba en ese entonces el actual pueblo de San Juan Iztacala.
Al parecer, los antiguos salineros fabricaban sal depositando agua salada en un recipiente o caja de madera llamada estiladera; también lavaban la tierra salitrosa recolectada a la orilla de la laguna; el agua se filtraba y se recolectaba en otros recipientes donde por medio de la evaporación solar, se obtenían finalmente cristales de sal. Para proteger estos recipientes de la lluvia, insectos y tierra, se cubrían con techos de madera o paja.[21] La sal se recogía en pequeñas y burdas vasijas de barro y era vendida para su consumo en los tianguis locales.
Bien puede entonces el nombre y el glifo indígena, dar a entender que se trata de un pueblo ribereño que practicaba la agricultura en el fértil valle y pie de monte; la pesca en los ríos de Tepetzalatl o de Los Remedios y en el Tlalnepantla; en la orilla de la laguna su actividad más relevante parece ser la producción y venta de sal.
La forma en la cual los tlacuilos o escritores indígenas de códices representarían el nombre de nuestra localidad, seria de la siguiente manera:
Figura 4. Propuesta del glifo para el topónimo Iztacallan.
Datos etnohistóricos relacionados con el nombre Iztaccallan
El antiguo nombre indígena de Iztacallan, nos indica que se trata de un pueblo ribereño de origen prehispánico dedicado a la producción de sal como actividad principal. Existen algunos datos en las fuentes etnohistóricas del siglo XVI que nos señalan la forma mediante la cual los salineros indígenas realizaban este oficio.
Así tenemos por ejemplo, que el pueblo de Texcaltitlan, sujeto a Temascaltepec en el actual Estado de México:
Provéense (de sal) de Texupilco, en el cual hay un (pueblo) sujeto que se llama Iztapan, a dos leguas de dicho pueblo, en el cual hay unas salinas de unos pozos de agua salada, que la sacan de un arroyo que baja por una quebrada honda. Y echan el agua en unos hoyos que hacen en unas piedras, en las cuales se cuaja y cogen la sal con que se sustentan (sic). [22]
Figura 5. Vendedora de sal por medida en el mercado principal
de Acatlan de Osorio, Puebla.
La relación de Ajuchitlan y su partido, fechada hacia 1579 en Michoacán, nos dice que:
Hay unas salinas en el término de Cuzamala y hácese la sal desta manera: tienen un pozo, de donde sacan el agua y cavan la tierra por sus riveras y riéganla con aquella agua regada, y déjanla después secar. Y, desque está seca, tórnanla a mojar muy bien, y hechándola en unos cestos que hacen, con punta abajo, a manera de casas, y por ahí destila (….) hasta que se cuaja y hace sal. (sic) [23]
Figura 6. Estiladeras para filtrar la sal de la tierra salitrosa, montículos de tierra salitrosa, y recipientes de madera para la obtención de sal mediante la evaporación del agua. Cuitzeo, Michoacán.
(Tomado de Williams, Eduardo, 1997)
Fray Bernardino de Sahagún nos dice sobre los oficiales que hacen la sal que:
El que trata en sal, hácela o compra de otros para revenderla. E para hacerla junta la tierra salitrosa, y juntada remójala muy bien, y destílala y cólala en una tinaja, e hace formas para hacer panes de sal.
El que revende la sal que compra de otros, llévala fuera para ganar con ella, y ansí no pierde ningún mercado de los que se hacen por los pueblos de su comarca, donde vende panes redondos o largos, como panes de azúcar, gordos y limpios, sin alguna arena, muy blancos, sin resabio y a las veces vende panes delgados llenos de arena o arenosos. Vende también sal gruesa y la sal que no sala bien (sic). [24]
Figura 7. El pueblo de Ocuylan y sus sujetos, debían pagar como tributo "macuilzontli iztaccomitl" (2,000 ollas con sal). Matricula de los tributos, lamina 14.
En el códice conocido como La Matrícula de los Tributos, aparecen algunos pueblos que tributaban a la Triple Alianza diversos artículos de primera necesidad y de lujo, como trajes de guerrero, mantas, trojes con maíz y frijol y por supuesto sal. En la lámina que indica los tributos de la provincia de Ocuilan, se representaron cinco ollas alargadas de arcilla, sobre las que aparece cinco veces el símbolo nahua para cuatrocientos, o sea, 2,000 recipientes con sal.
En esta provincia se localizan los ricos manantiales de aguas saladas de los pueblos de Iztapan de la Sal y Tonatico, donde se encuentran aún las evidencias de la explotación de sal, que persistió hasta tiempos muy recientes. Existen actualmente en el sitio conocido como El Salitre, los restos de canales de irrigación artificiales, los borbollones o manantiales salinos y las tinas de lavado, secado y recolección de la sal.[25]
La deidad principal adorada por los oficiales de la producción y venta de la sal, era la diosa Huixtocihuatl o "Señora de la sal", patrona de las aguas salobres, hija de Tlaloc y Chalchihuitlicue, dioses de la lluvia y de las aguas; y hermana mayor de los Tlaloques.
Sobre esta diosa sabemos que:
Los señores y reyes veneraban mucho a esta diosa Chalchiuhtlicue, con otras dos que eran la diosa de los mantenimientos, que llamaban Chicumecoatl, y la diosa de la sal, que llamaban Huixtocihuatl, porque decían que estas tres diosas mantenían a la gente popular para que pudiesen vivir y multiplicarse. [26]
La fiesta principal y ceremonias dedicadas a esta diosa patrona de los salineros, se realizaba el primer día del séptimo mes del calendario indígena llamado Tecuilhuitontli o "pequeña fiesta de los señores", y que corresponde al mes de junio.
Figura 8. Diosa Huixtocíhuatl, "la señora de la sal",
patrona de los salineros. Códice Matritense, VIII, 21.
Al séptimo mes llamaban tecuilhuitontli. En este mes hacían fiesta y sacrificios a la diosa de la sal. Decían que era hermana de los dioses de la pluvia, y por cierta desgracia que hubo entre ellos y ella la persiguieron y desterraron a las aguas saladas, y allí inventó la sal, de la manera que agora se hace, con tinajas y con amontonar la tierra salada. Y por esta invención la honraban y adoraban los que tratan de la sal.[27]
Los atavíos de esta diosa eran como sigue:
(…) eran de color amarillo, y una mitra con muchos plumajes verdes que salían della, como penachos altos, (…) y tenía las orejas de oro muy fino y muy resplandeciente, como flores de calabaza. Tenía el huipil labrado con olas de agua. Estaba bordado el huipil con unos chalchihuites pintados. Tenía las naguas labradas de la misma obra del huipil. Tenía en la garganta de los pies atados cascabeles de oro o caracolitos blancos (…) en una tira de cuero de tigre. Los cactles o cotaras eran texidos con hilo de algodón (…) Tenía una rodela pintada con unas hojas anchas de la yerba que se llama atlacuezona (…) tenía (…) colgando unos rapacejos de plumas de papagayo con flores en los cabos hechas de pluma de águila. Tenía una flocadura hecha de plumas pegada de quetzal; (…) plumas del ave que se llama zacuan, y (…) del ave que se llama teuxolotl.[28]
La fiesta de los salineros duraba diez días, durante los cuales las mujeres ancianas y jóvenes bailaban y cantaban acompañando a la mujer que iba a ser sacrificada, la cual se vestía con todos los atavíos de la Diosa de la sal. Velaban toda la noche y en la mañana, los sacerdotes ricamente ataviados y con manojos de flores de cempoaxochitl, conducían a la mujer y a otros cautivos que iban cantando y bailando al templo dedicado a Tlaloc, Dios de la lluvia. Pasado la ceremonia había gran fiesta en casa de todos los que se dedicaban a hacer sal, con banquetes y mucho pulque.
Es posible que tras la Conquista de México, a la antigua diosa de la sal Huixtocihuatl, honrada por el poblado ribereño de Iztacallan, se le sustituyera por un santo patrono con similares atributos acuáticos, en este caso por San Juan Bautista, quien igual que los salineros utiliza una vasija para recoger el agua.
Por otro lado, y como vimos anteriormente, las fuentes históricas hacen referencia de un importante personaje tolteca llamado Tecpantzin o Iztaccaltzin, rey de la gran ciudad de Tulla, padre del gran gobernante-sacerdote Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl, quien se enamora de una doncella llamada Quetzalxochitzin, hija o esposa de Papantzin, cuando esta acudió al palacio a presentar la miel del maguey que habían descubierto.
Según nos cuenta el cronista Ixtlilxochitl:
Habiendo heredado el señorío de los tultecas, Tecpancaltzin, de allí a diez años que gobernaba, vino una doncella en su palacio, muy hermosa, que había venido con sus padres a traer cierto regalo para él, y aún dicen y se halla en la historia, que era la miel prieta del maguey, y unas chiancacas, azúcar de esta miel, que fueron los primeros inventores de esto, y como cosa nueva se lo trajeron al rey a presentar, siendo estos caballeros de sangre noble y de su propio linaje ( )[29]
El rey profundamente enamorado de Xochitl, solicita a sus padres a la doncella:
Y el rey iba a menudo a ver a la señora Xochitl, su dama, que estaba en un lugarcito muy fuerte sobre un cerro que se decía Palpan, servida y regalada, ( ) la cual en muy poco tiempo se empreño y parió un hijo que le puso su padre por nombre Mecoanetzin, que quiere decir niño del maguey, a significación y virtudes del maguey, el cual nació en el año de ce acatl, que conforme a nuestra cuenta fue en el de 900 ( ) tenía este niño casi todas las señales que dijo el astrólogo Hueman que había de tener el rey tulteco en cuyo tiempo y gobierno se habían de destruir los tultecas.[30]
Figura 9. La doncella Xochitl y sus padres presentan al rey de Tulla, Tecpancaltzin Iztaccaltzin, la miel del maguey. "El descubrimiento del pulque", obra de José Obregón, 1850. Tomado de http//www.mexican art.info/modern.htm.
Cuando Topiltzin era ya un hombre adulto y sabio, el rey lo nombra señor de los toltecas y le hereda el reino.
Habiendo sucedido Iztaccaltzin en el imperio, reinó cincuenta años, que fue el tiempo que constituyeron sus antepasados; en cuyo discurso trató amores con Quetzalxochitzin, esposa de un caballero llamado Papatzin descendiente de la casa real; y en esta señora tuvo este rey a Topiltzin ( ) le sucedió en el reyno o imperio, que fue en el de 882 de la encarnación de Cristo nuestro señor, que así mismo se llama Ome acatl ( ) Y es así que habiendo reinado los cincuenta y dos años referidos, el rey Iztaccaltzin, hizo jurar a su hijo Topiltzin, hallándose en la jura algunos reyes y señores que le eran amigos, como Iztacquauhtzin y Maxtlatzin.[31]
Figura 10. Los antiguos iztacaltecas se dedicaban a la pesca,
a la agricultura y a la producción de sal. Biblioteca de Los Reyes Ixtacala.
A mi madre, doña Adela Rico Salazar,
quien patrocinó, haciendo cientos de gorditas y quesadillas
en el tianguis de la calle Convento de Acolman,
la realización de este trabajo,
aún antes de que este fuera concebido.
A mi hermanita Rocío Pérez Rico,
quién decidió pasar sus últimos días
con su familia y en su hogar de Los Reyes Iztacala.
A todos los que nacimos, vivimos, estudiamos o
trabajamos en el Pueblo de Los Reyes,
en Los Reyes Iztacala y en San Juan Iztacala.
Autor:
Gilberto Perez Rico
[1] Sergio Contreras Cruz, ?Tlalnepantla, Tierra de en medio?, p. 38; cita de Guillermo Padilla D?az de Le?n, Tlalnepantla de Baz, Monograf?a Municipal, Instituto Mexiquense de Cultura, Toluca, Estado de M?xico, 1999, p. 22.
[2] Sanders et. al, 1979: 85; Galindo y Morales, 1987:67. citas de Ra?l Garc?a Ch?vez, Desarrollo Cultural en Azcapotzalco y el ?rea Suroccidental de la Cuenca de M?xico, desde el Precl?sico Medio hasta el Epicl?sico, Tesis de Licenciatura, ENAH-INAH, M?xico, 1991; pp. 18-19.
[3] Galindo y Morales, 1987:68, cita de Garc?a Ch?vez, Ib?dem.
[4] Lu?s Gonz?lez Aparicio, Plano reconstructivo de la regi?n de Tenochtitlan, INAH-SEP, M?xico, 1973, p.101.
[5] Cecilio A. Robelo, Diccionario de Aztequismos, p. 66, cita de Gonz?lez Aparicio, ?dem.
[6] Gonz?lez Aparicio, Ibidem, p. 27,
[7] ?dem
[8] Guillermo Padilla D?as de Le?n, op. cit, p. 74.
[9] Javier Romero Quiroz y Jos? Luis Medrano Garc?a, Corpus Christi, Tlalnepantla, pp. 91-92; cita de Padilla, ?dem.
[10] Padilla, ib?dem, p. 74.
[11] Adriana Flores, Delegaci?n Azcapotzalco, Monograf?a 1999-2000, Gobierno del Distrito Federal, M?xico, p. 17.
[12] Margarita Carballal, Mar?a Rom?n Ch?vez, et. al, ?Los materiales: restos ?seos de la fauna pleistoc?nica. Regi?n de los lagos centrales de la Cuenca de M?xico?, en A prop?sito del Cuaternario, homenaje a Francisco Gonz?lez Rul, DSA, INAH, M?xico, 1997, pp. 13-18.
[13] Marisol Montellano Ballesteros, ?Vertebrados terrestres del Cenozoico Tard?o de M?xico?, en http://geolog?a.igeo/cu.unam.mx/PALEO/marisol/cenozoico.html
[14] Direcci?n de Salvamento Arqueol?gico del INAH, ?Restos ?seos de matutes y un perezoso liberados en la excavaci?n de Tlalnepantla?, INAH, M?xico, agosto 2001, en www.cnca.gob.mx/cnca/nuevo/2001/diarias/agosto/080801/tresmamuth.html
[15] Christine Niederberger, Zohapilco, Cinco milenios de ocupaci?n humana en un sitio lacustre de la cuenca de M?xico; Colecci?n Cient?fica # 30; INAH, M?xico, 1976. Ver tambi?n Jes?s N?rez, Materiales arqueol?gicos de Tlapacoya; Colecci?n Cient?fica # 204. INAH, M?xico, 1990.
[16] ?dem.
[17] Ver tambi?n Rafael Padilla D?az de Le?n, Investigaciones bot?nicas y zool?gicas, (in?dita), cita de Guillermo Padilla D?az de Le?n, op. cit.
[18] Los nombres cient?ficos fueron tomados de:
[19] iblioteca de Consulta Microsoft ? Encarta ? 2005 ? 1993-2004 Microsoft Corporation. Xavier Losoya L, et al, Estado actual del conocimiento en plantas medicinales mexicanas, IMEPLAM A. C. M?xico, 1976.
[20] Se tomo como referencia el glifo para representar el top?nimo del poblado de Iztacalco, del c?dice Osuna.
[21] Williams, Eduardo; 1997; ?Producci?n de sal en la cuenca de Cuitzeo, Michoac?n?, en Revista Arqueolog?a mexicana; Sept- oct. 1997. Vol. V, Num. 27. INAH-CNCA; Edit. Ra?ces; pp. 66-71.
[22] Acu?a, Rene. ?Relaci?n de Temazcaltepeque? en Relaciones geogr?ficas del siglo XVI. M?xico. T. I, Libro 6. UNAM, M?xico, 1985. pp. 151, 152.
[23] Acu?a, Ren? (ed.) Relaciones Geogr?ficas del siglo XVI: Michoac?n, UNAM, M?xico, 1987. Cita de Williams, Eduardo; op. cit. pp. 71-72.
[24] Sahag?n, Fray Bernardino; 1989, Historia General de las cosas de Nueva Espa?a. CNCA, Alianza editorial Mexicana. Tomo 2, cap. XXIII. pp. 620.
[25] Torres Cabello, Olivia, ?El Salitre, un sitio arqueol?gico de tipo industrial?, en Dansej?, ?rgano de Difusi?n del Centro INAH Estado de M?xico, A?o2, N?m. 7 y 8, enero-abril 2000, pp. 131-137.
[26] Sahag?n, Fray Bernardino; op. cit. Tomo 1, Cap. XI. p. 43.
[27] Sahag?n, Fray Bernardino; op. cit. Tomo 1, Libro Segundo, Cap. VII y XXVI; pp. 86, 87, 131-133.
[28] ?dem.
[29] Fernando de Alva Ixtlilxochitl, ?Relaciones Hist?ricas I. Sumaria relaci?n de todas las cosas que han sucedido en la Nueva Espa?a?, en Obras Hist?ricas, Tomo I, pp. 274-285.
[30] Ibidem, pp. 274,275
[31] Fernando de Alva Ixtlilxochitl, ?Historia de la Naci?n Chichimeca?, en Obras Hist?ricas, Tomo II, capitulo III, pp. 12-16.
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