Formas de dominación política (Ideología y poder político).
Una vez enunciado algunos de los conceptos más importantes sobre el término ideología, haré referencia al papel de la ideología en la organización y en el mantenimiento del poder político.
Thernborn en su libro "La ideología del poder y el poder de la ideología" distingue seis tipos de dominación ideológica que operan todas en las sociedades democrático-burguesas, estas forman son:
1. Adaptación: Se refiere a un especie de conformidad que permite que los dominadores sean obedecidos, pues los dominados están construidos de tal forma que consideran que para ellos hay otros rasgos del mundo más importantes que su actual subordinación y que la posibilidad de un régimen alternativo. La adaptación incluye también la posibilidad de una oposición adaptada. Ej.: puede haber ciertos aspectos del régimen existente que la gente está dispuesta a acoger con oposición y desobediencia, pero no a combatir de una forma sistemática en la medida en que sus demandas importantes se encuentran satisfechas.
2. Inevitabilidad: Se refiere a la obediencia por ignorancia de cualquier tipo de alternativa. Es un elemento de la marginación política que conlleva un alejamiento del sistema político, que no es considerado susceptible de cambio sin que por ello se le concedan atributos de bondad o justicia. La marginación va acompañada de una visión cínicamente crítica de los dominadores.
3. Representación: Es cuando se obedece a los dominadores porque se considera que dominan a favor de los dominados, y porque se considera que esta situación es buena. La representatividad de los dominadores puede basarse en una sensación de semejanza o pertenencia por la que los dominadores y dominados son vistos como pertenecientes a un mismo universo. Se trata entonces, de una representación carismática que puede ser anunciada por cualquiera.
4. Deferencia: Es un efecto de enunciaciones de lo que es bueno a cerca de los dominadores, que son concebidos como poseedores de cualidades superiores que son cualidades necesarias para dominar y que sólo ellos poseen. Normalmente estas cualidades derivan de la descendencia y la educación.
5. Miedo: Es un error habitual suponer que la fuerza pueda dominar por sí sola, cuando la verdad es que nunca puede hacerlo. Cuando la desobediencia conduce a una muerte cierta, siempre se pude elegir entre la resistencia y le muerte, por un lado, y la obediencia y la vida, por otro. El miedo es el efecto de una dominación ideológica que provoca la aceptación de la segunda solución. La fuerza y la violencia sólo funcionan como forma de dominación a través del mecanismo ideológico del miedo. Lo contrario sin embargo no es cierto: el miedo no sólo funciona cuando se ve apoyado por la fuerza y la violencia.
6. Resignación: Al igual que el miedo, deriva de las consideraciones sobre lo que es posible en una situación determinada. Designa una forma de obediencia que deriva de las concepciones de la imposibilidad práctica de una alternativa mejor, más que de la fuerza represiva de los poderes existentes.
Estas dimensiones de la dominación ideológica tienen directa relación con la producción de consenso, la legitimación y la construcción de hegemonía, y están atravesadas por la fragmentación social y el nivel de la lucha de clases, producidos por la forma de acumulación predominante. (Thernborn, G., Pág. 77)
El poder de la ideología en el cambio social.
Una vez visto el papel desempeñado por la ideología en la organización y el mantenimiento del poder, se torna necesario comprender el cambio el funcionamiento del poder de la ideología en los procesos de cambio social, primero viendo los procesos de Movilización Ideológicas y luego analizando los sujetos políticos y la desviación ideológica.
Expliquemos el proceso de Movilización Ideológica.
Ahora bien, al hablar de movilizaciones siempre se traduce o manifiesta en practicas de movilizaciones políticas. La Movilización Ideológica comprende el establecimiento de un orden del día común para una masa de gente, es decir, la evaluación del aspecto o aspecto dominante de la crisis, la identificación del objeto decisivo y la definición de lo que es posible y de cómo debería lograrse. Las movilizaciones ideológicas, tienen siempre un fuerte componente existencial y nunca son reducibles a una conciencia de clase revolucionaría (Thernborn, G., Pág. 93).
Las Movilizaciones Ideológicas importantes, no brotan de las ruinas de la matriz material de una ideología previamente dominante. Tampoco parece deber mucho a la pertenencia o adecuación coyuntural de unos programas complejos o de grandes teorías. Las figuras claves en los procesos de movilización ideológicas no son los teóricos y los escritores, sino los oradores, los predicadores, los periodistas, los políticos y los iniciadores de acciones prácticas audaces. (Thernborn, G., Pág. 95)
Una mueva movilización ideológica implica dos procesos:
la descomposición de un viejo sistema de sometimiento-cualificación.
Y la recomposición de uno nuevo.
Thernborn da respuesta a que es lo que gobierna la recomposición de un nuevo sistema ideológico, y ve que hay tres posiciones lógicas que parecen haber proporcionado fuentes principales, en su proceso total de movilización.
Primero, es posible llevar a cabo una movilización ideológica sobre la base del pasado, de lo que ha existido, de experiencias, valores y símbolos pasados. Esto es lo que hacen los reaccionarios y los contrarrevolucionarios. (Movilización por reactivación).
Segundo, este tipo de movilización ideológica tienen lugar sobre la base de otra realidad presente (movilización por el ejemplo) que generalmente al aplicarlas no han alcanzado sus objetivos inmediatos.
Tercero, este tipo de movilización ideológica hace posible movilizar al futuro contra el presente, por ejemplo: como meta para una sociedad justa, como garantía de una victoria final en las luchas presentes o de la salvación frente al sufrimiento presente, etc. (Movilización por miedo anticipado).
Luego de ver los procesos de movilización ideológica, voy a expone el papel que cumplen los sujetos políticos en cuanto a su desviación política.
Se dice que el sistema ideológico de las sociedades nunca es estático, sino que cambia constantemente con las prácticas y las condiciones. Implica más un cambio en el discurso dominante que un cambio de discurso dominante. Este cambio ideológico se deriva de un cambio en el universo de los sujetos políticos distinto del desplazamiento de los dominadores. El caso más obvio es la maduración de las nueva generaciones, que en una sociedad cambiante han sido sometidos-cualificados bajo unas condiciones distintas a las de las generaciones anteriores. Pero los nuevos sujetos políticos, pueden surgir también de las luchas políticas y sociales.
No obstante, el conjunto de sujetos políticos a los que se les permite hablar o que son escuchados pueden igualmente restringirse.
Ahora bien, las expresiones ideológicas no solo cambian con las variaciones del número y el carácter de los participantes en la discusión ideológica, sino que el discurso de los dominadores también recibe esa influencia, y experimenta una desviación ideológica. Con el tiempo todos estos procesos pueden producir una considerable desviación ideológica en el discurso dominante al influir significativamente en las prácticas de quienes están al poder. (Thernborn, G., Pág. 92-101)
Ajuste estructural e ideología neoliberal.
Debido a que el ajuste, como lo dice R. Follari, se trato de una reconvención epocal, de una reconversión muy fuerte de la condiciones de ejercicio de lo económico y de lo político; es necesario aquí distinguir que el ajuste no solo se trata de un condicionamiento objetivo dado por la forma de acumulación económica a nivel mundial, sino también sobre las relaciones de fuerza políticas e ideológicas; lo que nos introduce a una vez expuestos los supuestos básicos de ideología, a la justificación ideología del ajuste.
La violencia y la fuerza del ajuste estructural es enorme, y las modificación histórica de rol del Estado, del rol de los sindicatos, del rol de las distintas fuerzas sociales y del peso de lo privado y lo publico en la economía (Sujetos políticos ideológicos) se ha modificado de una manera sorprendente.
R. Follari, plantea algunos puntos que a el le parecen importantes en el apoyo ideológico que logró legitimar la posibilidad del ajuste, estos son:
1. Se ha impuesto que donde no hay mercado, no hay democracia, y si hay democracia hay libre mercado.
2. Tiene que ver más con la legitimación misma e indica la disminución de la autonomía de lo político en relación con la concentración económica. Hoy en día el lobby de los grandes grupos económicos permanentemente opera sobre la política y le deja muy poco espacio.
Para concluir con el desarrollo del tema haré referencia al pensamiento único teniendo en cuanta que la expresión "pensamiento único" traduce en términos ideológicos pretendidamente universales los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en particular los del capital internacional.
Ramonet decía "Atrapados. En las democracias actuales, cada ves son más los ciudadanos que se sienten atrapados, empapados en una especie de doctrina viscosa que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y lo acaba por ahogarlo. Esta doctrina, es el pensamiento único, el único autorizado por una invisible y omnipresente política de la opinión".
A mi entender y para concluir, este término trata de englobar las decisiones políticas favorables a los intereses del capita internacional, y contrario a los intereses locales, lo cual implica en términos potentes que la economía supera a la política.
El desarrollo de la monografía debería ser más extenso, en verdad es difícil sintetizar el tema, pero considero que alcanza a precisar las características que a mi entender me parecían los más importantes.
Para terminar, me gustó la conclusión a la que llega Thernborn al finalizar su libro: "La ideología del poder y el poder de la ideología", en la cual dice: "El poder de la ideología no solo opera en coyunturas de un elevado dramatismo, sino también en procesos lentos y graduales. Las ideologías no sólo consolidan los sistemas de poder; también pueden ser la causa de su hundimiento y su desviación como si se tratara de bancos de arena: todavía en pie, pero no de la misma forma ni el mismo lugar".
Por último, las ideología no sólo somete a la "gente" a un orden dado, también la capacita para una acción social, conciente, incluso para las acciones orientadas a un cambio gradual o revolucionario. Es más acertado considerar las ideologías no como posesiones, sino como procesos sociales. En estos procesos continuos las ideologías se superponen, compiten, chocan y se hunden o se refuerzan unas a otras.
Mouffe, C., (Hegemonía, política e ideología, en Labastida 8 comp.) Hegemonía y alternativas políticas en América Latina, México S. XXI, 1986.
Rossi-Landi, F., Ideología, Editorial Labor, Barcelona, 1980.
Thernborn, G., Ideología del poder y el poder de la ideología, Editorial S. XXI, Madrid 1987.
Follari, R., La justificación ideológica del ajuste.
Ramonet, I., El pensamiento único, Revista Gallopinto Nº 29, mayo 1996.
Autor:
Fernando Villar
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