- La campaña marítima: La disputa por el control del mar
- El combate de Iquique
- La segunda campaña marítima: El combate de Angamos
Resumen
La guerra entre Perú y Chile el año 1879, infausto acontecimiento en la América del Sur, marcó los destinos de tres países hermanos. Las circunstancias en que se dieron los hechos que involucraban a Chile y Bolivia y que desembocaron en la declaratoria de guerra al Perú el 5 de abril de 1879, así como los preparativos y el desarrollo de las campañas marítimas. Presentamos la dramática situación política ante la inminencia de la guerra y las provisiones de urgencia, como examinar los buques de guerra a fin de apreciar su fuerza en relación con la escuadra chilena; la campaña naval, el combate de Iquique, hasta los primeros días de junio, cuando Grau, de regreso al Callao, se apresta para una nueva campaña en el sur. En esta primera etapa la disputa es por el control del mar. En la segunda campaña marítima, el monitor Huáscar, solitario, con su indomable comandante, don Miguel Grau, sale al encuentro con su destino, a dar la lucha hasta el combate de Angamos en que se define la suerte de la guerra.
Documentado en la Historia Marítima del Perú: La República,1879 a 1883, t. XI, v. 1 y 2 del contralmirante Melitón Carvajal Pareja, quien con una concepción moderna de la estrategia, analiza las circunstancias políticas, las decisiones sobre las operaciones navales, el desarrollo de la campaña marítima, así como el balance de fuerzas y poderío naval de los países contendores. El almirante Carvajal ha asumido la ardua tarea de reconstruir los hechos con la veracidad histórica y la más rigurosa metodología historiográfica. Ha consultado exhaustivamente la bibliografía nacional y extranjera, así como también ha acudido a repositorios documentales como el Public Record Office de Londres, los archivos de la Biblioteca del Congreso de Washington, D.C., USA, y, principalmente, el Archivo Histórico de Marina, Perú.
La campaña marítima: La disputa por el control del mar
En la primera etapa de la guerra el gran tema es el control del mar. La determinación de la concepción estratégica naval surge a partir de un objetivo político, que en este caso fue de emergencia: Expulsar a Chile del territorio invadido y eliminar la amenaza de invasión territorial al Perú, con el fin de asegurar la soberanía e integridad territorial de los aliados. Así, se define el plan de operaciones navales. El objetivo naval de Chile, como lo manifiesta el almirante Williams Rebolledo, es bloquear Iquique y destruir todos los elementos de carguío de guano y salitre en Tarapacá afectando la generación de recursos fiscales necesarios en el esfuerzo de la guerra, e impedir su fortificación, con el fin de conquistar el control del mar mediante la destrucción, neutralización o captura de la escuadra peruana, y apoyar la invasión de Tarapacá.
La disputa iba a ser por el control del mar: quien dominara el escenario marítimo tendría ganada la guerra. Así lo registra el contralmirante Melitón Carvajal Pareja en su libro, cuyo primer volumen de los cuatro que lo conforman, se publicó en el 2004. La épica campaña naval, hasta el combate de Iquique el 21 de mayo de 1879, es analizada a la luz de los modernos conceptos estratégicos, y se apoya en la documentación de fuentes inéditas, como el Diario de Bitácora del Huáscar. A fines de 1878 el Perú desconocía que tenía una guerra ad portas. Basadre en su Historia de la República, relata que Manuel Pardo, ex presidente del Perú, recién llegado de Valparaíso, puso en alerta al Gobierno sobre la guerra que se venía. Estimaba que la grave situación solo tenía dos caminos, evitarla o prepararse para ella. Nada se hizo. El 14 de febrero de 1879, se confirmaron los presagios cuando Chile ocupó Antofagasta y entró en guerra con Bolivia. El pueblo peruano, encendido por los medios de opinión, reclamaba la guerra después del ataque alevoso. Como manifiesta Basadre, se desconocía el verdadero poder de Chile y las espantosas consecuencias de un conflicto armado; el aliado del Perú, Bolivia, no contaba, pues no tenía, ni jamás tuvo poder naval. Hubo que organizarse apuradamente. El Perú había entrado en una contienda que no había deseado ni provocado y para la cual no estaba preparado. Su objetivo político era de emergencia: expulsar a Chile del territorio invadido y eliminar la amenaza de invasión territorial al Perú. El destino de la guerra dependía del control del mar. Iquique, primer puerto mayor peruano viniendo del sur, y centro principal de depósito para embarque de guano y salitre, era una zona estratégica a disputarse. La escuadra chilena llevaba 30 días incursionando contra los puertos del sur y la opinión pública demandaba que se rompiese el bloqueo de Iquique. El gobierno peruano ordenó el zarpe de la escuadra.
El combate de Iquique
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