Pensamiento filosófico y políticas neoliberales en El Salvador 1990-2000

La gente vive más años pero sus vidas son más vacías, sus pasiones más débiles y sus vicios más fuertes. La marca del conformismo es la sonrisa impersonal que sella todos los rostros…. La democracia está fundada en la pluralidad de opiniones; a su vez, esa pluralidad depende de la pluralidad de valores. La publicidad destruye la pluralidad no solo porque hace intercambiables los valores sino porque les aplica a todos el común denominador del precio. En esta desvalorización universal consiste, esencialmente, el complaciente nihilismo de las sociedades contemporáneas…. Nada menos democrático y nada más infiel al proyecto original del liberalismo que la ovejuna igualdad de gustos, aficiones, antipatías, ideas y prejuicios de las masas contemporáneas.

Octavio Paz

Resumen

Se presenta una caracterización del proceso de privatización de los servicios públicos en El Salvador, a la luz de la incidencia de las corrientes filosóficas que le han otorgado sustento teórico a la privatización en la región centroamericana, se identifica las contradicciones inherentes a las políticas neoliberales.

CATEGORÍAS

Neoliberalismo, globalización, alienación, filosofía de la sospecha, libre mercado, privatización,

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Pensamiento filosófico y políticas neoliberales en El Salvador 1990-2000

El tema que se presenta en este encuentro de indagadores de la filosofía intenta apelar a identificar causas y explicaciones lógicas a los problemas que sufren la mayoría de los hombres y mujeres de nuestra región y en nuestro tiempo; por consiguiente, no tratare aspectos clásicos de la historia de la filosofía, sino aspectos que de algún modo modelan la vida de los hombres y mujeres en el presente, generándose ya en pleno siglo XXI el efectivo dominio de las ciencias naturales, pero aun con una gran deuda en las ciencias sociales y particularmente con el hombre y la mujer aun excluidos de la realización humanista que pretendieron los pensadores del pasado.

Esta comunicación intenta abordar un problema que afecta a El Salvador, y que de algún modo refleja una pequeña extensión de las políticas aplicadas a nivel mundial por el gran capital afectando el área económica, la política y la vida social, en estas condiciones el pensamiento filosófico humanista, y todo el quehacer que implique razonamientos claros que procuren la efectiva felicidad humana se ve marginado por el interés "invisible y misterioso" del mercado.

Los indagadores de la filosofía participamos de las herramientas teóricas, cognoscitivas y metodológicas para tratar estos temas, para formarnos una idea exacta del desarrollo económico, y de sus efectos en la vida de los pueblos. Ya desde la antigüedad Aristóteles identificaba la importancia de la participación en la polis, sostenía que "quien no pueda entrar a formar parte de una comunidad, quien no tenga necesidad de nada y se baste a sí mismo no es parte de la ciudad, es una fiera o un dios." Los griegos tenían certeza de la importancia de la participación en los asuntos de la ciudad, les competía esta tarea a todos, más recientemente, estas ideas de la actividad, y participación de la administración política del estado, genera temor, desgano, o sencillamente para no ensuciarnos, adoptamos posturas académicas y advertimos que estas no son políticas, sino técnicas, académicas; mientras tanto los que dirigen políticamente los estados, atienden agendas que no obedecen a las necesidades del interés nacional y de sus electores, pero aseguran importantes fortunas para el futuro inmediato. Esas han sido las posturas políticas en los años ochentas y noventas que condujeron a la inserción de las políticas económicas neoliberales, en El Salvador, pero cual es, o cuáles son las corrientes filosóficas que otorgan sustento teórico ha este tipo de hombre y mujer de nuestro tiempo y esas condiciones. Esa es la interrogante que ocupa esta comunicación, y que sin duda más tarde con sus aportes nos formaremos algunas ideas claras que nos permitan identificar este presente complejo en diversidad que urge desde nuestra realidades conformas nuevas categorías que permitan pensamiento propio para su feliz trasformación.

No dudamos que a la filosofía de algún modo, corresponde generar condiciones que permitan el desarrollo del humanismo, del bien común entre los hombres y mujeres, pero esto no puede darse, si con ánimo de generar una abstracción crítica del pensamiento crítico, terminamos alejándonos de la vida práctica, de donde necesariamente surgirá el pensamiento propio.