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Organización anátomo-funcional del proceso memoria


  1. Lóbulo temporal
  2. Lóbulo frontal
  3. Lóbulo parietal
  4. Diencéfalo
  5. Ganglios basales
  6. Cerebelo

Los mecanismos nerviosos de la memoria y su organización anátomo-funcional son muy complejos y no están del todo elucidados.

La concepción de las tres unidades funcionales básicas descritas por Luria, que se mostrarán en el siguiente epígrafe, presentes en cualquier actividad o hecho de conciencia del hombre, ayuda a comprender muchos aspectos relacionados con la función mnémica y los mecanismos nerviosos involucrados. (Lache, 2012)

Las investigaciones de diferente índole han confirmado que la memoria es una función cognitiva que comprende muchas modalidades distribuidas en distintas áreas del cerebro. (Tirapu et al. 2008)

Los procesos mnémicos tienen una gran complejidad, ya que interviene un amplio repertorio de estructuras neurales del encéfalo, desde la corteza cerebral hasta el cerebelo. (Portellano, 2005)

A continuación se desglosan las principales estructuras implicadas en la memoria:

Lóbulo temporal

Los lóbulos temporales, y especialmente sus caras internas, tienen una gran importancia en los procesos de archivo del material mnémico. (Portellano, 2005)

El circuito de Papez es un importante centro integrador situado en la cara medial de cada lóbulo temporal que está formado por una red en la que participan numerosas estructuras diencefálicas, límbicas y corticales, hipocampo, circunvolución parahipocampica, fórnix, cuerpos mamilares, fascículo mamilotalámico, amígdala, núcleos anteriores del tálamo, circunvolución cingular y circunvolución dentada. (Harrison, 2005)

Las lesiones del circuito de Papez producen amnesia, provocan trastornos de la memoria a largo plazo e incapacitan el aprendizaje, produciendo olvido progresivo, mientras que los recuerdos más recientes se pierden.

Los recuerdos antiguos se preservan, puesto que son independientes del circuito de Papez. Mientras que los circuitos hipocámpicos son responsables de la memoria anterógrada (nuevos aprendizajes), las regiones temporales no mediales están más implicadas en la memoria retrograda o recuerdo de las informaciones del pasado. (Prives, Lisenkov y Bushkovich, 1984)

  • a) Hipocampo:

El hipocampo es un centro asociativo integrador supramodal, principal responsable del archivo y consolidación de todos los recuerdos explícitos, aunque no es responsable del almacenamiento a largo plazo de la información. (Portellano, 2005)

Recibe informaciones directas o indirectas de todas las regiones del cerebro, por lo que puede integrar todos los elementos en una sola experiencia. El hipocampo derecho se especializa más en la codificación de material no verbal (caras, planos, situación espacial), mientras que el izquierdo codifica el material verbal. (Tirapu et al. 2008)

  • b) Amígdala:

Desempeña un papel especial en la valoración del significado emocional de las experiencias. Las lesiones amigdalinas impiden el aprendizaje condicionado de respuestas autonómicas de contenido emocional. (Tirapu et al. 2008)

  • c) Corteza rinal:

Se encuentra situada en la cara interna del lóbulo temporal y está formada por la corteza entorrina y la corteza perirrinal. Interviene en la formación de recuerdos explícitos a largo plazo, facilitando los procesos de reconocimiento. (Portellano, 2005)

Lóbulo frontal

Las áreas prefrontales son responsables de varias modalidades de memoria: de trabajo, contextual, temporal y prospectiva.

También es responsable de la metamemoria, que se define como la "sensación de saber" o habilidad para saber si nuestra memoria contiene o no una determinada información. Existe disociación hemisférica de la memoria, ya que el lóbulo frontal izquierdo es más importante en la recuperación de recuerdos semánticos. Mientras que en la memoria episódica es más activo el lóbulo frontal derecho.

Las lesiones del lóbulo frontal no afectan a la capacidad de retención o recuerdo, sino que producen incapacidad para manejar los recuerdos de manera eficiente. (Portellano, 2005)

Lóbulo parietal

Está implicado en la memoria a corto plazo, existiendo disociación hemisférica, ya que el hemisferio izquierdo es responsable de la memoria verbal a corto plazo y el derecho de la memoria no verbal a corto plazo.

Las lesiones del lóbulo parietal pueden producir deficiencias en la memoria inmediata (retención de dígitos o recuerdo inmediato de imágenes), aunque se encuentra preservada la memoria a largo plazo. El lóbulo parietal contiene los centros de la memoria espacial y somestesica. La memoria espacial de los acontecimientos se localiza en la corteza parietal posterior, mientras que los recuerdos somestesicos se localizan en la corteza somestesica asociativa. (Portellano, 2005)

Diencéfalo

Determinadas estructuras diencefálicas como los tractos mamilotalámicos, cuerpos mamilares o núcleos dorsolaterales del tálamo forman parte del circuito de Papez junto con otras estructuras situadas en la zona interna del lóbulo temporal, por lo que ambas áreas temporales y diencefálicas regulan el mismo tipo de procesamiento de la memoria, participando en la codificación y consolidación de la información, siendo responsables de la secuenciación temporal de los recuerdos. (Tirapu et al. 2008)

Ganglios basales

Son responsables del almacenamiento de recuerdos de las relaciones sistemáticas entre estímulos y respuestas, asumiendo un importante papel en el aprendizaje de hábitos motores y en el recuerdo de tareas que se han adquirido mediante múltiples ensayos.

También intervienen en la memoria no declarativa o implícita y en la memoria de procedimiento. (Tirapu et al. 2008)

Cerebelo

Es responsable de los aprendizajes motores realizados mediante condicionamiento pavloviano, siendo el almacén de recuerdos de las habilidades sensomotoras adquiridas. (Prives, Lisenkov y Bushkovich, 1984)

Según Lache (2012) los trastornos mnémicos secundarios a la disfunción de las estructuras, mecanismos nerviosos que participan en la memorización, ocurren por lesiones encefálicas de diferente naturaleza, localización y extensión.

Las lesiones que afectan indistintamente la corteza entorrinal, el hipocampo, el fórnix, los tubérculos mamilares, el núcleo anterior y dorsomedial del tálamo, ocasionan alteraciones profundas de la memoria reciente y de la remota de modalidad inespecífica, es decir, para todas las modalidades: sensoriales, de posiciones y de movimientos.

Los estudios electrofisiológicos, los imaginológicos funcionales como la Resonancia magnética nuclear, la Tomografía por emisión de positrones, así como los resultados de Anatomía patológica y los estudios de correlación clínica confirman la participación de estas estructuras en todo el proceso. (Echeverría, 2013)

 

 

Autor:

Dalena Hernandez Urbay