RESUMEN
La investigación tuvo como propósito, generar aportes teóricos para la formación de los valores espirituales en la praxis docente de educación primaria. Su importancia consiste en que brinda elementos para mejorar el rol mediador del educador, en la formación de los valores espirituales del estudiante, para este nivel educativo. El estudio se fundamentó en las siguientes teorías: Axiológica, Educación Holística y Espiritualidad de Gallegos, Inteligencia Espiritual de Stephen y Buzan, y la del Aprendizaje Significativo de Ausubel. El enfoque epistemológico que se utilizó fue el interpretativo, sobre la base de la metodología cualitativa, con el empleo del método fenomenológico. El escenario se ubicó en la Escuela Básica José Andrés Ortiz, situada en el Municipio Biruaca del estado Apure. Los sujetos de la investigación lo conformaron cuatro (4) informantes clave, constituidos por dos docentes y dos estudiantes, que cumplieron con los criterios del estudio. Las técnicas que se utilizaron fueron la entrevista en profundidad y la observación participante; como instrumentos se emplearon: el guión de entrevista, la cámara fotográfica y el diario de campo. Los hallazgos investigativos revelaron, que los valores espirituales no son asumidos en la planificación ni en la praxis educativa, a pesar de la importancia que le asignan los educadores y los estudiantes. Se desconocen los lineamientos del Currículo Básico Nacional (1997), sobre la obligatoriedad del docente de implementar la tríada: investigación, conocimiento y desarrollo espiritual. En la teoría se plantea la necesidad que las instituciones como: familia y escuela asuman el compromiso con retomar los valores espirituales, se actualice al docente en inteligencia espiritual por parte de las autoridades educativas por promover en el estudiante el autoconocimiento, la autovaloración, la valoración por los demás y el fomento de una cultura de paz.
Palabras Clave: Educación Primaria, Praxis Docente, Valores Espirituales.
INTRODUCCIÓN
La espiritualidad constituye una dimensión universal, que representa en los individuos, el desarrollo de todas aquellas capacidades genuinamente humanas, requeridas para englobar una vivencia más profunda, que permita la trascendencia de lo intelectual, lo emocional y lo físico, para que los ciudadanos puedan llegar a sentir que forman parte de un sistema vital más amplio y con un propósito de vida claramente definido, orientado hacia la búsqueda de un crecimiento personal, donde no tienen cabida las actuaciones que denotan sentimientos como la injusticia, la intolerancia, la falta de sensibilidad humana y la emisión de comportamientos no éticos, que perturben la paz interior, la felicidad, el respeto hacia sí mismo y con los demás.
Por lo antes expuesto, se parte de la consideración de que los valores espirituales perfeccionan al hombre o la mujer, que la práctica por ser superiores a los cívicos y los éticos, generan en las personas, las virtudes más altruistas, como: la caridad, la solidaridad y la ayuda al prójimo. Así mismo, este tipo de valor establece lo que es correcto, su objetivo es unir a la humanidad, invitando a trabajar en forma conjunta y ayudándose unos a otros, para alcanzar el bienestar común.
Al contrastar los referidos aspectos con la situación, que confronta la sociedad actual, donde el modernismo y el consumismo, están afectando el comportamiento de sectores tan vulnerables, como los niños, niñas y jóvenes de la Educación Primaria. En estas instituciones, se han venido observando hechos de violencia, delincuencia juvenil, consumo de drogas y poco interés en los estudios, entre otros factores, los cuales permiten afirmar, que en lasescuelas venezolanas no se está cumpliendo con la misión de educar en valores espirituales, de ayudar a los jóvenes en la formación de su inteligencia emocional, lo que permite minimizar la acción destructiva de los antivalores y además, fortalecer su defensa emocional.
Por tales razones, se hace necesario que la praxis docente sobre la cual se fundamenta el hacer, el conocer, el ser y el convivir, promueva en el estudiante, la apropiación de una ecología humana comprometida consigo mismo, su entorno y la comunidad. Sin embargo, preocupa que en la cotidianeidad de los ambientes de aprendizaje, no se esté trabajando con los valores espirituales, siendo un eje transversal de vital importancia en la formación del niño, niña y adolescente, tanto en las instituciones escolares, como en los hogares venezolanos.
En respuesta a la problemática planteada, se realiza el presente estudio, con el propósito de fortalecer uno de los principales recursos, con los que cuenta el sistema educativo venezolano, como son sus docentes, quienes como mediadores de la integridad personal de los estudiantes, están obligados a fomentar en ellos los valores espirituales, a objeto de ayudarles a lograr: un profundo autoconocimiento, un manejo adecuado de sus sentimientos y emociones, promoviendo así un comportamiento ético, que les permita ser coherentes, actuar por voluntad propia, sentir una fuerte conexión con el universo y con todas sus formas de vida, pero también generándoles una agradable sensación de existencia, autovaloración, visión y sentido de vida, de vinculación y valoración hacia los demás.
Es por ello, que la investigación se propone la generación de aportes teóricos, para orientar la labor del docente en la formación de valores espirituales, desde la escuela, por ser ésta, una de las instituciones establecidas para reforzar los valores aprendidos en el hogar, conducentes a una cultura para la paz y la convivencia con menos prisa, bajos niveles de competitividad y mayor autorrealización
Orientado hacia el logro de este propósito, el estudio se fundamentó en las siguientes teorías: Teoría Axiológica de Ramos, de Educación Holística y Espiritualidad de Gallegos, Inteligencia Espiritual de Stephen y Buzan y el Aprendizaje Significativo de Ausubel. Igualmente, el estudio se asumió desde una postura epistémica, interpretativa, sobre la base de la metodología cualitativa, con empleo del método fenomenológico.
La información aportada durante el proceso de la investigación, se organizó en este informe, el cual está estructurado en cinco capítulos y de la siguiente manera: Capítulo I. Contexto Empírico, en el que se describe la caracterización del objeto de la investigación, se plantea la interrogante que orienta el estudio, los objetivos y la justificación. Capítulo II. Contexto Teórico, donde se enfocan los antecedentes, las teorías de entrada, los aspectos conceptuales y la fundamentación legal. Capítulo III. Contexto Metodológico, el cual contiene el enfoque epistemológico, el tipo de investigación, el método, técnicas, instrumentos, escenario, los informantes clave y el procedimiento metodológico. Capítulo IV. Contexto Crítico, donde se presentan los hallazgos investigativos, conclusiones y recomendaciones. Capítulo V. Contexto Generativo, donde se develan los aportes teóricos para la formación de valores espirituales, en la praxis docente del estudiante de Educación Primaria.
CAPÍTULO I
CONTEXTO EMPÍRICO
Caracterización del Objeto de la Investigación
La educación le ha permitido al hombre transformar su realidad, por tal razón, ningún país ha logrado su progreso sin expandir la cobertura y el mejoramiento del servicio educativo, que se les brinda a sus ciudadanos. Al respecto Betancour (2007), plantea que la tarea de educar debe ser profundamente humanizadora, que implique una formación integral apegada a los valores, para propiciar en el sujeto: dignidad, felicidad y grealización, aunadas éstas a las habilidades y destrezas, tanto cognitivas como físicas, que le permitan desenvolverse satisfactoriamente en el ámbito social.
Para el logro de los referidos propósitos, las instituciones educativas deben cumplir con la función de formar a los individuos, en las capacidades que necesitan para desenvolverse, tanto en forma individual como colectiva, dentro de una sociedad cambiante y globalizada, donde el educador cumpla con su rol de mediador, para despertar en el estudiante una cultura de paz, espíritu crítico, valores sociales y espirituales.
Los valores por su parte, constituyen el núcleo de la actuación humana, en cuanto a que son significaciones positivas, que se convierten en motivos de elecciones preferenciales, por los modos de comportarse frente a otros, de interés para lograr el cumplimiento de los objetivos sociales. En opinión de Fernández (2008:77), "los valores son pautas de nuestra conducta, que guían la actividad humana en todas sus manifestaciones, convirtiéndose en elementos indispensables en la regulación de la conducta de los seres humanos".
Por lo tanto, hay que significar que la concientización o individualización de los valores es un proceso prolongado de apropiación, de construcción personal, de conformación individual en la propia y cada vez más compleja interacción, que el sujeto va estableciendo con la realidad. De la mencionada interacción, se desprende la necesidad de indagar sobre los factores que según Ruíz (2008), a nivel mundial vienen incidiendo en el deterioro de la saturación educativa como de la social, donde cada día se hacen más evidentes hechos de todo tipo de abusos, violencia y guerras, que demuestran la profunda crisis de valores, que actualmente conforma la humanidad.
Para ejemplificar, la cita expuesta por el autor antes mencionado, se observan las noticias de tiroteos y de rehenes, que frecuentemente ocurran en las universidades y escuelas de Estados Unidos y Europa, los cuales reflejan el efecto negativo de los antivalores en la sociedad, por lo que se hace necesario fortalecer la formación en valores espirituales a través de la educación familiar y escolar.
Igualmente, la cita es corroborada por los hallazgos de Kumajaradasa citado por Barrios (2011), quien hace referencia a las siguientes estadísticas de Madrid (España), donde se realizaron 5.000 denuncias entre el año 2008 y 2009, de padres que fueron maltratados por hijos e hijas, incrementándose
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