El componente cognitivo comprende el sistema de creencias del individuo, ideas y conocimientos sobre los cuales se fundamenta su conducta.
Este componente es uno de los más accesibles en cuanto a modificación se refiere, ya que las cogniciones se pueden cambiar a través de la entrega de información referentes a las temáticas ambientales las cuales se transforman en conocimientos que el sujeto puede utilizar para enfrentar las diferentes problemáticas que se le presenten referentes a la problemática en general. En segundo lugar se puede encontrar el componente afectivo, el cual hace alusión a la dimensión de valores que posee el individuo, en el sentido que el individuo pueda evaluar de forma positiva y negativa los estímulos que recibe de su entorno. Suele ser considerado el aspecto fundamental, ya que numerosas actitudes se orientan en sentido afirmativo o negativo respecto de sus objetos.
Por esto mismo, las actitudes son difíciles de modificar si sólo se emplean métodos racionales basados en el conocimiento objetivo de las cosas; un vínculo afectivo con el alumno (entendido dentro de los parámetros normales de la relación profesor / alumno) puede ser mucho más beneficioso para la modificación de una actitud negativa o perniciosa para el estudio o las tareas encomendadas. El componente conativo es aquél relacionado con el comportamiento guiado por la actitud. Puede ser muy importante en actitudes de negatividad o marginalidad social, generadoras potenciales de actitudes violentas en los sujetos.
Detener el plano conativo de la actitud estimulando el plano emocional suele ser la técnica más usada y eficaz para el tratamiento escolar de este tipo de casos, y conseguir una cierta modificación. Modificado el plano emocional se tiene mejor acceso a los planos cognitivo, emotivo y conativo.
De acuerdo con lo anterior podemos clasificar las actitudes ambientales de la siguiente forma:
El antropocentrismo se caracteriza por actitudes que privilegian los intereses y el bienestar de la humanidad por sobre los demás. Se manifiesta de diferentes formas:
Una postura que sostiene que el bienestar físico, económico y social del ser humano es de importancia primordial, y tiene prioridad sobre todos los demás valores ambientales. Sostiene que el hombre es superior a todos los demás organismos, y que todo lo que hay en el medio ambiente ha sido creado para su uso y goce.
Otra visión es que el mundo y todos sus componentes existen independientemente de si fueron creados por un poder supremo y la especie humana tiene el derecho a usarlos.
De esta manera las posturas antropocéntricas pueden tomar dos formas:
La primera se define como el uso de algo con fines de lucro o para satisfacer egoístamente los propios fines. Esta actitud es promovida por la falta de consciencia o la indiferencia de la población respecto del uso de recursos naturales.
Esta postura está respaldada por las creencias en lo ilimitado de los recursos naturales, en lo absurdo de su agotamiento, en la desaparición de cualquier efecto negativo de su uso y en el deseo de lograr la satisfacción inmediata o el lucro.
La administración se basa en el principio fundamental que señala que el medio ambiente con sus recursos puede ser usado por el hombre, pero éste no debe destruirlo ni dañarlo. Debe cuidarlo y traspasarlo a las generaciones futuras.
Por otra parte el ecocentrismo considera que el hombre es apenas una de las criaturas que habitan la tierra y que debe compartirla y vivir en armonía con todas las demás formas de vida. El principio fundamental de esta filosofía es la convicción en relación con que el bienestar físico y espiritual de la humanidad, depende de mantener la tierra en un estado lo menos alterado posible, conservando los ecosistemas naturales que han evolucionado a lo largo de innumerables millones de años.
Para realizar una modificación de actitudes ambientales el modelo de tres etapas desarrollado por Bell, nos da una guía bastante práctica para poder lograr este cambio, consta de tres procesos a realizar. El primero de ellos es la sensibilización donde el objetivo es provocar una reacción de carácter emocional que eleva el nivel de alerta en relación a un hecho impactante. El segundo proceso, es el de información; el cual implica una recomendación a fin de evitar consecuencias adversas. Por último el modelo de tres etapas finaliza mediante un proceso de reafirmación en donde se promueve a los sujetos lo positivo que es seguir las recomendaciones dadas en la etapa anterior, dando énfasis a las conductas que se pueden llevar a cabo. Por ejemplo; el mantener el aula limpia y ordenada implica en un comienzo, que el alumno genere una conducta básica de no ensuciarla o contaminarla, mediante la toma de conocimiento de las consecuencias negativas que tiene esto para el ambiente que los rodea, como para ellos mismos en lo que respecta a la salud mental y rendimiento escolar enfatizando la conducta de botar papeles en los lugares establecidos para ello.
Autor:
Carlos Revollo Sanchez
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