Introducción
En el presente trabajo se plantea una hipótesis explicativa del cambio de la teoría de la a las teorías de la dicha hipótesis es producto de una reflexión epistemológica que toma como pretexto a los griegos, más que un trabajo de investigación con pretensiones helenísticas; algo más cerca de la filosofía actual que de la filología clásica.
Para lo anterior se ha hecho, entre otras cosas, una revisión no exhaustiva de los usos sociales de la palabra en la sociedad de la Grecia Arcaica y en la sociedad de la Con ello se han caracterizado algunos aspectos de la construcción social de la y algunas posibles relaciones de la misma con el origen del pensamiento filosófico griego.
Antes que un trabajo sobre los portavoces de las ideas o sobre las costumbres, la economía y la organización política imperantes en la época del pensamiento presocrático y sofístico, trataré de elaborar una interpretación consistente sobre el origen y el desarrollo de ciertos aspectos del pensamiento filosófico griego, en particular sobre el cambio de la teoría.
Los presocráticos y el devenir
Es un concepto de carácter definidamente técnico en filosofía. Muy relacionado con el de tiempo, y con los correspondientes a mutación o cambio; por esto, debe entenderse por devenir, el hecho de que, en la realidad, nada es estático, sino un flujo o una corriente dinámica. Algo es ahora… -con lo cual se alude a un presente más que efímero-, pero dejará de serlo inmediatamente después, para pasar a ser otra cosa.
El término devenir apunta al proceso de ser, o también si se quiere, al hecho de ser como un proceso. De este modo es frecuente o habitual ubicar como contrarios devenir y ser. Con este vocablo se apunta a todas las formas de llegar a ser, o ,en gerundio, del estar siendo.
Desde los comienzos, la filosofía de los griegos, ya desde los presocráticos, se enfrenta con el inquietante problema, dando múltiples soluciones. Básicamente, tales pensamientos discurren entre la aceptación de la movilidad hasta la negación racional, no empírica, de la misma.
En el primero de los grupos de pensadores debemos citar a Heráclito, para quien " no nos bañamos dos veces en el mismo río".
El pensamiento de este filósofo es arquetípico para el problema del devenir en toda la filosofía occidental. El devenir es, para Heráclito, la sustancia del ser, ya que toda cosa está sujeta al tiempo y a la transformación. Incluso, aquello que aparece como estático a la percepción sensorial, está en verdad en situación dinámica y en continuo cambio.
Esta idea la simboliza con el "fuego", el principio o arjé de todas las cosas. Debido a que este elemento es la metáfora por antonomasia para el movimiento perpetuo, para la vida fugitiva y para la destrucción final e ineludible.
El devenir es así la ley inmutable, el logos, en virtud de que todo cambia, a excepción de la ley misma del movimiento. La condición estática es sinónimo de muerte.
Es comprensible, entonces, que Heráclito afirme que todo fluye (panta rei).La imagen del río lo muestra. Y, extremando las cosas, su discípulo, Crátilo, objetará a su maestro, afirmando que no sólo es imposible bañarse dos veces en el mismo río, ya que en verdad ni siquiera es posible bañarse una sola vez; y ello en virtud de que el agua que moje en principio los pies, ya no será la que moje los tobillos.
La armonía de las cosas, para Heráclito, se encuentra en la armonía de su perenne cambio y en el continuo contraste de los opuestos. Esta idea es definida como pólemos, lo que vale tanto como guerra u oposición. Así, para él, la guerra es madre de todas las cosas.
En Parménides, eleático, se hallará una posición diametralmente opuesta. Concebido el ser como una totalidad estática, el movimiento y el cambio, son imposibles, solamente aparentes o falaces. Porque tanto el movimiento, como el cambio, son un pasaje del ser, "que se es", al ser, "que no se es"… ahora. Y el no-ser (o, en término no griego, la nada), no existe ni puede existir.
La esfera parmenídea del ser es, consecuentemente, inamovible o no fluyente, inengrendrada, con límites o periferia, imperecedera, sin fisuras, compacta, intemporal y todo llena de ser…Para que estas características pudieran no darse, se debería aceptar la existencia del no-ser, y esto es racionalmente contradictorio.
Son muchas las variantes que estos dos principios básicos han de tomar en todos los filósofos presocráticos.
Ya en la filosofía clásica de Grecia, Platón dirá que el estatismo parmenídeo conviene, de modo específico, al mundo de las ideas, y no al de los seres sensibles.
La propensión general de Platón es hacer del devenir una específica propiedad de las cosas, en cuantos reflejos o copias solamente aparentes de las ideas.
Aristóteles (Física) criticó las concepciones del devenir propuestas por los pensadores anteriores e intentará eludir la aporía parmenídea, apelando a los conceptos de potencia y acto. Algo es una sustancia en acto, y eventualmente un ser sucesivo o posible, en potencia.
Los escolásticos de tendencia aristotélica retomarán con firmeza los conceptos del maestro.
Heráclito y Parménides
Deseo comenzar este ensayo sobre los fragmentos de Parménides y Heráclito, citando de cada uno un trozo, que nos ayudara a encontrar unas posibles conexiones entre estos dos pensadores presocráticos.
Para Parménides:
"lo mismo permanece en lo mismo, y descansa en sí mismo, y así permanece firme en su posición; pues la poderosa necesidad lo mantiene en las ligaduras del límite, que lo rodea en su trono.
A causa de lo cual al ente no le es licito ser inacabado, pues no carece de nada: si (careciera de algo) el ente, carecería de todo". (Permanencia)
Para Heráclito:
"Este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha hecho, sino que existió siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre vivo, encendiéndose con medida y con medida apagándose"
"las cosas frías se calientan, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo reseco se humedece"
Lo uno cambia y vuelve a cambiar para volver hacer. (Devenir)
Como podemos ver cada uno posee, formas diferentes de describir el "Arje".(Principio de todas las cosas),para Heráclito una cosa nunca es, sino que cambia, es una lucha de contrarios, nada puede existir, ni ser conocido sin su contrario.
Mientras para Parménides se presenta el ser en la estabilidad, y este con sus características. Eterno, no tiene principio ni fin, inmóvil, no se mueve ya que el desplazamiento de un lado a otro es imposible, inmutable, no cambia, único, solo hay un ser, finito, es decir perfección.
Mientras para Parménides es latente, para Heráclito es patente.
Para estos filósofos lo que podríamos decir es que cada uno para darle existencia a sus posturas recurre a la PERMANENCIA, es decir Parménides en la permanencia encuentra el Arje del ser y sus características, ya antes mencionados
Parménides sostiene la unidad del cosmos de una manera extrema. No hay muchos mundos, sino que el ser en general es solamente uno, universal y siempre el mismo, es notoria su radicalidad en la permanencia del ser.
Y para Heráclito la permanencia en el devenir, el principio de que todo fluye y nada permanece en un ser fijo. Es por ello que el cambio debe permanecer para poder existir.
"Uno, lo único sabio, quiere y no quiere ser llamado con el nombre de Zeus"
El devenir es justamente una cierta tensión entre contrarios, y esa tensión es la que pone en curso y flujo el movimiento. Del devenir en cuanto ser.
Lo uno en Heráclito es lo que hace que el devenir, aunque cambie "Sea", es decir el ser "es", y al ser "es" encontramos una conexión con Parménides.
Para Heráclito la lucha de contrarios genera el devenir: Ejemplo Malo y bueno, estos son opuestos, el logos viene a producir en este devenir la estabilidad del ser, porque, es el logos el que da orden al ser y hace que la lucha de contrarios en su constante devenir, siempre permanezca el "ser"
"Es ley también, obedecer la voluntad de lo uno"
Otro de los posibles puntos de encuentro es que ambos utilizan la razón para formular sus posturas, es decir partiendo de que para Parménides "es necesario decir y PENSAR que lo Ente es: Pues es el Ser, pero la Nada no es"
El utilizar la racionalidad, este pensador se postula como un extraordinario hombre de pensamiento humano y adecuada el principio de conservación para el que la nada es siempre nada y el ser es siempre ser.
"Observa cómo. Estando ausentes. Para el pensamiento las cosas están presentes. Pues no se interrumpirá la cohesión del Ente con lo Ente. Ya sea disparándolo en todo sentido, totalmente en orden o bien combinándola"
Mientras que para Heráclito el hombre estaba dotado de dos instrumentos para el conocimiento de la verdad, la sensación y la razón, partiendo de la crítica a la sensitivo ya que de ello se puede desconfiar pues podían engañarnos, mientras la razón es el juez de la verdad.
"Una cosa es lo sabio: conocer la inteligencia que guía todas las cosas a través de todas"
Sólo lo universal es para Parménides lo esencial. Para Heráclito sólo lo individual (lo uno), ambos están ligados a el logos, este o no en movimiento, universal o particular el ser esta ahí
Como resultado final de estas posturas paralelas podemos decir:
Con Parménides que la verdad científica, si realmente es verdad permanece eternamente, mientras que por su parte Heráclito
Que el mundo real, contenido como esta en el tiempo y espacio, eternamente fluye. Aquél que es el mundo del pensamiento; éste, el mundo del sentido, para que el devenir no un azar, sino una permanencia que genera la lucha de contarios.
Opinión
Se destacan tres aspectos, en primer lugar que es entre los presocráticos donde se produce el paso del mito al logos. En segundo lugar, que sus ideas han sido precursoras de muchas teorías científicas de la modernidad. Y en tercer lugar, este trabajo propone un concepto al que se denomina principio de ignorancia o duda, el cual destaca la imposibilidad del hombre de conocer la verdad del mundo, al menos con la simple experiencia de los sentidos. A partir de este principio, cuya existencia se demuestra acudiendo a las fuentes de los escritos presocráticos, se concluye en que, al tomar conciencia éstos de que la realidad es muy compleja, dan impulso a la búsqueda del conocimiento mediante la razón, dando así origen a la ciencia.
Conclusiones
El pensamiento metafísico de Heráclito y Parménides. Estos filósofos tienen en común que identifican el arché con el concepto más abstracto posible, con el "Ser". Lo que tienen en común todas las cosas, al margen de las diferencias, es que "son". Por otra parte van a entender el "Ser" en dos sentidos diferentes:
•Heráclito entenderá el ser en un sentido dinámico: todo es cambio.
•Parménides entenderá el ser en un sentido estático: nada cambia, el cambio es sólo apariencia.
Según Heráclito el hombre puede llegar a conocer el logos o la razón universal basándose en la observación atenta de la naturaleza. Esto es importante porque se trata de otra diferencia con Parménides que sólo da validez al conocimiento racional, no al conocimiento sensible.
El pensamiento de Heráclito admite un proceso cosmológico, similar al de Anaximandro y Anaxímenes, de separación y de vuelta a la unidad. El universo se mueve, según Heráclito, siguiendo dos fuerzas contrarias que son la armonía y la discordia. Posteriormente, Empédocles hablará del amor y del odio.
Parménides de Élea. En su poema Perifiseos nos propone que para acceder al conocimiento existen dos vías:
•La vía de la opinión es la vía de los sentidos que nos dicen que las cosas cambian y que son múltiples. Por tanto el ser, a la vez, es y no es. Esta afirmación es contradictoria y no la debemos admitir.
•La vía de la verdad es la vía de la ciencia, que nos dice que el cambio es mera apariencia y que el ser se reduce a la unidad. Esta vía se basa en la afirmación incuestionable de que el ser es y no puede no ser.
Esta vía de la razón nos lleva a una concepción del ser inmovilista y monista.
Autor:
Yorwin Basabe
Enviado por:
Oscar Alberto
ARQUIDUOCESIS DE CORO
INSTITUO FRAY AGUSTIN DE QUEVEDO
SEMINARIO MAYOR "SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA"
CORO. ESTADO FALCÓN
CORO, MARZO 2012