- La maternidad: función reproductiva y proceso evolutivo emocional
- El rol crucial de la amígdala cerebral
- El poder de la primera experiencia
- En resumen
- Bibliografía
Las primeras experiencias forman la matriz donde yacemos nuestras experiencias futuras, por eso nos son tan importantes. FEFL en El poder de la primera experiencia en:
www.monografias.com/trabajos79/poder-primera-experiencia/poder-primera-experiencia2#enresumena
La maternidad: función reproductiva y proceso evolutivo emocional
En preparación para el desarrollo del estado especial de convertirse en madre, la mujer debe de hacer ajustes en todo su organismo. Cambios que no solo son emocionales, sino que asimismo son endócrinos y neurológicos.
Desde al apego y el placer de tener un hijo hasta la ansiedades asociadas con su integridad y protección, los cambios de la maternidad son realidades físicas definidas.
Habiendo descrito el efecto de la oxitocina en las madres (y por igual en los mismos padres), aún antes de que nazca el bebé, cambios profundos de estructura cerebral y de comportamientos resultantes tienen lugar en toda la anatomía y estructura encefálica.
Todas las regiones del susodicho órgano experimentan transformaciones que se extienden desde las cortezas prefrontales, el mesencéfalo, los lóbulos parietales y otras regiones específicas.
Por ejemplo la materia gris se espesa en su constitución. Mientras que actividades proporcionadas aumentan en regiones que gobiernan empatía, ansiedad e interacción social.
En su esencia básica los cambios mencionados son gobernados por un torrente de hormonas durante el embarazo y el período posparto, que inducen la atracción devota de la nueva madre hacia su cría.
Esos sentimientos de amor infinito, ferocidad sobreprotectora y preocupación constante se desencadenan como actividades cerebrales.
Estudiando el cerebro materno es la clave al entendimiento de las razones por las cuales tantas madres nuevas sufren de las depresiones del puerperio, y por las que otras manifiestan la limpieza y el lavado compulsivo de las manos, preocupándose por la posibilidad de eventos poco definidos que no pueden controlar, como lo es la intranquilidad de establecer si el retoño está respirando o si está simplemente durmiendo.
Los comportamientos protectores, a veces, pueden adquirir la cualidad de obsesiones que pueden ser patológicas. ¿Es mi bebé saludable? ¿Está alimentándose bien? ¿Respira?
Específicamente los cambios más pronunciados en madres nuevas se evidencian en regiones cerebrales que participan en la regulación de emociones. Áreas que participan en el control de la empatía y con las reacciones instintivas de proteger y de cuidar por el bebé. Para el altricial ser humano estos fenómenos son esenciales para la supervivencia.
Regiones cerebrales que soportan el desarrollo evolutivo de los comportamientos maternos y las emociones asociadas con los mismos son genéticamente predeterminadas, a veces respondiendo a pulsiones epigenéticas.
El rol crucial de la amígdala cerebral
De mucho interés para los investigadores de la maternidad como función y proceso es el grupo de neuronas de apariencia almendrada conocida como la amígdala cerebral.
Esta estructura, se ha determinado que asiste en el procesamiento de memorias e incita reacciones emocionales como son el miedo, la agresión y la ansiedad.
En el cerebro normal la actividad de la amígdala aumenta en las semanas y meses luego del parto.
Este crecimiento se correlaciona con el comportamiento de la nueva madre. Una amígdala amplificada hace a la madre más sensitiva a las necesidades del bebé mientras que el cóctel de hormonas que encuentran más receptores en una amígdala de mayor envergadura asiste en crear un sistema de retroalimentación que nutre los comportamientos maternos.
Con solo mirar al bebé los centros de recompensa se encenderán, lo que influye en la manera como la madre habla y consuma el cuidado del recién nacido. Motivándola en esa y otras funciones similares.
Daño a la amígdala se asocia con altos niveles de depresión en la madre.
Lesión a la amígdala puede afectar el apego que existe entre madre e hijo. La habilidad innata del bebé de poder distinguir su propia madre sobre otras extrañas, es función de este órgano de configuración elipsoide.
Las actividades de la amígdala se asocian asimismo con los sentimientos poderosos de una madre por el propio y por encima de otros bebés que a otras madres pertenecen.
Estudios han corroborado estos hallazgos de preferencia refleja y reconocimiento instintivo por el propio vástago.
En ciertos experimentos, una activación mayor por parte de la amígdala, cuando madres veían las fotos de sus hijos, se asociaba con menor ansiedad y sentimientos de depresión en las madres que la exhibieran. Lo que es indicativo de que estos cambios funcionales en el cerebro materno inducen los comportamientos que garantizan la seguridad del bebé.
Como ya hemos estudiado en otras lecciones, mucho de lo que sucede en la amígdala de una nueva madre es resultado del efecto de las hormonas que la impactan. La región posee una concentración elevada de receptores de hormonas, como la oxitocina, que surgen durante el embarazo.
Los niveles de oxitocina maternos — el sistema responsable por el apego de madre-a-bebé que existe en todas las especies mamíferas aumentan de manera dramática durante el embarazo y durante el período posparto. Y, mientras mayor es la participación materna en el cuidado del neonato, mayor es el incremento en la oxitocina.
Por ello es que hemos apodado la oxitocina: "la hormona del amor". Porque la metamorfosis de la madre es muy semejante al enamoramiento.
La oxitocina asimismo surge cuando las madres miran a sus bebés, o cuando escuchan sus arrullos y sollozos y cuando se acurrucan a ellos.
El incremento de la oxitocina circulante durante el amamantar hace que las madres lactantes sean más sensitivas al sonido de las vocalizaciones de su hijo que las madres que renuncian a esta experiencia.
Todos los sentidos participan en esta cascada neuro-emocional que garantiza que aún los efluvios más íntimos del infante para la madre son aromas especiales de riquezas únicas.
Este es el acto de enamoramiento a que aludiéramos.
El poder de la primera experiencia
Los cambios mayores que el cerebro experimenta con el embarazo y la maternidad ocurren con el primer parto. Nunca se ha determinado si los cambios son permanentes, si mutan, o si son reversibles.
Lo que sí sabemos es que los cambios del cerebro durante el proceso de la maternidad no son exclusivos de las madres.
Los hombres demuestran cambios similares en el cerebro cuando ellos se involucran en serio en el cuidado del bebé cuya progenitura les corresponde.
En el hombre existe una reducción posparto de testosterona para rendirlo menos agresivo y más dispuesto a proporcionar soporte necesario a la nueva madre.
La oxitocina no influye el comportamiento del hombre en la manera en que lo hace con la mujer.
En el hombre el cerebro paterno está soportado por una red socio-cognitiva que evoluciona en el cerebro de ambos sexos durante el proceso del desarrollo, pero que en la mujer se evidencia como una constelación de comportamientos que la prepara automáticamente para ser madre.
El programa cerebral para la maternidad existe en el cerebro antes de que la mujer tenga hijos.
Entonces, la maternidad puede interpretarse como un espacio recóndito en el cerebro femenino en espera de hacer su presencia.
Parece ser conclusivo que el acto de tener y criar hijos crea senderos neurales nuevos en el cerebro de ambos progenitores, cuyos roles son esencialmente distintos.
¿Quién es mamá y quién es papá?
La palabra teutónica "weltauschauung" despierta en mi mente en esta sección de mi artículo.
Weltanschauung es una expresión alemana que significa concepción del mundo, en el sentido absoluto. O que consiste en una concepción comprehensiva del universo y de la relación de la humanidad con la misma. (Ver más:
https://es.vikidia.org/wiki/Weltanschauung).
Quizás es por el deseo de participar en la delicada y exquisita sinfonía biológica que acompaña la magia del milagro de ser madre que muchas parejas homoparentales desean "tener" sus propios hijos, aunque las cirugías para los cambios transgéneros no capacitan al hombre para el embarazo como tantos ansían (¿Bruce Jenner entre ellos?).
Debido a que muchos de los cambios deseados se alejan del "plan natural", es que insistimos en definir las diferencias que afectan ciertos instintos para supervivencia y reproducción como poseyendo función y como siendo proceso.
Comer y alimentarse no son lo mismo. El sexo no-reproductivo tampoco lo es como no lo puede ser una maternidad en la que las funciones legítimas de los padres se tergiversan y pierden su especificidad.
Antes y después…
Para ser madre se necesita el desarrollo evolutivo de los instintos maternales que son productos del desarrollo psicosexual del ser humano.
La familia homoparental puede ser función — a veces imitada — pero no proceso.
Hacer los ajustes necesarios para adaptarse a sus necesidades especiales es algo de un reto psicosocial en espera de solución.
En eso consiste el weltauschauung de esta ponencia.
Fin de la lección.
Larocca, FEF: El poder de la primera experiencia en monografías.com, en academia.edu.com y en researchgate.net
Larocca, FEF: Uniones homoparentales: Un nuevo modelo de familia en monografías.com, en academia.edu.com y en researchgate.net
Larocca, FEF: Oxitocina: La hormona del amor Un nuevo modelo de familia en monografías.com, en academia.edu.com y en researchgate.net
Larocca, FEF: Los estados intersexuales: Nature vs Nurture en monografías.com, en academia.edu.com y en researchgate.net
Larocca, FEF: El cambio quirúrgico de sexo en monografías.com, en academia.edu.com y en researchgate.net
Larocca, FEF: Madres (que matan) filicidas: ¿La oxitocina insensible? en monografías.com, en academia.edu.com y en researchgate.net
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
Academia.Edu
ResearchGate.net y
Monografías.com
Para un excelente artículo que soporta la noción que la familia homoparental es innatural:
http://www.nytimes.com/2015/05/10/opinion/sunday/judith-shulevitz-mom-the-designated-worrier.html?hpw&rref=opinion&action=click&pgtype=Homepage&module=well-region®ion=bottom-well&WT.nav=bottom-well&_r=2
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca