- Derecho Penal primitivo
- La Edad Antigua: China, Egipto, Israel, Persia, India, Asiria, Grecia, Roma
- La Edad Media. Derecho Penal Canónico y Germánico
- El Derecho Penal en la Edad Moderna y Derecho Penal liberal
- La filosofía penal
- Las escuelas penales
- Historia del Derecho Penal venezolano
- Conclusiones
- Referencias
Derecho penal primitivo. La edad antigua: China, Egipto, Israel, Persia, India, Asiria, Grecia, Roma. La Edad Media. El Derecho Penal Canónico; Derecho Germánico. El Derecho Penal en la Edad Moderna. El Derecho Penal Liberal. La Filosofía Penal. Las Escuelas Penales. Historia del Derecho Penal Venezolano.
Introducción
El propósito del análisis del Derecho Penal desde una perspectiva histórica, es fomentar el análisis de los temas de la parte general de esta disciplina para formar profesionales que los apliquen y defiendan desde sus distintas actividades como futuros operadores del derecho, quienes en posiciones de jueces, abogados litigantes, asesores y académicos, entre otros, deberán conocer, dominar y aplicar esta rama del derecho, para lograr así su respeto y el consecuente fortalecimiento del Estado de Derecho y la Democracia venezolanos. En este trabajo de investigación, la primera parte está referida al estudio del origen, evolución histórica y grandes aportes al desarrollo del derecho penal.
Posteriormente, se presenta la manera en que la denominada época de las luces influye en la manera de pensar de hombres como César Beccaria y otros pensadores liberales que lograron transformar esta disciplina. También se analizará la forma en que el derecho venezolano reconoce la teoría de la Escuela Clásica, haciendo referencia a la evolución histórica del Derecho Penal en nuestro país.
CAPÍTULO I
Derecho Penal primitivo
No es tan importante el estudio del aspecto histórico del Derecho Penal como lo es en el del Derecho Civil. El autor suizo Augusto Cornaz, al respecto, dice que el Derecho Civil depende del Derecho pretérito, de la historia de un pueblo y, en cambio, "la reforma del Derecho Penal está íntimamente ligada al movimiento general de la civilización. El Derecho Penal es eminentemente moderno, filosófico, independiente del pasado".
Sin embargo, penalistas tan destacados como Von Hippel y Mezger aconsejan estudiar el desarrollo de la penalidad a lo largo de los tiempos para procurarnos la experiencia que nos haga comprender mejor las instituciones de hoy.
Jiménez de Asúa es también partidario de estudiar la historia del Derecho Penal, aunque advierte que en las épocas prehistóricas nos encontraremos con datos que será imposible depurar por fuentes fidedignas. Se nos presentará otro obstáculo al no poder apreciar por el solo examen de la ley su aplicación práctica en tiempos pasados.
Para explicar el origen del derecho penal, éste se debe buscar en la sociedad primitiva, y para explicar su progreso, seguimos la trayectoria de cuatro períodos que señala el profesor José Rafael Mendoza Troconis:
1. El Derecho Penal de los clanes totémicos.
2. El Derecho Penal de la ciudad de la antigüedad.
3. El Derecho Penal de las teocracias y gobiernos de las clases dominantes y de los déspotas.
4. El Derecho Penal doctrinario y científico, elaborado por los filósofos y las escuelas.
1. El Derecho Penal de los clanes totémicos
Mendoza Troconis, explica que el grupo primitivo que se encuentra en la iniciación de casi todas las sociedades es el clan, y lo define como: "agrupación de parientes o de individuos que tienen el mismo origen místico, un antepasado que da nombre al grupo y se denomina tótem" (Curso de Derecho Penal Venezolano, Parte General, Tomo I, pág. 59).
Por su parte, Durkheim define el clan "la sociedad jurídica de parientes enlazados entre sí por la comunidad de nombre y de culto y por la reciprocidad de derechos y deberes". (Cita de Benson, Totemismo, pág. 94).
Sin embargo, y en contraste con los autores citados, Miguel Pérez afirma que "el tótem y el tabú son inspiraciones cuyo sentido verdadero no podemos alcanzar a comprender hoy". (Derecho Penal, Principios Generales, pág. 62, 1963).
James G. Frazer, narra:
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