La Teoría de la evolución cumple ciento cincuenta años y Darwin, ya celebra sus doscientos

1. Darwin y Wallace
2. Charles Robert Darwin (1809-1882)
3. El Origen de las Especies
5. El origen del Origen
6. Llegan dos nuevos contribuidores a la evolución de los pinzones: B. Rosemary Grant y Peter R. Grant de la Universidad de Princeton
7. Evolución de la evolución
8. Los orígenes de una teoría
9. La patografía de Charles Robert Darwin
10. En resumen
11. Bibliografía
12. Apéndice

En memoria de Charles Robert Darwin

Genio nacido el 12 de febrero del 1809

Admitido al Olimpo de la Historia el 19 de abril del 1882, día en que falleciera.

En esta tesis nos proponemos rendir tributo a dos hombres y a una teoría de trascendental importancia para todo el conocimiento humano.

Darwin y Wallace

En nuestros días se considera correcto adjudicar a Darwin todos los reconocimientos debidos, por haber introducido la Teoría de la Evolución, omitiéndose, de manera discreta, el nombre de su codescubridor y antecesor científico, Alfred Russel Wallace (1823 – 1913).

En nuestro propósito de conmemorar el sesquicentenario del advenimiento de la Teoría de la Evolución y el bicentenario de su coautor, Charles Darwin, limitaremos nuestro estudio a la manera en cómo su gestación procedió únicamente en la mente de Charles Darwin, aunque tácitamente ofrecemos consideración, y reconocimientos debidos, a ambos genios anglosajones: Russell y Darwin.

Charles Darwin

Los miramientos debidos, se ofrecen en el orden merecido: primero, a Alfred Russel Wallace, cuyo manuscrito fuera determinante en la propagación de la teoría. Y, segundo a un irresoluto Charles Darwin, quien, por miedos a que Wallace lo aventajara, decidió publicar, antes de lo esperado, el primer best seller en toda la historia de la humanidad. Pero, como Darwin, lograra acopiar, de manera, casi exclusiva, toda la fama — entonces, a este último dedicamos esta ponencia — mientras que reconocemos que Wallace siempre retendrá la primacía científica.

Hablemos, entonces de Charles Robert Darwin, cuya vida la viviría plagada por trastornos psicosomáticos y en aislamiento, como eremita recluso.

Charles Robert Darwin (1809-1882)

Este naturalista anglosajón comenzó su famoso proyecto en la teoría de la evolución, por serendipia, como amateur científico nacido en la Era Victoriana.

Hombre, descendiente de antepasados ilustres, que dedicaría la duración de su vida a la introducción de un sistema lógico para explicar la vida en nuestro planeta. Sistema, que después de 150 años de ser formulado, todavía gobierna el derrotero de toda agenda en la biológica.

Alfred Russel Wallace

En el espacio siguiente suministramos una historia resumida de su vida y de sus logros

El Origen de las Especies

Antes que Darwin publicara su obra revolucionaria, El Origen de las Especies, otro naturalista, Alfred Russel Wallace, había ya descubierto independientemente, que la selección natural era el agente responsable por la transmutación de organismos durante la progresión evolutiva.

Pero el concepto de la evolución por cambios en generaciones sucesivas se remonta a los filósofos de la Grecia clásica, y luego, en el siglo XVIII Carl Linnaeus postuló la mutabilidad limitada de las especies por medio de la herencia y la hibridación.

El abuelo de Charles Darwin, Erasmo Darwin, y Chevalier de Lamarck fueron los principales proponentes de la evolución alrededor del 1800. Sin embargo, tales conceptos tendrían muy poco impacto en el pensamiento científico de su era, dominada por el dogmatismo religioso y los escrúpulos derivados.

Otros investigadores cuyos esfuerzos trazaran la ruta para que Darwin la siguiera, fueron:

William Smith que en el 1815 ya había demostrado la secuencia temporal de poblaciones de fósiles. Charles Lyell, quien adaptara sus propias ideas a las del naturalista Charles Hutton quien, por su parte, consideraba que las condiciones y procesos visibles suministraban pistas, para entender la historia antigua de la tierra. Igualmente, Darwin se familiarizó con las intuiciones de Robert Malthus, contenidas en su Ensayo sobre el principio de la población (1838). Todas estas ideas, y las observaciones de los fósiles que encontrara, durante el viaje que hiciera en el HMS Beagle, suministraron al joven científico su bosquejo conceptual de trabajo.