La institución es definida como un sistema de comportamientos de una sociedad, regulados por procesos estructurados mediante los cuales las personas llevan a cabo sus actividades, relativamente permanentes y organizadas, que formulan ciertas conductas sancionadas y unificadas con el propósito de satisfacer y responder a las necesidades básicas de una sociedad. La sociología ha asilado y clasificado en tres categorías distintas comunes a las instituciones:
Los símbolos culturales: son señales de identificación, que sirven para advertir la presencia de una institución: estos símbolos pueden ser materializados o inmateriales: la bandera, el himno nacional, etc.
Los códigos de comportamiento: son reglas formales de conducta y tradiciones informales, propias de ciertos roles. Si bien existen códigos de comportamientos comunes a todas las personas generalmente son reconocidos, no hay ninguna garantía de que haya individuos que se desvíen de tales pautas. La ideología: es un sistema de ideas interdependientes, compartidas por un grupo. Una ideología justifica un interés particular social, moral, económico o político del grupo y explica el universo en términos aceptable.
Las instituciones sociales son las grandes conservadoras y transmisoras de la herencia cultural, función que ejercen como consecuencia de su carácter, es decir, de que no dependen de ningún individuo o grupo. El proceso a través del cual las instituciones retienen y transmiten la herencia cultural es, en esencia, el mismo que forma la personalidad. La cultura se transmite por interacción de un ambiente institucional. Las instituciones educativas se desarrollaron como una forma sistemática de proporcionar lo que no podía aprenderse fácilmente dentro de la familia, complementando la educación formal e integral del individuo a través de su vida misma que le apoyará para insertarse en la sociedad y desempeñar los roles que le permitan conseguir un nivel socioeconómico, cultural y familiar adecuado y positivo dentro de su entorno. Debemos recordar que la familia se compagina para la formación integral del ente social; siendo en la familia donde normalmente un individuo aprende a confiar en su entorno familiar el cual le proporciona seguridad, amor, respaldo económico y estabilidad emocional, siendo esto siempre reforzado por la educación.
¿Qué es la familia? "La familia constituye el núcleo de la sociedad, representa el tipo de comunidad perfecta, pues en ella se encuentran unidos todos los aspectos de la sociedad: económicos, jurídicos, socioculturales, etc."[1] "La familia desde el punto de vista de la Sociología de la Educación es el primer grupo en que el niño, por la interacción social, recibe la primera educación; es más es el –grupo fundamental y primario- para esta educación en la que la sociedad tiene un carácter fundamental."[2] La familia es ante todo una institución social que influye con valores y moral, donde los padres y hermanos enseñan normas reforzadas para ayudar en la conducta de los hijos, en ningún otro campo influyen como en éste la religión, las buenas costumbres y la moral. La importancia de dichos valores morales no solo es para como los niños responden ante cada situación concreta que se les pregunta, sino que los envuelve, influye, detiene o estimula. Entran en contacto con valores familiares no solo del ambiente que los rodea y del núcleo donde se desenvuelven social y educativamente.
A lo largo de la historia la familia ha prevalecido como una institución viva y universal, es la base de toda cultura. La importancia de la familia y de su bienestar proviene de la influencia que ejerce en el individuo y su trascendencia sobre el ambiente. Es el primer lugar donde el ser humano percibe a los demás y se integra a la comunidad.
La familia está orgánicamente unida a la sociedad, al construir su fundamento y alimento continuo mediante su función de servicio a la vida, En la familia se hacen ciudadanos, y éstos encuentran en ella la primera escuela de las virtudes que engendran la vida y el desarrollo de la sociedad, constituyendo el lugar natural y el instrumento más eficaz de humanización de la sociedad; colabora de manera original y profunda en la construcción del mundo, haciendo una vida propiamente humana, en particular custodiando y transmitiendo las virtudes y valores.
Está fundada en el amor, y esto es lo que mueve a todos sus miembros a construir día tras día una comunidad siempre renovada, en la cual todos tienen igual dignidad e importancia; el amor hace que la unidad familiar se de basándose en la entrega de cada uno en favor de los demás. Es por ello que la familia es el lugar por excelencia donde todo ser humano aprende a vivir en comunidad con actitudes de respeto, servicio, fraternidad y afecto.
Todos los miembros deben trabajar por la cohesión de la familia, sabiendo, que no se da por sí sola, puesto que es una conquista tanto de los padres como de los hijos.
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