- Introducción
- Historias de Género en el deporte y su influencia en la Psicología
- Estudios sobre las diferencias de Género en la práctica deportiva
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Tradicionalmente, se asocia el deporte con la masculinidad, en muchas sociedades se tiende a desaprobar la práctica del deporte por las mujeres y a aquéllas que lo practican se les califica a veces de masculinas. En el caso contrario, a los hombres que no hacen deporte o que no tienen facilidad para ello, se les cataloga como afeminados. Sin embargo, no existe una única forma de masculinidad o de feminidad y el deporte puede constituir la ocasión para renegociar el concepto de masculinidad y feminidad en lugar de reafirmar las acepciones dominantes.
La práctica del deporte está ligada a una serie de asunciones en torno a lo que son trabajo y esparcimiento, que mujeres y hombres viven de distinta manera, algunas sociedades consideran el deporte productivo en la medida en que contribuye a la salud física. Existe una tendencia a considerar beneficioso el deporte cuando éste es practicado por hombres y una pérdida de tiempo cuando lo es por mujeres.
Mujeres y hombres participan en actividades físicas diferentes y sus actitudes ante el deporte pueden ser muy variadas. La dimensión competitiva de un determinado deporte puede ser central para algunos, mientras que para otros el deporte puede ser simplemente una oportunidad para reunirse. El hecho de ser identificado o de identificarse uno mismo como perteneciente a una cultura permite que la Psicología aporte uno o varios instrumentos para diagnosticar de manera muy objetiva las diferencias que existen entre el hombre y la mujer para el desempeño efectivo dentro de cualquier disciplina deportiva.
Por lo que a continuación se les presenta una serie de características psicológicas que han sido estudiadas con una rigurosidad científica que ayudan a integrar o a definir la estancia del hombre o la mujer en el deporte.
DESARROLLO
Historias de Género en el deporte y su influencia en la Psicología
En el ámbito de la Psicología del Deporte, y siguiendo a Gill (1992), el tema comenzó a ser tratado desde la perspectiva de las diferencias de sexo, desde una fundamentación biológica. Se cuenta de que esta postura no se sostenía por sí sola e incorporando algunas ideas que provenían de otras ciencias vinculadas a lo social, surge otra corriente de interpretación que estuvo encabezada por Bem (1974) cuyo objetivo era clasificar a las personas en masculinas, femeninas, andróginas e indiferenciadas, lo cual lo hacían a través de dos instrumentos que desarrollaron a esos efectos, a saber el Inventario de Rol de Sexo de Bem (BSRI) y el Cuestionario de Atributos de Personalidad (PAQ).
Así se comenzó a trabajar dentro de una nueva línea que tenía que ver con la evaluación de distintos elementos vinculados a la competencia en hombres y mujeres para establecer luego la comparación de los resultados. Básicamente estos estudios se propusieron evaluar las orientaciones y las cogniciones de logro, el manejo del stress, la orientación hacia la competencia. Dentro de la primera línea de trabajo, relativa a la orientación hacia los logros, se encuentra por ejemplo el trabajo de Horner (1972) quien habló de motivos para evitar el éxito en relación al género.
Este tema, más conocido como miedo al éxito (FOS), sugiere que el éxito es negativo para las mujeres porque requiere por ejemplo competencia que tradicionalmente no está asociado al rol femenino, ocurriendo lo contrario en el caso de los hombres. Otros, como por ejemplo, Gill y Deeter en 1988 construyeron un instrumento específico para el ámbito deportivo llamado Cuestionario de Orientación Deportiva (SOQ) el cual indagaba las siguientes cuestiones: a) competitividad en cuanto a la orientación de logro para alcanzarla y los manejos para obtener el éxito; b) orientación al ganar, en tanto deseo para ganar y evitación del perder en competencia deportiva; c) orientación hacia los objetivos, con énfasis en el logro de los objetivos personales en el ámbito deportivo. La utilización de este instrumento ha permitido encontrar grandes diferencias en cuanto al género, tales como que los hombres están más orientados.
Estudios sobre las diferencias de Género en la práctica deportiva
Se observan diferencias en el género en la importancia concedida a la cesión de responsabilidad y en la percepción de competencia físico-deportiva. El esfuerzo individual que los deportistas utilizan en la realización de las actividades y que mediatiza el crecimiento del dominio de competencia parece estar condicionado por la elección de la actividad a realizar y la organización del trabajo, lo cual, determinará la persistencia en el éxito o el fracaso de la actividad. Esta circunstancia explica la importancia de la adecuación de la actividad física al género. El establecimiento de un equilibrio entre la participación social del atleta y la participación en las actividades motrices es un reto que el ofrecimiento de responsabilidad comporta en el género, y que debe cuidarse para que la influencia de la responsabilidad en la percepción de competencia físico deportiva se dirija hacia un plano motriz y social.
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