- Neuronas
- El potencial de acción
- La sinapsis
- Tipos de neuronas
- Pares craneales
- Principales neurotransmisores y sus funciones
- Clasificación de los neurotransmisores
- Bibliografía
Está claro que la mayoría de lo que entendemos como nuestra vida mental implica la actividad del sistema nervioso, especialmente el cerebro. Este sistema nervioso está compuesto por miles de millones de células, las más simples de las cuales son las células nerviosas o neuronas. Se estima que debe haber cien mil millones de neuronas en nuestro sistema nervioso.
Una neurona típica tiene todas las partes que cualquier otra célula pueda tener, y unas pocas estructuras especializadas que la diferencian. La principal parte de la célula es llamado soma o cuerpo celular. Contiene el núcleo, el cual contiene el material genético en forma de cromosomas.
Las neuronas, según Boeree (s/f) tienen un gran número de extensiones llamadas dendritas. A menudo parecen como ramas o puntos extendiéndose fuera del cuerpo celular. Las superficies de las dendritas son principalmente lugar donde se reciben los mensajes químicos de otras neuronas.
Hay una extensión que es diferente de todas las demás, y se llama axón . A pesar de que en algunas neuronas es difícil distinguirlo de las dendritas, en otras es fácilmente distinguible por su longitud. La función del axón es transmitir una señal electroquímica a otras neuronas, algunas veces a una distancia considerable. En las neuronas que componen los nervios que van desde la medula espinal hasta tus pies, los axones pueden medir hasta casi 1 metro.
Los axones más largos están a menudo recubiertos con una capa de mielina, una serie de células grasas que envuelven al axón muchas veces. Eso hace al axón parecer como un collar de granos en forma de salchicha. Sirven para una función similar a la del aislamiento de los cables eléctricos.
Al final del axón está la terminación del axón, que recibe una variedad de nombres como terminación, botón sináptico, pie del axón, y otros. Es allí donde la señal electroquímica que ha recorrido la longitud del axón se convierte en un mensaje químico que viaja hasta la siguiente neurona.
Entre la terminación del axón y la dendrita de la siguiente neurona hay un pequeño salto llamado sinapsis (o salto sináptico, o grieta sináptica), sobre la cual discutiremos un poco. Para cada neurona, hay entre 1000 y 10.000 sinapsis.
Cuando las sustancias químicas hacen contacto con la superficie de la neurona, estas cambian el balance de iones (átomos cargados electrónicamente) entre el interior y el exterior de la membrana celular. Cuando este cambio alcanza un nivel umbral, este efecto se expande a través de la membrana de la célula hasta el axón. Cuando alcanza al axón, se inicia un potencial de acción.
La superficie del axón contiene cientos de miles de minúsculos mecanismos llamados bombas de sodio. Cuando la carga entra en el axón, las bombas de sodio a la base del axón hacen que los átomos de sodio entren en el axón, cambiando el balance eléctrico entre dentro y fuera. Esto causa que la siguiente bomba de sodio haga los mismo, mientras que las anteriores bombas retornan el sodio hacia fuera, y así en todo el recorrido hacia abajo del axón.
El potencial de acción viaja a una media de entre 2 y 400 kilómetros por hora.
Cuando el potencial de acción alcanza la terminación del axón, causa que diminutas burbujas químicas llamadas vesículas descarguen su contenido en el salto sináptico. Esas sustancias químicas son llamadas neurotransmisores. Estos navegan a través del salto sináptico hasta la siguiente neurona, donde encuentran sitios especiales en la membrana celular de la siguiente neurona llamados receptores.
El neurotransmisor actúa como una pequeña llave, y el lugar receptor como una pequeña cerradura. Cuando se encuentran, abren un camino de paso para los iones, los cuales cambian el balance de iones fuera y dentro de la siguiente neurona. Y el proceso completo comienza de nuevo.
Mientras que la mayoría de los neurotransmisores son excitatorios – p. Ej. Excitan la siguiente neurona – también hay neurotransmisores inhibitorios. Estos hacen más difícil para los neurotransmisores excitatorios tener su efecto.
Aunque hay muchos tipos diferentes de neuronas, hay tres grandes categorías basadas en su función:
1. Las neuronas sensoriales son sensibles a varios estímulos no neurales. Hay neuronas sensoriales en la piel, los músculos, articulaciones, y órganos internos que indican presión, temperatura, y dolor. Hay neuronas más especializadas en la nariz y la lengua que son sensibles a las formas moleculares que percibimos como sabores y olores. Las neuronas en el oído interno nos proveen de información acerca del sonido, y los conos y bastones de la retina nos permiten ver.
2. Las neuronas motoras son capaces de estimular las células musculares a través del cuerpo, incluyendo los músculos del corazón, diafragma, intestinos, vejiga, y glándulas.
3. Las interneuronas son las neuronas que proporcionan conexiones entre las neuronas sensoriales y las neuronas motoras, al igual que entre ellas mismas. Las neuronas del sistema nervioso central, incluyendo al cerebro, son todas interneuronas.
La mayoría de las neuronas están reunidas en "paquetes" de un tipo u otro, a menudo visible a simple vista. Un grupo de cuerpos celulares de neuronas, por ejemplo, es llamado un ganglio o un núcleo. Una fibra hecha de muchos axones se llama un nervio. En el cerebro y la médula espinal, las áreas que están compuestas en su mayoría por axones se llaman materia blanca, y es posible diferenciar vías o tractos de esos axones. Las áreas que incluyen un gran número de cuerpos celulares se llaman materia gris.
De acuerdo con Calle y Casado (2011), se denominan nervios craneales a los componentes del sistema nervioso periférico (SNP) que en número de 12 a cada lado (de ahí el concepto de "par craneal") emergen del tronco cerebral; si bien para algunos autores, ni el nervio olfatorio ni el óptico deberían incluirse en el SNP, ya que serían extensiones del cerebro. Mientras que los craneales son nervios mixtos (formados por fibras sensitivas, motoras y vegetativas), los pares craneales son más simples:
– Tres son puramente sensitivos: pares I, II y VIII.
– Cinco son puramente motores: pares III, IV, VI, XI y XII.
– Cuatro son mixtos: pares V, VII, IX y X.
Podemos distribuir los pares craneales en 4 grupos:
– Cerebro medio: I y II pares.
– Mesencéfalo: III y IV pares.
– Protuberancia: V, VI, VII y VIII pares.
– Bulbo: IX, X, XI y XII pares.
Esta disposición permite localizar topográficamente una posible lesión en el sistema nervioso, según la semiología derivada de la afectación de un determinado par craneal. Pese al extraordinario desarrollo de las técnicas de neuroimagen, una correcta exploración y análisis de la información obtenida en términos de neuroanatomía continúa siendo esencial en la aproximación al paciente con sintomatología neurológica.
A modo de resumen, en las tablas 1 y 2 se exponen las principales manifestaciones clínicas motoras y sensitivas resultantes de la afectación de los pares craneales.
Tabla 1
Manifestaciones motoras asociadas a afectación de los pares craneales
Tabla 2
Manifestaciones sensitivas asociadas a afectación de los pares craneales
Nervio olfatorio (I par craneal)
Este nervio es una extensión especializada del cerebro, siendo la única vía sensorial que alcanza la corteza sin hacer sinapsis en el tálamo. Recoge la sensibilidad olfatoria de los receptores de la mucosa nasal, la conduce a través de sus axones (nervio olfatorio) que atraviesa la lámina del etmoides para llegar al bulbo olfatorio y, desde allí, el tracto olfatorio viaja hasta el núcleo olfatorio posterior del rinencéfalo, que junto con el claustro y la ínsula constituyen el área de integración de la información olfatoria.
Las alteraciones en la percepción olfativa pueden ser:
– Cuantitativas: hiposmia (disminución), anosmia (ausencia) e hiperosmia (aumento).
– Cualitativas: parosmia/disosmia (ilusión), cacosmia (percepción desagradable), alucinaciones y agnosia olfatoria (incapacidad discriminativa).
Nervio óptico (II par craneal)
El II par conduce los impulsos visuales desde la retina al córtex occipital. La retina convierte la luz en una señal eléctrica que viaja a través del nervio óptico, formado por los axones de las células retinianas (fotorreceptores, interneuronas y células ganglionares). El nervio óptico se continúa con el quiasma óptico, donde se entrecruzan las fibras de la mitad nasal, y sigue por la cintilla óptica (con fibras temporales no cruzadas), terminando en el núcleo geniculado lateral, donde sinapta con la segunda neurona. Desde aquí salen las radiaciones ópticas que acaban fusionándose en la corteza visual primaria (cara interna del lóbulo occipital).
Un escotoma es un defecto en un campo visual. Según el nivel donde se localiza la lesión de la vía visual podemos diferenciar entre:
– Lesiones prequiasmáticas. Producirán escotomas o amaurosis del mismo lado de la vía afectada
– Lesiones quiasmáticas o retroquiasmáticas. Hemianopsia bitemporal, cuadrantanopsia bitemporal superior o inferior (si lesiones en quiasma) y hemianopsia homó- nima contralateral o cuadrantanopsia homónima superior/inferior (en lesiones retroquiasmáticas).
Movimiento ocular (III, IV, VI par craneal)
Nervio motor ocular común (III par craneal), nervio troclear o patético (IV par craneal) y nervio motor ocular externo (VI par craneal)
Se comentan en conjunto, ya que todos ellos inervan músculos que intervienen en el movimiento ocular.
El III par, o nervio motor ocular común, procede de un núcleo par localizado en el mesencéfalo, por delante del acueducto de Silvio; sale del tronco cerebral pasando entre la arteria cerebelosa superior y la arteria cerebral posterior, atraviesa el espacio subaracnoideo y se sitúa en la pared lateral del seno cavernoso, alcanzando la órbita correspondiente en donde inerva los músculos recto interno (adducción), recto inferior (depresión), recto superior y oblicuo inferior (elevación) y el elevador del párpado, mientras que a través de las fibras parasimpáticas inerva el músculo constrictor de la pupila (miosis).
El IV par o nervio patético se origina en un núcleo pareado situado en el mesencéfalo, transcurre por el lado del pedúnculo cerebral y sigue un trayecto largo por debajo de la tienda del cerebelo, perfora la duramadre y entra en el seno cavernoso hasta alcanzar el músculo oblicuo superior (rota y deprime en abducción).
El VI par o nervio motor ocular externo procede de un grupo de neuronas situadas a nivel medial en la parte baja de la protuberancia. Este núcleo contiene neuronas que se proyectan a través del fascículo longitudinal medial (FLM) hasta las neuronas motoras del músculo recto interno contralateral (mirada conjugada horizontal) y fibras, que tras pasar a través del seno cavernoso, penetran en la órbita para inervar el músculo recto externo (abducción del ojo).
La presencia de asimetría en la apertura de los párpados se denomina ptosis, que supone la afectación del III par. A ella pueden sumarse otros signos de afectación del III par como midriasis pupilar y estrabismo divergente (por la acción del recto externo). La disminución o ausencia del movimiento asociado a algún músculo extraocular implica la disfunción del nervio correspondiente (si bien debe tenerse en cuenta que en condiciones clínicas concretas puede ser el músculo en exclusiva el que esté afectado). En los casos de paresia del IV par puede observarse desviación lateral de la cabeza para evitar la visión doble (diplopía). Las anomalías de los reflejos pupilares puede deberse a lesión del brazo aferente del reflejo (II par), del eferente (III par) o de su centro integrador en el mesencéfalo. Las alteraciones en la mirada conjugada —si la motilidad de cada uno de los músculos inervados por los pares III, IV y VI es normal—, se debe a alteración en sus conexiones en el tronco cerebral.
Nervio trigémino (V par craneal)
Es el par craneal de mayor grosor. Recoge la sensibilidad facial, incluida la mucosa nasal y bucal, y es el nervio motor de la musculatura de la masticación. Constituido por 3 ramas: oftálmica (V1), maxilar (V2) y mandibular (V3) que se dirigen hacia el ganglio de Gasser, donde se encuentra el cuerpo neuronal. Desde aquí parten haces ascendentes, que se dirigen hacia el núcleo sensitivo principal (protuberancia) y núcleo propioceptivo (mesencéfalo) y haces descendentes (haz trigémino-espinal) que conducen la sensibilidad dolorosa y térmica hasta C2-C3.
La porción motora del trigémino se origina en el núcleo motor del trigémino (protuberancia), y sus fibras se incorporan al nervio mandibular inervando los músculos temporales y maseteros.
La afectación del nervio o alguna de sus ramas ocasionará debilidad y atrofia de la musculatura correspondiente así como desviación de la mandíbula hacia el lado del músculo débil a medida que se abre la boca lentamente. El reflejo corneal estará abolido y la sensibilidad facial disminuida, dependiendo de la rama sensitiva afectada.
Nervio facial (VII par craneal)
Es el par craneal más complejo. Moviliza los músculos de la cara, participa en la sensibilidad gustativa de los dos tercios anteriores de la lengua y en la sensibilidad general de algunas partes del oído externo, y regula la secreción salival y lagrimal. Tiene 2 raíces principales:
– 70% motoneuronas del núcleo facial (ventral y lateral al núcleo del VI par).
– 30% fibras sensitivas y autonómicas que forman el nervio intermediario o de Wrisberg (fibras sensitivas aferentes que proceden de ganglio geniculado y fibras eferentes que se dirigen a glándulas secretoras salivales y lagrimales).
Ambas raíces se dirigen hacia el agujero auditivo interno, se introducen por el canal facial del hueso temporal, desde aquí parte alguna de sus ramas (nervio petroso mayor, nervio estapedio y nervio cuerda del tímpano); a continuación sale por el agujero estilomastoideo, cerca de los IX y X pares craneales, atraviesa la glándula parótida e inerva los músculos de la cara, el buccinador, el platisma, el estilohioideo y el cuerpo posterior del digástrico.
El nervio facial tiene un patrón de inervación preciso, lo cual supone importantes implicaciones clínicas. Las motoneuronas superiores (vías corticobulbares) inervan ambas motoneuronas inferiores del núcleo facial implicadas en el movimiento de los músculos de la mitad superior de la cara (frontales, orbicular de los párpados); sin embargo, las motoneuronas inferiores que inervan los músculos de la mitad inferior de la cara sólo reciben inervación procedente de las motoneuronas superiores del lado contrario de la cara, por lo que en caso de afectación del VII par podemos encontrar 2 patrones diferentes:
– Patrón de neurona motora superior o parálisis facial "central", que se caracteriza por la incapacidad del paciente para retraer el ángulo de la boca del lado contrario, mientras mantiene la capacidad de arrugar la frente. Aunque puede haber una cierta debilidad para cerrar el ojo ipsilateral, ésta es poco pronunciada.
– Patrón de neurona motora inferior o parálisis facial "periférica", caracterizado por la incapacidad del paciente para arrugar la frente, cerrar el párpado (produciendo el signo de Bell o visión de la esclera por debajo del párpado parcialmente cerrado) o retraer el ángulo de la boca del mismo lado del nervio lesionado.
Nervio vestibulococlear o estatoacústico (VIII par craneal)
Desde un punto de vista anatomofuncional, el VIII par se compone de 2 ramas: coclear, que se encarga de la audición, y vestibular, que se encarga del sentido del equilibrio.
Rama coclear. Recoge el sonido que llega por el conducto auditivo externo (CAE), tímpano, ventana oval y células ciliadas del órgano de Corti. Tiene su origen en el ganglio espinal (cuerpo de primera neurona) cuyos axones se dirigen a la segunda neurona, localizada en núcleos cocleares de troncoencéfalo. Los axones de la segunda neurona ascienden por el lemnisco lateral hasta el colículo inferior (mesencéfalo), donde sinapta con la tercera neurona y éstas proyectan sus axones al cuerpo geniculado en el tálamo (cuarta neurona) y, posteriormente, hasta ambas cortezas auditivas (córtex temporal superior).
Rama vestibular. Los movimientos de aceleración lineal y angular son recogidos por el laberinto (sáculo, utrículo y conductos semicirculares) a través de las aferencias periféricas de las células del ganglio vestibular, cuyas fibras centrales (primera neurona) constituyen el nervio vestibular. Entra en el tronco a nivel bulboprotuberancial y termina en los núcleos vestibulares, que establecen conexiones con el FLM para el control de los movimientos conjugados de los ojos, en relación con los movimientos cefálicos y con el cerebelo, formación reticular y médula, para facilitar el control del tono muscular con relación a la postura. Desde aquí parten sus fibras hasta tálamo y la corteza temporal.
En la audición intervienen 2 fases: la conducción del sonido hasta la rama coclear y la transmisión neurosensorial de éste a través del nervio auditivo hasta el cerebro. La identificación de una hipoacusia de conducción (lo más habitual) supone que en la prueba de Weber, el sonido se perciba mejor (se lateraliza) en el oído afectado por hipoacusia, mientras que en la prueba de Rinne se obtendrá un patrón anormal percibiéndose mejor el sonido del diapasón a través del hueso. En el caso de una hipoacusia neurosensorial, en la prueba de Weber el sonido se percibirá mejor en el oído no afectado, mientras que en la prueba de Rinne se observará un patrón normal, es decir, se percibe mejor el sonido a través del aire que a través del hueso.
Nervio glosofaríngeo (IX par craneal) y nervio vago (X par craneal)
Por la acción de estos nervios se produce la elevación del paladar blando y el reflejo nauseoso: mecanismo que previene la aspiración de material sólido o líquido a la vía respiratoria. Por compartir estas funciones se tratan ambos pares en conjunto.
El nervio glosofaríngeo es un nervio mixto que contiene fibras motoras, sensitivas y vegetativas. Las fibras motoras parten de un núcleo situado por encima del núcleo ambiguo, y terminan en el músculo estilofaríngeo y los músculos de los pilares anteriores y posteriores de la faringe, relacionados con el acto de la deglución. Las fibras sensitivas reciben los estímulos gustativos del tercio posterior de la lengua, y la información procedente del cuerpo carotídeo y de los quimio y barorreceptores aórticos así como los estímulos sensitivos de la mucosa de la faringe, paladar blando, istmo de las fauces, amígdalas, trompa de Eustaquio y cavidad timpánica. Las fibras parasimpáticas que componen el arco reflejo de la salivación inervan la glándula parótida.
El nervio vago es también un nervio mixto. Las fibras motoras somáticas surgen del núcleo ambiguo e inervan los músculos estriados de la faringe, el palatogloso de la lengua y la laringe. Las fibras motoras viscerales pertenecen al sistema nervioso autónomo y activan los músculos lisos traqueales, de los bronquios, el esófago y parte del tubo digestivo.
Las fibras sensitivas del vago son de 2 tipos: somáticas y viscerales. Las somáticas provienen de las células del ganglio yugular, y por sus ramas periféricas reciben la sensibilidad del conducto auditivo externo y parte de la oreja y mediante la rama recurrente meníngea de este nervio, la sensibilidad de la duramadre de la fosa posterior. Las viscerales reciben la sensibilidad de la faringe, la laringe, la tráquea, el esófago, las vísceras torácicas y abdominales.
Si uno de los nervios glosofaríngeos está lesionado, la úvula se desviará hacia el lado del nervio sano. La ausencia de reflejo nauseoso implica la disfunción de los pares IX y X.
Nervio espinal (XI par craneal)
Es un nervio exclusivamente motor. Actualmente se considera que surge de las motoneuronas espinales de los segmentos C2-C5. Tras formarse el tronco principal, éste sale por el agujero yugular e inerva 2 músculos principales, el esternocleidomastoideo (ECM) y el trapecio.
La posición de la cabeza está lateralizada hacia el lado del músculo paralizado. La afectación del nervio espinal producirá debilidad del músculo ECM o trapecio del mismo lado. Es difícil constatar esta debilidad al intervenir tanto en el giro de la cabeza como en la elevación del hombro otros músculos que compensan estos movimientos.
Nervio hipogloso (XII par craneal)
Es un nervio motor, cuyo núcleo se localiza en el suelo del cuarto ventrículo y emerge del cráneo a través del canal hipogloso dirigiéndose hacia la lengua para inervar su musculatura.
Una de las primeras manifestaciones de la paresia de la lengua es la dificultad para pronunciar los fonemas linguales. Cuando se afecta el núcleo o el nervio hipogloso, la lengua protuida se desvía hacia el lado de la lesión y puede observarse atrofia de la hemilengua afectada.
Neurotransmisores
Los neurotransmisores son sustancias químicas creadas por el cuerpo que transmiten señales (es decir, información) desde una neurona hasta la siguiente a través de unos puntos de contacto llamados sinapsis. Cuando esto ocurre, la sustancia química se libera por las vesículas de la neurona pre-sináptica, atraviesa el espacio sináptico y actúa cambiando el potencial de acción en la neurona post-sináptica.
Existen distintos neurotransmisores, cada uno de ellos con distintas funciones. De hecho, el estudio de esta clase de sustancias es fundamental para entender cómo trabaja la mente humana.
Principales neurotransmisores y sus funciones
La lista de neurotransmisores conocidos ha ido aumentando desde los años 80, y en la actualidad se han contabilizado más de 60.
Esto no es extraño, teniendo en cuenta la complejidad y la versatilidad del cerebro humano. En él se producen todo tipo de procesos mentales, desde la gestión de las emociones hasta la planificación y creación de estrategias, pasando por la realización de movimientos involuntarios y el uso del lenguaje.
Esto no es extraño, teniendo en cuenta la complejidad y la versatilidad del cerebro humano. En él se producen todo tipo de procesos mentales, desde la gestión de las emociones hasta la planificación y creación de estrategias, pasando por la realización de movimientos involuntarios y el uso del lenguaje.
El uso de los diferentes tipos de neurotransmisores permite regular de muchos modos distintos la manera en la que se van activando unos u otros grupos de células nerviosas. Por ejemplo, cierta ocasión puede requerir que los niveles de serotonina bajen y los de dopamina suban, y eso tendrá una consecuencia determinada en lo que ocurra en nuestra mente. Así, la existencia de la gran variedad de neurotransmisores permite hacer que el sistema nervioso cuente con una amplia gama de comportamientos, lo cual es necesario para adaptarse a un entorno que cambia constantemente.
Pero, ¿cuáles son los neurotransmisores más importantes del organismo humano y qué funciones desempeñan? A continuación se mencionan los principales neuroquímicos.
Serotonina
Este neurotransmisor es sintetizado a partir del triptófano, un aminoácido que no es fabricado por el cuerpo, por lo que debe ser aportado a través de la dieta. La serotonina (5-HT) es comúnmente conocida como la hormona de la felicidad, porque los niveles bajos de esta sustancia se asocian a la depresión y la obsesión.
Además de su relación con el estado de ánimo, el 5-HT desempeña distintas funciones dentro del organismo, entre los que destacan: su papel fundamental en la digestión, el control de la temperatura corporal, su influencia en el deseo sexual o su papel en la regulación del ciclo sueño-vigilia.
El exceso de serotonina puede provocar un conjunto de síntomas de distinta gravedad.
Dopamina
La dopamina es otro de los neurotransmisores más conocidos, porque está implicado en las conductas adictivas y es la causante de las sensaciones placenteras. Sin embargo, entre sus funciones también encontramos la coordinación de ciertos movimientos musculares, la regulación de la memoria, los procesos cognitivos asociados al aprendizaje y la toma de decisiones.
Endorfinas
Son péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores. Son producidas por la glándula pituitaria y el hipotálamo en vertebrados durante la excitación, el dolor, el consumo de alimentos picantes o de chocolate, el enamoramiento y el orgasmo, y son similares a los opiáceos en su efecto analgésico y de sensación de bienestar, como por ejemplo escuchar música.
Algunas de sus funciones son: promueven la calma, mejoran el humor, reducen el dolor, retrasan el proceso de envejecimiento o potencian las funciones del sistema inmunitario.
Adrenalina (epinefrina)
También conocida como epinefrina por su Denominación Común Internacional (DCI), es una hormona y un neurotransmisor. Incrementa la frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos, dilata los conductos de aire, y participa en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso simpático. Químicamente, la adrenalina es una catecolamina, una monoamina producida sólo por las glándulas suprarrenales a partir de los aminoácidos fenilalanina y tirosina.
En definitiva, la adrenalina cumple tanto funciones fisiológicas (como la regulación de la presión arterial o del ritmo respiratorio y la dilatación de las pupilas) como psicológicas (mantenernos en alerta y ser más sensibles ante cualquier estímulo).
Noradrenalina (norepinefrina)
Es una catecolamina con múltiples funciones fisiológicas y homeostáticas que puede actuar como hormona y como neurotransmisor. Las áreas del cuerpo que producen o se ven afectadas por la norepinefrina son descritas como noradrenérgicas.
Una de las funciones más importantes de la norepinefrina es su rol como neurotransmisor. Es liberada de las neuronas simpáticas afectando el corazón. Un incremento en los niveles de norepinefrina del sistema nervioso simpático incrementa el ritmo de las contracciones.
El desajuste de noradrenalina se asocia a la depresión y la ansiedad.
Glutamato
El glutamato es el neurotransmisor excitatorio más importante del sistema nervioso central. Es especialmente importante para la memoria y su recuperación, y es considerado como el principal mediador de la información sensorial, motora, cognitiva, emocional. De algún modo, estimula varios procesos mentales de importancia esencial.
Las investigaciones afirman que este neurotransmisor presente en el 80-90% de sinapsis del cerebro. El exceso de glutamato es tóxico para las neuronas y se relaciona con enfermedades como la epilepsia, el derrame cerebral o enfermedad lateral amiotrófica.
GABA
El GABA (ácido gamma-aminobutírico) actúa como un mensajero inhibidor, por lo que frena la acción de los neurotransmisores excitatorios. Está ampliamente distribuido en las neuronas del córtex, y contribuye al control motor, la visión, regula la ansiedad, entre otras funciones corticales.
Acetilcolina
Como curiosidad, este es el primer neurotransmisor que se descubrió. Este hecho ocurrió en 1921 y el hallazgo tuvo lugar gracias a Otto Loewi, un biólogo alemán ganador del premio Nobel en 1936. La acetilcolina ampliamente distribuida por las sinapsis del sistema nervioso central, pero también se encuentra en el sistema nervioso periférico.
Algunas de las funciones más destacadas de este neuroquímico son: participa en la estimulación de los músculos, en el paso de sueño a vigilia y en los procesos de memoria y asociación.
Clasificación de los neurotransmisores
Los neurotransmisores pueden clasificarse de la siguiente manera:
Aminas: Son neurotransmisores que derivan de distintos aminoácidos como, por ejemplo, el triptófano. En este grupo se encuentran: Norepinefrina, epinefrina, dopamina o la serotonina.
Aminoácidos: A diferencia de los anteriores (que derivan de distintos aminoácidos), éstos son aminoácidos. Por ejemplo: Glutamato, GABA, aspartato o glicina.
Purinas: Las investigaciones recientes indican que las purinas como el ATP o la adenosina también actúan como mensajeros químicos.
Gases: Óxido nítrico es el principal neurotransmisor de este grupo.
Péptidos: Los péptidos están ampliamente distribuidos en todo el encéfalo. Por ejemplo: las endorfinas, las dinorfinas y las taquininas.
Ésteres: Dentro de este grupo se encuentra la acetilcolina
Boeree, G. (s/f). La neurona [Documento en línea]. Disponible: http://webspace.ship.edu/cgboer/genesp/neuronas.html [Consulta: 2017: Junio 5].
Calle, M. y Casado, I. (2011). Exploración de los pares craneales [Documento en línea]. Disponible: https://medfamcom.files.wordpress.com/2012/08/pares-craneanos.pdf [Consulta: 2017: Junio 5].
García-Allen, J. (2012). Tipos de neurotransmisores: funciones y clasificación [Documento en línea]. Disponible: https://psicologiaymente.net/neurociencias/tipos-neurotransmisores-funciones