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La guerra contra Gadafi

Enviado por Christopher Martìnez


  1. La contribución española contra Gadafi
  2. Continúan los ataques en Libia
  3. Continúa la incertidumbre
  4. Asalto rebelde a últimos reductos gadafista
  5. Ataque aliado
  6. La «última batalla»
  7. Asesinato de Abdul Fatah Younis: divisiones en las filas rebeldes
  8. Combates en el Distrito de Zauiya y en el Distrito de Al Jabal al Gharbi

La rebelión en Libia de 2011, llamada también en algunos medios de comunicación guerra civil libia, son una serie de enfrentamientos ocurridos en ese país a partir de febrero de 2011 entre el régimen de Muamar el Gadafi y sus opositores, en el contexto de las protestas en el mundo árabe en 2011. La represión de las manifestaciones y protestas, en la que el régimen de Gadafi llegó a hacer uso de la aviación, y el control de algunas ciudades por los manifestantes, derivó en un enfrentamiento armado. Posteriormente al estallido del conflicto intervino una alianza de países amparados en una resolución de Naciones Unidas, a raíz de que se confirmase que las medidas tomadas por el gobierno libio para recuperar el control del país atentaban contra los derechos civiles y la seguridad de la población civil.39

Los países participantes han considerado "inaceptable" que el régimen libio haya "intensificado su violencia para imponer por la fuerza su voluntad a la del pueblo", que desde el pasado 15 de febrero "expresa pacíficamente el rechazo a sus dirigentes y su aspiración al cambio". Además de Francia como anfitriona, en la reunión han estado los representantes de Alemania, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Grecia, Irak, Italia, Jordania, Marruecos, Noruega, Holanda, Polonia, Catar y el Reino Unido. También han acudido el Consejo Europeo, la Unión Europea (UE), la Liga Árabe y la ONU, representada por su secretario general, Ban Ki- moon.

La contribución española contra Gadafi

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en la reunión la contribución española al dispositivo internacional. España ofrecerá cuatro cazabombarderos F-18 y un avión cisterna Boeing 707. Otros dos F-18 permanecerán en reserva en Torrejón por si fuera preciso sustituir a alguno de los cuatro aparatos enviados. Además, España participará en el control naval de embargo de armas a Gadafi con una fragata F-100 (Méndez Núñez), un submarino y un avión de vigilancia marítima.

Continúan los ataques en Libia

Mientras tanto, en un evidente desafío a la resolución, los combates han continuado durante todo el día al sudoeste de Bengasi, la ciudad que se convirtió en capital de la insurrección y en su último refugio, tras la ofensiva del dictador, cuyos portavoces niegan en todo momento que estén asaltando el bastión rebelde. Sin embargo, los rebeldes que defienden Bengasi han denunciado que han sido atacados por las tropas leales a Gadafi. La cadena Al Yazira aseguró que tropas del líder libio entraron en algunos suburbios de la ciudad, accediendo desde el sur y desde el mar.

El Gobierno de Gadafi ha negado en todo momento que haya atacado la ciudad y ha insistido en que son sus tropas las que han sido agredidas. Sin embargo, según fuentes médicas citadas por Al Yazira, la ofensiva del líder libio ha causado ya 26 muertos y más de 40 heridos. Por su parte, los rebeldes han asegurado que han abatido a 19 leales a Gadafi.

el líder del Consejo Nacional Libio, el Gobierno rebelde, pidió a la comunidad internacional que actuara rápido para proteger a los civiles. "Están bombardeando todos los distritos de Bengasi", dijo Mustafa Abdel Jalil a Al Yazira. "La comunidad internacional llega tarde para salvar a los civiles. Si no ponen en práctica la resolución de la ONU, habrá una catástrofe en Bengasi hoy", sentenció.

Pese a la información de los reporteros y los testimonios de los testigos, el Gobierno libio ha mantenido en todo momento que no ha iniciado ninguna acción militar sobre Bengasi. "Como dijimos, estamos respetando el alto el fuego y queremos que vengan observadores internacionales. Hay rebeldes atacando pueblos y ciudades intentando instigar una intervención militar extranjera", añadió. Pero de poco han servido estas palabras para la comunidad internacional, que ya ha comenzado la acción militar.

Continúa la incertidumbre

El 1 de septiembre el coronel libio Muamar el Gadafi dijo que "todas las tribus libias" están armadas, y les pidió que continúen la "lucha dura y violenta y tiendan emboscadas a los agentes (los rebeldes)", en un discurso transmitido por la televisión por satélite siria "Al Rai".

En su alocución, interrumpida súbitamente sin previo aviso, explicó que las tribus de Sirte y Bani Walid -dos regiones aún en manos de gadafista- "están armadas y no podrán ser sometidas", reseñó Efe. Afp destaca que el ex-hombre fuerte de Libia Muamar Gadafi, cuyo paradero se desconoce, afirmó el jueves que "no se rendirá" y "continuará su combate", en apartes de un mensaje audio difundidos por escrito en la pantalla por el canal de televisión Arrai. Gadafi exhortó también a sus partidarios a "continuar la resistencia", al considerar que hay "divergencias" entre los rebeldes y la OTAN.

"Incluso si ustedes no escuchan mi voz, continúen la resistencia", añadió a la cadena, que anunció que el mensaje de audio sería difundido posteriormente. "Hay divergencias entre la Alianza de la agresión y sus agentes rebeldes", añadió según la cadena, con sede en Damasco.

Mientras tanto en el frente de Sirte la situación permanecía tranquila, ya que se mantiene la pausa en los combates que dispusieron los líderes de la rebelión para dar una oportunidad a las negociaciones de paz con los líderes de las tribus de Sirte. Incluso el gobierno rebelde prorrogó el plazo del ultimátum para que los jefes tribales entreguen la ciudad pacíficamente o tengan que enfrentarse a un masivo ataque de las fuerzas rebeldes que la rodean; ahora tienen hasta el 10 de septiembre para entregar la ciudad a los rebeldes o enfrentar una batalla urbana por su control. De acuerdo a los rebeldes los líderes tribales (que cruzan las líneas del frente para negociar en persona con los oficiales rebeldes) comparten el objetivo de evitar un gran derramamiento de sangre, pero tienen problemas para convencer a una parte de los militares gadafistas que defienden Sirte de que se rindan. Por eso los portavoces rebeldes insisten en que el obstáculo para el fin definitivo de la guerra es el empeño de algunas unidades sobrevivientes del Ejército gadafista de seguir resistiendo hasta el final. También los rebeldes negocian con los jefes tribales de la ciudad de Bani Walid para que la entreguen y además arresten a Gadafi y lo pongan a disposición de las fuerzas rebeldes, ya que informaciones de inteligencia recientes les hacen creer que Gadafi se ha refugiado en esa pequeña ciudad desértica cercana a Trípoli y que ha establecido su cuartel general allí. Los portavoces rebeldes han dicho que no pueden atacar esa ciudad porque muchos de sus hombres que vienen de Bengasi y Zintan son originarios de ella y tendrían problemas para atacar su propia ciudad de origen. Por su parte la OTAN sigue bombardeando objetivos militares gadafistas concretos en Sirte y Bani Walid, debilitando la capacidad de los restos de las fuerzas leales a Gadafi.

El 13 de septiembre los rebeldes suspendieron sus grandes operaciones militares en Bani Walid y dieron una nueva tregua de 48 horas (dos días) para permitir que los civiles que quedan en la ciudad puedan evacuarla, luego de que después de varios días de combates no hayan logrado conquistar totalmente la ciudad ante la encarnizada resistencia de los gadafistas. Desde el viernes 9 de septiembre que los rebeldes iniciaron su ofensiva en tenaza (dos frentes) sobre Bani Walid, los gadafistas han rechazado numerosos asaltos de las fuerzas del nuevo gobierno libio formado por los insurgentes. Los rebeldes afirman que han ocupado la mitad norte de Bani Walid pero no han logrado avanzar más desde hace días; eso a pesar de que los rebeldes han recibido refuerzos y muchas armas que han sido abandonadas por los gadafistas. Ante esa situación los rebeldes han iniciado una campaña de propaganda entre los civiles para que abandonen la ciudad y así tener el terreno despejado para lanzar un ataque a gran escala dentro de dos días para doblegar a los defensores gadafistas; por su lado los civiles están acatando el llamado y saliendo en grandes cantidades de Bani Walid, que se ha convertido en una trampa mortal para la población civil atrapada en ella en medio del fuego cruzado. Mientras tanto la OTAN sigue bombardeando objetivos gadafistas, especialmente en Sirte y Sabha, destruyendo radares, misiles, baterías artilleras, tanques y otros vehículos blindados.

El 21 de septiembre los rebeldes anunciaron que habían conquistado casi toda la ciudad sureña desértica de Sabha, que junto a Sirte y Bani Walid era de las últimas ciudades importantes en manos gadafistas; los portavoces rebeldes dijeron que toda la ciudad había caído en sus manos, excepto el distrito de al-Manshiya donde los gadafistas aún resistían, pero la ocupación de ese distrito era cuestión de poco tiempo. También los rebeldes habrían tomado el 70% de la pequeña ciudad sureña de Waddan, que estaba igualmente en manos de los gadafistas. Entre tanto la situación seguía estancada en Sirte y Bani Walid sin progresos importantes de los rebeldes y con la encarnizada resistencia gadafista en pie.

Asalto rebelde a últimos reductos gadafista

El 25 de agosto continuaba la batalla entre los rebeldes y los remanentes de las fuerzas gadafista en Trípoli; en esta nueva jornada la lucha se concentraba especialmente en el barrio de Abu Salim, en los alrededores del hotel Corinthia y en las inmediaciones del aeropuerto capitalino. Cientos de rebeldes lanzaron una ofensiva contra el barrio de Abu Salim para conquistarlo y erradicar al grueso de las fuerzas gadafista de Trípoli que se han refugiado en él y que desde allí hostigan las posiciones rebeldes en el resto de la ciudad; la unidad rebelde encargada de ésta ofensiva es la Brigada de los Mártires de Trípoli.

En la noche del 25 de agosto al 26 de agosto hubo duros combates en la ciudad de Sabha, en pleno desierto del sur del país; decenas de rebeldes murieron en un asalto al cuartel general del servicio de inteligencia militar en esa ciudad. Sin embargo los rebeldes consiguieron tomar los barrios de Al Karda y Al Manshiya de dicha ciudad, en la que no hay agua ni electricidad. Mientras tanto en Sirte, la otra gran ciudad libia que queda en manos de Gadafi, también hay combates. Aviones británicos atacaron por la noche un centro de comando de las fuerzas gadafistas en la ciudad y 29 vehículos armados de los leales a Gadafi, en un esfuerzo para facilitar el avance rebelde contra el feudo gadafista.

El 27 de agosto Trípoli amaneció con relativa calma luego de una noche de explosiones y ráfagas de armas automáticas en diferentes puntos de la ciudad; el jefe de operaciones militares de los rebeldes insiste en que sus fuerzas controlan el 95% de la ciudad, pero reconoce que aún existen núcleos de resistencia gadafista en los barrios de Abu Salim y Salaheddin. También dijo que aunque controlaban el aeropuerto, hay focos de resistencia gadafista en la zona de Bin Qafr Ghirchir, situada a dos millas de la terminal aérea.

El 29 de agosto los rebeldes continuaban su avance a Sirte de forma lenta; el principal obstáculo que dificulta a los rebeldes avanzar de forma más rápida, aparte de la tenaz resistencia gadafista, es la necesidad de mantener al grueso de sus fuerzas en Trípoli para asegurar la pacificación de la capital y evitar una eventual contraofensiva gadafista en ella. Aún así los rebeldes lograron algunos avances importantes, entre ellos controlar la carretera que une Trípoli con la sureña ciudad de Sabha (el otro gran bastión gadafista) y al este de Sirte, después de haber conquistado la ciudad de Ben Yawad los rebeldes lograron avanzar siete kilómetros más en dirección a Sirte y tomaron la localidad de Nawfaliyah, donde se encuentra un importante cruce carretero. Por el oeste de Sirte los rebeldes tomaron un pequeño destacamento en Abu Grein, a unos 130 kilómetros de la ciudad; aunque siguen limpiando la zona ante la presencia de muchos gadafistas escondidos en algunos edificios.

Además de tanques de guerra, las fuerzas rebeldes que se agrupan en las cercanías de Sirte también disponen de lanzaderas de misiles Grad, otros armamentos pesados y abundancia de armas ligeras; sin embargo los rebeldes aún confían en las negociaciones para obtener una rendición pacífica y evitar la batalla, aunque también afirman que las fuerzas gadafistas de Sirte están obligando a los civiles a unirseles para pelear con los rebeldes y que ejecutaron a 45 de sus propios soldados que se negaban a seguir luchando por una causa perdida. Por su parte la OTAN sigue bombardeando objetivos gadafistas en Sirte

Nueva ofensiva rebelde

El 26 de marzo por la mañana los rebeldes, con el apoyo de la aviación aliada, consiguieron su primera victoria desde el inicio de la contraofensiva leal y la intervención militar aliada en Ajdabiya, logrando así retomar la iniciativa que habían llevado en los primeros días de marzo. Esa misma tarde los rebeldes retomaron la ciudad de Brega sin apenas resistencia.

Ataque aliado

El 19 de marzo, mientras el gobierno libio seguía atacando a la población de Bengasi por vía aérea, ignorando el ultimátum de la ONU, Francia decidió lanzarse a la ofensiva usando 20 aviones de guerra, incluyendo cazas Rafale y Mirage 2000, aviones cisterna y AWACS. Los primeros objetivos fueron cuatro tanques del ejército libio.

Pocas horas después aviones norteamericanos y británicos se unieron a los franceses atancando las defensas aéreas de la parte occidental del país y alcanzando objetivos cerca de Trípoli y Misurata, la tercera ciudad más grande del país.

El 22 de marzo los aliados bombardearon a las fuerzas leales en las proximidades de Ajdabiya, donde los rebeldes trataban de romper el cerco, y en Misurata, donde tanques gadafistas proseguían atacando en el mismo centro de la ciudad. Un F-15E estadounidense se estrelló en los alrededores de Bengasi por un fallo técnico, ambos tripulantes salieron ilesos.

Ese mismo día, en el seno de la OTAN se abrió una brecha debido a la cesión por Estados Unidos del mando de las operaciones. Francia y Turquía mostraron su oposición a la asunción del control de las operaciones por parte de la OTAN, por temor a que eso ahuyentase a los países árabes, en tanto Italia amenazaba con dejar de ceder sus bases aéreas —las más cercanas a Libia— si la OTAN no se hacía con el mando total de las operaciones militares.

Un oficial del ejército británico afirmó que la fuerza aérea libia «ya no existe como una fuerza de combate» debido a los ataques aéreos de la coalición, y añadió que los aviones de la coalición estaban «operando con impunidad» en Libia. Firmes en sus posiciones en la zona oriental, los rebeldes formaron ese día un gobierno provisional encabezado por Mahmoud Jabril.

El 24 de marzo las tropas leales a Gadafi trataron de capturar el puerto de Misurata con buques de guerra, pero se retiraron por miedo a los aviones de combate de la coalición

Freno a la ofensiva rebelde e inicio de una nueva contraofensiva leal

El 29 de marzo las dos columnas rebeldes que habían tomado Naufaliya y se acercaban a Sirte se tuvieron que retirar ante la intensidad del fuego de artillería leal, recuperando de nuevo los leales Ben Yauad.169 De este modo el frente se estancó entre las ciudades de Ben Yauad y Ras Lanuf.

El 30 de marzo por la mañana Ras Lanuf fue recuperada por las fuerzas leales, obligando a los rebeldes a retirarse hacia el este.

La coalición estableció formalmente este mismo día el «grupo de contacto» en una reunión celebrada en Londres a la que acudieron cuarenta países de la comunidad internacional convocados para tratar de la era «posGadafi». El Consejo Nacional de Transición libio no fue autorizado a integrarse en este grupo de contacto, que se encargará de dirigir los aspectos políticos, democráticos, humanitarios y de seguridad, pero también los relativos al comercio, durante la transición libia, antes de que se pueda confiar la gestión a una dirección nacional.

La «última batalla»

Tras la toma de la importante ciudad petrolera de Brega el día 20 de agosto sin apenas resistencia y la toma por los rebeldes de las estratégicas ciudades de Zauiya y Zlitan estrechó el cerco sobre la capital. Mustafa Abdul Jalil, líder del CNT llamó a la «última batalla» en Trípoli, donde en la madrugada del 21 se produjeron levantamientos rebeldes en algunos barrios y en la base aérea de Matica que pasaron a manos rebeldes. Las fuerzas rebeldes llegaron a la ciudad capital de Trípoli desde diferentes direcciones, una parte llegó por mar desde la ciudad rebelde de Misrata y otro importante contingente llegó desde desde las montañas de Nefusa, en el oeste, tomando el control de un cuartel situado en el "kilómetro 27", incautándose de armas y de municiones. Este cuartel era el obstáculo más importante en la ruta de Trípoli.

Asesinato de Abdul Fatah Younis: divisiones en las filas rebeldes

El 27 de julio el general Abdul Fatah Younis, jefe de las operaciones militares del Consejo Nacional de Transición fue secuestrado al parecer cuando se dirigía del frente de Brega a Bengasi para declarar ante una comisión judicial. El día 28 se anunció su muerte, atribuida inicialmente a un comando gadafista, lo que fue rápidamente desmentido por sus propios partidarios, que achacaron el asesinato a facciones rivales dentro del sector rebelde. El crimen perpetrado sólo un día después de que Gran Bretaña reconociese oficialmente al CNT, sembró el desconcierto en las filas rebeldes, poniendo de manifiesto severas diferencias internas; mientras en Bengasi se celebraban los funerales a los que asistieron miles de personas en calma tensa, tras oirse algunos disparos por la noche, un portavoz militar en Misurata aseguró que la ciudad no recibía órdenes de Bengasi.

Combates en el Distrito de Zauiya y en el Distrito de Al Jabal al Gharbi

Los rebeldes en el oeste de Libia avanzaron el 13 de agosto hacia el norte, logrando llegar a la ciudad costera de Zauiya, 50 km al oeste de Trípoli, en la que encontraron fuerte resistencia de las tropas leales, estableciéndose el frente de batalla a unos cinco kilómetros del pueblo de Bir Shuaib. Por su parte el portavoz de los rebeldes libios afirmó que estaban luchando contra las fuerzas de Gadafi por el control de Garyan (Distrito de Al Jabal al Gharbi), a 80 kilómetros al sur de Trípoli y que habían logrado el control de la ciudad costera de Surman, a 70 kilómetros de la capital. El 16 de agosto, los rebeldes libios toman Garyan. Según afirmó un portavoz de los rebeldes, habrían aplastado a la Brigada Sahban (principal centro de mando de los gadafistas en las Montañas Occidentales), tomando posteriormente sus armas. Según el representante en Francia del Consejo Nacional libio, Mansur Saif al-Nasr, el conflicto libio estaría en una fase decisiva.

 

 

Autor:

Christopher Martìnez