Título original: PASIONES, IMAGINARIOS, PODER Y DOMINACION: LA ANATOMIA PATOLOGICA DEL MAL
La cuestión de la concentración de poder, el saber y el discurso hegemónico con la consiguiente existencia de comunicación perturbada, actos de habla perlocutorios, que impiden la instalación de formas de vida y subjetividad emancipadas, ¿de dónde proceden?. Quizás procedan de los imaginarios que en cada momento histórico los grupos dominantes construyen y reproducen para perpetuar la dominación. Así la democracia liberal (sobre todo la de USA) que el bueno de Fukuyama creyó era la consumación de la agenda emancipatoria de la humanidad, fin de la historia e incluso, cónsona con la propuesta hecha por Marx (libertad individual, libre intercambio y desarrollo de las fuerzas productivas), no sería más que "astucia de la razón" para mantener las condiciones de poder y dominación intactas.
Si eso es así y la cuestión de la transformación sociohistórica es esencialmente de tipo ideológico-discursivo-cognitivo, entonces el "destrancamiento del juego" (socialismo del siglo XXI, por ejemplo) estaría en la contraposición de imaginarios diametralmente opuestos a los que en la topología de la vida social, reprimen la "pulsión vital" liberadora que permanece relegada a los estratos más profundos del Inconsciente.
Así la lógica del capital podría ser radicalmente transformada elaborando un Logos totalmente contrario a la lógica que sostiene a esta racionalidad represivo-alienante. Quizás las cosas no sean tan sencillas como tener propuestas discursivas de cambio y emancipación que pudieran de manera mágico-maravillosa transformar el plomo en oro.
Esa "piedra filosofal" que le basta con tocar algo rústico para transformarlo en "metales preciosos", no es más que parte de la lógica imaginaria de las ideas-deseo. En esto se nos ha ido la vida y es posible hablar de más de dos siglos de una pasión agonística que amenaza con acompañar al hombre hasta los últimos días de la existencia de la especie.Y esto es la vida desplegándose en el más puro sentido de la lógica del vivir que parece reñir en un eterno "drama de Sísifo" con un concepto atroz como es el de "causalidad de destino".
Sin embargo podríamos preguntarnos de manera un tanto ingenua, porqué fracasó el socialismo realmente existente en su propósito de lograr el sueño de "la felicidad y la libertad" total. Bueno, en parte porque esto no es más que un sueño de alquimista social y por lo tanto no existe ni existirá, en parte porque la condición de sujeto-capaz de enunciar un mundo percibido de acuerdo a una gramática de poder, lenguaje deseo, en una situación cuyo rasgo cardinal es el carácter histórico del modo de pensar lo real, era la condición básica-constitutiva de los actores protagonistas de este proceso.
Luego, no es por falta de propuestas discursivo-ideológicas, buena voluntad, buenos propósitos, etc., lo que define el déficit básico. Si a eso vamos, también la democracia liberal, aparte de su carácter de ideología de la dominación-sometimiento, puede ser leída como la manera históricamente adecuada de construir y transitar el camino hacia el sueño de la redención emancipatoria de la humanidad.
Pero que hay por debajo de lo discursivo-ideológico de las propuestas de redención de la humanidad?, qué hay de malo o defectuoso en ellas que no han servido para el logro del sueño de la "felicidad y la libertad"?. qué impide al hombre con-vivir-con el otro?, porque todos los ensayos de transformación histórica han fracasado.
Bueno, podríamos recurrir a las explicaciones hegeliano-marxistas para decir que los intereses históricos son una buena explicación, quizás no estaban hechas, estas propuestas, para el logro real y auténtico de la convivencia.
Desde los griegos, Roma, la edad media, las monarquías absolutas, la modernidad y el proceso civilizatorio del capitalismo globalizante, todo ha sido un engaño, error, manipulación?. Sin duda buena parte del problema es eso, pero porque la permanencia de esa transhistórica "patológica" intención. Porqué históricamente cada clase o grupo que toma el poder, reproduce la misma racionalidad de éste, bajo la consigna de una verdadera propuesta revolucionaria.
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