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Voluntariado y experiencia profesional de los jóvenes


Partes: 1, 2

    1. Definición de voluntariado en este contexto
    2. Reivindicación del voluntariado como forma de experiencia profesional
    3. Formas de incluir el voluntariado en un currículum vitae
    4. Recursos para buscar voluntariados
    5. Conclusiones

    Persistentemente se ha hablado del voluntariado como una forma de actuar marcada por la solidaridad hacia otras personas más desfavorecidas que los que lo ejercen. Desde esta concepción el voluntariado tendría como único fin el de la ayuda social. Sin embargo pensamos que además de ese fin los jóvenes universitarios recién salidos de sus centros de estudios pueden encontrar otro concerniente a la adquisición de experiencia profesional que añadir en sus curriculums, debido a que en la mayoría de los casos acaban sus estudios sin tenerla y ese hecho les dificulta enormemente su incorporación al mercado laboral. No se trata de dejar la solidaridad de lado sino de saber conjugarla con nuestros propios intereses.

    1. Introducción

    El voluntariado es el acto solidario por antonomasia. Personas que trabajan a favor de otras sin nada a cambio, salvo el agradecimiento de los ayudados o de las organizaciones para las que trabajan. Este hecho casi fraterno lo ejercen en muchas ocasiones personas jóvenes por el simple hecho de participar en sociedad con otras personas que necesitan lo que ellas puedan aportar.

    A principios del mes de diciembre de 2007 se celebró en Gijón (España) el X Congreso Estatal de Voluntariado, en el que el tema central fueron las redes de colaboración entre ONGs y la situación del voluntariado en la actualidad en España. Como asistente al Congreso en calidad de profesional interesada en conocer las diferentes propuestas y modos de actuar en el tema me llamó especialmente la atención la intervención de una profesora canaria que pronunció una frase clave, no solo para el voluntariado, sino para cualquier aspecto de la vida1. La frase era: “todo lo que hacemos lo hacemos para algo”.

    Esta frase en apariencia simple encierra en su interior una gran sabiduría, ya que supone una realidad innegable, y es que la actividad solidaria se ejerce con un fin.

    En un principio podría decirse que el objetivo con el que se ejerce una actividad de ese tipo es claro y no es otro que ayudar a otras personas desfavorecidas. Sin embargo bajo nuestro punto de vista el voluntariado esconde otro objetivo que surge del anterior; adquirir experiencia, entendiendo por ella práctica o modos de realizar determinados trabajos. En este caso la experiencia adquirida por esos jóvenes podría ser revertida en sus futuros puestos de trabajo ahora ya remunerados.

    Por lo tanto además de la solidaridad la ocupación del tiempo mal llamado libre podría realizarse con una actividad de la que se obtuvieran otro tipo de beneficios, quizá más mercantilistas pero igualmente válidos sin que ello signifique que ese sentimiento deje de existir. No estamos diciendo que el voluntariado se utilice exclusivamente para eso, sino que de ejercerlo esa es otra forma de aprovechar nuestra acción.

    De todo ello hablaremos en este trabajo, además de dotar al lector de algún recurso útil para buscar escenarios donde desarrollar su actividad voluntaria.

    2. Definición de voluntariado en este contexto

    En general suele definirse el voluntariado como el trabajo realizado a favor de una determinada persona o comunidad de personas sin recibir ninguna remuneración a cambio. Normalmente la acción es dirigida desde algún tipo de organización sin ánimo de lucro como ONGs, asociaciones, fundaciones, etc. El fin del voluntariado en este contexto sería la solidaridad en si misma ejercida en una comunidad.

    De lo anterior se extrae que el voluntariado no es una relación laboral, puesto que esta, a pesar de realizarse también de forma voluntaria, se ve recompensada con dinero. A pesar de ello en muchas ocasiones ambos extremos se acaban pareciendo y el trabajo voluntariado puede resultar incluso más duro que las relaciones laborales remuneradas o conllevar una mayor dedicación horaria.

    Siendo esto cierto y notorio encontramos otra diferencia fundamental entre voluntariado y trabajo remunerado y es que el segundo se considera experiencia laboral a la hora de buscar un nuevo trabajo y por lo tanto se añade al currículum vitae del candidato y el primero no, partiendo de una visión de reparo a la hora de verlo como experiencia laboral.

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