Abuso sexual infantil – manual de formación para profesionales save the children (página 2)
Enviado por Ing.Licdo. Yunior Andrés Castillo Silverio
Implicación de la víctima en un procedimiento judicial. Está probado que las personas víctimas de abuso sexual, sean niños o adultos, que además se implican en un procedimiento judicial sufren una revictimización secundaria que agudiza el perjuicio que la misma vivencia tiene en la persona.
"Una de las cosas que han de quedar claras es que no todas las personas que sufren abuso sexual en su infancia quedan "marcadas" o "traumatizadas". La elaboración de una vivencia como ésta es individual, y como tal, el curso puede variar enormemente de una persona a otra. Hay factores que juegan un papel esencial en la asunción del abuso por parte de quien lo vive: Tener o no una red de apoyo psicosocial. La actitud de esta red psicosocial ante la revelación del abuso. Recibir o no un apoyo psicológico. La identidad del abusador. El verse obligado o no a seguir conviviendo con el abusador. La prontitud y efectividad de las medidas sociales y judiciales tomadas por el entorno del menor. La revictimización secundaria que la víctima puede vivir durante el procedimiento penal. Otro factor que resulta clave a la hora de analizar las consecuencias del abuso sexual infantil es el componente de género. Parece que las secuelas más frecuentes en las niñas son la ansiedad y los problemas de autoestima, entre otros, y en el caso de los niños, sin embargo, son el fracaso escolar y los problemas de inadaptación social". Blanca Vázquez Mezquita |
4.2. CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL A CORTO PLAZO
De entre las consecuencias a corto plazo, conviene recalcar un fenómeno importante: el Síndrome de Acomodación al abuso sexual infantil, que tiene muchos paralelismos con el Síndrome de Estocolmo y que incluye cinco fases:
1. Impotencia. Los niños víctimas de abuso sexual generan un fenómeno de indefensión aprendida, puesto que sus intentos por evitar el abuso resultan vanos. Poco a poco dejarán de intentarlo siquiera.
2. Mantenimiento del secreto. La manipulación y la amenaza a la que son sometidos les obliga a mantener, sobre todo, en los casos de abuso intrafamiliar una doble vida para mantener el secreto y evitar la revelación.
3. Entrampamiento y acomodación. Si el abuso se prolonga en el tiempo, el niño poco a poco irá asumiendo el papel de pareja del agresor.
4. Revelación espontánea o forzada. Cuando se llega a la revelación, suele ocurrir con un igual, pudiéndose producir bien de manera espontánea o bien forzada por un adulto al valorar los indicios.
5. Retracción. Si no hay una intervención efectiva, incluso habiéndola, la retracción es frecuente, por culpa, vergüenza o miedo.
Las consecuencias asociadas al abuso sexual tienen que ver igualmente con el Síndrome por Estrés Postraumático.
Es importante recordar que algunos niños pueden vivir un abuso sexual y permanecer asintomáticos, es decir, no mostrar signo alguno de trauma. El motivo puede ser desde la propia vivencia del niño (que según su edad y la ejecución del abuso, puede no percibirlo como una agresión) a un fenómeno de bloqueo pasajero.
Por eso, es fundamental hacer seguimiento a los niños víctimas de abuso sexual, presenten o no una sintomatología.
Consecuencias a corto plazo
1. Físicas:
– Pesadillas y problemas de sueño.
– Cambio de hábitos de comida
– Pérdida de control de esfínteres.
2. Conductuales:
– Consumo de drogas y alcohol.
– Fugas.
– Conductas autolesivas o suicidas.
– Hiperactividad.
– Bajada del rendimiento académico.
3. Emocionales:
– Miedo generalizado.
– Agresividad.
– Culpa y vergüenza.
– Aislamiento.
– Ansiedad.
– Depresión, baja autoestima y sentimientos de estigmatización.
– Rechazo al propio cuerpo.
– Síndrome de stress postraumático.
4. Sexuales:
– Conocimiento sexual precoz o inapropiado de la edad.
– Masturbación compulsiva.
– Exhibicionismo.
– Problemas de identidad sexual.
5. Sociales:
– Déficit en habilidades sociales.
– Retraimiento social.
– Conductas antisociales.
4.3. CONSECUENCIAS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL A LARGO PLAZO
Aunque no existe un cuadro diferencial del abuso sexual infantil, hay consecuencias de la vivencia que permanecen o, incluso, pueden agudizarse con el tiempo, hasta llegar a configurar patologías definidas.
A continuación, se enumeran algunas de las consecuencias a largo plazo que puede vivir un niño o niña víctima de abuso sexual.
1. Físicas:
– Dolores crónicos generales.
– Hipocrondria o trastornos psicosomáticos.
– Alteraciones del sueño y pesadillas recurrentes.
– Problemas gastrointestinales.
– Desórdenes alimentarios, especialmente bulimia.
2. Conductuales:
– Intentos de suicidio.
– Consumo de drogas y alcohol.
– Trastorno disociativo de identidad.
3. Emocionales:
– Depresión.
– Ansiedad.
– Baja autoestima.
– Síndrome de estrés postraumático.
– Dificultad para expresar sentimientos.
4. Sexuales:
– Fobias sexuales.
– Disfunciones sexuales.
– Falta de satisfacción sexual o incapacidad para el orgasmo.
– Alteraciones de la motivación sexual.
– Mayor probabilidad de ser violadas. En un estudio se recogió que era 2,4% más probable que una mujer víctima de abuso sexual infantil fuera después violada.
– Mayor probabilidad de entrar en la prostitución. En un estudio realizado sobre 200 prostitutas, el 60% de ellas habían sido abusadas sexualmente cuando eran niñas.
– Dificultad par establecer relaciones sexuales, autovalorándose como objeto sexual.
5. Sociales:
– Problemas de relación interpersonal.
– Aislamiento.
– Dificultades de vinculación afectiva con los hijos.
– Mayor probabilidad de sufrir revictimización, como víctima de violencia por parte de la pareja.
Por todo ello, la atención que se le ha de proporcionar a un niño víctima de abuso sexual no debe únicamente centrarse en el cuidado de sus lesiones sino debe ser coordinada entre los distintos profesionales prestando atención psicológica, dándole un seguimiento a corto y medio plazo y proporcionando atención y apoyo al menor y a la familia.
Como ya se ha indicado, el papel de la familia es esencial en la recuperación del niño: si le creen desde el primer momento y le apoyan, constituyéndose en modelo y referente afectivo alternativo, el menor se recuperará antes y mejor que en caso contrario.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |