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El legado de Maquiavelo


Partes: 1, 2

    1. Aspectos biográficos y el propósito de su obra.
    2. Las premisas del pensamiento político de Maquiavelo.
    3. Los consejos de Maquiavelo.
    4. Bibliografía
    1. Nicolás Maquiavelo nació en Florencia el año 1469, en un mundo que sufría transformaciones profundas. El medioevo había llegado a su fin y la sociedad experimentaba el denominado Renacimiento, en el que las ciencias y las artes estaban socavando profundamente la hegemonía ideológica de la iglesia.

      Esto era un producto de los cambios socio-económicos que había sufrido la sociedad. El feudalismo se veía en franco retroceso ante el avance inexorable de un mercantilismo próspero que en el futuro se convertiría en el capitalismo.

      En el ámbito político, la nobleza feudal perdía su poder ante la centralización de los emergentes Estados absolutistas a la cabeza de monarcas que comenzaban a monopolizar todos los recursos.

      Seguramente fueron estas transformaciones políticas las que en mayor medida influenciaron a Maquiavelo, pues durante varios años se había desempeñado como funcionario público en la república de Florencia. Sentía una fuerte desazón al ver como Estados vecinos, como Francia y España, habían logrado fortalecerse debido a una unificación y centralización, mientras que Italia se veía fuertemente dispersa en pequeños reinos, principados y republiquetas. Las consecuencias obvias de esta situación eran la postergación y sometimiento de los italianos frente a los vecinos.

      Maquiavelo fue removido de sus cargos en 1512 debido a los avatares de la política interna en su Florencia natal. La poderosa familia de los Medici había retornado al poder y, Maquiavelo al haber servido a los antiguos gobernantes, se vio desplazado por los nuevos detentadores del poder. Fue en esta situación que Maquiavelo se dio a la reflexión y elaboración de su obra cumbre "El Príncipe".

      El propósito de esta obra no es sino un intento de congraciarse con los nuevos gobernantes. No está en su ánimo, sin embargo, adularlos, como podría pensarse. Tiene una forma mucho más genuina de intentar lograr sus favores.

      En la introducción a su obra, Maquiavelo se dirige a Lorenzo de Medicci y le explica que quien quiere ganar el favor de un gobernante, suele hacerle regalos y obsequios en forma de piedras preciosas, caballos, armas, etc. Reconoce que no tiene nada de eso que ofrecer, pero lo que si tiene es su experiencia en las funciones políticas y considera que éstas pueden serle de utilidad. Después de todo, la sabiduría es un bien mucho mayor que cualquier riqueza material, pues trasciende cualquier circunstancia.

      Este es entonces el origen de la célebre obra "el príncipe" de Maquiavelo. Se trata, sin lugar a dudas, de una obra de carácter muy particular. "El principe" es fundamentalmente un tratado acerca de cómo debe comportarse un gobernante para preservar su poder. Podría pensarse que el objeto de su escrito es banal, superfluo, carente de fines trascendentales. Sin embargo, el hecho de que su obra haya tenido la capacidad de trascender los siglos, indica que sus ideas han podido penetrar en la esencia misma del accionar político, más allá de las circunstancias específicas del mundo en el que le tocó vivir.

      Los Medicci no dieron mayor importancia a la obra de Maquiavelo. Sin embargo, políticos y estudiosos de todos lados, en los siglos posteriores, admirarían su obra y recibirían con beneplácito el obsequio que los Medicci despreciaron.

    2. Aspectos biográficos y el propósito de su obra.

      Una de las principales premisas del pensamiento de Maquiavelo tienen que ver con el rol de la iglesia en la política. Se trata de un ajuste de cuentas con la influencia determinante que jugaba la religión y sobre todo la institución eclesiástica en la política durante todo el medioevo.

      Según Maquiavelo, había que separar la religión de la política, pues sobre el mundo terrenal ésta no tenía porque ejercer poder. Sin lugar a dudas, se trata de una idea precursora para las doctrinas políticas de los siglos venideros. Pero Maquiavelo, en este momento, sólo esta pensando en las consecuencias prácticas de esta tesis. Por un lado, Maquiavelo acusa a la iglesia de haber promovido la dispersión entre los italianos. Por otro lado, se trata de liberar el accionar político de toda forma de moral. Para Maquiavelo, la moral no tiene lugar en el accionar político.

      Este razonamiento nos lleva inmediatamente a la segunda premisa. No es que Maquiavelo considerara que la religión dotara de moral a la política. Por el contrario, la iglesia, en estos momentos, está sumamente desprestigiada por varios escándalos de corrupción, y pronto sus principales acusadores protestantes le endilgarán doble moral e hipocresía.

      La iglesia había proclamado la ética y la moral, mientras que su comportamiento era precisamente el contrario. Por eso, Maquiavelo no esta ocupado con los problemas filosóficos acerca de cómo debe ser el Estado y la política. Maquiavelo se ocupa de cómo es, en realidad, la política, es decir, como funciona en los hechos. De este modo, Maquiavelo se enmarca dentro del realismo político y, a partir de las constataciones de cómo es en realidad el funcionamiento de la política, intenta deducir principios generales de comportamiento.

      Otra premisa básica del pensamiento de este célebre pensador tienen que ver con la naturaleza humana. Maquiavelo es capaz de constatar las profundas transformaciones que vivía el mundo durante su época. Pero, así como el mundo cambia, el hombre, en los ojos de Maquiavelo, permanece inmutable. Esto se debe a su naturaleza.

      El Hombre es egoísta, ambicioso, intrigante, doble e inmoral. Pero sobre todo es ansioso de poder y de riquezas. "es mas fácil que un hombre perdone al que ha matado a su padre -decía Maquiavelo- que perdone a aquél que le ha quitado la herencia de su padre". Todo gobernante debe, entonces tener en cuenta esto en todos sus actos y jamás olvidarlo, pues este olvido significaría su caída.

      En nuestros días el término "maquiavélico", asociado naturalmente a Maquiavelo, ha adquirido una connotación de maldad. Sin embargo, no es que Maquiavelo no tuviera ideales que puedan ser apreciados. Anhelaba la unión de su patria, Italia, dividida por los poderes reinantes en su época. También repugnaba la corrupción existente en todas las esferas de la vida social y, en especial, en la política.

      Existen pues ideales buenos en Maquiavelo. Lo especial en este hombre radica en que considera legítimo el uso de cualquier medio para alcanzar esos objetivos buenos. Por ello, la premisa en torno a que "el fin justifica los medios", es una idea básica en todo su pensamiento.

      Finalmente, otra de las premisas presentes en toda su obra es la idea de basarse en las propias fuerzas. Para Maquiavelo, la libertad y la autonomía dependen de la propia fuerza. Los aliados, los recursos prestados, las habilidades de otros pueden muy bien ser utilizados por el gobernante. Pero se trata de recursos complementarios, ocasionales. Si el gobernante no sabe generar su propia fuerza, y en este caso se trata principalmente de fuerza militar, no tendrá jamás libertad y su poder perecerá tarde o temprano. La única fuerza con la que "el príncipe" ha de contar ciegamente es en la propia.

    3. Las premisas del pensamiento político de Maquiavelo.
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