- A manera de introducción
- Aproximación al concepto de racionalidad
- De la irracionalidad a la racionalidad del castigo o sanción penal
- La racionalidad de los castigos o sanciones penales aplicados por las rondas campesinas y nativas
- A modo de conclusión
A manera de introducción
A través de la evolución del Derecho Penal se verifica, que la mayoría de sus instituciones jurídicas, constituyen prestamos de otras ciencias, entre ellas las más cercanas, la Sociología y la Filosofía, razón por la cual no resulta sorprendente que diversos autores especializados en el estudio de las ciencias antes descritas, sean siempre citados en diferentes libros, tesis, artículos jurídicos etc., relacionados con el derecho penal; motivo por el cual se justificaría además que en las diferentes currículos académicos siempre estén presentes los cursos de Sociología Jurídica y Filosofía del Derecho, ya sea a nivel de pregrado o post grado, independientemente de las bases filosóficas que los inspiran para su creación.
Es en atención a lo antes expuesto, y a efectos de establecer algunos conceptos básicos, para el desarrollo del tema materia de análisis, que se acude al sociólogo Durkheim a efectos de definir al castigo o sanción penal, señalando el mismo que este constituye una institución social que es, en primera y última instancia, un asunto de moralidad y solidaridad sociales, afirmando además que los delitos son aquellos actos que violan la conciencia colectiva, que la violación de los valores sagrados siempre genera una respuesta violenta, la pasión constituye el alma de la pena y la venganza la motivación primordial que subyace en los actos punitivos.[1]
Para tener conocimiento de la evolución de la sanción penal, no es necesario tener un conocimiento profundo de la teoría de la pena, así sin adentrarnos al campo del derecho, encontramos un claro ejemplo del tema en la obra "Los Miserables" de Víctor Hugo; la cual narra la historia de Jean Valjean, aquel hombre que entró en presidio por haber roto un vidrio y por haber robado un pan, acción por la cual se le impone pasar muchos años en prisión o la sanción impuesta al filósofo Sócrates, quien fue obligado a beber cicuta, al hallársele culpable de los delitos de impiedad y corrupción a la juventud, ejemplos que llevan a interrogarse sobre la racionalidad de las penas impuestas en ambos casos.
Antes de desarrollar el tema propuesto, es oportuno exponer brevemente sobre el concepto de racionalidad
Aproximación al concepto de racionalidad
El hombre en todo su proceso evolutivo siempre ha buscado y perseguido la explicación de las cosas y los fenómenos naturales y sociales, fin que persigue hasta la actualidad, formando parte de su propia naturaleza y de su acción dirigida hacia el medio en el que se desarrolla, el cual le sirve para crear los instrumentos necesarios para vivir, extrayendo la materia prima y transformando constantemente todo lo que le rodea [2]es por ello que la razón humana tiene muchas formas de manifestarse sobre la vida, siendo así tenemos que la racionalidad filosófica fue el primer instrumento mental con que el ser humano se orientó en la vida para explicarse el mundo que lo envolvía de forma enigmática, pero más allá de explicarse el mundo, la racionalidad era orientadora de la vida práctica, no sólo buscaba la explicación del cosmos, los fenómenos de la realidad que nos envolvía, sino que la reflexión misma era el basamento para nuestras acciones cotidianas[3]
De lo mencionado tenemos que la racionalidad se vincula por tanto con la realidad y con el sistema de creencias que el hombre ha creado y con las acciones de este con relación a la realidad. Nuestras acciones y creencias tendrán acierto y seguridad cuando la acción de ellas se halle garantizada por un conocimiento que le permita de antemano trazar o proyectarse un camino a seguir. Cuando se dice que la racionalidad ha existido en todas partes y lugares, y que es una condición inherente al hombre y a las sociedades, esto significa que – a pesar de que haya pueblos en diferente grado de desarrollo, o tribus aún en estado nómada, comunidades aisladas y mínimamente relacionadas con las grandes urbes o metrópolis, no se niega la existencia de una racionalidad en cada una de ellas-. Asi por ejemplo una tribu tendrá una racionalidad propia, la cual esta constituida por sus creencias, valores y normas sociales, basadas en símbolos, elementos mítico-religiosos y un quehacer diario ligado a lo inmediato y a la naturaleza misma, que le permite su sobrevivencia, su sociedad se desenvuelve por darle seguridad a su vida y el entendimiento de su realidad pasa por la experiencia de siglos, de un proceso de error y acierto constante.[4] (lo resaltado negrita y cursiva nuestro).
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