- Algunas Reflexiones Expertas Acerca del Entendimiento y del Control del Sobrepeso (Parte II)
- Un historial breve nos asistirá a amplificar el concepto aquí descrito
- En resumen
- Bibliografía
"La reducción muy gradual en mi peso, que soy capaz de mostrar, puede ser interesante para muchos, y tengo el gran placer al afirmar que, puedo para demostrar aún más el mérito del sistema que he seguido." William Banting (1797-1878)
(Parte I)
Cuando una persona tiene sobrepeso, generalmente es sometida, a las presiones de muchos, quienes pretenden tener explicación y aún cura para ella — cura la cual es frecuentemente, basada en ignorancias propias.
"Prefiero visitar al dentista, porque nunca me pesa…"
Por ejemplo; de acuerdo a una creencia muy popular, la falta de actividad física es factor muy decisivo en la aparición del sobrepeso — sin embargo, la evidencia suministrada por personas que sufren de neuropatías degenerativas (esclerosis en placas), cuadros hemipléjicos, comatosos o parapléjicos — en quienes, a pesar de una ingestión adecuada de calorías, acopladas a la inmovilidad total, el peso no baja ni deja de subir generalmente.
Prueba ésta que nos suministra, una de las muchas razones que han estimulado la decisión de mi parte de romper con aquellos moldes de pensamientos anticuados e inefectivos que proponían que la gordura era el resultado de la ingestión de "calorías" por encima de la actividad física.
Yo prefiero ver a la gordura como el fallo de una función de adaptación cuyos fines se alteraran negativamente y que fueron mediados a través del eje hipotalámico-hipofisiario.
La gordura "común", la que ocurre en la mayoría de las personas que ansían perder de peso, generalmente es el resultado del uso crónico de estrategias alimenticias mal adaptadoras, que consisten en el consumo de comidas que son muy densas (pesadas), que saben muy bien (apetitosas), que son atractivas en su presentación, que se obtienen fácilmente y que se digieren con rapidez. Para los fines de este ensayo llamaremos a este tipo de obesidad: OB/A.
OB/B: representa un paso más avanzado en el continuo de la línea hipotética que algunos investigadores han llamado la "Disponderosis Disoréctica."
Eje hipotalámico-hipofisario
Estas personas se han movido más allá de las gorduras que se observan generalmente, siendo sus apariencias, voluminosas de modo exagerado, su locomoción afectada por la acumulación de grasa subcutánea e interna, quejándose de trastornos del dormir y respiratorios, y manifestando la presencia de un apetito fuera de control. Ellas viven comiendo y viven para comer. Se quejan de tener un "hambre atroz" a veces resignándose, con pesimismo, a haber fracasado totalmente en sus designios de perder ese peso tan agobiante.
La OB/C: Representa un grupo de individuos en el cual la obesidad no sólo es extrema, sino que está complicada con condiciones médicas severas: como lo son la diabetes, la hipertensión arterial, los problemas de las coyunturas, la apnea nocturna, Etc.
Luego de la introducción sucinta que aquí se aplica a este problema, se vuelve ostensiblemente claro que el tratamiento de condiciones tan complicadas no puede limitarse a una dieta restrictiva, a sesiones en un gimnasio, a meses gastados (fútilmente) en un "spa," a la aplicación de vendas al cuerpo o a otros artilugios de valor dudoso similar.
Grupo Comanche (1831)
Como resultado de nuestra observación de grupos indígenas en cuyos lenguajes no existe palabra que defina la gordura (ya que esta condición no se conoce); se vuelve aparente que cualquier método que se aplique al remedio del sobrepeso debe de consistir de una evaluación detallada de los siguientes aspectos del individuo en cuestión:
A) Una evaluación minuciosa de la interacción del individuo (el "huésped") con la comida (el agente ofensivo, o "vector").
B) Un análisis cuidadoso del desarrollo emocional de la persona, seguido por una evaluación de los factores impactantes del medio ambiente para así elucidar áreas de conflictos potenciales que puedan afectar el tratamiento de un modo negativo.
C) Un entendimiento claro de las intenciones de los que vienen en búsqueda de ayuda, ya que a menudo existen discrepancias entre las expectaciones y las posibilidades de algunas personas. Porque en el tratamiento de la gordura los "milagros" son muy raros.
Luego de la evaluación debe de considerarse seriamente la educación del paciente en todos los aspectos de su condición, incluyendo impartirle el conocimiento de que no otro cuadro clínico tiene mayor tendencia a la reincidencia que el de cualquier disorexia.
Por ello es que es de la mayor importancia que se formen grupos de apoyo mutuo basados en el aprendizaje, la ayuda entre los participantes y la regularidad en la asistencia.
Los profesionales a cargo de dirigir estos grupos tan especializados deben de ser expertos en estas condiciones. Ya que el mero deseo de ayudar al prójimo no basta ni es lo suficiente.
Algunas Reflexiones Expertas Acerca del Entendimiento y del Control del Sobrepeso (Parte II)
Cuando discutíamos en los párrafos anteriores las tres categorías arbitrarias en las cuales hemos clasificado la gordura, hicimos hincapié en los aspectos mal adaptantes del sobrepeso, en la noción de un hipotálamo caótico en sus funciones, en las tendencias a la recidiva de las disorexias y en las aplicaciones beneficiosas de los grupos de apoyo mutuo.
Comanche (2011)
Prosiguiendo
La gordura es problemática, no solamente por sus aspectos negativos estéticos y aun éticos, sino por la severidad de los trastornos físicos asociados con ella. Nadie que sea gordo, puede aspirar a la agilidad física, al desenvolvimiento grácil, al encajar en los asientos pequeños de muchos aeroplanos, o a escapar fácilmente un peligro que se aproxime muy rápidamente. De esto se deduce simplemente que el origen de la obesidad humana tiene que ser el resultado de alteraciones fundamentales que afectan el equilibrio homeostático de nuestros sistemas de supervivencia — precisamente el Centro Hipotalámico del Hambre el cual regula la función del comer.
Cuando el Centro del Hambre funciona sin interferencia, el resultado es un modo de comer semejante al de los animales domésticos: se come por necesidad y no por gusto. Pero, cuando el Centro del Hambre se halla afectado por la ingestión excesiva o por la dieta restrictiva, el resultado final es un estado de desorganización que incide en el apetito y el metabolismo. El apetito se torna voraz e insaciable y el metabolismo se torna más eficiente e incrementa la acumulación de la grasa con mayor facilidad. Este estado de la función hipotalámica representa una respuesta a la emergencia percibida de que una carencia de comida es inminente. Este tipo de reacción tiende a prolongarse con la duración y con la intensidad del estímulo y, cuando subsiste tiende a dejar trazas de "memorias" en el hipotálamo que hacen que la respuesta se active con mayor facilidad y presteza a la menor estimulación. Por eso es que, casi siempre, las dietas restrictivas resultan en el neto gano del peso y los ágapes opíparos resultan en hambre pertinaz y persistente que retorna aun antes de que el órgano de la digestión se vacíe.
Habiendo aclarado el modo de operación de estos mecanismos, se vuelve necesario resaltar el hecho fundamental de que una dieta, simple y restrictiva no va a bastar para el tratamiento de ninguna de las gorduras, especialmente OB/B u OB/C.
El problema del tratamiento es tan complejo que, a veces, éste tiene que llevarse a cabo, como paciente internado en un centro médico a través de lo cual el individuo pueda ser separado de los problemas cotidianos y dedicarse exclusivamente a la tarea de traer el descontrol Hipotalámico bajo su control. Asunto éste que, por supuesto, requiere el deseo y el compromiso total por parte de la persona a lo que representa ser esencialmente una tarea muy ardua y delicada. Pero más que la voluntad del individuo son necesarios el soporte de los familiares y la sofisticación de un personal técnico que comprenda que el perder peso no es cosa fácil y que los gordos no son así porque no quieren cambiar — sino que son así, porque no pueden controlar sus actividades internas desorganizadas.
El corolario final siendo que, muy a menudo, la asistencia provista por otros que están luchando con las dificultades de la vida, pueda incrementar la voluntad, el deseo, la fe y el entusiasmo en el individuo para que el éxito se pueda visualizar con esperanza; y la recaída, no como resultado inevitable, sino como eventualidad improbable.
Finalmente, sí como hemos dicho sobria y frecuentemente que el perder el peso es como aprender otro idioma; de ello sigue que como lo es con el aprendizaje de otro idioma, que no se emprende con el estudio de los clásicos y de las obras avanzadas, sino que se procede creando una base inicial de entendimientos bajo la supervisión de un maestro experto y acompañado de personas cuyos objetivos son comunes. Sólo después de que las dificultades iniciales se solucionan, se puede decidir que alguien es capaz de desenvolverse a solas sin obstáculos o interferencias mayores… Pero eso toma mucho tiempo…
La esclavitud contranatural de las dietas restrictivas…
Un historial breve nos asistirá a amplificar el concepto aquí descrito
Alberto no es delgado ni es gordo. La mayoría de sus amigos lo consideran esbelto y, a sus años avanzados carece de empellas o de asomo de barriga.
Pero, de todos modos se sentiría mejor si bajara unas diez libras que, aunque no son obvias, le molestaban.
Decidió eliminar una comida de las tres que, habitualmente consume durante el día, por todo un año.
Para apreciar el significado de este "experimento" aquí haremos un listado representativo de lo que Alfredo y su esposa comen en un día típico.
Desayuno: Una taza de café con leche sin azúcar, dos tostadas de pan integral sin nada encima, un huevo hervido y una fruta.
Almuerzo: Pasta de sémola, salsa con carne molida sin grasa, ensalada, pan de harina integral preparado en casa y frutas con queso.
Cena: Atún en agua con habichuelas blancas, verduras frescas y arroz blanco al vapor.
Los esposos nunca comen a deshora, pero, cuando lo hacen, lo hacen escuetamente.
De aquí a la Eternidad…
Es oportuno decir que, a menudo, disfrutan de su copa de vino, de una cerveza fría y de un cóctel entre amigos.
Cuando me expresó su plan, éste parecía lógico. Desde el día de su cumpleaños que llegaría en una semana, cesaría de ingerir la colación de la noche, razonando de esta manera: "En un año habré eliminado 365 comidas — eso tiene que eliminar las diez libras que se me pegan como sanguijuelas…"
Pero así no fue. Lo que sí sucedió fue que Alfredo se estabilizó, cuasi rígidamente en un peso que, no importando cuanto o cuan poco consumiera en las comidas permitidas, permanecía estable.
Para comenzar, Alfredo estableció durante los primeros seis meses de su "experimento" su verdadero set point. Lo que había que hacer, ahora que lo conocíamos con precisión, era inducir a que se regulara a un nivel más bajo, lo que, con estrategias específicas se lograría fácilmente.
En resumen
Para quienes adoptan el sistema fiduciario para rebajar, los resultados serán decepcionantes, porque existen miríadas de factores asociados con la regulación de nuestro peso que no se consideran.
Por eso las dietas, la mayoría de las que existen basadas en el mismo principio, fallan; como todos, por experiencia, sabemos.
Fin de la lección
Bibliografía
Larocca, FEF: (2007) El Sistema Fiduciario en monografías.com
Dwyer, J and Larocca, FEF: (1974) When a Child is too fat. Patient Care VIII-6- 158-76
Cassell, D, and Larocca, FEF: (1994) The Encyclopedia of Obesity and Eating Disorders. Facts On File
Larocca, FEF: (1991) A Public Primer on Eating and Mood Disorders Midwestern Medical
Larocca, FEF: (1986) Eating Disorders: Effective Care and Treatment Ishiyaku Euroamerica
Larocca, FEF: (1986) Eating Disorders: The Facts in New Directions for Mental Health Services # 31 Jossey-Bass
Larocca, FEF: (1986) Una Introducción a las Disorexias en Médico Interamericano 5:12 27-30
Larocca, FEF: (2007) Los Trastornos Malignos del Comer en Psikis.cl y en monografías.com
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca