Construcción y gestión del horizonte institucional de un proyecto educativo
Enviado por Diana Esperanza Sánchez Moreno
Aproximaciones conceptuales y epistemológicas
Enfrentamos nuevos contextos sociales, culturales, políticos y económicos, como producto de diversas transformaciones en las prácticas de vida del ser humano, de los avances tecnológicos, de la globalización, de la mezcla de culturas y de los estilos de vida. Es sólo a partir del reconocimiento profundo de estos contextos o realidades que se puede superar la visión sectorial y parcializada de lo educativo que promueve la descentralización.
La sociedad se transforma, al igual que sus demandas frente a la escuela. Si bien, ante un escenario de globalización y descentralización se han planteado cambios que permitan incorporar las tecnologías y el conocimiento en los procesos educativos, gestionar estándares educativos y modelos de evaluación de la gestión y empoderar los centros educativos con el fin de mejorar la calidad del servicio; la construcción localizada de propuestas educativas no ha sido en todos los casos efectiva a los propósitos de responder ante las nuevas realidades y contextos y a su forma de operarlas o gestionarlas.
La sociedad visualiza hoy en el contexto institucionalizado de la escuela, la solución a las dificultades que no pueden resolver con sus jóvenes, niños y familia; por lo cual reclama, propuestas educativas que aborden de manera integral componentes pedagógicos, metodológicos, tecnológicos y humanos, con el desarrollo de soluciones flexibles, creativas y de alto impacto en la construcción de tejido social[1]No obstante lo anterior, se comprende que la escuela no es la única que educa, también lo hacen los medios de comunicación, los amigos, los pares y la familia, entre otros.
Para lograr una visión sistémica en lo educativo, es necesario trascender los espacios institucionales y analizar los escenarios regionales, nacionales y globales, localizando un contexto específico ante el cual actuar, como respuesta a situaciones y necesidades de la comunidad.
Es el Proyecto Educativo Institucional (PEI), el que permite dar respuesta a estos escenarios, ante los cambios sociales, culturales y políticos, en tanto se edifica a partir de las contribuciones de toda la comunidad educativa, conformada ella por los estudiantes, los docentes, los directivos, los padres de familia y el sector productivo.
En el marco del PEI, el componente denominado horizonte institucional es el que responde, en forma genérica, a determinar la función de la escuela en estos nuevos contextos, con preguntas tales como: ¿cuál es el concepto de individuo y de sociedad que esperamos construir?, ¿cuál es el modelo educativo que seguirá la institución educativa?, ¿cuál será el enfoque pedagógico y las metodologías?, ¿qué población se va a atender?, ¿qué relación se tendrá con el entorno? y ¿qué proyectos se desarrollarán para la comunidad beneficiaria?.
El horizonte institucional indica cómo se "sueña" la institución en un contexto y en un período determinado por parte de la comunidad educativa, tomando en consideración las políticas globales, nacionales, distritales y locales. Nos facilita la construcción de las diferentes dimensiones que definen el deber ser institucional, bajo una visión integral y con proyección de futuro.
Es a través de la definición del horizonte institucional y de su puesta en práctica y evaluación, que se puede identificar la brecha entre las demandas de la sociedad y la respuesta que brinda una institución educativa, su relación con lo curricular y, en particular para su operación, con la micropolítica de la escuela[2]
En este sentido es la gerencia educativa la que nos permite gestionar dentro de un consenso de necesidades y problemáticas de la comunidad educativa, la visión, metas y objetivos definidos para el proyecto educativo, esto es, su horizonte institucional. Los procesos de gerencia educativa orientan las acciones de la escuela hacia una comunidad, con todos sus recursos y materiales, con el fin de contribuir al logro de la calidad académica y a la formación de ciudadanos con sentido de pertenencia social. Es bajo una concepción de gerencia que trasciende lo netamente administrativo, inherente a cualquier organización y que se resuelve necesariamente en una organización educativa.
La principal dificultad para disminuir las brechas que se pueden presentar entre las demandas de la sociedad y las respuestas institucionales de la escuela, está en la identificación de necesidades comunes a todos y la forma de satisfacerlas, con una propuesta educativa por parte de la misma comunidad.
Si bien, existen mecanismos seudo-participativos[3]que pueden ser utilizados para recoger información de la comunidad, así como métodos para analizarla, no se han identificado en la diversa literatura consultada modelos únicos de construcción y gestión del PEI, ni representativos del horizonte institucional que superen la elaboración de manuales o guías con los principales pasos a seguir, la identificación de dificultades que se pueden enfrentar durante su proceso de construcción y que den respuesta concreta a la participación de las comunidades en la toma de decisiones.
Página siguiente |