I.- INICIO DE LA DESCENTRALIZACIÓN EN EL PERÚ
1.- Antecedentes históricos de la descentralización en el Perú
Es verdad que a través de la historia, la humanidad a adoptado una serie de formas de gobiernos, se pasó de la teocracia a la autocracia, y de ésta a la democracia, pero en todas ellas existió algo característico; el poder, el mismo que fue catalogado como la posibilidad que tenia cierto ser para mandar o realizar determinadas cosas, ese poder cuando nace el Estado, viene a ser la institucionalización del Estado, puesto que el Estado es el único ente superior capaz de ejercerlo con la finalidad de buscar el desarrollo equitativo y concreto de este.
Lamentablemente en el Perú, a través de su historia, se reconoce que el poder ha sido utilizado de manera muy inadecuada, ya que solo se concentraba en un solo núcleo, esfera, fuente o centro político, propio de un gobierno unitario, prueba de ello es el periodo de gobiernos transcurridos, en donde el poder solo existía para tomar alguna cosa por la fuerza o delinquir atrozmente sin menoscabo alguno, cometiendo una serie de actos que denigran la esfera estatal, que va emanada desde la mas alta jerarquía hasta la mas baja.
Según el abogado Luis Bustamante Belaúnde en su Texto "Descentralización y Regionalización", en el Perú a partir de su nacimiento como república en 1821 se discutió que tipo de régimen político debía ser el más adecuado para regir los destinos del joven Estado.
Por un lado, surgieron las corrientes federalistas que consistían en consolidar un país con diversos Estados que acordaban asociarse para constituirse en una nueva realidad estatal, este es el caso de países como: Brasil o Estados Unidos; por otro lado, se planteó constituir al Perú como un país unitario que consistía en formar un Estado Centralizado que permita administrar todos los recursos a través de la capital de la República que es Lima y que posteriormente los distribuya eficientemente todos estos recursos a los departamentos del país.
Este argumento unitario prevaleció sobre la idea federalista debido a que la idea de formar un Estado Federal era peligrosa por la sencilla razón de que podría haber generado chovinismos exacerbados en los distintos departamentos pudiendo romper la débil unidad en el que se encontraba el Perú de ese entonces. Finalmente en la primera constitución de 1823 se aprueba que nuestro país sea unitario, aunque solo de carácter provisional.
La centralización política se inicia a partir del Mariscal Ramón Castilla (Presidente del Perú de 1845 a 1851 y de 1854 a 1862) rompiendo los lazos patrimoniales coloniales ya que vendió el guano de islas a capitales extranjeros, a partir de esto, centralizó las decisiones político- administrativas colocando a toda su clientela en los puestos de gestión regional.
Luego, el primer Partido Político Civil del Perú llamado Partido Civilista llega por primera a la presidencia del Perú en 1872 con Manuel Pardo en la cabeza convocando a nivel nacional una reforma descentralista que consistía en transferir los recursos fiscales a instancias regionales con el fin de consolidar la burguesía y afianzar la modernización del Estado. Este sueño civilista iba a ser posible mediante los recursos que adquirían del guano mediante el contrato Dreyfus. Lamentablemente no se pudo consolidar la idea descentralista debido a los constante conflictos con las oligarquías regionales ya que el guano escaseó y los privilegios de estos señores oligarcas empezaron a peligrar habiendo luchas al interior del propio partido de gobierno por mantener los antiguos privilegios.
A fines del Siglo XIX se formó y consolidó en el Gobierno de Nicolás de Piérola quien era llamado como "el Califa" durante su mandato en 1895, se estableció el Estado Oligárquico en el Perú. Este período que se mantiene hasta 1968 se caracteriza por tener a un Estado:
Altamente centralista debido a que concentraba todos los poderes en la capital Lima
Patrimonialista, porque el poder en el Estado giraba en torno a un presidente que concentraba todo el poder y cuya elección en el cargo dependía del apellido, la raza y la educación y finalmente
Elitista, ya que el poder se concentraba en pocas manos y excluía a amplios sectores del país
En este período en el que el historiador Peruano Jorge Basadre llama "La República Aristocrática" no se avanzó en absoluto en el tema de descentralización. Es más, nuestra sociedad que en ese momento era predominantemente rural (más del 70% de la población vivía fuera de los espacios urbanos) fue desatendida por los distintos gobiernos de turno. Más adelante, el estado oligárquico tuvo una crisis en el que jamás se recompuso o se reestableció por las siguientes razones:
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