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Poética universal del proceso de paz en Colombia (página 2)


Partes: 1, 2

Del trabajo mancillado por oligarquías injustas,

Cuyos vientres llenaron por el dolor ajeno y las injustas obras.

Constructo de vías reconciliadoras,

Y comidas que descienden llenas de ambrosia.

Porque los oráculos de fuego representan extinción judicial,

Y témpanos de llama, sumergidos en las llamas del hielo.

V

Sueña el gobierno y las guerrillas revertir la concentración ilegal de las tierras,

Recuperar los vestidos del anciano y dignificarlo.

Pues el fin cercano es el descenso de la guerra.

Patria convertida por las palabras de aquel murió en la cruz.

VI

Nadie comprende estas sonatas en la tierra de nadie,

Porque el señor don nadie, nació de sangre campesina.

Pero por fortuna, la sonata campesina es paz y reconciliación,

Silencio que hace fuerte estruendo en los oídos sordos.

Las alturas pequeñas no llegan a ser grandes,

Cuando los amos de la guerra, claman beber sangre.

Aquella sangre que nada les cuesta, Porque la leyes llevan a cuesta.

VIII

Estrofas recuperadas mediante procesos agrarios,

Cordones umbilicales pegados al seno de la tierra.

Rayos agrarios con los cordones atados al monte verde,

Ese de color esmeralda, pesado, antiguo y ancestral.

IX

Fantasmas convertidos en noticia,

Porque soñaron con la justicia.

Seres de carne y hueso hechos polvo,

Muertos por la ceniza, pronto llegaran a ser noticia.

I

El Proceso de Paz emprende extinción administrativa de dominio,

Ósculos alegres que besen las manos de las víctimas.

Sombras del ayer y luces del presente,

Que luzcan de una Paz amarrilla, azul y rojiza.

II

Donación de predios al Fondo de Tierras, Es el Sueño de los desplazados.

Pesadilla de los victimarios de cuello blanco,

Cuyo banquillo es el de la guerra en mano de los pobres.

III

Sueños y pesadillas, juntos de la mano,

Pues la paz restauradora es ciega a los colores.

Tintes sin discriminación, cuerpos sin clase social,

Pues los pobladores entre las piernas de la morena felices están.

Pobladores cansados por el vigor de sus pechos blancos,

Extasiados del perdón y con ganas de hacerlo están.

Pues este se hace, rosando el dialogo con las acciones,

Aquellas notas que a veces parecen incomprensiones.

V

Murmullos de los muiscas, donaciones ancestrales,

Carisma de los taitas, planos astrales.

Gratuita y subsidio integral de la tierra,

Para victimas que son parte del proyecto de nación.

VI

La indígena sensual agita los tambores,

Pues se prepara para dormir en los brazos de la Paz.

Esa que estremece el mundo de la piel,

Porque su miel es más dulce que su propia piel.

VII

Cantemos juntos hermanos colombianos,

La Paz a nuestra puerta entona ensoñaciones.

Cantos por millares pronto vienen,

Actos ensoñados a la puerta de la paz confieren.

VIII

El Gobierno Nacional y las FARC-EP,

La guerra retienen, pues en nada deviene.

Tantas décadas de guerra, por las muertes no conviene,

La paz y la reconciliación el único caminar que conviene.

IX

Esta historia patria de mis manos viene, Aun cuando esta poesía a la nada viene.

Pues la paz es lo que más nos conviene,

La guerra para nada sirve, solo para hacer lo que no conviene.

 

Autor de Mérito

José Orlando Melo Naranjo

Catedrático y escritor 2017

Universidad Nacional Autónoma de México

 

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