Intervención en respuesta educativa: recursos físicos, materiales, personales y estrategias metodológicas en casos de ceguera (retraso mental leve) y sordoceguera
Enviado por Rosa Vera Garcia
- Introducción
- Guión de Orientación y Asesoramiento: Ayudas y recursos físicos, personales y materiales
- Guión de Orientación al profesorado para facilitar la autonomía personal y social y la calidad de vida de los ANEE
- Intervención en el contexto familiar
- Conclusión
- Bibliografía y materiales consultados
1. Introducción
La ceguera y la sordoceguera (coordinación de deficiencia visual y auditiva), presentan necesidades muy diferentes según sea congénita o adquirida; en un caso, debemos construir el mundo en la mente del niño, y en otro caso, reconstruir un mundo ya conocido. También influirá la edad en que aparece, el grado de lesión, la etiología, nivel intelectual y cognitivo, otras enfermedades o discapacidades asociadas, etc…
Por ello, las personas ciegas o sordociegas van a tener necesidades especiales y requerirán de servicio específicos, siendo fundamental un programa individualizado en función de ello. Un aspecto prioritario será el de la comunicación, y también la orientación y movilidad, aprender o reaprender a desenvolverse para poder llevar una vida independiente. Nuestro enfoque principal será, pues, en conseguir para estos alumnos una normalización de su vida cotidiana, integración social al igual que el resto de las personas, y fomentando su autonomía personal y su participación en los diferentes contextos: familiar, escolar, social… al igual que el resto de los niños de su edad.
En este caso, estamos ante un alumno con sordoceguera, que se comunica mediante el sistema dactilológico, y ante un alumno con discapacidad visual (baja visión severa) con retraso mental moderado. Dos combinaciones diferentes de deficiencia: dos sensoriales y sensorial/psíquica. Las consecuencias de estas deficiencias aparecerán en el aspecto social, personal y afectivo del niño, con problemas de comunicación, dificultades importantes para el establecimiento de relaciones interpersonales, percepción distorsionada de su entorno, privación de las motivaciones extrínsecas más básica, perturbaciones emocionales, etc…
Como psicopedagogos, además de la correspondiente adaptación curricular a las necesidades educativas, de tipo permanente, de estos dos alumnos y del seguimiento correspondiente, facilitaremos la coordinación de los recursos existentes y ofreceremos el asesoramiento necesario tanto a los padres como al centro escolar sobre el proyecto educativo y curricular del alumno. En el proceso, se debe tener en cuenta el carácter dinámico del mismo y la correlación de influencias entre las diferentes variables: familia, niño, centro educativo, profesionales… Todas las acciones, recursos, apoyos, etc… irán dirigidos a la consecución de la normalización e integración del menor en todos los ámbitos de su vida, minimizando en la medida de lo posible las consecuencias mencionadas anteriormente de su deficiencia.
2. Guión de Orientación y Asesoramiento: Ayudas y recursos físicos, personales y materiales
Tal como hemos adelantado, el objetivo de la actuación psicopedagógica será conseguir la efectiva integración y normalización de ambos alumnos, en un entorno integrador, de afectividad, de comunicación, de aceptación…. todo lo que les haga sentirse acogidos como el resto.
Asesoraremos e intervendremos con todos los agentes de la comunidad educativa, favoreciendo su proceso de enseñanza–aprendizaje, facilitando las ayudas específicas que el alumno requiera, asesorando a los profesionales de los centros educativos (programación, materiales, sistema de evaluación idóneo) y orientando a las familias (práctica educativa más conveniente, implicaciones, estrategias comunicativas, etc…).
La discapacidad sensorial y/o psíquica implica un desarrollo diferente que es necesario conocer para hacer una valoración adecuada. Las relaciones con los demás, con las vivencias, con los objetos… resultan más difíciles para estos niños y, por tanto, necesitan más la ayuda del adulto o de los otros para la interacción, la relación y el descubrimiento del mundo exterior.
Con el fin de que estas personas puedan construir o re-construir significados, el objetivo será estructurar su actividad diaria para darle la seguridad que necesitan. Los aprendizajes serán guiados y apoyamos por la experiencia, especialmente en el comienzo de la intervención.
Sus principales limitaciones girarán en torno a la orientación, movilidad y comunicación. Por lo que, para poder ofrecer una correcta intervención, deberemos preveer las ayudas y recursos físicos, personales y materiales oportunas en el centro escolar:
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