El tema elegido es "PORQUÉ Y CON QUÉ NOS LAVAMOS LAS MANOS" los participantes del proyecto son niños de 5 años de la sala sección B de la escuela Docente Marta Camba, sus papás y la docente Andrea Osorio.
Estamos transitando una época donde lavarse las manos debe transformarse, de una forma de higiene personal, a una necesidad constante y permanente; como forma de higiene y como modo de prevención de muchas enfermedades, entre ellas la gripe "A". Lavarse las manos no sólo es una de las medidas más útiles para disminuir el riesgo de infectarse con éste y otros virus de la gripe, sino también para otros microbios responsables de distintas enfermedades respiratorias, del aparato digestivo, etc.
Las insistentes campañas televisivas recomiendan (entre otras medidas) el lavado de manos frecuentes, pero no conocemos especialmente el efecto que provoca el jabón sobre la suciedad y nuestra piel.
El proyecto "PORQUÉ Y CON QUÉ NOS LAVAMOS LAS MANOS" que se desarrollará a continuación surge a partir de cuestionamientos de los niños como: _ "Seño ya me lavé las manos en mi casa", _ "¿Otra vez nos vamos a lavar las manos?", _"Yo no jugué con nada, no quiero lavarme ahora", _ "Seño no traje jabón me voy a lavar con agua sola", etc.
Con este trabajo se intentará:
Tomar conciencia de la importancia de la buena higiene en las manos.
Descubrir como actúa y para qué el jabón.
Aprender a reciclar los pequeños jabones que quedan en casa y a realizar jabones artesanales con el aceite usado que sobra luego de cocinar.
Los comienzos del jabón
Nadie sabe cuándo o dónde se hizo el primer jabón. La leyenda romana afirma que el jabón fue descubierto por el agua de la lluvia que caía hacia los lados del monte Sapo, junto al río Tiber. La grasa de los numerosos sacrificios animales se mezcló con las cenizas de madera (de los fuegos ceremonial) y los esclavos notaron sus propiedades para limpiar, primero sus manos y luego las prendas de vestir.
Los restos de jabón más antiguos se encontraron en tarros de arcilla de babilonia alrededor de 2800 A.C. las inscripciones muestran la mezcla de grasas hervidas con cenizas.
La obtención de jabón es una de las síntesis químicas más antiguas. Fenicios, griegos y romanos ya usaban un tipo de jabón que obtenían hirviendo grasa de cabra con una pasta formada por cenizas de fuego de leña y agua.
Alrededor del siglo 700, la fabricación de jabón se convierte en un arte en Venecia y se registra su exportación.
En Inglaterra del siglo doce, un jabón suave, de origen francés, era utilizado por las clases altas. Era una mezcla de la grasa del cordero, ceniza de madera y soda cáustica.
Durante la edad media el jabón era un artículo muy caro, por lo que su empleo era limitado. Recién en el siglo XIX que se difundió el uso del jabón en Europa y luego en el resto del mundo.
El jabón es básicamente una sal obtenida de las grasas, que resulta soluble en el agua. La saponificación es la reacción de una solución alcalina (soda cáustica) con las grasas animales y vegetales .
Para demostrar como actúa el jabón en nuestras manos realizaremos los siguientes experimentos, y completaremos una tabla comparativa sobre ¿Qué sucederá? (hipótesis) ¿Qué sucedió? (resultado).
Con las mamás de la sala pondremos en práctica dos recetas para realizar jabón artesanal reciclando el aceite usado que sobra al cocinar y los restos de las pastillas de jabón comprado en el mercado.
Luego realizaremos la conclusión en forma individual.
La experiencia
Llenar dos vasos con agua, luego colocarle aceite a ambos. A uno de ellos agregar jabón líquido. Anticipar resultados. ¿Qué sucederá? Invitar a los niños a revolver ambos vasos y observar. ¿Qué sucedió?
La explicación
El aceite flota en el agua sin mezclarse. Cuando removemos el agua y el aceite, se forman burbujas; luego el aceite vuelve a flotar como al principio.
En cambio, cuando se remueven el aceite, el agua y el jabón, se forman burbujas que se quedan suspendidas en el agua. El jabón permite al aceite separarse en burbujas que no se vuelven a mezclar. El jabón permite la mezcla del aceite y el agua.
Reciclar el aceite usado de la cocina para fabricar un excelente jabón para uso doméstico.
¿Qué vamos a hacer?
Colocar en un recipiente, la soda cáustica y añadir el agua fría (NUNCA AL REVÉS) ¡mucho cuidado!, no tocar en ningún momento con la mano la soda cáustica, porque puede quemar la piel! Al preparar esta disolución se observará que desprende calor (cerca de 80º C), este calor es necesario para que se produzca la reacción, puede incluso comenzar a hervir el agua; si esto comienza a suceder, parar de revolver hasta que cese de burbujear. Revolver para disolver la soda cáustica y esperar que se enfríe un poco.
Añadir, poco a poco, el aceite, revolviendo con un palo lentamente y siempre en el mismo sentido continuamente, durante al menos una hora. Cuando aparezca una espesa pasta blanquecina (a punto letra) habremos conseguido nuestro objetivo.
Este es el momento para añadir alguna esencia y colorante
A veces ocurre que por mucho que se remueve, la mezcla está siempre líquida, el jabón se ha "cortado". No tirarlo, sino pasar la mezcla a una cacerola y calentar en el fuego de la cocina. Removiendo de nuevo aparecerá al fin el jabón.
Colocar la pasta obtenida en los moldes. Al cabo de dos días puedes cortarlo en trozos con un cuchillo si es necesario. Dejar orear en un lugar fresco y seco. El jabón estará listo después de 4 o 5 semanas.
Jabón líquido
Este jabón es económico y rendidor; al aprovechar los sobrantes de jabón de tocador sobrantes se ahorra dinero y se evita desperdiciar.
Materiales
2 litros de agua.
1 taza de sobrantes de jabón de tocador.
1 cucharadas de glicerina pura (Se consigue en farmacias o droguerías.)
Olla esmaltada o de acero inoxidable con capacidad de 3 litros
Cuchara de madera
Botella de plástico con tapa, con capacidad de 2 litrosRendimiento: 2 litros.
¿Qué vamos a hacer?
Colocar el agua en la olla y poner a fuego medio, cuando esté caliente, agregar el jabón y la glicerina sin dejar de mover.
Cuando esté disuelto, retirar del fuego colocar alguna esencia y colorante y dejar enfriar.Envasado y conservación:
Vaciar el jabón líquido en la botella, etiquete con el nombre del producto, fecha de elaboración y de caducidad.
Conservar el jabón en un lugar fresco, bien cerrado el envase para que no se seque o pierda el aromaCaducidad: Este jabón líquido se conserva hasta por 6 meses a partir de la fecha de elaboración.
Enviado por: Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.
"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"®
Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2016.
"DIOS, JUAN PABLO DUARTE, JUAN BOSCH Y ANDRÉS CASTILLO DE LEÓN – POR SIEMPRE"®
Autor:
Marta Camba.
Andrea Osorio.