Las virtudes terapéuticas del MSM
Enviado por Dr. Héctor E. Solórzano
El MSM es una fuente natural de azufre, el cual es un elemento mineral crítico para el funcionamiento normal y la estructura de nuestro cuerpo. Se encuentra en las dietas normales de los seres humanos y de casi todos los animales vertebrados. El nombre químico apropiado es metilsulfonilmetano. Es el metabolito primario y oxidado del dimetil sulfóxido y parece que comparte muchas de sus propiedades terapéuticas. El MSM pertenece a una familia de compuestos que son abundantes en las cadenas alimenticias de la vida terrestre y oceánica. Este nutriente que contiene azufre es el residuo estable de la serie de compuestos de metilsulfonilmetano que proveen azufre biodisponible hasta el 85% de todos los organismos vivos. Estos compuestos son las pocas fuentes primarias de la tierra para el azufre. El ciclo del azufre empieza en el océano donde las algas y el fitoplanktum liberan compuestos de azufre, llamados sales terciarias de dimetilsulfomium. Estas sales son transformadas a DMS, un compuesto altamente volátil. El DMS oceánico es la principal fuente natural de azufre para la atmósfera y contribuye a la carga de azufre troposférico y a la formación de partículas y el crecimiento en la atmósfera. Lovelock y sus colegas reconocieron al DMS en 1972 como un importante componente del ciclo de azufre en la tierra inmediatamente después del descubrimiento de su ubicuidad en el agua del mar. En la presencia de ozono y de luz ultravioleta de alta energía, el DMS es convertido en DMSO, ambos de los cuales y diferente del MSM son solubles en agua. Regresan a la tierra en la lluvia y son subsecuentemente tomados en las raíces de las plantas y se concentran hasta 100 veces más. El MSM está distribuido en la naturaleza. Está presente en pequeñas cantidades en algunas frutas, verduras, granos y bebidas. La leche es la fuente más abundante conocida del MSM alimenticio ya que contiene aproximadamente 3.3 partes por millón según se demostró desde hace algunos años. El azufre es un material crudo para la proteína y el tejido conectivo que forman la masa muscular, para las enzimas que conducen incontables reacciones químicas y para poderosos compuestos naturales que nos protegen contra la toxicidad y el dañino estrés oxidativo. El azufre también tiene una larga historia en la medicina pero lo hemos olvidado al concentrarnos en las vitaminas y los minerales. La mayoría de la gente sabe por ejemplo que el calcio es bueno para los huesos, el hierro para la sangre y el zinc para la próstata. Pero pocas personas saben que el azufre también es benéfico.
La mayoría de las personas creen que uno obtendrá los requerimientos diarios del azufre con sólo consumir una cantidad adecuada de proteínas. Cuando no se ingiere la cantidad suficiente de proteínas, se desarrollan enfermedades debidas a esta deficiencia.
Existen dos aminoácidos muy importantes que son la metionina y la cisteína, los cuales casi siempre funcionan como la principal fuente de azufre. Esos aminoácidos están presentes en las proteínas animales como el pescado, los huevos y los productos lácteos. Del reino vegetal podemos obtener azufre del ajo, las cebollas, los espárragos, los aguacates, los frijoles, los chícharos, la lechuga, el brócoli, la mostaza y las semillas de girasol, los cuales son una buena fuente de azufre.
El componente azufroso de la coenzima A hace posible muchos procesos bioquímicos. El grupo -SH está involucrado en la síntesis de ácidos grasos, cetonas, colesterol, acetilcolina, porfirina y esfingosina. También está involucrado en la transferencia de ácidos grasos o acetatos a los polipéptidos, incluyendo algunas enzimas, receptores, hormonas, histonas y tubulina.
El MSM es responsable del enlace flexible entre las células incluyendo aquellas que forman la piel. Actúa para bloquear químicos indeseables y enlaces cruzados de colágeno que están asociados con una piel dura y envejecida. Consecuentemente el MSM mejora la flexibilidad de los tejidos y estimula la reparación de la piel dañada. Las pruebas conducidas en animales de laboratorio indican que la curación de las heridas ocurre más rápido en el grupo que recibe MSM. Si hay insuficiente MSM en nuestro cuerpo cuando se están formando células nuevas, las células nuevas se hacen rígidas. Esta rigidez puede contribuir a tener arrugas, piel agrietada y tejido cicatrizal queloide. Cuando hay suficiente MSM, sirve para hacer la piel más tersa, más suave y más flexible permitiendo que se estire fácilmente con el movimiento.
Al conservar a las células y tejidos suaves y permeables, el MSM permite que la piel sirva como un riñón auxiliar, ya que millones de glándulas sudoríparas excretan sustancias que son tóxicas a nuestro cuerpo.
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