El mundo “visual” del ciego. Acerca de las imágenes y la vida onírica en ciegos (congénitos) (página 2)
Enviado por Cristina Oyarz�bal
Por su parte, Condillac intenta demostrar, contra Locke y Berkeley que si el ciego de nacimiento ve los cuerpos, discernirá sus figuras y que si su juicio vacila se deberá a razones metafísicas.
Tenemos, pues, opiniones contrapuestas..
Le planteo a una joven ciega de nacimiento el problema de Molineaux. Me sorprende su categórica negativa; sería incapaz de distinguir un cubo y una esfera por la vista; le pregunto por qué, contesta simplemente " porque no sé qué es ver"
En relación a las posiciones anteriores, Diderot afirma que ambas tienen parte de razón pero además se pregunta :¿verá el ciego inmediatamente después de la curación ? .Es lo que tendemos a pensar, que los ojos se abrirán, caerán las escamas y (en palabras del nuevo testamento) el ciego "recibirá la vista"; y… en caso de que viera, ¿verá lo suficiente para discernir las figuras y podrá al verlas ,darles los mismos nombres que les daba tocándolas?
Las opiniones continúan divididas.
Casi hay un total acuerdo en que sólo con la experiencia logrará evaluar la distancia de los objetos.
Diderot piensa que si bien hará falta un tiempo para que el ojo se vuelva experto , no necesitará del auxilio del tacto..
Corre abril de 1728 cuando se conocen en Francia las famosas experiencias de Cheselden. que le extirpó las cataratas a un ciego de 14 años quien no distinguió por mucho tiempo, tamaños, figuras ni distancias.
Un objeto de una pulgada puesto frente a su ojo, y que le ocultaba una casa, le parecía tan grande como la casa. Tenía todos los objetos en los ojos y le parecían aplicados a ese órgano, como los objetos del tacto lo son a la piel. Necesitó reiteradas experiencias para comprobar que la pintura era una representación, y quedó muy sorprendido cuando al estirar la mano encontró solo un plano sin ninguna saliente; preguntó entonces qué era lo engañoso, el tacto o la vista.
Hoy, dos siglos y medio más tarde, se ha comprobado que aquellos ciegos desde el inicio de sus vidas cuando logran ver sufren graves dificultades al hallarse inmersos en un mundo de apariencias, cambiante, evanescente. Para quienes han construido el mundo sin visión, les resulta imposible comprender el mundo de las ilusiones y sus espejismos ,pues el mismísimo concepto de "apariencia" no posee analogía alguna con los demás sentidos. Resulta interesante la reacción de algunos sujetos frente a dibujos tales como cubos y escaleras; no pueden verlos ni en perspectiva ni en profundidad. Tampoco pueden percibir los juegos de figura-fondo , los cambios de distancia y tamaño en las ilusiones, ni experimentar el efecto de percepción del movimiento. Los que tenemos visión normal, aún cuando sepamos que la percepción es ilusoria, podemos decir que la ilusión es "vista".
Después de los juegos de apariencias volvamos a Diderot quien .reconstruye, ingeniosamente, la génesis de las ideas en el ciego de nacimiento.
En su Carta… nos habla de Saunderson , profesor de óptica, que pronuncia discursos sobre la naturaleza de la luz, de la vista y su órgano y sobre los fenómenos del arco iris..
Crea una máquina para cálculos algebraicos. A él le pertenece la división del cubo en seis pirámides iguales que tienen sus vértices en el centro del cubo y sus bases corresponden a cada una de sus caras. Se usa para demostrar que toda pirámide es el tercio de un prisma de igual base e igual altura.
Dos siglos más tarde Lacan,, basándose en la lectura de la famosa Carta… nos dice que en el ámbito de lo geometral, la luz, parece darnos el hilo. En efecto, ese hilo nos une a cada punto del objeto. Ahora bien, la luz se propaga en línea recta. Parece, por tanto, que el hilo nos lo da la luz..
Pero, el hilo no necesita de la luz -sólo necesita ser un hilo tenso. Por eso, el ciego puede seguir nuestras demostraciones. Le haremos palpar, por ejemplo, un objeto de una altura determinada, luego le haremos seguir el hilo tenso, y le enseñaremos a distinguir con la punta de los dedos en una superficie, una determinada configuración que reproduce la demarcación de las imágenes -exactamente como en óptica pura imaginamos las correspondencias entre puntos en el espacio, lo cual siempre equivale, a situar dos puntos en un solo hilo.
Diderot nos dice que el ciego supone un rayo de luz como un hilo elástico y delgado o como una serie de corpúsculos que golpean nuestros ojos a una velocidad increíble, y calcula en consecuencia. El paso de la física a la geometría se ha realizado y la cuestión se vuelve puramente matemática. Entonces, la geometría , disciplina matemática que estudia las representaciones que podemos hacernos del espacio y las figuras o cuerpos que se pueden formar es perfectamente asequible a los ciegos congénitos.
Sin embargo, específicamente, en relación a la imaginación sostiene que el ciego no imagina, porque para imaginar, nos dice es preciso pintar un fondo y destacar puntos sobre él, asignándoles un color diferente. Si a esos puntos les otorgamos el mismo color que al fondo se confunden con él y la figura desaparece.
…. y si la figura desaparece ¿cómo podríamos , entonces , pensar la vida onírica de los ciegos?
En La Interpretación de los Sueños,(1900-1901) Freud nos dice que el miramiento por la figurabilidad dentro del material psíquico de que se sirve el sueño, consta, la más de las veces, de imágenes visuales. También señala que no todos los sueños muestran esa trasmudación de la representación en una imagen sensible; hay sueños compuestos sólo por pensamientos.
¿Deberíamos conjeturar que los sueños de los ciegos no pasan por la trasmudación a lo sensible, que simplemente son pensados como suelen serlo en la vigilia?
Ciertamente que no.
Conozco sujetos adultos que han cegado siendo niños y aún sueñan con imágenes visuales; para otros que han cegado recientemente, los colores se van empalideciendo ,otros sueñan con colores vivaces, casi irreales. Una joven mujer que hace más de la mitad de su vida que está ciega cuando sueña puede verse, tal como los otros la ven, pero se sueña ciega, es decir se "mira "pero como protagonista del sueño está ciega y por tanto no ve.
Sin embargo, el enigma ,nos lo ofrecen, los ciegos congénitos.
_¿cómo sueñan?- les pregunto a un grupo de jóvenes
_Tal como vivimos- contesta uno de ellos
_Sueño con el traqueteo del tren, con su sonido, con mi cuerpo en movimiento- dice otro
_Sueño con un olor que me invadió, con la suavidad o la aspereza de algo, contesta un tercero
_No sé por qué siempre sueño que estoy en la casa de mi mamá y no en la mía -dice una muchacha
_y… ¿cómo te das cuenta_, le pregunto
_-porque mi departamento es pequeño, en seguida lo recorro ,en cambio la casa de mi mamá es amplia, tiene muchas habitaciones, un patio grande
Dejemos de soñar y vayamos a la ciencia. ¿qué nos dice hoy , 250 años después de aquellos planteos filosóficos ?
Las opiniones ,como entonces, siguen divididas.
Alberto Valvo, oftalmólogo ,describe pacientes sometidos a una nueva técnica quirúrgica que reconstruye la córnea.. Afirma que los que vemos vivimos en el espacio y en el tiempo mientras que los ciegos sólo viven en un mundo temporal, pues lo construyen a partir de secuencias de percepciones táctiles, auditivas, olfativas , siendo incapaces de crear una escena simultánea .La idea que nos transmite es que el ciego ,casi exclusivamente ,"vive en el tiempo"
Veamos ahora, algunos ejemplos que nos permitan posicionarnos en relación a la posibilidad o imposibilidad de la construcción del espacio en ciegos congénitos.
Recordemos a aquel joven paciente de Cheselden que luego de ser operado de cataratas no distinguió por mucho tiempo tamaños, distancias, situaciones ;motivo por el que anduvo a tientas durante dos meses.
Dos siglos más tarde, todos los pacientes descritos en la literatura sobre el tema se han encontrado, tras la operación, con grandes dificultades para percibir el espacio y la distancia, dificultades que se prolongaron meses e incluso años.
Escuchemos algunos testimonios[1]
Se trata de tres pacientes nacidos ciegos y que luego de haber vivido aproximadamente 50 años de sus vidas como tales, fueron operados y lograron ver.
-al poco tiempo de ser operado un paciente es llevado al Museo de la Ciencia de Londres para que viera una pieza de colección: de pie frente a una vitrina de cristal, le pidieron que diga qué había en ella. Fue incapaz de decir nada hasta que se le permitió tocarla. Cerró los ojos, la recorrió ávidamente con los dedos; retrocedió un poco, abrió los ojos y dijo: "Ahora que la he tocado, puedo verla"
-otro paciente relata que cuando le quitaron los vendajes. oyó una voz delante de él: se volvió hacia la fuente sonora y vio una "mancha". Comprendió que debía de ser una cara. Parecía convencido de que no habría sabido que eso era una cara de no haber oído previamente la voz .
Durante esas primeras semanas siguientes. a la operación no percibía la profundidad ni la distancia, las luces de las calles eran manchas luminosas pegadas a los cristales de las ventanas, y los pasillos del hospital agujeros negros. ,decía , además, que antes de la operación tenía una idea totalmente distinta del espacio; sabía que si había un obstáculo , éste acaecía después de cierto tiempo, al cual estaba habituado. Tras la operación, después de muchos meses, ya no pudo coordinar las sensaciones visuales con la velocidad de su paso
-otro paciente dijo que andar sin su bastón, lo confundía, pues su apreciación del espacio y la distancia era inestable. Los objetos le parecían amenazantes, como si estuvieran encima de él, cuando de hecho se hallaban a bastante distancia; también le confundía su propia sombra (toda la noción de sombras, de objetos bloqueando la luz, le dejaba perplejo) y se detenía o intentaba pasar por encima. Las escaleras, eran particularmente riesgosas ya que lo único que veía era una confusa superficie plana de líneas paralelas y líneas que se entrecruzaban: no podía verlas como objetos en un espacio tridimensional.
¿cómo se daban, en estos pacientes, las formas?. Eran incapaces de reconocerlas visualmente, ni siquiera formas simples como un cuadrado o un círculo, que distinguían rápidamente al tacto. Tocar un cuadrado no se correspondía en absoluto con ver un cuadrado. ésa fue la respuesta a la pregunta de Molineaux.
Tal como Berkeley había anticipado, estos sujetos sólo comprendían lo que veían en la medida en que eran capaces ir relacionando las experiencias visuales y las táctiles. Lo mismo había ocurrido en los 250 años transcurridos desde la operación de Cheselden : casi todos habían experimentado la más profunda y lockeana confusión.
Las observaciones de los casos descritos nos muestran que "ver" -la percepción visual- debe aprenderse. Sin embargo, para nosotros el "ver"se relaciona con el órgano mientras que la "mirada" va más allá, siendo la que orienta la visión, tanto es así, que muchos ciegos tienen actitudes posturales visuales aunque nunca hayan tenido una imagen visible de sus propios cuerpos, y más aún, muchos de ellos relatan cómo se sienten "mirados". Una joven ciega de nacimiento me cuenta cómo siente la mirada de algunas personas cuando está en el restaurante con su novio (también ciego) . Le pregunto cómo es eso de sentir la mirada. Es una sensación muy fuerte que siento acá , me dice mientras se señala la nuca con una mano.
Continuemos con la ciencia. Juan Cuatrecasas(1969) (neurobiólogo) define al hombre como un animal geométrico gracias a la función visual .
Respecto del ciego de nacimiento sostiene que sólo carece de los referentes externos tal como la visión de los colores Para imaginar, la visión de los colores no resulta necesaria ni tan siquiera la experiencia retiniana individual pues la elaboración de las imágenes es función de la más alta esfera sensorial óptica autónoma del órgano.
El desconocimiento de las funciones ópticas corticales y subcorticales ‑ que confunde la fisiología ocular periférica con la psicofísiología de los centros encefálicos relacionados con la visión ‑, es lo que lleva a algunos autores a sostener que los ciegos no pueden concebir el mundo en forma semejante a quienes vemos porque sólo arribarían al concepto de un espacio táctil.
Sin embargo, las percepciones táctiles se desprenden de sus caracteres específicos, tales como presión, temperatura, movimiento, etc, al ser centralizadas e interpretadas por el sistema nervioso dejando la sensación de forma, espacio, que los centros corticales transforman en verdaderas sensaciones espaciales.
Es indudable que existe una percepción de la espacialidad en la que intervienen, además, el tacto y el sentido kinestésico pero no determinan por si mismos la percepción del espacio; entonces,no debemos explicar las representaciones espaciales del ciego por la suplencia táctil.
Los datos táctiles son interpretados rápidamente para situar el objeto palpado en proyección espacial porque el ciego , tal como nos aclara Lacan ,opera con la visión geometral, es decir, la visión situada en un espacio que no es , en su esencia, lo visual
Lacan nos recuerda que en la misma época en que la meditación cartesiana inaugura en su pureza la función del sujeto se desarrolla una dimensión de la óptica, que llamó dimensión geometral
Hemos visto posiciones diferentes, adherimos, la experiencia nos da sobradas pruebas de ello ,a aquélla que sostiene que el ciego puede concebir que el espacio que él conoce, puede ser percibido a distancia y de manera sincrónica. Le basta aprehender una función temporal: la simultaneidad.
El mundo visual del ciego.
[acerca de las imágenes y la vida onírica en ciegos (congénitos)
Hemos llevado las cosas al extremo, ver cómo imagina y construye el espacio el ciego congénito: la perspectiva geometral es asunto de demarcación del espacio, no de la vista. Esta construcción espacial pasa completamente por alto lo que está en juego en la visión. Un ciego, entonces, puede reconstruir , imaginar, el espacio geometral de la visión.
Bibliografía:
– Bril, J : "Ascendencia indoeuropea de los vocabularios relativos a sombra y ceguera"en
"Entre Dos mundos": revista de traducción sobre discapacidad visual, n° 27, abril 2005-08-18 . ONCE, Madrid
– Diderot, D:"Carta sobre los ciegos para uso de lo que ven" Ed: El cuenco de plata, Bs.
As, 2005
– Freud, S: "La interpretación de los sueños"Tomo V, Amorrortu editores, Bs. As, 1994
– Lacan, J: "Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis" Paidos, 1974
– Oliver Sacks "Un antropólogo en Marte" Editorial Anagrama, Barcelona, 2001
Autor:
Cristina Oyarzábal
Profesora de ciegos y licenciada en Ciencias de la Educación. Master en Psicoanálisis. Coordina el Servicio de Apoyo Educativo de la Biblioteca Argentina para Ciegos.
[1] Oliver Sacks "Un antropólogo en Marte"
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